domingo, 26 de julio de 2020

EL MEJOR MOZO DE ESPAÑA (POEMA)


    Con motivo de la inauguración del recién reconstruido Palacio de Sada, en 1957, la “Revista Aragón” publicó este poema de Jesús Julve dedicado al ilustre don Eduardo Cantivela, presidente de la “FESIT” (Federación Española de Sindicatos de Iniciativa y Turismo) y alma del Sindicato de Iniciativa y Propaganda Turística de Aragón, además de ser un reconocido  fotógrafo y etnógrafo aragonés.


EL MEJOR MOZO DE ESPAÑA

Tras un letargo de siglos,
silencio en glorias pasadas,
hoy han vuelto a repicar
en Sos, alegres campanas.
Anuncio de íntima fiesta
que a todos vientos proclaman
el recuerdo de un gran hombre,
primer monarca de España.

Por eso tiemblan de orgullo
las callejas y las plazas;
han despertado de un sueño
y su alegría contagian
a los muros venerables
de aquel Palacio de Sada,
salvado de ruina y muerte
para gloria de la Patria.

Vuelve a vivir Don Fernando,
desde su natal estancia,
hasta los juegos de niño
y atrevidas cabalgadas,
que hicieron de su persona
el mejor mozo de España.
¡Gran cabalgada la suya,
salvando de la desgracia
a una princesa sin trono…
y a Castilla sin su Dama!
Gracias a su bravo gesto,
la anarquía es dominada,
sellando con matrimonio
lo que fue unidad de España.

Después, el triunfo final
al reconquistar Granada…
…y al ser pequeños los límites,
las carabelas se lanzan
a la locura bendita
que aragoneses financian,
camaradas del buen Rey,
compañeros de su infancia.

Sagaz y audaz en sus actos,
valiente en toda batalla,
perseverante en sus fines
y católico por su alma.

Hoy revive con más fuerza,
cabe los muros de Sada,
la grandeza que hace siglos
tenía en ruinas guardada.

Por eso tiembla el Palacio
al recordar sus hazañas.
Parece que el Gran Fernando
vuelve de nuevo a su casa…
…¡Y suenan los clarinazos…
Y atabales…y campanas…!
¡Aragón es un delirio
de inmortalidad en raza,
porque regresó de nuevo
el mejor mozo de España!


                                                                                    Jesús Julve (Valencia, julio 1957) [1]



[1]  Publicado en la “Revista Aragón”. Julio, Agosto, Septiembre de 1957.

sábado, 18 de julio de 2020

SEGUNDO FESTIVAL "SOS EN VIVO"







            A partir del 18 de julio y hasta el 22 de agosto, se celebrará en Sos del Rey Católico la segunda edición del festival  musical “Sos en vivo”, que nació para paliar el vacío musical dejado en el municipio, en el año 2011, del desaparecido festival “Luna Lunera”, además de presentar y potenciar la riqueza artística y cultural de la villa mostrando sus posibilidades de futuro en la lucha contra la despoblación.
            Del mismo modo que el pasado año, los artistas actuarán en las propias calles del municipio o en emblemáticos edificios de la localidad para, de este modo, acercar más la música al espectador.
            Un elenco de artistas visitará la villa de Sos para deleitarnos con su música y voces, la mayoría de ellos jóvenes músicos, casi todos aragoneses, con una prometedora carrera profesional y musical en la que ya están cosechando diversos éxitos.

Artistas del II festival “Sos en vivo”, 2020.

Daniel Minimalia (18 de julio. Parador de turismo)
         
                Músico independiente, guitarrista y compositor gallego. Con su primer disco “Cuentos Sonoros”, conquistó al público y crítica recibiendo el calificativo de “el Mike Oldfield español”, consiguiendo  una nominación a los premios Hollywood Music Awards. Con su segundo disco, “Arenas de luna”, realizó  su  gira de conciertos-presentación en España  y en  EE.UU, donde obtuvo además varias nominaciones en los premios Hollywood Music Award,  y  finalmente consiguió el galardón  por su exitoso tema “Olas del sur”. En 2016 lanzó su tercer disco:”Origen”. Sin duda, su mejor trabajo hasta el momento, afianzándose  como uno de los referentes musicales del país y también fuera de nuestras fronteras con su nominación al Grammy Latino.
      Rock sinfónico, clásico, flamenco, jazz, “new age”, pop, étnica, folk y hasta música de raíz son algunos de los géneros en los que Daniel Minimalia se mueve como pez en el agua.



Hot Hands (25 de julio. Bar Landa)


       Dúo de dilatada trayectoria musical formado por los músicos aragoneses Joaquín Pardinilla, guitarrista y compositor, con una gran trayectoria en la investigación del folk-rock, la música tradicional y el jazz, y Ernesto Cossío, cantante y guitarrista, de formación clásica especializado en música folk, flamenca, sudamericana, blues, folk y el ragtime (rag).
       Joaquín y Ernesto y su pasión por el blues les ha llevado a versionar en acústico canciones emblemáticas de este estilo musical que popularizaron, entre otros, Muddy Waters o Eric Clapton.




Sara Serena (1 de agosto. Bar Las Coronas)
   
      

                  En este evento musical de “Sos en vivo” no podía faltar nuestra estrella local, Sara Serena.
     Desde que a los 16 años ganara uno de los más exitosos programas americanos de Talent Show, el Aim2Fame, su carrera musical no ha parado de cosechar éxitos. En 2016 lanzó su primer disco: Skyline, cantado en inglés y castellano.
    Con dulce y armoniosa voz, y un timbre de frescura, combina el pop, baladas, ritmos más festeros e incluso jotas. Una hermosa y melodiosa voz que “engancha” a todos los públicos.





