viernes, 25 de diciembre de 2020

CONEJO CON CARACOLES, UN PLATO DEL CAMPO

 

Conejo con caracoles

              El campo siempre ha sido un buen suministrador de alimentos, tanto vegetales como animales o minerales.

            Dos de las especies animales más prolíficas que han existido en la zona de Sos del Rey Católico han sido los conejos y los caracoles, y es por esto que uno de los platos más tradicionales y representativos de la cocina sosiense sea precisamente uno que incluye ambas especies animales.


 Conejo con caracoles

La elaboración de este plato es bastante sencilla, si bien puede resultar algo larga su preparación pues, en primer lugar, tenemos que purgar y limpiar bien los caracoles.

Para purgarlos hay que dejarlos al menos tres días, pero mejor si son seis o siete (aunque lo ideal son quince días), en un recipiente con un poco de agua y algunas hojas de lo que queramos que sepa luego el caracol (tomillo, romero,…). Con esto conseguiremos que el caracol elimine de sus intestinos cualquier sustancia tóxica que hubiera podido ingerir en el campo, a la vez que les obligamos a comer  nuestro "nuevo menú". 

Conviene cambiar el agua de los caracoles cada dos o tres días para eliminar las defecaciones, pues estas llevarían los restos de las sustancias tóxicas que de nuevo podrían ingerir. Después hay que lavarlos tres o cuatro veces con sal para que expulsen todas las babas que tuvieran y finalmente lavarlos bien bajo el agua del grifo. Seguidamente hay que cocerlos en agua para eliminar toda sustancia, en este caso externa, que pudiera ser nociva para nuestra salud, a la vez que los “engañamos”. Para ello ponemos los caracoles en una cazuela con agua fría y, a fuego no muy fuerte, esperamos a que salgan de sus caparazones. Cuando veamos que todos ellos han salido de sus conchas subimos el fuego al máximo y los hervimos unos minutos. Pasados estos, volvemos a cambiarles el agua y los cocemos unos minutos más, desechando todo aquel que no haya asomado de su concha.

Es un proceso sencillo que nos va a llevar bastante tiempo, pero que nos garantiza la total limpieza de los caracoles, tanto interna como externamente. Ahora ya están listos para ser consumidos, bien solos, acompañados por alguna salsa, o como complemento o acompañamiento de un plato, como en la receta de hoy, que irán junto al conejo.

Ingredientes:

-Un conejo

-1/2 Kg de caracoles

-3 dientes de ajo

-1/2 Kg. de cebollas

-1/2 Kg de pimientos verdes

-2 Kg de tomates maduros

-Perejil 

-Sal

-Aceite de oliva

Elaboración:

En una cazuela con aceite de oliva se fríe el conejo partido en trozos no muy pequeños. Una vez dorado, lo sacamos de la cazuela y lo reservamos aparte. Seguidamente, en el mismo aceite de su fritura, ponemos a pochar, finamente picado, el ajo, la cebolla y el pimiento verde. Un poco antes de terminar este proceso se añade el tomate cortado a dados pequeñitos para que se vaya deshaciendo y friendo junto con las verduras. Una vez pochado todo, se añaden los caracoles para que cojan bien el sabor de la fritura, dándole unas vueltas durante dos o tres minutos. Seguidamente se añaden los trozos de conejo que teníamos apartados y lo rehogamos todo durante 8 o diez minutos más.

Se puede aromatizar este guiso, si se desea, con vino blanco, echándoselo durante el proceso de pochado de las verduras para que se evapore el alcohol. Igualmente, se puede potenciar el sabor de la salsa añadiendo trocitos pequeños de jamón o panceta curada, pero la receta original y tradicional de Sos es la que en un principio se ha dado. Las variantes y los “añadidos” van a gusto del cocinero o de los comensales.

Espolvorear con perejil picado; dejar reposar cinco minutos antes de servir y …¡buen provecho!

sábado, 19 de diciembre de 2020

"CASCABELES " LOS DE LERÉS

 





              Los motes de los habitantes de los pueblos de toda la geografía española los ponen los vecinos de las localidades colindantes de cada pueblo para poner de manifiesto que “mi pueblo es mejor que el tuyo”. Y para eso echan mano de cualquier desgracia, acontecimiento, suceso histórico, cualidad de las tierras, cualidades morales, características físicas o de cualquier otro tipo, profesiones,… y una amplísima variedad de circunstancias que son aprovechadas para, ingeniosa y sarcásticamente, denostar  o mofarse del pueblo vecino haciéndole ver que es inferior al suyo. Es así como surgen los pseudogentilicios de los pueblos de España, de los que ya hemos visto unos cuantos en la comarca de las Cinco Villas y otros pueblos cercanos a ella.(ver)

            Pero hay veces que el ingenio, el talento, la inspiración o las musas de la creatividad, no consiguen despertar en el brillante intelecto del malicioso "inventor de apodos" uno que consiga menospreciar o denigrar al pueblo vecino.  Pero  como hay que buscar algo, sea como sea, es entonces cuando recurre a lo más sencillo: la rima fácil; tenga o no relación, explicación o consistencia alguna; el caso es ponerles algún mote, aunque este no signifique nada.

            Es el caso de los vecinos de Lerés, pequeño municipio oscense situado en la Jacetania, para el que los vecinos colindantes, al no encontrar ningún defecto ni en el pueblo ni en sus habitantes, inventaron una rima fácil: “Lerés, casbabeles”. No le busquéis significado ni relación alguna con los leresinos; no lo hay. El apodo lo debió poner algún poeta “lumbreras” en un momento de profunda inspiración simplemente porque rima y queda bien; que digo yo: ¿Será el mismo “iluminado” que le dio por llamar a los de Bulbuente o Almuniente, ¡mala gente!?          

domingo, 13 de diciembre de 2020

"REX DAVIT" EL GRAFFITI HEBREO DE LA ESTATUA DEL REY DAVID EN EL PÓRTICO DE SAN ESTEBAN

En la parte superior de la fídula puede leerse:
"REX DAVIT" 

 

        Una de las estatuas-columna que conforman la portada románica de la iglesia de San Esteban de Sos representa al rey David; concretamente la última de las tres que se ubican en la parte derecha del pórtico, situándonos frente al mismo.

