jueves, 29 de noviembre de 2018

CASA DE LUIS DE SANTANGEL

Detrás de las arcadas de la Plaza del Mercado, haciendo esquina, aparece una casa de piedra con una ventana de arco geminado muy probablemente del siglo XIV (a mitad de altura del chaflán puede leerse en una baldosa de cerámica: “barrio de San Martín”) 
Casa del judío Luis de Santangel



                        Esta casa, a simple vista, es como cualquier otra que podemos admirar paseando por las calles de la Villa, pero merece una especial atención por un motivo singular: perteneció a D. Luis de Santángel, un judío converso pieza clave en el descubrimiento del nuevo mundo, pues donó parte de su dinero para la empresa de Colón.
Su padre era cristiano en tercera generación (descendiente del rabino Azarías Ginillo, de la familia judío-aragonesa de los Chinillo de Calatayud) y se instaló como comerciante en Valencia, prosperando gratamente.  Luis, su hijo, consolidó la fortuna familiar, arrendando la recaudación de impuestos a la Corona Aragonesa.
Luis de Santángel, escribano de ración. Autor: desconocido. Museo Naval de Madrid



                     Al parecer, Luis de Santángel estudió en Nápoles junto con un tío suyo. Regresó a España y se casó con Juana de Taranau, hija de judíos conversos, seguramente igual que la familia de Santángel. Estuvo en la oficina de impuestos de Valencia entre 1471 y 1477 para cobrar el tributo que pagaba al entrar en España las telas de Lombardía. El 12 de mayo de 1479 el rey, “en vista de la probada industria, fidelidad y moderación de Luis de Santángel”, le concede el nombramiento de una de las alcaldías de la Ceca de la Moneda de Valencia, cargo que desempeñará a beneplácito de Su Majestad.
El 13 de septiembre de 1481 Luis de Santángel es nombrado escribano de ración, a la vez que continúa desarrollando las actividades de banquero, mercader y recaudador. 
El escribano de ración era un funcionario que llevaba la tesorería real, manteniendo activos los saldos, encontrando los fondos para cubrir los gastos de la Corte, o sea, llevaba la cuenta y razón de los empleados de palacio. Sin embargo, por su posición y por el hecho de ser judío fue blanco de muchos intentos de deshacerse de él; fue denunciado a la Inquisición repetidas veces por los cortesanos que envidiaban su preeminencia. El Rey le consideraba imprescindible y siempre intervino para salvaguardarlo.
El 30 de mayo de 1497 obtuvo de Isabel y Fernando un privilegio excepcional: estatutos de limpieza de sangre. Así, pese a sus orígenes, ni él ni sus descendientes podrán ser llevados en adelante a los tribunales del Santo Oficio.
En 1491 desempeño una plaza de tesorero en la Hermandad de Sevilla, y un año después entabló amistad con Cristóbal Colón.
Luis de Santángel fue de los pocos que previó las jugosas ganancias que un proyecto marítimo como el de Colón podría reportarle a la Corona con una mínima inversión y salvó,de paso, la expedición a última hora, cuando ya Colón se marchaba, resignado, a vender su proyecto al rey de Francia. Se dice que porfió tanto con Isabel que le ofreció un préstamo para sufragar los gastos. Santángel prestó 1.140.000 maravedíes que le fueron devueltos al año siguiente. Más adelante los Reyes Católicos en agradecimiento por tan acertado movimiento le agraciaron con un donativo de 500 florines y el nombramiento de consejero; y en 1499, con motivo del casamiento de su hija con un prócer llamado Angel de Villanueva, el rey Fernando le hizo otra merced de 30.000 sueldos.
En el archivo de la tesorería general de Aragón se conserva el documento del préstamo de Santángel que dice: “En el mes de abril de 1492, estando los Reyes Católicos en la Villa de Santa Fe, capitularon con Don Cristóbal Colón para el primer viaje de las Indias, y por los Reyes lo trató su secretario Juan de Coloma, y para el gasto de la Armada prestó Luis de Santangel, escribano de raciones de Aragón, 17.000 florines
Fragmento de la carta que Colón escribió a Luis de Santángel anunciando la supuesta llegada a las Indias y a la provincia de Catayo (China) Actualmente se conserva en la Lenox Collection de la New York Public Library

