domingo, 26 de enero de 2020

"MODORROS" LOS DE SÁDABA

Oveja modorra (Youtube.com)

              La modorrera es una patología cerebral que afecta al ganado ovino. Esta enfermedad está causada por las larvas del cenuro (taenia multiceps), un parásito cestodo que forma quistes en el sistema nervioso provocando el aturdimiento y la pérdida de coordinación de los animales.
                   Se dice que una oveja está modorra cuando ésta no reconoce a su hijo, se separa del rebaño, se pierde, no sabe comer…, es decir, que su comportamiento no es nada normal. Los pastores y ganaderos dicen que se vuelven tontas, dan vueltas y vueltas sin sentido y “los sesos se les hace agua”.
              Por asociación a esta sintomatología, la palabra modorro hace referencia a la persona cuyo comportamiento no es normal, está adormecido, atontado, fuera de lugar o falto de entendimiento o conocimiento. Por eso “estar amodorrado” significa “estar atontado”.
                   A los habitantes de la localidad cincovillesa de Sádaba se les conoce con el pseudogentilicio de “modorros”. Ya sabemos la costumbre de los pueblos de menospreciar a los vecinos de los municipios cercanos poniéndoles motes, casi siempre peyorativos, y que estos siempre tienen una explicación y un significado por algún motivo relacionado con el municipio o con sus vecinos, aunque este motivo, casi siempre, carezca de coherencia o racionalidad. 
                El gentilicio “modorros” con el que se conoce a los sadabenses, según cuentan, aparece en la segunda mitad del siglo XX, cuando en la década de los 60 se construyó un hospital psiquiátrico en Sádaba. Esta fue la excusa perfecta de los pueblos vecinos de Sádaba para “bautizarlos” con el nuevo gentilicio, pues se creía que los enfermos mentales, con sus trastornos psíquicos y la incapacidad que conlleva, se comportaban como las ovejas modorras. Coloquialmente, modorro hace referencia a una persona atontada, retrasada, necia e ignorante, cuyo comportamiento no es nada normal.
                   También llaman modorros a los habitantes de Barrachina (Teruel), o de Uztárroz (Navarra).

lunes, 20 de enero de 2020

EL ANTIJUDAISMO EN LA ICONOGRAFÍA MEDIEVAL EN SOS DEL REY CATOLICO


Pintura en el ábside central de la cripta de Santa Mª del Perdón, en Sos del Rey Católico.

          El antijudaísmo es la actitud de discriminación hacia los judíos basada, fundamentalmente, en argumentos religiosos, siendo el antijudaísmo cristiano aquel que practicó, ya desde sus orígenes, la iglesia católica ante la “ceguera” de los judíos por no aceptar la llegada de Jesucristo y seguir esperando la venida del Mesías. Es por esto que “durante siglos, la iconografía cristiana representó a la sinagoga por una mujer con los ojos vendados, dando a entender que no veía ni quería ver la Verdad[1].
"Iglesia" y "sinagoga".
 Catedral de Metz (Francia)

            La iglesia católica no podía aceptar ni permitir que los judíos negaran a Jesucristo como el Mesías porque eso suponía poner en cuestión la existencia misma del cristianismo, surgiendo la acusación contra los judíos de ser un pueblo deicida, responsable de la muerte de Jesucristo en la cruz.
         Durante siglos, en las iglesias católicas, se invitaba a los fieles el día de Viernes Santo a rezar el oremus pro perfidis Judaeis (oremos por los judíos que están apartados de la fe verdadera). Y así fue hasta que en 1959 el Papa Juan XXIII ordenara que ya no se rezara esta oración.
          Pero además de ser un pueblo deicida, también se acusó a los judíos de ser aliados del diablo, infanticidas (santo Dominguito de Val, en Zaragoza, fue el protagonista del primer libelo de sangre de la historia de España), profanadores de imágenes, de la hostia sagrada, seguidores del anticristo, prestamistas deshonestos en sus negocios…, además de ser culpables de otros muchos problemas sociales.
         Todas estas acusaciones antireligiosas, que hasta el siglo XII habían sido una serie de ideas o enfrentamientos teológicos, pasó a tener posteriormente su propio espacio y medio de propagación en la literatura y en el imaginario popular.
           
