domingo, 14 de octubre de 2018

EL OBISPO INFANTE GARCÍA Y SU TUMBA


                Hacia el año 1046 nace García, segundo hijo del rey Ramiro I. Al morir el monarca en 1063 le sucede en el trono su primogénito Sancho Ramírez, que unió las coronas de Aragón y Pamplona en 1076, mejoró las calzadas y la seguridad para garantizar la paz en el Camino de Santiago y fomentó el comercio con Francia a través del  Somport. Fruto de todas estas actividades fue nombrada Jaca capital del reino y se iniciaron las obras de la Catedral de Jaca, poniendo el rey Sancho como primer obispo de Jaca a su hermano García, a la vez que lo fue de Pamplona entre 1078 y 1082 hasta que le desplazó en este obispado su hermana Sancha, que lo ejerció entre 1082 y 1083 por las desavenencias que García tenía con su hermano Sancho por la reforma romana de la Iglesia en Aragón, reforma que impulsó el monarca probablemente a partir de su compromiso con el Papa Alejandro II tras el viaje que hizo a Roma para declararse vasallo suyo en 1068.
                Cuentan las crónicas que el obispo García fue un varón muy católico y acérrimo defensor de los derechos de las iglesias y de grande fortaleza para resistir al Rey, su hermano, que quería introducirse en ellos[1].
                El obispo García trabajó para organizar su diócesis. Implanta la regla de San Agustín para que los eclesiásticos vivan ejemplarmente en comunidad, se preocupa de paliar los problemas de los pobres de su diócesis instituyendo la Casa de la Limosna y dotándola de medios. Tuvo que trabajar presionado por los intereses políticos y por los planes reformadores de Roma,  asumir la reforma cluniacense en los monasterios y la organización de nuevas parroquias en los territorios que se iban conquistando para el reino de Aragón. Sostuvo una gran entereza al obligar a su hermano, el rey Sancho, a hacer penitencia pública por haberse apropiado de los bienes y rentas de algunas iglesias, cuyo acto realizó D. Sancho en la iglesia de San Victoriano de Roda ante el altar de San Vicente en 1081. En 1082 García  fue apartado del obispado de Pamplona por las desavenencias con su hermano, como antes se ha dicho, y sustituido por su hermana Sancha de Aragón quien, al contrario que su hermano García, sí que demostraba apoyo para adoptar las nuevas reformas y disposiciones papales.
              El obispo García acudió a pedir ayuda al rey castellano Alfonso VI cuando en 1085 intentaba tomar Zaragoza, llegándole a ofrecer el monarca el obispado de Toledo tras su conquista. Sancho Ramírez, conocedor de la maniobra, se reunió con su hermano y el rey castellano. A su regreso a Huesca, el obispo García enfermó y murió en la localidad de Anzánigo el 17 de julio de 1086.
Estatua-columna del pórtico de la iglesia de San Esteban atribuible al obispo
infante García. Sos del Rey Católico.
                Hay quienes sostienen la posibilidad que el obispo barbado, provisto de mitra y báculo, que aparece en una de las estatuas-columna del pórtico de la iglesia de San Esteban de Sos, representa al obispo-infante García, así como que sus restos fueron depositados en la iglesia de San Esteban de Sos a petición suya, por ser éste, además, el lugar de enterramiento de su familia.  Y si así fue, ¿dónde está su tumba?
                Evidentemente habría que buscarla en la iglesia baja, ya que la iglesia alta todavía no se había edificado en las fechas en que el obispo falleció.
                Sabemos que en la Edad Media se reservaban los lugares  más privilegiados de la iglesia para enterramientos regios, altas personalidades, alto clero, nobles o personajes notables y relevantes en la sociedad. Así, en la cripta de Santa María  y en el frontal de la basa de una de las pilastras que sustentan la corta nave, concretamente la del lado sur, situada frente al ábside central, encontramos una inscripción que dice: “Garsea presbiter sivis indignus d((omi)ni servus”
                Está claro que este enterramiento no pertenece a un obispo, sino a un presbítero llamado García, y ubicado en un lugar idóneo en relación con su categoría; posiblemente corresponda a García Garcés, el presbítero que, según el Cantoral de Sos (1059-1120), edificó esta iglesia, y probablemente con algún lazo familiar con el obispo.
            