Mar Giménez (8 de agosto. Mayor 25)



                Otra joven zaragozana, compositora, pianista y vocalista. Desde niña ya componía canciones inspiradas en artistas como Chavela Vargas y Joaquín Sabina. El pasado año lanzó su última grabación bajo el nombre de “El Loco”. Recientemente ha obtenido la Beca Prodigio de la Fundación Cultural Latin Grammy, que le ayudará a lograr su sueño de obtener su educación musical y una licenciatura en una institución tan prestigiosa como Berklee.
                     Mar, combina distintas raíces latinas con jazz y otras músicas.



Sweet Lorraine (14 de agosto. Bar Rte.Vinacua)

  Sweet Lorraine es un dúo formado por Julio Calvo Alonso a la guitarra eléctrica y Lorena García Embún a la voz y guitarra acústica, ambos con amplia trayectoria artística e integrantes en la actualidad de diversos proyectos musicales.  Han actuado en numerosas salas de Zaragoza y ofrecido conciertos en diferentes localidades españolas.
       Poseen un amplio repertorio de estilos musicales, como el blues, el soul o el country, pero también interpretan canciones de grandes estrellas como Jonny Cash, Etta James, Credence Clearwater Revival, Janis Joplin o Susan Tedesky, entre otros muchos.



 Eva McBel (22 de agosto. Las Cazuelas)


     Joven cantautora zaragozana. Decidió trasladarse a Madrid para continuar con su carrera musical y producir su propio Extended Play (EP). Su primer tema, “The Clock”, se publicó en 2018. Ha realizado numerosos conciertos en salas de Zaragoza y diversas giras. Su estilo, además de propio, podría definirse como folk-pop, acústico.



  



                 Todos ellos serán los protagonistas de unas excelentes jornadas musicales, cuya música y canciones se escucharán por todos los rincones de Sos del Rey Católico durante un mes, anticipando ser todo un éxito dada la alta calidad artística y profesional de los mismos.

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NOTA: No hay que olvidar que, dadas las especiales circunstancias en las que nos encontramos debido a la pandemia del Covid-19, habrá que llevar mascarilla y respetar el distanciamiento social obligatorio en todas las actuaciones.

domingo, 12 de julio de 2020

LA PICARESCA Y LOS JUEGOS DE NAIPES EN LA EDAD MEDIA. UNA TABLAJERÍA EN SOS

"Discusión por un juego de cartas", de Jan Steen.

   La profunda jerarquización que existía en la Edad Media en España, con una sociedad dividida entre la élite social (clero y nobleza) y las capas sociales que emergían del pueblo llano, supuso que una buena parte de la población, la perteneciente a los estratos más inferiores de la sociedad, viviese, si no al límite, rozando la pobreza. No se sabe con exactitud qué porcentaje de la población española vivía en la miseria, pero diversos medievalistas coinciden en que este porcentaje fue alto. Como referencia cercana tenemos el fogaje de Sos de 1495, en el que sobre un total de 124 fuegos figuran 24 hogares calificados como pobres, es decir, una proporción del 20% de la comunidad.
        Aunque desde las instituciones se intentó mitigar la pobreza a través de diversas ayudas y actuaciones, el hecho fue que nunca se consiguió atajar y sólo consiguieron estigmatizar, aún más, esta deficiencia social. El pobre, si quería vivir medianamente bien, sólo tenía dos alternativas: retirarse a un monasterio o enrolarse en las tropas del ejército. Pero hubo otros que, lejos de inclinarse por una de estas dos elecciones, optó por una tercera. Y es en este contexto, y en este empobrecido estatus social, donde surge en España la picaresca; y con ella toda una nueva clase social formada por un ejército de vagos y constituida por rufianes, fulleros, tahúres, ladrones, prostitutas, delincuentes y maleantes, cambiando y disfrazando la mendicidad por una actividad lucrativa que acarreó muchos problemas sociales de todo tipo durante muchos años.
            El pícaro no era violento; hurtaba, robaba sin fuerza, defraudaba, engañaba, vivía a costa de los demás… pero si había un terreno en el que se sentía verdaderamente a gusto era en el juego. Hábil, astuto y de fácil verborrea, no dudaba en entrar en las tablajerías, tahurerías o tafurerías (casas de juego) y tabernas, sólo o acompañado de sus compinches, dispuesto a vaciarle los bolsillos a los más ricachones,  imprudentes o despistados.
            Los juegos de azar fueron el gran vicio de la Edad Media. Primero fueron los juegos de dados y más tarde, hacia 1440, con la invención de la imprenta, se introduce en España el más relevante y trascendental de los juegos de azar del momento: los naipes, aunque ya se jugaba con anterioridad a esta fecha, si bien, el soporte de las cartas estaba realizado de otro material (seda y ropas viejas, trituradas y prensadas). Sabemos que hacia el siglo XIII, en la Corona de Aragón, se jugaba a la gresca, juego que daría lugar a la actual “brisca”, y que fue perseguido por considerarse propio de fulleros y truhanes.
    A los naipes jugaba toda la sociedad: pobres, nobles, artesanos, clérigos, moros, judíos, e incluso los reyes. La variedad de juegos era enorme: “ el cuco, matacán, quince, treinta, cuarenta, veintiuna, treinta y una, la carterta, el reinado, la baceta, el tres, el cacho, capadillo, flor, la primerilla, estocada, una envidada, andaboba, pintillas, banca fallida, quinolas, parar, ganapierde, siete y llevar, pichón, sacante, báciga, rentoy, cientos, repárolo, polla, pintas, primera, triunfo, tenderete, cientos vueltos, maribulle, las rifas, … Toda esta variedad de juegos nos da una idea de lo arraigado que estaba en la época los juegos de naipes, constituyendo una actividad que tenia una función social que ocupaba un lugar significativo en la expresión popular y pública de la fiesta, existiendo una total tolerancia sobre el juego de naipes -y sobre todos los juegos en general- cuando servían de entretenimiento para las personas; pero también existían circunstancias que lo convertían en ilícito, como cuando entraban en escena el ejército de personajes antes citados. Tahúres y fulleros se juntaban en las tablajerías y tabernas para hacer “su negocio”, porque ellos jugaban por vicio, no por diversión o entretenimiento.  Burlaban constantemente la vigilancia y control del tablajero, y las blasfemias, peleas, riñas y todo tipo de desórdenes eran constantes, llegando, a veces, incluso al asesinato. A tahúres y fulleros hay que añadirles la presencia de otros pícaros, delincuentes comunes y prostitutas, cada uno “a ver lo que pilla”, o compinchados con los tahúres, y si le añadimos la cantidad de alcohol que se consumía, el cóctel explosivo está servido. Robert Muchembled decía que estas tabernas eran una escuela del crimen[1]. Por otra parte, el juego y las apuestas por parte de un apostante empedernido podía traerle nefastas consecuencias económicas tanto para él como a su familia, independientemente si había sido engañado o no.
 Por todo ello es por lo que estas tablajerías o tafurerías gozaban de muy mala reputación y desde 1283 estaban prohibidas por el Privilegio General de Aragón ("...las tafurerias que seyan desfeytas pora todos tiempos")[2], pero de hecho, esta norma ni se cumplía en los territorios de la Corona de Aragón ni en los demás reinos, por lo que la Corona o las instituciones locales tenían que controlarlo, imponiendo multas, azotes o destierros a quienes infringieran los preceptos legales establecidos. Pero no lo ilegalizaban del todo, porque el control de estos establecimientos representaba una fuente de ingresos considerable para las arcas de la Corona, provenientes del arrendamiento de los locales y de las cuantiosas multas que imponían. 