No hay ninguna duda sobre su identidad pues, para facilitar ésta y evitar confusiones con cualquier otro personaje, se grabó su nombre en ella con las palabras “REX DAVIT”. Además, la imagen del rey David tocando instrumentos musicales ha sido muy utilizada en todo tipo de manifestaciones artísticas del arte románico; en este caso aparece representado con una fídula[1]

          La inscripción “REX DAVIT” en la estatua aparece localizada en la parte superior de la fídula. Pero no vamos a hablar del Rey David ni de instrumentos musicales, sino de otra inscripción que se lee en la parte inferior derecha del instrumento.

            Llevo años dándole vueltas a esta inscripción, pues nunca me ha convencido la traducción que se ha hecho de ella. Ya sabéis mis lectores que no suelo hacer valoraciones ni interpretaciones personales en mis posts, que son meramente divulgativos, extraídos de estudios de otros profesionales e investigadores, pero en este caso voy a hacer una excepción porque ya llevo mucho tiempo con esta inscripción y necesito compartirlo con alguien para desahogarme. Quizás esté equivocado, pero al menos me quedo tranquilo. Leed, comparad y opinad vosotros.

         Dicha segunda inscripción está escrita en hebreo y ocupa dos niveles, o líneas, midiendo 3 cm de alto por 4 cm de longitud y una altura de 1,2 cm cada línea[2]. La erosión y el mal estado de la piedra hacen que no se lea bien en su totalidad, pues se observa que bajo la perfectamente visible primera línea, existe otra que apenas puede interpretarse, pero fácilmente deducible una vez traducida la primera.

  En relación a su talla, la irregularidad de los trazos y la profundidad de los mismos nos revelan que no está hecha por ningún artesano o profesional, y el hecho de estar escrita en hebreo nos hace pensar, evidentemente,  que fue realizada por un judío, pues no resultaría lógico una inscripción hebrea en un templo cristiano (no debemos olvidar que ya en el siglo XIII había una pequeña población de judíos en la villa de Sos.) Todo ello nos inclina a pensar que estamos ante un graffiti, es decir, una inscripción realizada sobre la estatua después de que esta estuviera ya emplazada en su inamovible lugar en la portada; es, por lo tanto, posterior a la construcción del templo; aunque sí que pudiera existir una cierta coetaneidad[3].

 Pero tampoco vamos a hablar de su talla ni de su datación, sino de su traducción y significado.

En diversos estudios publicados sobre esta inscripción nos dicen que es “la versión hebrea” de la inscripción latina superior “Rex Davit”, o que dicha inscripción “hace alusión” o  “referencia” al rey David. Que sea la traducción o versión hebrea de “Rex Davit”, como antes he dicho, no me parece que esté muy claro, pero lo que sí está claro es la alusión y relación que tiene con el rey de Israel, pues la tiene, y mucha; por eso el grafitero grabó la inscripción en esta estatua y no en cualquier otra de las restantes del pórtico. Tenía sus razones para hacerla sobre el rey David; así como tampoco es casual que lo hiciera precisamente sobre la fídula y no en otra parte de su cuerpo; también el lugar elegido tiene su motivo, razón y simbolismo. Veamos.

En primer lugar hay que significar la importancia que la figura del rey David tenía entre los judíos. Él era el Rey de Israel, “el elegido de Dios” para gobernar y quien, por ser el padre del linaje de la “casa de David”( dinastía davídica)[4], sería el líder por excelencia entre el pueblo judío. De él descenderían todos los reyes de Judá hasta la llegada del Mesías. De ahí la predilección de los judíos por David.

Inscripción hebrea en la fídula del rey David.

 Veamos ahora la inscripción. En su primera y única línea bien legible puede leerse claramente:  ךהלל

El Dr. Miguel Ángel Motis, transcribe y traduce esta palabra hebrea de cuatro letras como “EL REY”[5].  Sin embargo, “el rey”, en hebreo, se escribe:  ךהמל

Observamos cómo prácticamente son las mismas letras, excepto la tercera (que en realidad es la segunda, puesto que el hebreo se escribe de derecha a izquierda). Esta letra, según Motis, sería una “mem” (מ), cuyo “peculiar aspecto de la letra mem de la primera línea queda justificado al tratarse de una inscripción epigráfica[6].

A mi modo de ver, esta justificación resulta un tanto exagerada. Bien es cierto que al tallar sobre una superficie pétrea y en una posición incómoda es muy fácil que los trazos de alguna línea o letra no queden perfectos pero, al menos, quedarían reflejados, aunque de forma tosca, unos trazos similares a la letra que se pretendía grabar y así poder intuir, aunque sea mínimamente, esta letra. En este caso, por la diferencia de trazos existentes entre las dos letras en cuestión (מ y ל )  creo que no fue un error de “pulso” del grafitero, sino que más bien quiso poner la letra que claramente se ve, una  “ל“, exactamente igual que la anterior que figura en la palabra, otra “ל“, ambas talladas a conciencia y sin dar lugar a errores o confusiones.

Y concretamente  ךהלל significa “alabar”.

 Ya sabemos que en hebreo se escribe de derecha a izquierda. Así pues, esta palabra está formada por las letras ה (he), ל (lámed), ל  (lámed) y ך (waw, o vav), o sea: hllv, que en dirección latina sería vllh (en hebreo antiguo no usaban vocales), y significa, como ya se ha dicho: “alabar”.