Inscripción en el ábside central de la cripta de Nuestra
Señora del Perdón (Sos del Rey Católico)
                                                                              Un lugar de enterramiento privilegiado para el primer obispo de Jaca podría ser el ábside central de la iglesia. Si observamos una inscripción que hay en la jamba derecha de dicho ábside veremos una epigrafía en forma de letra omega en cuyo interior se encuentra una línea recta en forma de” I” y a continuación una “A” girada en sentido horizontal. Y aquí nos remitimos a la interpretación que de esta marca hace Rogelio Taboada, cantero de profesión con tradición familiar, conocedor de símbolos, signos y marcas epigráficas e incansable investigador histórico. Según Taboada la letra omega representa el ábside, la “I” posiblemente describa un anterior muro de la iglesia, recto, al estilo visigodo, junto al cual habría alguien sepultado cuya inicial sería “A”. Hay que señalar que en tierras navarras y aragonesas se usaba muy comúnmente el nombre de  Arceiz para designar a Garceia. ¿Estará aquí entonces sepultado el obispo García (Arceiz)?  La duda no va a quedar aclarada del todo, pues el mismo Rogelio indica que, contemporáneo al obispo, existió un noble muy notable en Sos de nombre Acenar Iohannes, aunque el cantero historiador se inclina más por la opción del obispo al considerar esta cripta como un panteón en el que hay sepultadas varias generaciones de los García Garcés[2], como ya se ha visto con el trastatarabuelo del obispo García y monarca pamplonés Sancho Garcés I (ver)






[1]  Fernández Pérez, Gregorio. Historia de la Iglesia y obispos de Pamplona. T.I. Lib. II
[2] Taboada Plano, Rogelio. Sangüesa siempre, IV, pp.106-108.  Ed. RT. 2ª Ed. Octubre, 2016




BIBLIOGRAFÍA




-DURAN GUDIOL, ANTONIO. Colección diplomática de la catedral de Huesca, I, doc. 46 (1082) Escuela de Estudios Medievales, Instituto de Estudios Pirenaicos. Zaragoza, 1965.
-FERNÁNDEZ PÉREZ, GREGORIO. Historia de la iglesia y obispos de Pamplona. Imprenta de Repullés. Madrid, 1820.
-GARCÍA DUEÑAS, FELIPE. ”La diócesis de Jaca”. Colección Territorio, 12.Comarca de la jacetania, pp. 107-112. Diputación General de Aragón. Zaragoza, 2004.
-GOÑI GAZTAMBIDE, JOSÉ. Historia de los obispos de Pamplona, I. Universidad de Navarra. Pamplona, 1979.
-LAPEÑA PAÚL, ANA ISABEL. Sancho Ramírez, rey de Aragón (¿1064?-1094) y rey de Navarra (1076-1094) Ed.Trea. Gijón, 2004.
-SANDOVAL, PRUDENCIO. Catálogo de los obispos que ha tenido la santa iglesia de Pamplona. Imp. Nicolás de Assiayn. Pamplona. 1614.
-TABOADA PLANO, ROGELIO. Sangüesa siempre, IV, 2ª edición. Ed. RT. 2016.