             En Sos del Rey Católico tenemos conocimiento de la existencia de una tablajería en 1453. En un documento del 27 de noviembre de dicho año los oficiales de Sos arriendan el tablaje de los juegos de la villa durante un año a Martín Morero[3]. En dicho documento se pone de manifiesto la mala reputación que gozaban estos locales y los problemas que en ellos podían producirse al establecer el Concejo de Sos, entre las diversas cláusulas del contrato, que Martín Moreno no consentirá que entre o juegue en el tablaje persona alguna sin que previamente haya dejado el puñal, o cualquier otra arma, en poder del tablajero. Igualmente se establece en el contrato que no consentirá fraude ni engaño alguno en el conteo de las monedas; ni fraude ni marcas en dados y naipes, jugándose exclusivamente con el material proporcionado por el tablajero; evitará el dinero falso… También se establece la cuantía máxima de las apuestas dependiendo de cada juego, el horario en el que puede estar abierto el tablaje y los días del año en los que deberá estar cerrado, generalmente coincidiendo con los días solemnes del calendario católico. En caso de no cumplir con lo pactado, el tablajero será sancionado con importantes multas.
Los jugadores de naipes poseían un lenguaje propio muy diverso: el lugar de juego tenía varios nombres: tablaje o tablajería, palomar, mandracho, coima o leonera; la baraja, la descuadernada, las maselucas o los bueyes; al adicto al juego le llamaban tomajón, tablajero, coimero, garitero, muñidor, portero, abrazador, encerrador, andarríos, cabestro, perro ventor, tahúr de media playa, flor de virtudes, hombre a la mar, compañero de polvo y lodo, jardín de flores, sajes, blanco, negro, vivandero, buscavidas, pringón, voltario, momo, salador, cercenador, danzaire, paloma, tutor, menor, hombre, mayordomo, coadjuntor, moledor, hombre dulce, caballo, sota colmero, buzano, de pesquería[4]
Entre los tahúres, nombre con el que se conoce al tramposo de taberna, además de fullero, florero o coimero, existía una jerarquía muy bien organizada con su propio lenguaje: "al jugador habitual le llamaban pillador; ficante era el jugador profesional y experto en hacer flores o trampas; el cierto era el más audaz en hacer trampas; rufian el que se encargaba de hacer desaparecer cartas marcadas; enganchador el que incitaba a alguien a jugar; y si entre ellos había un jugador profesional lo llamaban entruchón, a quien solían sobornar para que callara. En una escala más inferior estaban los maulladores, que “cazaban” todo aquello en distracción; los modorros, que fingían dormir y se despertaban para jugar con los jugadores más rezagados; los entretenidos o dormilleros, encargados de embaucar a los más adinerados; los pedagogos o consejeros; los apuntadores o guiñones encargados de delatar las cartas del contrario a base de guiños; los prestadores, encargados de llevar las cuentas y las ganancias o pérdidas; los buenos o blancos eran los jugadores inocentes  e inexpertos; el negro era el jugador astuto y profesional, del que siempre estaba pendiente el cierto, con sus respectivos naipes hechos, o sea, dispuestos para el engaño. Todo un completo equipo de “profesionales” de la mentira, fraude y trampa de las que, lógicamente, sacaban su parte de beneficio o barato, que era como se llamaba al dinero; por eso, quien sacaba beneficio, bien por voluntad, bien por coacción e incluso con violencia, se llamaba baratero"[5], de donde surge la expresión “cobrar el barato” que ya vimos en otra entrada del blog.(ver)

Le tricheur á l´as de carreau (El tahúr) Georges de la Tour. Museo del Louvre (París)

Aunque la ambientación no es, evidentemente, en una taberna, en este cuadro de Georges de la Tour podemos ver la escenificación de cómo trabajaban estos pícaros de taberna. Tres personas compinchadas (a la izquierda) contra un inocente joven al que van a sacarle todos los dineros (derecha) El tahúr esconde cartas en su espalda; la sirvienta aprovechará su cometido para ver las cartas al joven y la mujer del centro (una prostituta) dando paso en el juego al tahur y colaborando en el engaño. Actualmente siguen existiendo parecidos personajes para engañar a la gente. Por ejemplo, los trileros.