                           Todo esto tira por tierra la creencia popular de que el viaje de Colón lo costeó la Reina Isabel vendiendo o empeñando sus joyas. Según Francisco Martínez Martínez, en su obra “ El descubrimiento de América”, dice: “…la excelente reina castellana no pudo empeñar, ni mucho menos vender, sus joyas, dado que no podía disponer de ellas, al estar depositadas en Valencia “.
Los motivos de la ayuda de Luis de Santángel a Colón son objeto de diversas especulaciones:
Por un lado se dice que Colón no era genovés, sino de alguna de las Islas Baleares, nacido de una familia de origen judío… y su proyecto interesó a Santángel porque vio una salida para sus compatriotas judíos a una tierra a la que podían acceder y liberarse de la Inquisición. No hay que olvidar que en el Puerto de Palos embarcaron con Colón un buen número de judíos y de conversos y el Santo Oficio empezaba a hacer efectiva la orden de expulsión recién firmada por los Reyes Católicos. ¿Pura casualidad?
Otros cuentan que la razón por la cual Luis de Santángel fue partidario de los proyectos de Colón, así como las facilidades económicas que brindó al navegante para costear los viajes, hay que buscarla en que sabía que Colón no era genovés, sino hijo de Don Carlos, Príncipe de Viana y de la mallorquina Margarita Colom.
El historiador italiano Ruggero Marino apunta más lejos y afirma que en el archivo secreto del Vaticano existen documentos que prueban la financiación de la Iglesia, y en concreto del Papa Inocencio VIII, del primer viaje de Colón. Un periodista e investigador, Memmo Caporilli, asegura haber visto documentos en este sentido hace 30 años, cuando trabajó en el archivo con motivo de la redacción de un libro sobre la historia de los Papas. El historiador Taviani, el mayor experto italiano sobre Colón, ha cursado ya una solicitud para poder examinar ésta documentación.
Si esto fuera cierto entenderíamos el epitafio inscrito en mármol negro expuesto en la monumento funerario de Inocencio VIII en la Basílica de San Pedro, en Roma, en la que puede leerse: “ Novi orbis suo aevo inventi gloria” ( suya es la gloria del descubrimiento del Nuevo Mundo) Pero el verdadero anacronismo lo encontramos en que Inocencio VIII murió una semana antes de que Cristóbal Colón zarpara del puerto de Palos el 3 de agosto de 1492.¿Estuvo, pues, Cristóbal Colón en las Américas antes del “viaje oficial” de 1492 y financiado el viaje por la Iglesia?¿ Cómo hay que interpretar el epitafio de la tumba del Papa Inocencio? Otro anacronismo nos confunde aún más: en la misma losa sepulcral también se lee:”Obit an. D. ni MCDXCIII (muerto en el año del Señor de 1493) Pero una cosa sí es cierta: en el año 1493 ya era Papa el español Alejandro VI, Rodrigo Borgia, y su gobierno impulsó como ninguno las aspiraciones de los Reyes Católicos en América.

                      Pero todo esto es otro tema.





BIBLIOGRAFIA

-Motis Dolader. "El linaje de los Santángel en el Reino de Aragón", en Aragón Sefarad. D.P.Z. Ibercaja. Obra social y cultural. Zaragoza, 2004.
-sefardies.es. Información sobre la cultura y la historia sefardí. Centro de Documentación y Estudios Moisés de León. Biografías: Luis de Santangel.
-Ruggero, Marino. Cristóbal Colón, el último de los templarios. Obelisco. Barcelona, 2007.


miércoles, 28 de noviembre de 2018

MANUELA PÉREZ DE BIEL

      
 