LAS MARCAS DE MESURA DE SAN NICOLÁS DE CEÑITO


                              
Ermita de San Nicolás de Ceñito (Sos del Rey Católico)
Marcas o signos lapidarios existen en prácticamente todas las construcciones y obras de envergadura de la Edad Media: iglesias, castillos, puentes, ermitas, monasterios… Las más abundantes y conocidas son las típicas “marcas de cantero” que el propio maestro grababa en las piedras por él trabajadas. Existen otras marcas, aunque más bien son dibujos introspectivos, que generalmente eran realizados por el artífice de la obra, y dirigidos a la proyección de la construcción del edificio y que no tenían la misión de transmitir órdenes a los operarios o ejecutores de la obra, sino la de fijar la idea que tenía en mente el maestro ingeniero sobre su proyecto constructivo; son las “marcas de trazado”, que guardan ciertas semejanzas con determinadas partes del edificio donde se encuentran grabadas. Pero existen otros signos, que en muchos casos se confunden con marcas de cantero, que no son tales, sino marcas de medidas que eran usadas por los operarios de la construcción para aplicarlas, con proporcionalidad, a los elementos constructivos de la obra a realizar. Son las llamadas “marcas de mesura”.
                Estos dos últimos tipos de marcas (de trazado y de mesura) formaban parte directa en las diferentes fases constructivas de una edificación, reproduciendo en la obra las medidas y la modulación, es decir, la repetición de las dimensiones de una unidad de medida y figuras geométricas tomadas como patrón que determinaban la disposición y el tamaño de los diferentes elementos arquitectónicos de la obra.
Las marcas de mesura obedecen a la más pura y lógica ciencia de la geometría. Por norma general los obreros en la Edad Media, o peones de obra, no sabían leer, por lo que las figuras geométricas sencillas (cuadrados, círculos, triángulos,…) les permitían reproducir fácilmente, en todas las dimensiones y con precisión, las disposiciones previas y adaptarse al terreno, asegurando la concordancia entre la concepción de la obra y su ejecución. El profesor José Antonio Ruiz de la Rosa señala que “la precisión conceptual y comunicativa de la geometría, su capacidad de definición de las formas planas y tridimensionales, de sus relaciones y combinaciones, ha estado presente desde los comienzos de la arquitectura como arte: la geometría es la base de toda articulación arquitectónica”[1]
 Sabemos que las unidades de medida en la época que nos ocupa eran distintas en cada lugar; incluso en una misma comarca variaban de una localidad a otra, por lo que no existían unos patrones genéricos de medida en la Península Ibérica, y es por esto que los maestros de la Edad Media, para las obras de gran envergadura, utilizaron la geometría simple para trasladar, con total precisión y sencillez, lo dibujado a pequeña escala al tamaño real de la construcción. Así, por ejemplo, con el círculo y los arcos del mismo proyectaban las líneas básicas de las bóvedas y las distintas formas de los elementos que la conforman, como las dovelas y las claves.
En resumen, estas marcas se confeccionaban sin necesidad de grandes conocimientos teóricos, pero teniendo en cuenta los principios básicos de la geometría de Euclides, pero sobre todo se basaban en procedimientos empíricos, altamente depurados y de una absoluta sencillez en su aplicación. Esta sencillez en la aplicación de la geometría facilitaba la asimilación y puesta en práctica a sus artífices que, en muchos casos, no tenían una preparación teórica suficiente.
En el presente post vamos a centrarnos en las marcas de mesura, poniendo como ejemplo, y exceptuando las varas aragonesas o varas jaquesas, unas de las escasas marcas de mesura existentes en Aragón, hasta ahora conocidas, y que se encuentran en el exterior del ábside de la ermita de San Nicolás de Ceñito, en el término de Sos del Rey Católico. Otras de estas marcas, muy similares  a las de Ceñito, con los mismos dibujos y diseños, aunque existe alguna variación, las encontramos en el antepecho del acceso a la Sala Capitular del Monasterio de Santa María de Veruela (Zaragoza), de las cuales el Doctor Arquitecto  Kim Lloveras i Monserrat  ha realizado un profundo estudio publicado en 1990 por el Servicio de Cultura de la Diputación de Zaragoza.
Pero si estas marcas de mesura eran tan indispensables para el maestro de obra, ¿porqué no existen más marcas o dibujos  semejantes en otros templos o construcciones medievales? Parece ser que la respuesta la tenemos en que normalmente este tipo de tablas de cálculo se solían realizar sobre otro tipo de material, con una superficie mucho más dúctil para realizar inscripciones, como  mortero de cal, barro o madera, pero a la vez mucho más perecederos, por eso la excepcionalidad de estas dos ubicaciones aragonesas de Ceñito y Veruela inscritas sobre piedra.
Ambas ubicaciones nos están mostrando el lugar donde los maestros de obra  y operarios acudirían para tomar las medidas oportunas para levantar las respectivas edificaciones; el lugar donde, a partir de las innumerables combinaciones geométricas de las medidas de los dibujos allí representados, se pueden obtener todas las dimensiones de la ermita  de San Nicolás de Ceñito y del monasterio de Veruela. Son las tablas de cálculo y referencia del maestro de obra, aunque hay quienes interpretan que las de Ceñito son simplemente simbólicas; pero si así fuera, ¿Para qué dibujarlas?¿Qué sentido tiene realizar unas inscripciones de medida en la piedra y no usarlas? Además, las “marcas de medida” de San Nicolás de Ceñito están acompañadas, al parecer, de una  “marca de trazado” que nos indica la planta y proyección de la ermita, razón de más para dibujar junto a ella las oportunas “marcas de mesura”.
Piedra de mesura. Sala capitular del Monasterio de Veruela
       Hemos de señalar que el monasterio de Veruela se fundó en 1146, y aunque la ermita de Ceñito se construyó entre el 1050 y 1060, sabemos que en una reforma posterior de 1150 se rehízo completamente su ábside, incluyendo entonces en él las marcas, por lo que estaríamos hablando del mismo período en cuanto a la realización de ambas edificaciones. Unas marcas tan semejantes entre sí en sendas construcciones que nos hacen pensar en la continua itinerancia de los maestros constructores y en la creación de algún tipo de “lenguaje” común de medidas que les permitía trabajar en diferentes lugares, incluso en otros países, transmitiendo a otras cofradías o logias de constructores los métodos y símbolos geométricos y de medida que conocían y que eran necesarios para levantar una iglesia, ermita, monasterio u otro tipo de construcción medieval.
                En el Monasterio de Veruela estas marcas están compuestas  por  tres pies:  pequeño, medio y grande, que miden 19, 23 y 25 cm de longitud respectivamente; escuadras de diferentes longitudes y cuatro dobles círculos entrelazados formando una “ vescica”  cuyos diámetros de circunferencia interior y exterior miden 14 y 17 cm respectivamente.
Piedra de mesura. Monasterio de Veruela.