[1] Muchembled, Robert. Una historia de la violencia. Del final de la Edad Media a la actualidad, p. 85.
[2]  Sarasa Sánchez, Esteban. El privilegio General de Aragón
[3] A.H.P.S. Juan Zareco. P. 400, ff.82-82v. Reg. de Abellá Samitier. Selección de documentos de la villa aragonesa de Sos (1202-1533), doc. 57, p. 90-91.
[4] Podadera Solórzano, E. “Los juegos de azar”. Rev. Arqueología e Historia, nº 20, pp.51-52.
[5] Ibidem. P. 52.





BIBLIOGRAFÍA

-ABELLA SAMITIER, JUAN. Selección de documentos de la villa aragonesa de Sos (1202-1533).  I.F.C. Zaragoza, 2009.
-BLASCO MARTÍNEZ, ASUNCIÓN. "Los judíos de Aragón y los juegos de azar". Aragón en la Edad Media, nº 14-15, 1, pp. 91-118. Universidad de Zaragoza. Zaragoza, 1999.
-MUCHEMBLED, ROBERT. Una historia de violencia. Del final de la Edad Media a la actualidad. Paidós Contextos. Madrid, 2010. 
-PODADERA SOLÓRZANO, ENCARNACIÓN. “Los juegos de azar”. Rev. Arqueología & Historia nº 20 (Pícaros en el Siglo de Oro) Agosto/Septiembre 2018, pp.50-54.
-SARASA SÁNCHEZ, ESTEBAN. El Privilegio General de Aragón. La defensa de las libertades aragonesas en la Edad Media. Cortes de Aragón. Zaragoza, 1984.
-SERRANO MONTALVO, ANTONIO. La población de Aragón según el fogaje de 1495. V.II. I.F.C. Zaragoza, 1977

sábado, 11 de julio de 2020

JUEGOS Y DEPORTES EN LA EDAD MEDIA

La principal ocupación de los señores en la Edad Media eran las guerras, pero cuando los caballeros no estaban en la guerra pasaban el tiempo disfrutando de diversos deportes y juegos que todavía hoy muchos de ellos se siguen practicando, y al igual que ahora no estaban exentos de ciertos riesgos.
Los torneos, batallas individuales preparadas entre caballeros, surgieron en el siglo X y contaron desde sus inicios con la condena del Papa, en el segundo Concilio de Letrán, bajo el Papa Inocencio II, y de los reyes de Europa, que no aprobaban las heridas y las muertes producidas entre sus caballeros por lo que ellos consideraban una actividad frívola. Sin embargo los torneos se extendieron, formando parte importante de la vida de un caballero y convirtiéndose en destacados acontecimientos sociales, llegando a atraer a patrocinadores y participantes desde lejanos lugares.  
         Se construyeron recintos especialmente destinados a ellos, con pabellones para los combatientes y gradas para los espectadores. Los caballeros seguían batiéndose individualmente, pero ahora lo hacían también en equipos. Se retaban utilizando diversas armas y llevaban a cabo simulacros de batalla con cuadrillas.                                   Las justas o lizas, un enfrentamiento de dos caballeros con lanza, se convirtieron en el acontecimiento más celebrado. Los caballeros competían como los atletas de nuestros tiempos para obtener premios, prestigio y la mirada de las damas que llenaban las gradas.
En el siglo XIII, murieron tantos hombres durante los torneos que los gobernantes de Europa, incluyendo el Papa, comenzaron a alarmarse. En 1240, por ejemplo, murieron sesenta caballeros en un torneo realizado en Colonia. El Papa quería disponer del mayor número posible de caballeros para luchar en Tierra Santa, y no aprobaba que se mataran entre sí en los torneos. Se despuntaron las armas y se dictaron reglas encaminadas a reducir la incidencia de lesiones relevantes, pero seguían produciéndose heridas graves y fatales. Enrique II de Francia, por ejemplo, fue herido de muerte en una justa que se llevó a cabo para celebrar la boda de su hija.
Representación de un combate entre caballeros.
Sos del Rey Católico
Los retos normalmente se planteaban de forma amistosa, pero si existían rencores entre combatientes, estos podían resolverse en un combate a muerte. Los perdedores eran capturados y debían pagar un rescate en caballos, armas y armaduras a los vencedores para su liberación. Los heraldos llevaban un control de los resultados del torneo, como los marcadores actuales. Un caballero de bajo rango podía amasar una fortuna gracias a los premios obtenidos y atraer a alguna dama adinerada.
La caza era deporte de ricos y pobres, nobles y plebeyos, aunque, naturalmente, existían diferencias. El poderoso buscaba, sobre todo, el oso y el jabalí, con acompañamiento de peones que batían el terreno y de perros que olfateaban primero y acosaban y acorralaban después la pieza perseguida. Otros animales codiciados, aunque en menor medida, eran los ciervos, lobos y zorros. Estas piezas no estaban al alcance de los pobres, que se tenían que conformar con el cobro de la liebre y el conejo, actividad que, al no representar peligro alguno ni excesivo esfuerzo físico para el cazador, no tenía el mismo interés para la clase dominante. No obstante, esta libertad de caza para el campesinado pobre siempre estaba condicionada por la permisibilidad del señor de las tierras, porque el campo, aparte de algunos terrenos comunales, era de propiedad señorial. Dotados de poco armamento, lo suplían con astucia, preparando lazos, ligas o trampas.
La caza y matanza del jabalí. Le Livre de la chasse.
 Gaston Phoebus. Ms M. 1044. The Morgan Library&Musseum
En cuanto a la caza de aves los señores se reservaban para su uso exclusivo la caza de aves de altos vuelos, utilizando para ello otra ave cuidadosamente entrenada para ello, el halcón o azor, dando nombre al arte de la cetrería. De origen oriental, esta modalidad de caza llegó a España a través de los árabes y la posesión de una de estas aves era motivo de orgullo del rey y de cualquier caballero que pudiera permitirse un deporte tan caro. Como de costumbre, el pobre se las tenía que ingeniar para, con un poco de audacia, poder cazar alguna perdiz, codorniz, gorrión o cualquier pajarillo que se posara en alguna rama de los árboles.
La caza menor permitida al villano está reglamentada por los concejos municipales. Ya en 1252 se acepta por el rey Alfonso X la institución de la veda desde el carnaval a San Miguel, en septiembre, lo que además de ayudar a la procreación de las especies, favorecía a la abstinencia de carne que la Iglesia católica preconiza a partir de Carnestolendas. Igualmente en la misma época se prohibía el comercio de huevos de perdices y codornices. 
                   El lugar adecuado para que los campesinos ejercieran el deporte de la caza eran las tierras de dominio común concejil siempre y cuando no estuvieran sembradas. Viñas y tierras de cereales estaban protegidas por la ley municipal contra los cazadores. El permiso de cazar a los vecinos del pueblo presupone que éstos vendiesen las piezas cobradas en el mismo lugar pagando el impuesto correspondiente. Por eso se prohíbe en casi todas las zonas sacar esas piezas para venderlas en otros lugares bajo multa y pérdida de las piezas cobradas.
El espectáculo español por excelencia, los toros, ya existía entonces, aunque con algunas diferencias: el toreo se hacía siempre a caballo, por lo que era deporte reservado a los nobles; los villanos actuaban a sus órdenes atrayendo al animal con la capa o sirviendo las lanzas cortas (rejones) al caballero; si el toro rehuía el enfrentamiento, le soltaban perros que le mordían.
Correr toros. Alfonso X "el Sabio". Cantigas de Santa María.
Miniatura de la cantiga nº 144.
Fiesta de señores, pero también popular, era el toro “enmamorado” o ensogado. También se admiraba el “mancornar” de las reses, agarrándolas del testuz a cuerpo limpio, costumbre que hoy se mantiene en Portugal con los “forcados”





