Oveja modorra (Youtube.com) |
La modorrera
es una patología cerebral que afecta al ganado ovino. Esta enfermedad está
causada por las larvas del cenuro (taenia
multiceps), un parásito cestodo que forma quistes en el sistema nervioso
provocando el aturdimiento y la pérdida de coordinación de los animales.
Se dice que una oveja está modorra cuando ésta no reconoce a su
hijo, se separa del rebaño, se pierde, no sabe comer…, es decir, que su
comportamiento no es nada normal. Los pastores y ganaderos dicen que se vuelven
tontas, dan vueltas y vueltas sin sentido y “los sesos se les hace agua”.
Por asociación a esta sintomatología,
la palabra modorro hace referencia a
la persona cuyo comportamiento no es normal, está adormecido, atontado, fuera
de lugar o falto de entendimiento o conocimiento. Por eso “estar amodorrado”
significa “estar atontado”.
A los habitantes de la localidad
cincovillesa de Sádaba se les conoce con el pseudogentilicio de “modorros”. Ya
sabemos la costumbre de los pueblos de menospreciar a los vecinos de los
municipios cercanos poniéndoles motes, casi siempre peyorativos, y que estos
siempre tienen una explicación y un significado por algún motivo relacionado
con el municipio o con sus vecinos, aunque este motivo, casi siempre, carezca de coherencia o racionalidad.
El gentilicio “modorros” con el que
se conoce a los sadabenses, según cuentan, aparece en la segunda mitad del siglo XX, cuando en la
década de los 60 se construyó un hospital psiquiátrico en Sádaba. Esta fue la
excusa perfecta de los pueblos vecinos de Sádaba para “bautizarlos” con el
nuevo gentilicio, pues se creía que los enfermos mentales, con sus trastornos
psíquicos y la incapacidad que conlleva, se comportaban como las ovejas
modorras. Coloquialmente, modorro hace referencia a una persona atontada,
retrasada, necia e ignorante, cuyo comportamiento no es nada normal.
También llaman modorros a los habitantes de Barrachina (Teruel), o de Uztárroz
(Navarra).
No hay comentarios:
Publicar un comentario