Vayamos a la segunda línea.

Debajo de ךהלל hay algo más escrito, pero el desgaste de la piedra nos impide leer con claridad sus letras, aunque insistiendo mucho, fijándonos bien e "intuyendo" la continuación del graffiti, puede apreciarse una letra "similar" a la primera  de la línea superior, es decir, una posible ך (waw), a la que a su derecha, seguiría una י (yod). Los trazos de estas dos letras, si nos fijamos bien, aún pueden apreciarse (ך י) , si bien, el trazo superior horizontal de la "waw" resulta excesivamente largo, y recto, para esta letra. Más bien es igual de largo y horizontal que la letra "he" de la primera línea (ה), a la que le faltaría, eso sí, el trazo vertical de la izquierda de la letra. 

No sabemos si hay más letras en esta segunda línea, pues el mal estado de la piedra nos lo impide ver.  Motis intuiría que habría otra ך (waw), puesto que si esta segunda línea la traduce como “DAVID”, es porque la primera letra la interpreta como una "waw" y faltaría una segunda al final de la palabra, ya que el nombre de David, en hebreo, se escribe  ך י ך  (waw,yod,waw)

Mi intuición me dice que en esta segunda línea no hay ninguna letra más; sólo las dos que se ven que, si nos fijamos bien, están más o menos centradas en el reducido espacio de la fídula (una tercera letra quedaría muy esquinada), con la salvedad que la primera letra está incompleta al faltarle el pequeño trazo vertical de la izquierda, y que sería, por tanto, una "he"(ה). Además, hay que seguir con la traducción, que se ha quedado a medias.

Habíamos dicho que en primera línea ponía “alabar”. ¿A quién se puede alabar?

Segunda línea:  י ה (a Dios)

Ahora tenemos la palabra de la primera línea: hllv (alabar), más la de la segunda: jh (yăh). Es decir: hllv jh; donde el grupo de letras jh (Jah)es la abreviatura de יהוה [yod (י), he (ה), waw (ן) y he (ה)], que se transcribe como YHWH o YHVH: Yahveh; cuya pronunciación latinizada es “Jehová”. Forma abreviada ésta (Jah) que aparece así escrita en el Antiguo Testamento. Es decir (y ahora poniendo vocales): “hallĕlū yăh” (alabar a Jah(Jahveh); “halleluia” en latín bíblico; ALELUYA en la traducción de la Biblia al español de Reina y Valera: Alabad a Dios)

הללךיה (ALELUYA)

ALELUYA, (הללךיה), una exclamación bíblica de júbilo que aparece en el libro de los salmos como una doxología, es decir, como una expresión de alabanza a Dios y que, parece ser, algún judío quiso dejar plasmada en la fídula del rey David del pórtico de San Esteban de Sos. Hay que reseñar que las dos últimas letras de la palabra en sentido hebreo (derecha-izquierda), en el graffiti de Sos aparecen en la segunda línea, por lo que en esta figuran de nuevo en el sentido de lectura hebreo, quedando el graffiti, tal y como lo vemos en la fídula, de la siguiente forma:

ךהלל  (hallĕlū)(alabad)  ALELU

 י ה (yăh) (a Jah)(Yahveh) YA

ALELUYA, cuya transliteración significa, literalmente, ALABAD A YAHVEH. ALABAD A DIOS.

Y respecto a su ubicación en la fídula de David, hay que decir que la música ocupaba un lugar muy importante en la vida de los hebreos, sobre todo en su adoración a Dios. David (en hebreo ”el amado” o “el elegido de Dios”), además de ser el rey de Israel, fue un virtuoso músico, compositor, fabricante de instrumentos, intérprete y poeta que, a través de la composición, el canto y la música, supo expresar una amplia variedad de sentimientos que, en lo religioso,  aludían a la fe y el amor a Dios. Su talento fue tal que el rey Saúl lo mandó llamar para, con su música, calmar sus males; y también fue el encargado de enseñar, organizar y coordinar los más de 4000 cantores y músicos de la casa de Jehová. Compuso muchas canciones de alabanza a Dios (Salmos), y se le atribuyen, al menos, 73 de los 150 salmos  de la Biblia; cantos de alabanza a Dios acompañados con dulce música instrumental que él mismo interpretaba y que, posiblemente, este aleluya o alabanza que figura en esta inscripción haga alusión al salmo 113(Bendito sea el nombre del Señor), pues los judíos han transmitido la tradición de que con este salmo (el 113) empiezan las hallel (alabanzas, aleluyas) de los judíos hacia Dios. Así se entendería  porqué  la ubicación de la inscripción sobre la fídula no es casual.

El salmo 113 es de pura alabanza al Dios de Israel, en el que el nombre de Jehová es usado tres veces en todo el texto, como aludiendo al misterio de la Trinidad, en el que el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo son alabados como un Único Dios.

Con este primer “aleluya” de los salmos del rey David inscrito en la fídula de su estatua del pórtico de San Esteban de Sos estaría invitando a todos los fieles judíos a empezar las hallel (aleluyas o alabanzas) al Señor. Pura representación y simbolismo.

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Han sido sólo tres letras hebreas a las que les he dado muchas vueltas desde hace años, y que me han servido para dar un sentido distinto al significado conocido de esta inscripción. No pretendo con ello tener la razón pero, sinceramente, es lo que veo. La primera letra (mem), creo que se ve claramente que no se trata de un error de trazo del grafitero, la segunda(he) se intuye, a falta de un pequeño trazo y respecto a la tercera(waw), ni se ve ni se intuye, sencillamente, porque no existió nunca.

.        Ahora, todos a la iglesia a comprobar la inscripción y sacar conclusiones.