Uno de los juegos que ha permanecido más años en el recreo de los hombres es el ajedrez, un juego tan noble que Alfonso X el Sabio creyó oportuno explicarlo en un libro, llamándolo juego “del seso”.
Templarios jugando una partida de ajedrez
Miniatura del libro de los juegos, de Alfonso X
Igualmente llamó juego de “aventura” (azar) a los dados, que se prohibió a finales del siglo XIV. La razón que dio el Fuero de Jaca para esta prohibición es la típica de un juego de azar, es decir, la adicción y las deudas que contrae el jugador empedernido y sus consecuencias; pero curiosamente esta sería la segunda razón. La primera y motivo más poderoso todavía de su prohibición es que el jugador tiende a enfadarse con su suerte y por ello a blasfemar y decir pestes de la Divinidad…
Porque el nombre de Nuestro Señor y de los santos es a menudo blasfemado por los tahúres y por los que juegan a los dados, y salen muchos hurtos y muchos homicidios y se hacen muchas cosas contra la fe cristiana, por esto mandamos y establecemos que, de aquí en adelante, ninguno de nuestro señorío ose jugar a los dados y el que lo haga que pierda la mano derecha…y a los que a los jugadores presten dados y tablero…los pierdan y paguen 60 sueldos al consejo de la villa…
Representación de lucha. Sos del Rey Católico
Y más adelante hace una señalización un tanto discriminatoria si los aficionados son de mayor categoría:…pero si los caballeros o infanzones se quieren distraer con estos juegos, que jueguen sólo en sus casas.
De 1456 existe un documento en el cual el oficial de la Valdonsella prohíbe a los clérigos de Sos jugar con dados y naipes[1], bajo pena de cien florines."...don Pero Lobera, regient el officio de Valdonsiella,...fizo innicion e mandamiento a los vicario, clerigos e racioneros de la yglesia de Sant Esthevan de la villa de Sos que no jugasen juego ninguno de dados e naypes, dius pena de cient florines..."
También se jugaba a la pelota, tanto con el pie como con una raqueta o bastón. San Isidoro da la definición de una jugada: Dícese “dar pantorrilla” cuando los jugadores intentan golpear la pelota extendiendo la `pierna.”(Etimologías, libro 18)
Otros golpeaban el esférico con palos parecidos a los de jockey de hoy, e incluso a los del golf.
Otro deporte más a gusto de la plebe era la lucha, algo parecido entre la grecorromana, la libre y el boxeo.
También practicaban el tiro con arco tanto con flechas como con lanzas contra una diana. De esta última especialidad procede el lanzamiento de jabalina, aunque el interés del deportista de ahora, más que acertar en el blanco, es lanzarla lo más lejos posible.

Libro de "Curiosidades de Sos del Rey Católico"




[1] A.H.P.S. Juan Zareco, p. 404, f. 29v.




BIBLIOGRAFÍA



-ABELLÁ SAMITIER, JUAN. Selección de documentos de la villa de Sos (1202-1533) I.F.C. (C.S.I.C.) Excma. Diputación de Zaragoza. Zaragoza, 23009.
-ROJAS LOZANO, MIGUEL; ROMERO RODRÍGUEZ, CARLOS. Patrimonio Histórico Español del juego y el Deporte: Etimologías de San Isidoro de Sevilla (627-630) Museo del juego. Madrid, 2010.
-Historia de Aragón (Coleccionable) Heraldo de Aragón. Zaragoza, 1991.
En la web:
-historiaybiografias.com. Diversiones, fiestas y juegos (ajedrez) en la Edad Media, caza y pesca.



lunes, 6 de julio de 2020

DICHOS, REFRANES, COPLAS, JOTAS Y GRAFFITIS.