              
Bajo la ventana del ábside se encuentran la piedras de mesura.
Ermita de San Nicolás. Ceñito (Sos del Rey Católico)
                 
               En la ermita de San Nicolás de Ceñito encontramos en una piedra bajo la ventana axial de su ábside por su parte exterior un pie pequeño de 19 cm idéntico al de Veruela. La piedra inferior lamentablemente ha sufrido el desgaste del paso del tiempo y se encuentra desconchada casi en su totalidad, pero todavía puede apreciarse, en el pequeño trozo original que ha quedado en su parte superior derecha,  la punta de otro pie de diferente tamaño, al parecer mayor que el anterior, siendo muy probable que en la parte de la piedra que irremediablemente se ha perdido se encontrara la tercera medida de pie. 
Piedras de mesura de San Nicolás de Ceñito. En el centro: "marca de trazado",
cuatro circunferencias entrelazadas y una posible escuadra. En el sillar de la
derecha un pie de 23 cm, y en el de abajo la punta de otro pie sobre la zona de
la piedra sin desconchar
               En el sillar situado a la izquierda del que reproduce el pie completo de 19 cm se observan una serie de círculos trazados con compás y divididos interiormente por 6 semicircunferencias cruzadas formando una roseta de seis pétalos elípticos. Son cuatro circunferencias entrelazadas entre ellas por su centro, a modo de una "vescica", patrón de medida para los constructores. Asímismo existe otra marca junto a los círculos, casi imperceptible debido a su borrosidad, que bien pudiera tratarse de una escuadra.Y junto a ellas una inscripción que probablemente sea una "marca de trazado" indicándonos la planta y proyección de la ermita. Se trata de una línea longitudinal cruzada perpendicularmente en sentido horizontal por tres segmentos a diferentes distancias, donde entre los dos segmentos inferiores hay un semicírculo que indicaría la ubicación de la portada del templo.
               