[1] El instrumento musical más representativo, y representado, del Rey David en la iconografía medieval es el arpa, aunque también aparece representado tocando otros instrumentos, como la lira, crwt, cítara, salterio, laúd…

[2] Cabañero  Subiza, B. y Escribano Sánchez, J.C. "Corpus de las inscripciones medievales de las Cinco Villas (Zaragoza) siglos XII y XIII". Rev. Suessetania nº 12, p. 140.

[3] De esta opinión son Bernabé Cabañero y Carlos Escribano. Ibidem, p.141.

[4] La dinastía davínica se menciona en muchas ocasiones en el Antiguo Testamento. Por ejemplo, Jr.22,11-12: “ A la casa de Judá. Escuchad la palabra del Señor, estirpe de David”.

[5] Cabañero  Subiza, B. y Escribano Sánchez, J.C. Cit. "Corpus …” p.141. Los autores en agradecimiento a la transcripción y traducción dada por el Dr. Motis.

[6] Ibidem.




 BIBLIOGRAFÍA

 -Cabañero Subiza, B. y Escribano Sánchez. J.C. "Corpus de las inscripciones medievales de las Cinco Villas (Zaragoza) siglos XII y XIII". Revista Suessetania nº 12, pp.131-150. C.E.C.V. Ejea de los Caballeros (Zaragoza), agosto de 1992.

-La Biblia. Edición popular. La Casa de la Biblia. Madrid, 1993.

En la web:

-Etimologias.dechile.net. Etimología de Aleluya

-Wikipedia. David; Yahveh

-www.proel.org. Alfabeto judaico

    

     







domingo, 6 de diciembre de 2020

ORÍGENES DEL ASENTAMIENTO POBLACIONAL EN SOS

 

Iglesia y castillo de Sos, sobre Peña Feliciana

            NOTA del autor

En el presente post veremos los primeros asentamientos poblacionales en Sos desde que se tienen noticias documentadas de la zona, allá por los inicios del siglo X, por lo que, a priori, puede parecer una réplica de otras entradas de este blog en las que ya se ha expuesto este tema. Sí, es más de lo mismo, pero con algunos datos añadidos que hasta ahora no aparecían en la historiografía conocida. Bueno, a decir verdad, sí que aparecen, pues ahí están, en los viejos cartularios y documentos históricos; lo que ocurre es que, al parecer, han sido mal interpretados y por eso no se han incluido en la historiografía oficial de Sos y han ido a parar, al parecer erróneamente o malinterpretados, a la historia de otro lugar. No se trata de sentar cátedra y afirmar que lo expuesto corresponde con la realidad histórica, puede que contenga fallos, o que sea erróneo,… no lo sé, no soy un erudito en la materia; sólo sé que ahora me “cuadran” muchas más cosas. Por eso, será el lector quien, tras su lectura, saque sus propias y documentadas conclusiones.

Bien es cierto que, en muchas ocasiones, los documentos antiguos no se lo ponen fácil a los que escudriñan entre ellos, pero con paciencia, meticulosidad y mucho trabajo y estudio, han conseguido que toda esa documentación llegue hasta nuestros días compilada en extraordinarios estudios y análisis que podemos ver en todos sus trabajos, exposiciones, conferencias, libros y enciclopedias, que son muchísimos y, por todo ello y en obligado reconocimiento, hay que darles las gracias.

Pero también es verdad que entre tan ingente documentación es muy fácil que, desde luego involuntariamente, “algo” se pase por alto, bien por errores de transcripción, de traducción, malas grafías, documentos casi ilegibles, rotos, desgastados…o, simplemente, por dar la información como obvia o sobreentendida, y por eso no se ha comprobado, cuando la realidad puede ser otra; o no es lo que parece o, debido a duplicidades de nombres y términos, hacen muy difícil la identificación de una persona concreta o un determinado lugar, y más aún si son coetáneos en el tiempo, creando confusiones o erróneas interpretaciones de prestigiosos historiadores antiguos cuyas afirmaciones han sido admitidas, continuadas y dadas como buenas por otros colegas posteriores en el tiempo, haciendo que la labor de los estudiosos sea muy difícil y creando así, a veces, la confusión o, al menos, la duda, como luego veremos.

Quien más o quien menos tiene una idea aproximada de la historia de Sos y de sus orígenes (hasta donde los historiadores han podido  investigar  estudiando la documentación que nos ha llegado). El texto que a continuación se expone es la forma en que se fue poblando Sos: cuándo, cómo, dónde y de qué manera. Mucho cuerpo del texto de los “orígenes  del asentamiento poblacional en Sos”, con que titulo este post, corresponde a la historia de la Villa que todos conocemos, pero comprobaréis que hay datos nuevos, matices e información que no hemos oído nunca y que me han ayudado a comprender y “completar” algo más la historia de Sos, y que no hubiera sido posible acometer sin el valiosísimo estudio realizado por el investigador sangüesino Rogelio Taboada.

Por eso, la nueva información que se incluye en este post, dejando aparte la historiografía oficial conocida que contiene y que el lector sabrá diferenciar perfectamente, no es fruto de un estudio o trabajo personal, sino el resultado de las profusas investigaciones estudiadas por Taboada que, a falta de otras que lo contradigan, son la única fuente que he encontrado, y de la que me he servido, para rellenar mis “lagunas” y escribir este post, además de usar las fuentes clásicas conocidas y “tradicionales”. Y como siempre hago en mis redacciones, lo expongo,.. y nada más,… sin entrar en juicios ni valoraciones; el razonamiento y las deducciones van implícitas en los propios textos de los documentos, sólo hay que compararlos con otros escritos y, entonces, entender ambos y poner cada uno en el sitio que le corresponde, labor que Taboada, probablemente, ha sabido  realizar con acertado éxito.