 «Los refranes son sentencias breves, sacadas de la experiencia y especulación de nuestros antiguos sabios; y el refrán que no viene a propósito, antes es disparate que sentencia» (Miguel de Cervantes. Don Quijote de la Mancha. Libro II, cap. LXVII)

                          Los refranes y dichos son composiciones, generalmente  rimadas a modo de pareados, que recogen la sabiduría popular de un lugar determinado. Se basan en la experiencia o el sentido común, con el fin de advertir determinados peligros o simplemente de ilustrar comportamientos sociales precisos.
                    Refranes y dichos se diferencian en el lenguaje usado. Mientras que el refrán utiliza un lenguaje más clásico o tradicional, el dicho lo hace con palabras más populares. Además, los refranes presentan, en sentido figurado, una moraleja, mientras que los dichos señalan situaciones cotidianas de la vida intentando aplicar consejos extraídos de la sabiduría popular. Es decir, el refrán sería lo más parecido a un proverbio, mientras que el dicho a una “frase hecha”.
                       Para muchos de los aspectos de la vida cotidiana existe un refrán característico. Por ejemplo, son muy comunes los referidos a épocas o días del año concretos, o los que hacen alusión a advertencias o situaciones determinadas. El refranero español es muy amplio en este sentido y muy usado para enfatizar, a veces, lo que se dice. Su ámbito es general y se usan en todas las regiones de España, si bien, hay veces que algunos refranes se localizan más en determinadas comarcas o localidades debido a diversos aspectos, como los climatológicos, los relacionados con la actividad agrícola o ganadera, o de otra índole.
                    No voy a desarrollar un listado del refranero español porque, además de muy extenso, todos conocemos los refranes más populares; pero sí voy a citar algunos, menos conocidos y, sobre todo, usados en Sos. Pero esto no quiere decir que sean un signo cultural exclusivo y privativo de Sos, ya que la cultura paremiológica es muy conocida, goza de una ramificada popularidad y muchas de sus creaciones orales son célebres y de una extraordinaria dispersión geográfica.  La transmisión oral, escrita, el desplazamiento de las personas, ferias, mercados, reuniones, intercambios culturales, movimientos migratorios y otras muchas formas de intercambio social, han sido los encargados de difundir y transmitir toda la sapiencia y cultura que conllevan los dichos y refranes.
                  Personalmente sí que he oído en Sos alguno de los dichos y refranes que a continuación se exponen, pero la mayoría de ellos han sido recogidos de habitantes de la villa que muy amablemente me han ayudado en la confección de esta lista. Hay incluso quien, aunque actualmente y desde hace muchos años ya no reside en el pueblo, me ha facilitado una extensa lista de dichos y refranes sobre Sos que su madre tenía celosamente guardados en su casa durante muchos años y datan de principios del siglo XX, aunque muchos de los refranes “no tienen edad” y los podemos ver ya en la Edad Media[1].

REFRANES Y DICHOS
-“Más caga un buey que cien golondrinas”. Refrán usado para indicar que una sola acción o medida, por su dimensión, vale más que muchas otras de menor relevancia individual; o que un enemigo poderoso es más temible que muchos pequeños.
-“Para la oveja, el mardano; para la cabra, el segallo”.
-“Bragueta abierta, barrunta fiesta”.
-“Menos mal que perdí la burra y encontré el ramal”.
-“¿Quién vive?....Gente de buen diente.”
- “Las mejores inyecciones son chorizos y jamones.”
-“Hay que tener amigos hasta en el infierno.”
-“Pa tu abuela esa ciruela.”
- “Partor casau y perro capau, sácamelos del ganau.
- “Lo que hayas de dejar a los sobrinos, comételo en jamón y gástatelo en vino.”
- “Las amigancias a un lado, los negocios al otro.”
- “El que traga un hueso, confianza tiene en su pescuezo.”
- “En las cuestas arriba quiero mi burro, que las cuestas abajo bien me las subo.”
- “La mancha de la mora, con otra verde se quita.”
- “No hay buena olla sin un casco de cebolla.”
- “Ningun perro lamiendo engorda.”
- “Cuando el ángel se vuelve de espaldas, no hay remedio que valga.”
- “Sabiduría y desengaños, aumentan con los años.”
- “El hombre es fuego, la mujer estopa…viene el diablo y sopla.”

Meteorología, cosecha, ganadería, calendario y santoral.

                    El ciclo ganadero y agrícola en Sos, y en las Cinco Villas en general, ha establecido numerosos  dichos y refranes relacionados con las estaciones del año, la climatología, las cosechas, los meses del calendario o con el santoral, celebrando ceremonias implorando a los santos locales para garantizar la cosecha.  La sabiduría popular de Sos, al ser eminentemente un pueblo agrícola, recoge muchos de estos dichos y refranes, siendo los más abundantes en el municipio.