Detalle de las cuatro circunferencias entrelazadas
Es evidente que tanto las marcas del monasterio de Veruela como las de Ceñito son muy parecidas y representan las marcas de mesura y trazado que utilizaron los constructores de sendos edificios, pero  todavía queda mucho por investigar en este sentido. De aquí la importancia de estos signos desde un punto de vista geométrico, ya que su estudio podría ayudarnos a aclarar cómo surgieron los diseños que se encuentran en el origen de los módulos que fueron empleados en la proyección de estos edificios, puesto que “toda planta y estructura compositiva debe contener alguna forma geométrica premeditada”[2], y de este modo sería posible establecer una hipótesis sobre sus orígenes, historiografía, técnicas aplicadas y soluciones  efectuadas en su construcción.


Marca de trazado y marcas de mesura en San Nicolás de Ceñito (Sos del Rey Católico) (Foto: romanicoaragones.com)




[1] Ruiz de la Rosa, José Antonio. Traza y simetría de la arquitectura en la antigüedad y Medievo, p. 18.
[2] Navarro Fajardo, Juan Carlos. Bóvedas góticas de la catedral de Orihuela (Alicante). Revista EGA, nº 11, año 2006, pp, 148-149; en: Rafael Fuster Ruiz, Las marcas de cantería en el contexto de la arquitectura medieval: proporción y mesura, nota 6.





BIBLIOGRAFÍA

-LLOVERAS I MONSERRAT, KIM. La piedra de mesura de Veruela. Servicio de Cultura de la Diputación de Zaragoza. Zaragoza, 1990.
-RUIZ DE LA ROSA, JOSÉ ANTONIO. Traza y simetría de la arquitectura en la Antigüedad y en el Medievo. Universidad de Sevilla. Sevilla, 1987.
En la web:
-www.signoslapidarios.org. Las marcas de cantería en el contexto de la arquitectura medieval: proporción y mesura. Rafael Fuster Ruiz. 



domingo, 7 de octubre de 2018

GENTILICIOS Y SEUDOGENTILICIOS CINCOVILLESES



     SOPICONES  FAFUMAUS  ESCARCICOS  TRIMULOS        CARBONEROS  BALLOQUEROS  PELAIRES  CUCOS  CASCABELES    BATUECOS  ALBARDEROS  LECHACINOS  GÜESARRALLOS  RANEROS  BERZAS BLANCOS  RANUECOS  MODORROS  LECHACINOS  CALDUCHOS  ALBARDEROS  COMENZAPOS  DESDENTAUS  MOSQUITOS  MATRALEROS  LOBOS  PECEROS  GABACHOS  TRIPUDOS  PELAUS  CARBONEROS  SEGALLOS  MALTRAZAUS  SOCARRACRISTOS  MULATOS  BOIRAS  PLEITISTAS  CHAPUCEROS  CANALIZOS  BRUJOS  FARANDULEROS  CASCANTES  TURCAZOS  PECEROS  CASCABELES  MOSQUETEROS  MADRILEÑOS  CARACOLEROS  COTORROS  NARIGONES  LEGAÑOSOS  RIBERANOS  CARACHOS  CHAMPELONES  CULOMARRANOS  ÑAIS  CANTERUDOS  ENCHARGAUS  RANEROS  MOMIOS  ROMPEDORES  JAUTOS  SOPONES  BERZAS BLANCOS  