Cantiga nº 4, donde un judío mete en el horno a su hijo
tras enterarse que éste había recibido la comunión.
Aunque las primeras manifestaciones artísticas aparecen ya en el siglo IX, será a partir del siglo XII cuando tomen más fuerza y representatividad. Lo vemos en el manuscrito de las “Cantigas de Santa María” de Alfonso X “el Sabio”, en “los milagros de Nuestra Señora” de Gonzalo de Berceo o en el “liber Mariae” de Juan Gil de Zamora, textos que incluyen milagros con protagonismo judío aunque, de todos ellos, únicamente las “Cantigas” de Alfonso X están ilustradas con miniaturas iconográficas, donde al judío se le representa caricaturizado con nariz ganchuda y mentón prominente, expresión estereotipada del judío que ha permanecido hasta nuestros días.
            En muchas otras obras escultóricas y pictóricas de la Baja Edad Media vemos a los judíos presentes en todos los sucesos relacionados con la muerte de Jesucristo, o en otros tipos de acontecimientos pero siempre representados en un contexto denigratorio e infamante para despertar en el creyente sentimientos de animadversión hacia los “enemigos de la fe”, los judíos.  Debido a estas manifestaciones artísticas, según el profesor e historiador de arte medieval Molina Figueras, una de las tesis que se acaba imponiendo, de manera explícita o implícita, es que las imágenes constituyeron un instrumento fundamental en la difusión popular del antisemitismo y, en consecuencia, uno de los principales motores de los asaltos y matanzas a las juderías que se sucedieron periódicamente desde 1348 hasta el momento de la expulsión[2].
           
Detalle de la escena de la crucifixión. Cripta de Santa Mª del Perdón.
Sos del Rey Católico
          En Sos del Rey Católico podemos ver un ejemplo en el ábside central de la cripta de Santa María del Perdón. Situándonos frente al ábside, en el muro lateral izquierdo del tramo abovedado que precede el ábside, y enmarcado con grecas en zig-zag, a modo de tapices policromados, está representada la Crucifixión de Jesús: en el centro, la imagen de Cristo crucificado con un título que corona la cruz en el que se lee: “Jesús Nazareno, rey de los judíos”. A ambos lados de Cristo dos hombres que portan: uno de ellos, en una mano, una especie de vara en cuyo extremo aparece una esponja que acerca a la boca de Jesús y en la otra un pequeño recipiente. Sin duda representa a Estefatón, el romano que acercó la esponja empapada en vinagre a los labios de Cristo: “…en seguida, uno de ellos fue corriendo a por una esponja, la empapó en vinagre y, sujetándola en una caña, le daba a beber…”(Mt. 27,48). El otro personaje, representando a Longinos, porta una lanza que clava en el costado derecho de Cristo, del que mana abundante sangre:”…uno de los soldados le abrió el costado con una lanza y, al punto, brotó de su costado sangre y agua.” (Jn. 19,34). Completan la escena, siguiendo la tradición bizantina vigente en Europa, María, a la derecha del crucificado y Juan, a la izquierda.
            En esta escena observamos que los soldados romanos han sido sustituidos por dos personajes judíos como sujetos activos de la Pasión, ataviados con la capa larga típica de los judíos y la capucha que en la Corona de Aragón los identificaba como tales, además de ser portadores de la inconfundible nariz prominente y ganchuda, mostrando a los fieles, de este modo, una escena que concentra en sí misma la esencia de la acusación de deicidio contra los judíos.
            Según Rodríguez Barral, "la caracterización del judío como deicida en el imaginario de la Pasión no es un recurso habitual en el arte hispánico hasta la segunda mitad del siglo XIV", apareciendo en las miniaturas de las cantigas 50 y 140 las imágenes predecesoras de la acusación de deicidio hacia los judíos, siendo esta escena de la crucifixión en las pinturas de la  cripta de Santa María del Perdón de Sos del Rey Católico "lo más próximo, conceptual y cronológicamente, a las miniaturas alfonsíes"[3]
          Escenas similares a las de la cripta de Sos se encuentran en otros templos de la geografía española con pinturas góticas, como la de la iglesia de San Martín de Tours en Gazeo (Álava).