Portada del Palacio Español de Niño. Sos del rey Católico.
Nació en Berdún en el seno de una noble familia. A principios del siglo XIX compró a la familia Español de Niño la casa palacio que éstos poseían en Sos junto con sus tierras(ver). Viuda,.y sin hijos, decidió seguir el ejemplo que décadas antes realizara Isidoro Gil de Jaz al fundar la escuela de niños, y en 1840 decidió establecer una Fundación para la educación de las niñas de la localidad, donando sus bienes a las Hijas de la Caridad de San Vicente de Paúl(ver).
Por escritura pública otorgada en la villa de Sos del Rey Católico el 12 de febrero de 1840 y ante el escribano D. Angel Campos, Doña Manuela hizo donación pura y perfecta a las Hermanas de la Caridad de San Vicente de Paúl de determinados bienes, con la prohibición de enajenarlos y con la condición de sostener una escuela pública donde recibieran enseñanza gratuita las niñas de Sos. De este modo todos los niños y niñas de Sos disfrutarían de educación gratuita en una época en la que la enseñanza no estaba al alcalce de todos, siendo muy bajo el índice de no escolarización.
Según el expediente de clasificación de la obra Pía que la Junta Provincial de Beneficiencia remitió al Ministerio de Instrucción Pública y Bellas Artes, la relación de bienes y valores donados son los siguientes: Fincas urbanas, 83.166 pesetas; fincas rústicas, 164.154,80 pesetas; mobiliario, 5.500 pesetas. Total: 252.820,80 pesetas, con una renta anual de 8.262,03 pesetas.(Gaceta de Madrid, nº 63. 4 de marzo de 1933, pp. 1744-1746)
En memoria de Doña Manuela Pérez de Biel, una calle del municipio lleva su nombre, al igual que el Ayuntamiento hiciera con Isidoro Gil de Jaz.


Rótulo de la calle de Dª. Manuela Pérez de Biel inscrito en piedra.

domingo, 25 de noviembre de 2018

LA BICICLETA DE MADERA Y LA "BAJÁ EN EQUILIBRIO"