Es por esto que, personalmente, ni ratifico ni desmiento o desapruebo el trabajo de Taboada porque, al igual que le sucede a Rogelio y denuncia en alguno de sus libros, parece ser que los que no tenemos estudios académicos estamos estigmatizados y nos vemos condenados a un obscuro ostracismo y animadversión por parte algunos “iletrados” (por usar un calificativo fino) que pretenden demostrar no se sabe el qué, por qué y para qué, que lo único que consiguen es hacer el más absoluto de los ridículos (menos mal que son sólo muy pocos)( Ah, y cobardes, pues, además, no dan la cara).

 Pero sí he de reconocer que los trabajos de Taboada me han ayudado mucho a entender, comprender y completar esas pequeñas “lagunas” que tenía hasta ahora en el tema que nos ocupa y que no conseguía encontrar respuesta en ningún otro libro (por no hablar de otros estudios del investigador sangüesino que hacen revolucionar algunos aspectos de la historia conocida). Pero, como antes he dicho, no seré yo quien le juzgue. Sí que diré en su favor algo que resulta evidente y que se ve a simple vista en sus trabajos: toda la información reseñada en los mismos está profunda y profusamente documentada y contrastada. Muestra lo que hay, lo que existe, lo que está escrito desde hace siglos; no hay nada inventado; de la misma forma que el presente artículo. Lo difícil es buscar, entender, ordenar, estudiar, comparar, comprobar y explicar todos los datos encontrados, labor que Taboada, como antes he dicho, ha sabido llevar a buen término.[1]

Empezamos.

 

Orígenes del asentamiento poblacional en Sos

Desde principios del siglo X, en los territorios del norte de las Cinco Villas (Sos, Uncastillo, Luesia..) y toda la Valdonsella, se establecieron los primeros asentamientos cristianos para frenar el avance musulmán, mientras que las zonas del Sur, el llano y del valle del Ebro, quedaron bajo dominio islámico hasta principios del siglo XII.

Conforme los cristianos iban apoderándose de las fortificaciones musulmanas, las fueron reconstruyendo. En un principio, estas primitivas fortificaciones de las Cinco Villas eran de madera y consistían en asentamientos militares que tuvieron una función meramente defensiva y militar; pero, poco a poco, la piedra fue sustituyendo a la madera, el avance cristiano se aceleraba y se fueron mejorando y consolidando las fortificaciones hasta poder acoger en su interior una población permanente a resguardo del castillo. Era el comienzo de los asentamientos poblacionales en la comarca, y con ellos surgió la consiguiente organización del espacio, los sistemas de ocupación territorial y la posterior organización civil, política, social, religiosa, militar, comercial, jurídica, fiscal…de estos territorios que acabarían por formar el Reino de Aragón.

 

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Sabemos que ya en el siglo IX, en los territorios del norte de las Cinco Villas existían dominios cristianos. Durante el siglo X los cristianos se fueron consolidando tras una vasta línea de fortificaciones frente a los musulmanes.  Sos, y otros núcleos de la Valdonsella, serían ocupados por cristianos que se beneficiarían de las operaciones militares de Sancho Garcés I[2], y pasarán de ser una zona fronteriza e inestable a estabilizar sus posiciones y permitir un asentamiento estable[3].

Probablemente el primer castillo de Sos fuera musulmán, lígneo, ubicado en los terrenos del actual Parador de Turismo. Este castillo fue ampliándose hasta convertirse en una impresionante fortaleza que abarcaría las dos elevaciones rocosas que sobresalen del cerro en el que está asentado Sos, pues este emplazamiento, frontera entre cristianos y musulmanes, más tarde entre aragoneses y navarros, era un enclave fronterizo privilegiado, y lo que en un principio fue una sencilla, pero robusta, fortificación de madera, poco a poco, con la sustitución de esta por la piedra, se convirtió en los siglos siguientes, no en un castellum (castillo) sino, en un castrum en el que, además, se instaló un puesto de aduanas.

Y ya que van a aparecer en diversas ocasiones en este escrito, vamos a diferenciar estos dos conceptos (castrum y castellum) que tienen la misma raíz etimológica pero cuyo significado conlleva unos específicos matices que hace que el concepto sea claramente distinto, y que nos va a servir para entender la documentación.

Un castrum, o castellone (castellón) es un castillo “a lo grande”, un campamento miltar fortificado. En palabras de Marcelino Cortés, citando el Diccionario de Corominas (DCECH), “se refiere a un barrio o recinto fortificado muy extenso en cuyo interior se agrupan casas y otros dispositivos anexos, así como a los términos de su jurisdicción[4], generalmente ubicado en terreno de difícil acceso y así poder protegerse de ataques enemigos.

El castiello, o castillo (del latín castellum, diminutivo de castrum), es el edificio fortificado en sí, cerrado con murallas y complementado con otras fortificaciones y elementos defensivos, sobresaliendo entre ellos, como más importante, la torre.

Es decir, los castrum o castellones venían a ser como “ciudades fortificadas”, disponiendo de aljibes, graneros, cuadras, casas, horno, hospital, barracones para los soldados, iglesia, etc…, mientras que los castellum eran  edificios fortificados preparados para la defensa pero con menores elementos anexos que los castrum (de ahí el diminutivo castellum).