Escena de la crucifixión en el ábside de San Martín de Tours en Gazeo (Álava), donde también los soldados romanos han sido sustituidos por sendos judíos. (foto:maravilladeespana.blogspot.com)


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             En la segunda mitad del siglo XIX el antijudaísmo cristiano enlazó con el antisemitismo contemporáneo. El fin de la acusación de pueblo deicida lanzada contra los judíos durante siglos llegó en el Concilio Vaticano II (1962-1965) cuando se aprobó la declaración Nostra Aetate sobre las relaciones con las religiones no cristianas, y concretamente contra el judaísmo, el 28 de octubre de 1965[4].



[1] Pérez, Joseph. Los judíos en España, p. 88.
[2] Molina Figueras, Joan. “La imagen y su contexto. Perfiles de la iconografía antijudía en la España medieval”, en La comunitat jueva a la Girona medieval, p. 38.
[3] Rodríguez Barral, Paulino. "La dialéctica texto-imagen a propósito de la representación del judío en las Cantigas de Santa María de Alfonso X", pp. 231-232.
[4] Pérez, Joseph. Los judíos en España, p. 90.





BIBLIOGRAFÍA

-LACARRA DUCAY, Mª CARMEN. Pinturas murales góticas en las iglesias de Sos del Rey Católico. I.F.C. Zaragoza, 2016.
-MOLINA FIGUERAS, JOAN. “La imagen y su contexto. Perfiles de la iconografía antijudía en la España medieval”, en La comunitat jueva a la Girona medieval. XII ciclo de Conferencias Girona a l´Abast, pp.33-85. Bell-lloc. Girona, 2008.
-PÉREZ, JOSEPH. Los judíos en España. Marcial Pons Historia. Madrid, 2005.
-RODRIGUEZ BARRAL, PAULINO. "La dialéctica texto-imagen a propoósito de la representación del judío en las Cantigas de Santa María de Alfonso X", en Anuario de Estudios Medievales, vol. 37, nº1; enero-junio de 2007, pp. 213-243. Revista electrónica del CSIC.
-RODRÍGUEZ BARRAL, PAULINO. La imagen del judío en la España Medieval. El conflicto entre cristianismo y judaísmo en las artes virtuales góticas. Publicacions i edicions de la Universitat de Barcelona. Barcelona, 2009.
-La Biblia. Edición popular. La casa de la Biblia, 3ª ed. Madrid,1993.
En la web:
-Wikipedia. Antijudaísmo cristiano.

domingo, 12 de enero de 2020

RUTA DE LAS JUDERÍAS. JUDERÍA DE EJEA DE LOS CABALLEROS


         
             La aljama del municipio cincovillés de Ejea de los Caballeros es considerada como la quinta aljama de Aragón en cuanto al número de población judía se refiere.
           Los judíos comenzaron a establecerse en Ejea en el siglo XI y se tiene conocimiento que la comunidad hebrea de Ejea  estaba formada por cerca de 60 familias, unos trescientos judíos en el momento de su expulsión en 1492, que suponían el 15% del total de la población ejeana.
              El barrio judío se localiza en pleno casco histórico, en el actual barrio de la Corona, el más elevado del municipio, formado por las calles Cantera Gramática, La Puebla, San Juan, Abadía, Enmedio, La Corona o Plaza Rufian, entre otras. Aunque no se sabe con seguridad, se dice que la sinagoga pudiera haber estado en la antigua iglesia de San Juan.
         En las inmediaciones del barrio se ha edificado un museo-centro de interpretación donde se muestran los conceptos fundamentales de la cultura judía y musulmana; culturas que, desde la Edad Media, fueron claves en la historia, vida y costumbres de la villa de Ejea, de la comarca de las Cinco Villas y del valle del Ebro. Un espacio que invita al estudio y la reflexión, donde encontraremos, a través de un recorrido por diversas salas, aspectos relacionados con la convivencia de tres ancestrales culturas: judía, musulmana y cristiana.
              El museo “La Espiral”, de visita obligada, es de reciente construcción y está ubicado en la plaza del Rufián, en pleno barrio judío.