Un gentilicio es aquel adjetivo o sustantivo que indica relación con un lugar geográfico y, por lo general, se forman con numerosos sufijos añadidos a la raíz del topónimo o nombre del lugar de pertenencia, aunque hay excepciones. El gentilicio de los habitantes de un lugar es la forma por la que designamos a las personas pertenecientes o naturales de ese determinado lugar.
Estas cuatro primeras líneas es lo único sensato de este post; a partir de ahora tómense con humor las siguientes líneas porque buscar el rigor científico en este asunto es misión imposible, pero eso sí, es real.
 A los españoles parece ser que nos resulta difícil nombrar los gentilicios, además de no aportarnos nada sobre sus habitantes, porque mira que es difícil llamar egabrenses a los habitantes de Cabra, con lo sencillo que resultaría llamarlos de otro modo más sencillo y comprensible. Por eso  hemos decidido cambiar, con el ingenio que nos caracteriza, todos los gentilicios de España por “motes”, que son más cercanos, más castizos  y más comprensibles en el sentir popular, barriendo de un plumazo el origen etimológico de los mismos y cambiándolo por rasgos comunes atribuibles a los vecinos del pueblo de” al lado”. Rasgos como la pereza, la altanería, la ignorancia, la brusquedad, la fanfarronería, la holgazanería, la cobardía, la arrogancia, la codicia, la descortesía, la estupidez, la indiscreción, la insensatez, el mal humor, el resentimiento, la testarudez, la vulgaridad…., cualquier defecto sirve para etiquetar a los vecinos de los pueblos cercanos, pero nunca los nombraremos como portadores de virtudes; por eso, los motes-gentilicios son casi todos despectivos, porque ningún vecino de los pueblos de “al lado” tiene que ser más o mejor que los de nuestro propio pueblo.
Camilo José Cela plasmó la voz de “seudogentilicio” para designar los nombres que reciben los habitantes de un lugar por parte de los vecinos de otros pueblos cercanos por razones históricas, antropológicas, sociológicas, idiosincrásicas, o bien con intencionalidad jocosa, discriminatoria, descalificadora o simplemente graciosa.
A continuación se exponen los pseudogentilicios de los habitantes de pueblos de las Cinco Villas y alguno más que, aunque no forme parte de la Comunidad Cincovillesa, son municipios bastante próximos a Sos del Rey Católico, por lo que sus gentilicios son usados con frecuencia por sus habitantes aunque, también es verdad, que estos seudogentilicios cada vez son usados con menos frecuencia por la población.

Ardisa…………………………..fafumaus(ver)
Arrés…………………………...escarcicos
Artieda……………………… .. boiras y pleitistas
Asín…………………………… chapuceros y socarracristos(ver)
Bagüés………………………...segallos
Berdún…………………………mulatos y canalizos(ver)
Biel……………………………..pelaires(ver)
Biscarrués..............................caballos soberbios(ver)
Castiliscar……………………..trimulos(ver)
Ejea…………………………….balloqueros(ver)
El Frago………………………..carboneros(ver)
Erés........................................cazoleros(ver)
Erla……………………………..tripudos(ver)
Escó……………………………pelaus y maltrazaus
Farasdués…………………….. faranduleros(ver)
Fuencalderas..........................gabachos(ver)
Isuerre………………………….gabachos(igual que los de Fuencalderas. Ver aquí)
Lacorbilla………………………cucos(ver)
Larués………………………….trucazos(ver)
Las Pedrosas………………….cascantes
Layana…………………………batuecos (igual que los de Luna. Ver aquí)
Lerés…………………………...cascabeles(ver)
Lobera de Onsella…………….lobos(ver)
Longás…………………………peceros(ver)
Luesia………………………….mosquitos y desdentaus
Luna…………………………....albarderos y batuecos(ver)
Marracos……………………....balloqueros (ver Ejea) y comenzapos(ver)
Martes………………………....mosqueteros y peiroteros(ver)
Mianos………………………...matraleros y madrileños(ver)
Navardún…………………….. caracoleros(ver)
Orés…………………………. ..narigones, legañosos y parriceros(ver)
Piedratajada…………………..cotorros (ver)
Pintano……………………….. pinatenses y balloqueros(ver)
Puendeluna………………… ..güesarrallos(ver)
Rivas………………………….. riveranos(ver)
Ruesta………………………....lechacinos(ver)
Sádaba………………………...modorros(ver) y balloqueros (ver Ejea)
Sangüesa…………………….. calduchos(ver)
Sierra de Luna……………….. fatos, carachos(ver)
Sigüés………………………....narigudos, champelones,segallos y culomarranos
Sofuentes...................................pardineros o aldeanos(ver)
Sos del Rey Católico…………sopicones o sopones(ver)
Tauste……………………….. ..ñais(ver)
Tiermas……………………….. canterudos(ver)
Uncastillo ……………………...enchargaus(ver)
Undués de Lerda……………...raneros(ver)
Undués-Pintano……………. ...berzas blancos y momios(ver)
Urriés………………………….. ranuecos(ver)
Valpalmas……………………...jautos y rompedores(ver)


                    En futuros posts iremos viendo el significado de estos seudogentilicios, que completaremos en esta página con un enlace indicado por la palabra "ver".