Que las bicicletas de madera existen no es ningún misterio ni una novedosa noticia, aunque bien es cierto que no podemos decir que hemos visto muchas.
 Actualmente se fabrican  bicicletas cuyo principal material es la madera. Sin ir más lejos, el zaragozano Javier Sebastián diseñó y fabricó en el año 2014 una bicicleta en madera que nada tiene que envidiar a las modernas de fibra de carbono. El cuadro  es todo de madera, al que Sebastián fue añadiendo el resto de componentes, los  más innovadores y fabricados con los mejores materiales existentes en el mercado, hasta completar una bicicleta profesional de competición. Basta decir que con ella ha participado en varias carreras y en 2017 pudimos verle  en Sos del Rey Católico con su bicicleta de madera corriendo la clásica “Rompepiernas”.
Bicicleta de madera. Sos del Rey Católico
          Lo que sí es una primicia de noticia es la existencia de una bicicleta realizada al cien por ciento en madera. Toda ella es madera: cuadro, sillín,…¡hasta las ruedas! Eso sí, carece de los más básicos componentes de una bicicleta estándar; no tiene tubulares, pedales, frenos, plato, piñones, cadena….
Esta singular y pintoresca bicicleta podemos verla desde hace tres años en Sos del Rey Católico y es usada por todo aquel que lo desee para participar en una peculiar competición que se viene celebrando desde entonces en los días de la celebración de la feria medieval y últimamente también en las jornadas por el aniversario del nacimiento del Rey Fernando: se trata de “la bajá en equilibrio”.
La prueba consiste en tomar impulso con la bicicleta hasta una determinada marca señalada en el suelo que hace de punto de salida y en el que el participante deberá estar ya montado en el sillín en el momento que la rueda delantera pise la señal de salida. Los corredores pueden tomar el impulso que deseen  tomando “carrerilla” todos los metros que consideren oportunos tras la línea de salida, pero corriendo siempre junto a la bicicleta. Para ello,  y para facilitarles un buen impulso y para que el trayecto recorrido sea el mayor posible, la Organización ubica el punto de salida en una calle en bajada (si no, no sería una “bajá”), y cuanto más desnivel mejor ( …y más dura será la caída)
Participante en pleno descenso haciendo gala de su destreza
Una vez traspasada la línea de salida el participante tendrá que hacer gala de su ingenio (no hacer “eses” en el trayecto, intentar buscar el trayecto más recto...), habilidad (oponer la menor resistencia al viento, evitar baches…) y equilibrio para llegar lo más lejos posible sin poner ningún pie en el suelo, pues quedaría descalificado; toda una demostración de arrojo, audacia, pericia y destreza.  Evidentemente, gana quien más lejos consigue llegar montado en este artefacto hasta que la fuerza del impulso pierde su total aceleración y el corredor se ve obligado a poner un pie en el suelo. Por descontado no pueden participar menores de edad ni personas en estado ebrio.
Se me olvidaba: ¡ Y no llevan casco ni chichoneras” (¡ahí tú, valiente, con un par…!)
No cabe duda que la competición de esta “bajá en equilibrio” es una forma más de amenizar los diversos actos festivos y conmemorativos relacionados con las anteriormente mencionadas jornadas festivas, donde participantes y público ríen juntos pasando un rato alegre, ameno, entretenido, simpático y divertido.
Campeón y subcampeón de la IIª Bajá en equilibrio.
Sos del Rey Católico. Año 2016.
             Pero… ¿Quién ha construido esta bicicleta, porqué y para qué?
Tras el comentario jocoso anterior nos pondremos algo más serios y veamos el origen y la procedencia de la bicicleta.
La bicicleta fue construida por los presos de la cárcel de Zuera (Zaragoza) y fue el resultado de una de las muchas acciones que realizan los presidiarios para su futura  reinserción en la sociedad, pues su prolongada estancia privados de libertad, inconscientemente, y poco a poco, les incapacita para tomar decisiones o iniciativas, ser creativos, planificar el tiempo, relacionarse con la gente, etc… resultándoles  muy difícil adaptarse a la vida cotidiana una vez en libertad.
Por eso en las cárceles existen una serie de medidas encaminadas a ayudarles para poder sociabilizarse con el mundo exterior. Una de estas medidas, entre otras muchas y de diferentes tipos, es la referente a la inserción socio-laboral, y dentro de ésta existen las relacionadas con la formación en talleres profesionales capacitándoles, entre otros aspectos, para poder encontrar una actividad laboral una vez cumplida su condena.
La bicicleta de Sos fue realizada por unos presos del taller de carpintería del penal de Zuera. La falta total de accesorios metálicos en la bicicleta viene dada por la expresa prohibición en las cárceles de no poseer por parte de los presos  ningún elemento metálico susceptible de ser alterado para la fabricación de objetos punzantes o cortantes. Por otra parte, examinando la bicicleta en cuestión, no podemos decir que sean unos profesionales de la madera; de hecho no lo son, ni se pretende que lo sean. En la cárcel no hay una “escuela de carpintería” como tal. Y a decir verdad, un recluso que haya estado trabajando en la carpintería de la cárcel, probablemente cuando salga en libertad no se dedique nunca a trabajar la madera y lo haga en cualquier otra actividad totalmente distinta.
La verdadera intención al ocupar un preso en una actividad, sea cual fuera ésta, es la de hacer ver al recluso que puede valerse por sí mismo, que puede tomar decisiones, tener iniciativa, que se puede relacionar con otra gente; en definitiva, que es capaz y puede adaptarse a la vida en comunidad.
Nosotros, los sosienses, reconocedores de su esfuerzo, le hemos sabido dar uso a uno de sus trabajos, posiblemente el único rendimiento que se le pueda sacar a este artefacto, y seguramente ellos estarán satisfechos y orgullosos de que su esfuerzo ha merecido la pena y ha servido para algo, en este caso para amenizar las fiestas de un pueblo.
Por eso, el próximo año, cuando de nuevo disfrutemos  y nos divirtamos con otra “bajá en equilibrio” recordad que varias manos privadas de libertad trabajaron en la construcción de esta bicicleta, aún sin ser especialistas en la materia, y han puesto en ella todo su esfuerzo e ilusión para que, con su trabajo y actitud, reciban su recompensa: la libertad y la reintegración social.