Museo "La Espiral". Ejea de los Caballeros.
(foto: arqfoto.com)



sábado, 4 de enero de 2020

RUTA DE LAS JUDERÍAS. JUDERÍA DE LUNA

Torre del reloj. Luna
Tomando la carretera A-125 desde Ejea de los Caballeros llegamos a Erla, y aquí giramos a la izquierda por la A-1103 hasta llegar al municipio cincovillés de Luna, en cuya localidad se asentó, entre finales del siglo XII y principios del s. XIII una comunidad hebrea de relevada importancia, alcanzando una población a comienzos del siglo XV de 20 hogares ( 85-90 individuos)
Barrio judío de Luna
Gracias al estudio de la documentación notarial y municipal, así como a través de los fondos del Archivo de la Corona de Aragón, se ha podido determinar que el barrio judío de Luna se articulaba en torno a las actuales calles de Puyfranco, Herrrerías y Codillo, donde se concentraba la mayor densidad poblacional hebrea, y que gracias a la documentación existente sabemos que aquí vivieron personajes como Mayl Alcastiel y Mossé Alfrangí, destacados miembros de la comunidad judía de Luna.
Mezuzah en la jamba de una puerta  
Barrio judío. Luna

 El alto grado de convivencia alcanzado por esta comunidad con los cristianos permitió que no fuera un barrio cerrado y segregado, como el resto de juderías de las Cinco Villas, sino abierto. De hecho, las fuentes documentales no hablan nunca de “judería” sino del barrio de Puyfranco, en el que también había viviendas cristianas, es decir, vivían mezclados tanto los judíos como los cristianos.
Recientes estudios han permitido identificar la sinagoga, ubicada en el nº 5 de la calle Herrerías, edificio recientemente restaurado y conocido popularmente como Casa del Pepo, cuya edificación está orientada al este, levantada con elementos pétreos de primer orden, y donde encontramos dos puertas , una grande y otra pequeña destinadas a la entrada de hombres y mujeres, respectivamente. En la puerta de las mujeres se conserva el hueco para alojar la mezuzah, y en la de los hombres, aunque actualmente no existe la mencionada oquedad, sí se tiene conocimiento que existía, pues en la reforma del edificio el sillar que lo contenía fue sustituido por otro.
 En el interior del inmueble se conserva un sótano abovedado donde brota un manantial, con un arco apuntado y otro de medio punto, y en el que se descubrió la pila donde los judíos realizaban sus rituales de purificación (mikvé) Además, en el pòzo, realizado con piedra sillar, se encontró una jarra de vidrio rota. Hay que decir que en el ritual judío, cuando se abandonaba una sinagoga se dejaba en el mikvé una jarra de vidrio rota indicando que el mikvé dejaba de ser ya útil para los rituales purificadores.
Junto a la “Casa del Pepo” se encuentra la “Casa del Rey”, donde la tradición oral cuenta que era el lugar donde vivía la judía más rica de Luna y, a tenor de los elementos arquitectónicos que se conservan en dicha casa, parece ser cierto que era un edificio notable de su época. Los archivos hablan de una prestamista llamada Orduenya Alfrangí, posiblemente familiar del anterior citado Mossé Alfrangí
Del pasado gastronómico sefardí de Luna ha quedado, entre otras recetas, un postre dulce conocido en la zona como el “refollao”, que consiste en una lámina de masa sobre la que se extiende cabello de ángel o miel y se dobla sobre sí mismo, comúnmente conocido como “dobladillo”









BIBLIOGRAFÍA

-MOTIS DOLADER, MIGUEL ANGEL. “Los judíos en las Cinco Villas en la Edad Media. Historia de una convivencia dual”, en Nuria Asín (coord) Comarca de las Cinco Villas, pp. 93-106. Col. Territorio, 25. D.G.A., Zaragoza, 2007.
-En la web:
-www.aragondigital.es. “Luna recupera su judería” Artículo del 16/08/2002
-www.heraldo.es. García, Mariano. “La judería antigua más olvidada de Aragón”. Actualizado al 07/08/2011
-www.tarbutsefarad.com, red de cultura judía. “Luna. 500 años después un rabino pasea por la judería de Luna”. Publicado en 1/12/2013 por Marián Antón.