Cuculus canoris (cuco) |
A los corvillanos se les conoce con el
pseudogentilicio de “cucos”.
Para
entender este apodo tenemos que ver el curioso comportamiento de la pequeña ave cuculus
canoris, cuyo nombre vulgar es conocido como “cuco”.
Las
hembras del cuco practican en sus puestas de huevos la estrategia conocida como
“parasitismo de puesta”, consistente en poner sus huevos en nidos de otras
especies de aves cuando están ausentes sus dueños y así serán sus “padres adoptivos”
quienes se encarguen de incubar y criar los polluelos. Además, los polluelos
del cuco, al nacer, se dedican a expulsar y tirar del nido tanto los huevos
como los polluelos de su anfitrión y así acaparar toda la atención de sus “padres
adoptivos.”
Este
comportamiento es el que ha originado que a una persona hábil, astuta,
avispada, que para conseguir sus fines utiliza el engaño, se le conozca como “cuco”.
La
historia de Lacorvilla, poblado situado a tan sólo 7 kilómetros en línea recta del municipio de
Luna, corre prácticamente paralela a la de esta villa cincovillesa. La localidad
de Lacorvilla, independiente, siempre dispuso de ayuntamiento propio hasta el año 1834
uniéndose, a partir de entonces, al municipio de Luna, siendo actualmente
considerado como una pedanía de esta villa. Y, según cuentan, es por este motivo, por decidir, astuta y avispadamente, “adoptar”
la pertenencia a la villa o "anidar" en el ayuntamiento de Luna, con los beneficios que ello
supone para el bienestar y crecimiento del pueblo, por lo que los habitantes de Luna y otras
poblaciones cercanas apodaron “cucos” a los corvillanos.
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