- “Para Todos los Santos, campos verdes y montes blancos.”
- “El día de Santa Lucía mengua la noche y crece el día.”
- “En febrero, busca la sombra el perro”.
- “Por San Antonio, nublado, y por San Juan, despejado.”
- “El agua por San Juan, quita vino y no da pan.”
- “Por Santiago y Santa Ana pintan las uvas,
   para la Virgen de Agosto ya están maduras.”
- “Cuando no lo dan los campos, no lo dan los Santos.”
- “Febrero, el más corto y el más perro.”
- “Cuando nieva y hace frío, baila el perro y el judío.”
- “En Octubre podarás, mas la encina dejarás.”
- “El viento que anda en San Martín, dura hasta el fin.”
- “Santa Cruz, saca las fiestas a la luz.”
- “En Abril, pone la perdiz.”
- “La flor del romero engorda al carnero”
- “Si el invierno primavea, en primavera invernea.”
- “Rechelao ventoso, tiempo sin reposo.”
- “Agua de Enero, todo el año con tempero.”
- “El día que arda la enramada, se verá la llamarada.”
- “En Julio mi trigo, y en Agosto el de mi amigo.”
- “En Abril y Mayo, haz harina para todo el año.”
- “La oveja que pare en Febrero, ni oveja ni cordero.”
- “Cuando el grajo vuela bajo, hace un frío del carajo.”
- “En Septiembre, cosecha y no siembres.”
- “San Isidro Labrador, quita el agua y saca el sol.”
- “Por San Andrés, la nieve en los pies.”
- “Por Enero florece el romero.”
- “En Diciembre, leña y duerme.”
- “Cuando en Marzo truena, cosecha la almendra.”
- “Por San José, los sapos se empiezan a ver.”
- “Siembra perejil en Mayo y lo tendrás todo el año.”
- “Mayo frío, poca paja y mucho trigo.”
- “La mañana de San Bernabé, veras los higos nacer.”
- “Tormentas por San Juan, quitan vino y no dan pan.”
- “Cuando el sol mucho calienta, barrunta tormenta.”
- “En Todos Santos, a escodar; y en Jueves Santo, a marcar.” (el ganado)
- “En Diciembre, heladas y migas almorzadas.”
- “Hay más días que longanizas.”
- “Quien mejor escarde sus sembrados, cogerá en Julio más puñados.”
- “Guarda pan para Mayo y leña para todo el año.”
- “Agua por la virgen de Agosto, año de buen mosto.”
- “Cuando no te jode el buey, te jode la vaca.”
- “Si en Noviembre oyes que truena, la siguiente cosecha será buena.”
- “De la oveja y la vaca, en Abril muere la flaca.”

 COPLAS POPULARES
                   Las coplas son composiciones poéticas de tres o cuatro versos de arte menor generalmente con rima asonante o consonante. El lenguaje de la copla es coloquial y directo, recurriendo a menudo al doble sentido para producir efectos cómicos, sobre todo rítmicos, con el fin de darle “musicalidad”.
                Las coplas populares son las que nacen del pueblo, de rima fácil y generalmente de contenido ingenioso y graciosa ocurrencia, a veces con maliciosa intención y mordaz crítica. En estas coplas populares suelen estar presentes los hechos cotidianos que conforman la vida de los habitantes de un lugar, constituyendo un rico patrimonio que expresa, de forma satírica y divertida, la actitud de un determinado colectivo humano ante la vida, que varía a través de los años de acuerdo con el desarrollo de la sociedad a la que pertenece.

Críticas y censuras
"Todos los que fuman perreros
y siembran en Camporeal,
en el árbol de la fuente
se sientan a murmurar."
***
"Ya vienen los segadores
de segar de las riberas
con la camisa espiazada
y la bolsa sin monedas."
***
“Si la envidia fuera tiña
y la tiña sarampión,
cuánto sarampión habría
 en esta villa de Sos.”

                   En Sos hubo muchas costureras. Tampoco ellas se libraron de una coplilla:

“Costurera sin dedal,
cose poco y lo hace mal.”


Escatológicas
“Entre tres la tenían
y ella meaba,
y aún meaba con pena,
la desgraciada.”
***
                    Vicente Chaverri, zapatero de profesión, decía, relativo a su oficio: 

“Vaya oficio el de zapatero,
que tocas la mierda
antes que el dinero”
***
“Forano del lugar:
abre la boca que quiero cagar”
***
“Más vale pájaro en mano
a que lo tengas en el ano.”

Supersticiosas
“A visitarte vengo, marrubio,
entre la Luna y el Sol;
quítame, pues, lo amarillo
y devuélveme el color.”

                    Esto es lo que decía una persona cuando deseaba combatir la ictericia. El enfermo debía levantarse antes de que saliera el sol y hacer su primera micción del día en una mata de marrubio (rubiana, malvarrubia) mientras recitaba los versos. Después regresaba a casa y desayunaba aceite de oliva; y así todos los días hasta que desaparecía la enfermedad[2]
***
“Tuerto: ¡sal de mi huerto!” (a los tuertos se les tenía por portadores de desgracias)
***
“A las ovejas, sal no les des, ni en martes ni en viernés”

                    Se creía que en estos días de la semana la sal les sentaría mal a las ovejas. En otros pueblos variaban los días de la semana aptos para dar sal a las ovejas, como en Arrés (Huesca), donde resultaban ser los domingos y días festivos cuando no había que darles la sal. En Hecho (Huesca) les daban la sal a las ovejas en sábado o lunes, así evitaban, por si acaso, el martes, el viernes, los domingos y los festivos.

Loas a la tierra y comarca

“Cinco Rosas, Cinco Villas
son un rosal de Aragón,
que son Uncastillo y Tauste,
                          Ejea, Sádaba y Sos”. (José Mª Ferrer)


JOTAS
                    Las jotas son coplas populares cantadas, siendo una de las más importantes manifestaciones musicales populares del folklore aragonés. Las letras y temas son de lo más variado, y muchas de ellas sí son totalmente locales.

Segadora, segadora,
qué aborrecida te ves,
todo el día trabajando
y agua no puedes beber[3].
                                                          
                                                                                    ***
Soy nacido en casa campo
y criado entre la hierba,
mira si no he de saber
el de sí que da la tierra.

                                                                                    ***
Llegó al cielo uno de Sos
con la guitarra algo rota,
y en cuanto la vio San Pedro,
le dijo: ¡marcha por otra!

                                                                                     ***
                                                                     Sopicones los de Sos,
calduchos los de Sangüesa,
enchargaos los de Uncastillo
y mosquitos los de Luesia.