Torre del castillo de Sos

          Respecto a la construcción de la fortaleza de Sos, tenemos conocimiento que a principios del siglo X (908) fue ocupada por el monarca navarro Sancho Garcés I[5] quien, según Briz Martínez, “empezó a reinar en el 907, fundando el Castillo de Sos[6]. En el 970, su nieto, Sancho Garcés II, la acrecentó; en el 975, el hermanastro de este, Ramiro Garcés de Viguera, fijaría su residencia en Sos[7] y volvió a ampliarla. Por el 1024, Sancho III “el Mayor” la mejoró y, sobre el 1050, el rey Ramiro I la consolidó, adquiriendo gran relevancia y convirtiéndose en un punto fronterizo de primer orden entre Navarra y Aragón. Para entonces sus habitantes disponían ya de iglesia, pues sabemos que fue en 1055  cuando esta se consagró (hoy cripta del Perdón)[8]. En 1129, Alfonso I mejora las defensas de la fortaleza, y en 1137 Ramiro II ”el Monje” culmina las obras del castillo levantando la torre del homenaje, consolidando y convirtiendo la atalaya de Sos en una impresionante fortaleza y construyendo una segunda iglesia, sobre la primera, aún más grande (iglesia alta), que más tarde fortalecerían y ampliarían Pedro IV y Juan I. Es el castrum (El Castellón) de San Esteban, apareciendo así en numerosos documentos hasta principios del siglo XII, y no nombrándolo como castellum, como sí aparecen el resto de otras fortificaciones (Uno Castello, Castellomanco, Serracastello…):

Castrum Sancti Stephani cum villis suis et terminis” (1087). (Castellón de San Esteban con sus villas y términos)[9].

 Castrum quoque Sancti Stephani cum omnibus pertinentiis suis ecclesias de Sos et de Unocastello et de Lusie” (1100)(Castellón de San Esteban con todas sus pertenencias, iglesias de Sos, de Uncastillo y de Luesia)[10].

“Castrum quoque Sancti Stephani cum villis suis, terris, ortis, vineis, molendinis” (1144). (Castellón de San Esteban con sus villas, tierras, huertos, viñas y molinos)[11].

Algo más tarde, en la documentación aparece ya Sos como villa, lo que no quiere decir que hasta entonces no existiera Sos; de hecho, si vemos los documentos, la primera vez que encontramos citado el nombre de Sos es en el año 938 y corresponde a la confirmación del rey García Sánchez I de la donación del obispo Galindo a San Salvador de Leyre de los diezmos que recibía en: “ Sause (Sos), Uno Castello, Lusia, Bel, Lucentes, Sistricas, Orrio, Elisu, Tolosana, Castellomanco, Agüero, Murello, Serracastell, cum suo dominatu, Longares, Lupera, Lusia, Castellone, Miana, Sibirana, Petella, Polovagente, Spanies, et Asin[12].

Lo que sucede es que se usaba el término “Sos” para referirse al núcleo poblacional del castrum, al burgo; mientras que el adyacente preposicional de Sancti Stephani era usado para identificar el castrum. O sea, que diferenciaban el núcleo urbano, o burgo de Sos ( Sause, Sose, Sausse…), por un lado, y por otro el castrum de Sancti Stephani porque, según Taboada, el Castrum y Sos tributaban diezmos de forma independiente[13], tal como deduce del documento anterior en el que, entre todos los lugares mencionados, aparecen Sause y Castellone, identificando este Castellone (castellón, o castrum) con la fortaleza de Sos[14]. Por lo tanto, si entre las propiedades de García Sánchez I, y en el mismo documento, aparecen estos dos lugares por separado es que tributaban de forma independiente.

 En referencia a estos dos nombres (Sause y Castellone) no hay duda alguna que este “Sause” que se nombra en el mencionado documento es Sos, por lo que habría que comprobar que el “Castellone” que aparece en el mismo documento es realmente el castillo de Sos, pues no hace referencia alguna a San Esteban. En este sentido no he encontrado ningún documento que lo confirme; y es aquí donde Taboada nos sorprende con una revelación inédita hasta ahora. Estudiando la documentación existente, concluye que los términos que aparecen en los documentos de la época con las grafías de Castellón, Castellone, Castillon, el puyo o puy de Casteillon, Casteyllon, y …¡atención!...Castillo sobre Sancossa (sí, castillo sobre Sangüesa) o castillo de Sancossa[15], se refieren al Castellón o Castrum de Sos.

 Si esto es cierto, habría que repasar la historia.

Pero, a lo que vamos,… luego hablaremos del Castellón.¿Dónde se concentraban los habitantes y los primeros moradores de este castrum?

Las primeras casas que conformaban el primitivo castrum de Sos, en la zona del Parador y Peña Feliciana, se levantaron en torno al actual castillo, bajo su protección, igual que ocurría en los demás lugares de la Valdonsella conforme se iban ganando territorios a los musulmanes. Nacía el que más tarde se llamaría barrio de San Esteban, alrededor y bajo la fortaleza de su castillo, con su iglesia (hoy cripta de Santa María del Perdón), edificada durante el reinado de Ramiro I[16], aunque muy probablemente, señala Taboada, levantada sobre un templo visigodo anterior[17].

 Estos lugares estarían ocupados en un principio por militares, incipientes nobles, familiares de los nobles, clérigos, criados y sirvientes. Los pobladores vendrían después.

Palacio de Sada, edificado sobre las ruinas
del primitivo castillo.

       Como antes hemos visto, desde el siglo X la fortificación de Sos se fue ampliando durante los reinados de los sucesivos monarcas. Para ello, frente a este primer núcleo defensivo, en la otra elevación del terreno, Peña Ferma (actual Palacio de Sada), se construyó una segunda fortaleza[18], como ampliación y complementaria de la primera, en torno a la cual, igualmente, se asentaría su guarnición y se fueron abriendo calles, adaptándose al terreno y edificando casas. Nacía otro barrio, que más adelante se llamaría Barrio Alto, y también con su iglesia (San Martín).  En este segundo núcleo debió tener su residencia Ramiro Garcés de Viguera(ver).

