domingo, 12 de diciembre de 2021

"ROMPEDORES" Y "JAUTOS" LOS DE VALPALMAS

 


          Cuenta la tradición que durante la guerra de la Independencia se juntaron una cuadrilla de  vecinos de varios pueblos cincovilleses para sorprender y atacar a los franceses que pululaban por la zona.

 En la reunión, no hacían más que hablar, preparar los métodos de ataque y discutir sobre las diferentes maneras de actuar hasta que, harto de tanta palabrería, un mozo de Valpalmas exclamó en voz alta: “ ¡aquí no hay quien rompa! ( inicie, comience los ataques),… y rompieron todos. De ahí que a los vecinos de Valpalmas se les conozca con el pseudogentilicio de “rompedores”.

        Pero claro, este gentilicio no constituye en sí ningún hecho reprobable o humillante para sus habitantes, por lo que los vecinos de los pueblos colindantes buscaron otro gentilicio  que denostara a los valpalmasinos y fuera más vituperable para poder mofarse de ellos. No lo pensaron mucho y, como sucede en otros muchos municipios cincovilleses, se metieron con la falta de alimentos derivada de las malas cosechas, llamándoles “jautos”.

            Jauto es un adjetivo aragonés que se emplea tanto para alimentos como para personas, y significa soso, insulso, sin sabor a nada, en alusión a las comidas “sin sustancia o sabor” con las que los vecinos de Valpalmas se alimentaban por no disponer de los suficientes ingredientes o alimentos con los que poder cocinar y, luego, por extensión, es usado como calificativo de los propios vecinos, ya que un "jauto" es el que come "jautadas".

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