Pintano, ubicado sobre un altozano en el valle de Los Pintanos |
En
los diccionarios y compilaciones de pseudogentilicios, los habitantes de
Pintano aparecen como pinatenses y balloqueros.
El
verdadero gentilicio de los vecinos de Pintano es el de pintanense, sin
embargo, es muy normal que el vulgo, para referirse a ellos, lo haga como pinatense.
Ambos gentilicios suenan muy parecido y
significan lo mismo, pero el segundo no está admitido por la Real Academia de
la Lengua. “Pinatense”, lingüísticamente hablando, es un metaplasmo (figura de
transformación), es decir, una figura de dicción que consiste en alterar la
escritura o pronunciación de las palabras sin alterar su significado. Y dentro
de las figuras lingüísticas de transformación, en “pinatense” se da una metátesis (trasposición), que consiste en cambiar de
lugar sonidos dentro de una palabra, atraídos o repelidos unos por otros, como en este caso la “n” y la “t”.
Es
decir, que estamos ante una palabra considerada como vulgarismo, una voz
corrompida por el uso y que debe tomarse como una evolución normal del lenguaje
popular, como ocurre, por ejemplo, con croqueta y “cocreta”.
Sin
embargo, este pseudogentilicio no es usado contra los pintanenses con fines
vituperables, como todos los gentilicios que hemos visto hasta ahora de las
Cinco Villas (ver), pues este no es sino una deformación del lenguaje, como ya se ha
explicado; así que había que buscar alguno más crítico para los habitantes de
Pintano. Y los pueblos colindantes, sobre todo los de Undués-Pintano, debido a la presunción y arrogancia de los pintanenses, optaron por llamarles “balloqueros”, igual que los
habitantes de Marracos, Sádaba o Ejea (ver), arrogancia derivada de la altivez
y orgullo que exibían ante los pueblos vecinos por tener unas
excelentes vistas de todo el valle de Los Pintanos por su privilegiada ubicación en altura al estar construido el pueblo sobre un promontorio, al contrario que sus vecinos de Undués-Pintano, situados en una hondonada del valle.
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