Ventana prerrománica del siglo XI, atribuible a la
 primera construcción de la iglesia de San Martín.
                 Respecto a la iglesia de San Martín hay que decir que Teodoro Ríos, cuando se dispuso a restaurar la iglesia el pasado siglo, dijo que era románica, del siglo XIII[19]. Efectivamente es así, pero Fernando Galtier, haciendo referencia a las ventanas geminadas que actualmente se conservan en el palacio de Sada comenta que, a pesar de que la iglesia de San Martín es datada en el siglo XIII, su portada norte pudo formar parte de una iglesia románica anterior, la cual podría haber sido construida en la primera mitad del siglo XI y estas ventanas podían proceder de esta iglesia, antes de la reforma llevada a cabo en el siglo XIII, que es cuando perdieron su primitivo emplazamiento[20], lo que nos confirmaría la existencia de este nuevo núcleo fortificado que disponía, ya en el siglo XI, de iglesia.

En estos primeros núcleos de población que se iban asentando en la zona norte de las Cinco Villas predominaba la ocupación del espacio por presura y se intentaba fijar a los habitantes en una fortificación alrededor de una iglesia, de ahí que cada uno de estos dos núcleos tuviera su iglesia.

Tras las razzias de Almanzor, a finales del siglo X, muchos enclaves de la Valdonsella fueron destruidos, pero parece ser que Sos resistió los ataques musulmanes[21], siendo a partir de comienzos del siglo XI, con Sancho III “el Mayor” cuando se aseguran los territorios del norte fortificando la línea defensiva de castillos que ya iniciara su abuelo Sancho, línea  que jamás volverían a traspasar los musulmanes, comenzando la paulatina expansión territorial por tierras meridionales que irá configurando el territorio de Aragón. Prueba de que Sos estaba ya firmemente consolidado la tenemos en 1088, cuando el rey Sancho Ramírez autoriza al señor de Sos, Galindo Sánchez, a levantar el castillo de Liscarre (Castiliscar)[22], que sería poblado con gentes de Sos.

Afianzado y asegurado definitivamente el territorio de Sos, era necesario implantar un sistema de gobierno para organizar social, política y administrativamente el mismo, surgiendo la tenencia. El primer tenente documentado en Sos es Ximeno Garcés, en el 1006.

Seguidamente, se hace necesaria la repoblación de los lugares y la explotación de las tierras, pues la debilidad demográfica era notoria. Para ello, los monarcas otorgaron una serie de privilegios, franquicias y exenciones a quienes poblaran los territorios, a cambio de la protección señorial representada por el castillo, por medio de Cartas Puebla o Cartas de Población. Surgirá el nuevo núcleo urbano que se desarrollará ordenadamente según lo especificado en dichas cartas puebla.

 La población civil de Sausse, Sause, Sose, Sos…, se instaló en los terrenos hoy conocidos como Huertos de Landa, donde edificarían sus casas, trabajarían sus tierras y levantarían su iglesia (San Miguel). Una minoritaria población judía empezaría también a asentarse junto a los muros de la fortaleza del barrio Alto, sin duda atraídos por las favorables condiciones económicas ofrecidas por los monarcas.

En algunos casos, sobre todo en zonas fronterizas, como es el caso de Sos, estas cartas puebla llegaron a ser verdaderos fueros, concediendo derechos y situaciones más ventajosas para estos pobladores  que los concedidos en otras zonas francas.

 A la presencia en Sos de nobles, clérigos, militares, agricultores y ganaderos se sumaron, al mismo tiempo, artesanos y mercaderes. El conjunto de todos ellos es lo que define el carácter urbano de un asentamiento. Sos era ya una villa.

Taboada comenta que este segundo núcleo de Sos se empezó a poblar en 1122, según un extracto documental muy escueto fechado en 1132, pero atribuible al 1122, merced a una carta puebla de ese año en la que se invita a los Francos del burgo viejo de Sangüesa a poblar “illo campo plano de iusso illo castello Sangossa” [el campo plano que hay bajo el castillo de Sangüesa)(Bajo el Castellón de Sos)]; documento que la historiografía atribuye a la fundación del burgo nuevo de Sangüesa, pero que Taboada desaprueba por contener inconsistencias e incoherencias[23], atribuyendo dicho documento, como antes se ha dicho, a la creación del nuevo burgo en el otro altozano de Sos, bajo el Castellón; y fue a partir de entonces, con este Fuero y estos nuevos pobladores venidos de Sangüesa, cuando Sos empezaría a titularse “villa”[24].

José Mª Lacarra, haciendo referencia a este “burgo viejo” de Sangüesa de la carta puebla comenta: “no nos declara (el documento) cuál sea éste (el burgo viejo) “[25]. “Algo” no le cuadraba a Lacarra.

Taboada se pregunta que, si este Fuero del 22 es para la fundación de la nueva Sangüesa ¿cuál es el burgo viejo de Sangüesa? ¿Rocaforte? Si es así, Rocaforte sería el castello Sangossa(porque el construido sobre el Arangoiz es del 1171). Entonces, ¿dónde ubicar ese burgo viejo que está bajo Rocaforte, o bajo el castello Sangossa?[26]. ¿Un burgo viejo bajo otro burgo viejo?

  Taboada sostiene que este segundo enclave en el Barrio Alto, con sus nuevos pobladores, es el que dio origen a la villa de Sos como tal, indicando, además, que estos primitivos asentamientos fueron, en un principio, completamente independientes jurídicamente uno del otro, como antes se ha dicho: de una parte, el burgo de Sos con su iglesia y por otro lado, el Castillo y su guarnición con la suya, que seguirá “siendo un ente autónomo hasta ser absorbido por el conjunto[27].

 Pero hay más. El Castellón de Sangüesa recibe en 1171 el Fuero de Jaca, que la historiografía oficial señala que se refiere a la fundación del castillo de Sangüesa, mandado construir por Sancho IV “el Sabio”, rey de Navarra, en el alto de Arangoiz para proteger la Nueva Sangüesa. Pero Taboada atribuye y asocia la donación de este Fuero con la fundación “oficial” del Castellón de Sos[28].