                                                                                     ***
                                                                 Te quiero porque eres sosa,
sosa porque eres de Sos;
te quiero por resalada,
sosa de mi corazón.

                                                                                     ***
                                                                     De Valentuñana vengo,
de pedirle a San Hilario
que nos quite una vecina
que tiene revuelto el barrio.

                                                                                      ***
                                                                    Virgen de Valentuñana,
que estás entre campanillas,
eres el sol de Aragón,
y la flor de Cinco Villas.

                                                                                      ***
                                                                      Adiós, la villa de Sos,
adiós, sus siete portales,
camino de Calderón,
paseo de militares.

                                                                                      ***
                                                                  En el Campo Real de Sos
       han sembradito arañones,
       y como eran tan menudos
                                                                  se han convertido en amores.

                                                                                      ***
                                                                    Adiós, la cárcel de Sos,
sepultura de hombres vivos,
donde se amansan los guapos
y se olvidan los amigos[4].

                                                                                      ***
                                                                 ¿Qué es aquello que reluce
encima de la Custodia?
La virgen de Valentuñana
que va por agua a la Gloria.

                                                                                      ***

                         Y la última incorporación:

Y la jota nació
en el Reino de Aragón,
y en la Villa de Sos
                       la honramos con amor. (Sara Serena)


LEYENDAS Y GRAFFITIS
                        Todos conocemos las leyendas del siglo XVII, inscritas en piedra, de la fachada del Ayuntamiento y del atrio de la iglesia de San Esteban, pero existieron otras dos en Sos, ya desaparecidas: una en el Rechelao que rezaba:

Dize la sacra sciptura
que Caín andaba siempre
con la cabeza acachada
                   y Abel siempre levantada. (Gen. 4,5-7)

                         La otra se encontraba en el banquil de la fuente y decía:

Si fuese el fablar,
de plata figurado,
deve ser el callar,
                        de oro afinado. (Sem. Tob. S. XIV)[5]

                       Tras la guerra civil española podían verse algun que otro graffiti por los muros de la villa. No se trata de abrir heridas, herir sentimientos o levantar susceptibilidades; sólo señalar que un vecino de Sos recordaba uno de estos graffitis, ya desaparecido, en el que podía leerse lo siguiente:

Caidos por Dios y por España,
lo saben las tapias
                                 y alguna cabaña. (Anno Domini MCMXL)

                    Otro graffiti, éste en el Riguel, decía:

Dize el Señor:
a los que tienen la lengua
seca de sed,
               no los abandonaré. (Is.41, 17)

                    Un epitafio en una lápida del cementerio viejo inscrito por alguien que no creía en la Resurrección, rezaba:
En vida vivió del cuento,
y sin cuento ni medida
murió el pobrete.
Murió absolutamente.
Aquí el polvo yace
para que no se levante.
                               Requiescat in pace. (Anno Domini MCMI)


           Como puede verse, todo un riquísimo patrimonio cultural popular de Sos, donde desafortunadamente muchas de estas manifestaciones culturales “casi poéticas”, antiguamente muy usadas en el hablar cotidiano, tienden poco a poco a caer en desuso debido a diversos factores que están favoreciendo el desarraigo de lo vernáculo y, por ende, a caer en el olvido. No obstante, paremiólogos, lingüistas, filólogos y estudiosos del tema, se han esforzado por recopilar toda esta extraordinaria manifestación popular en excelentes libros que forman un fabuloso compendio universal de refranes, constituyendo un interesante acervo cultural de nuestra existencia, forma de ser y comportamientos sociales.
           Pero lo castizo, como acontece en esta compilación de dichos, coplas y refranes que hemos visto, no desaparecerá, pues  el lenguaje usado por los nativos en su literatura oral es de aspecto fundamental, esencial y sempiterno.






[1]El Romancea Proverbiorum  (s. XIV) está considerado como la primera colección de refranes.
[2]Recogido por José María Iribarren en “el folklore de Sos y la Valdonsella”. Historias y costumbres, pp-304-305.
[3]La jota “segadora” aparece en el cancionero musical de la provincia de Zaragoza. Se cantaba en Sos del Rey Católico y otros pueblos de la zona por las cuadrillas de hombres que se desplazaban a otras comarcas para trabajar en la siega, así como mientras realizaban las faenas del campo.
[4]Jotas recopiladas en el “cancionero aragonés” por Juan José Jiménez de Aragón.
[5]Sem Tob fue un rabino del siglo XIV que escribió un libro de proverbios morales, máximas y sentencias.






BIBLIOGRAFÍA


-CERVANTES, MIGUEL DE. Don Quijote de la Mancha. Ed, de Martín de Riquer. Planeta, 2005.
-IRIBARREN, JOSÉ MARÍA. Historias y costumbres. I.P.V. Pamplona, 1956.
-JIMÉNEZ DE ARAGÓN, JUAN JOSÉ. Cancionero aragonés. Canciones de jota antiguas y populares de Aragón. Tip. La Academia. Zaragoza, 1925.
-Agradecimientos a todos los sosienses que me habéis enviado los dichos y refranes que teníais guardados por casa o recordabais en vuestra memoria. No os nombro a todos porque sois muchos y temo dejarme alguno en el tintero. Mi más sincero agradecimiento. (no obstante, si recordáis alguno más, podéis hacérmelo llegar. Continuaré con la recopilación y los iré añadiendo en este post.) Muchas gracias a todos.
¡Ah, y no hagáis como los de Sos! Que, como dice el dicho: ¡te dan uno y te piden dos!