Si el Castellón de Sangüesa se funda en 1171, como indica la historia, ¿A qué Castellón se estaban refiriendo todos los documentos que hemos visto hasta ahora; por ejemplo el del Fuero del 22, o el primer documento de García Sánchez I del 938?

En este Fuero del 71, Taboada hace un minucioso análisis del contenido comparándolo con la historiografía oficial y con la documentación histórica y, al parecer, no le encaja ninguno de los puntos expresados en él con lo que realmente cuenta la historia, llegando a la conclusión de que el Castillo de Sangüesa al que se refiere este Fuero es el de Sos [29].

No voy a citar todos los detalles que expone Taboada porque son muchos, pero voy a mostrar alguno que nos va a hacer pensar[30].

 En esta carta puebla se lee:”…et otorgo a mios populatores que fago poblar en el puyo de Casteillon al fuero de Jaca que an los del burgo de Sangüessa. Et dolis todos aquellos fueros et aqueillas franquezas que an los francos del burgo de Sanguessa. Et que ayan todos tiempos aqueill seynnor et aqueill alcalde et aqueill admirat que an los del burgo de Sanguessa,[31] (“…y otorgo a mis pobladores que hago poblar en el puyo de Castellón, el fuero de Jaca que tienen los del burgo de Sangüesa. Y les doy todos aquellos fueros y aquellas franquicias que tienen los Francos del burgo de Sangüesa. Y que tengan siempre aquel señor y aquel almirante que tienen los del burgo de Sangüesa”). A continuación nombra a los primeros pobladores del Castellón (entre ellos un tal Lope de Casteillon)y los términos que les dona, de lo que se deduce que para estas fechas el Castellón ya estaba poblado, pues estos fueros se los da a “,,,mis poblatores que hago poblar”, o sea, a los que ya pueblan, y no a los que “han de venir a poblar”, como más adelante expresa: “… Et todos estos deuant dictos logares sabudament do por términos a mios pobladores que poblaran en el puyo de Castillon” (.”,,,y todos estos lugares antes mencionados, a sabiendas doy por término a mis pobladores que pueblen el Puy de Castellón”)[32]. Ahora sí que es una carta puebla como mandan los cánones.

 O sea, que este Puy de Casteillon ya estaba poblado antes de su fundación “oficial”, pues estas concesiones las otorga a los pobladores que ya habitan en él. Se está refiriendo, dice Taboada, al segundo foco fundacional de Sos, al Barrio Alto, que, como sabemos, ya tiene pobladores, por lo menos, desde 1122, y habitantes desde mucho antes. Y luego sí que añade las mercedes que concederá a los que vayan a poblar este Puy. Además, recordemos que entre los nombres de los primeros pobladores de este Puy, figura un tal Lope de Casteillon, que como dice Taboada: “es imposible que una nueva población, algo que pretende crearse(el Castellón de Sangüesa), identifique a un poblador que aún no se ha instalado en ella. Si a este Lope se le identifica como de Castellón, es por ser nacido en el Castellón[33]. O sea, que para entonces, antes del Fuero de 1171, este Lope ya llevaba unos años viviendo en el Castellón (en el de Sos, porque el de Sangüesa aún no se había fundado).

"...y que tengan siempre aquel señor y aquel almirante que tienen los del burgo de Sangüesa". Sólo hay que ver la relación de señores que tuvieron Sos y Sangüesa y comprobar este punto.

 Todo un rosario de datos (porque hay más) que, si los analizamos detenidamente y los comparamos con la historiografía oficial, como he comentado al principio, habría que revisar la historia. Como ejemplo, el que relata Taboada sobre el documento de 1063 en el que Sancho de Peñalén dona a su tío, Ramiro I de Aragón, el tan nombrado castillo de Sangüesa con las villas de Lerda y Undués. Dono “… castellum quod dicitur Sancuessa, cum omnibus terminis suis, et villa quod dicitur Lerda et Ondues…”[34] (Dono el Castellón al que llamamos Sangüesa con todos sus términos y la villa que llamamos Lerda y Undués)

Según Taboada, no se puede entender, o no resulta lógico, que Sancho le diera a Ramiro I: Sangüesa, Undués y Lerda; y dejara Sos, sólo, aislado, para Navarra. No tiene sentido. Lo que realmente le donó fue Undués, Lerda y Sos (El castellum quod dicitur Sancuessa), tres villas contiguas en plena frontera entre Navarra y Aragón[35].

A este respecto, Antonio Ubieto concluye que con Sangüesa, Lerda y Undués, toda la Valdonsella se ponía en manos de Ramiro I, adelantando sus fronteras en el Oeste hasta el río Aragón[36]. Pero algo no le convencía a Ubieto cuando a continuación dice: “Pero la documentación no es lo suficientemente explícita, pues se produjeron posiblemente otras entregas, que debían contenerse en la fórmula vaga de “los términos de Sangüesa”. Ubieto no sabía bien el qué, pero tampoco le cuadraba “algo”, de ahí el que hiciera ese comentario, amparándose en que la documentación no es lo suficientemente explícita, dejando entrever que hubo otras entregas bajo esos "términos de Sangüesa"(Más que “no ser explícita”, si admitimos el estudio de Taboada, sería “enredosa”, debido a las duplicidades de términos de los que hablábamos al principio de este post, creando una confusión y unas inexactitudes e incongruencias que Taboada nos esclarece ofreciéndonos una interpretación distinta, pero documentada, respecto a la historia conocida).

Pero sigamos con la población de Sos.

Aquel Barrio Alto que se creó con el Fuero del 22 y “oficialmente” con el del 71,  fue extendiéndose hacia, hasta y por los Campos de Landa, (“illo campo plano de iusso illo castello Sangossa” (el campo plano que hay bajo el castellón de Sangüesa, en este caso bajo el castellón de Sos). Núcleo urbano que cercó su perímetro con una gran muralla. El caserío de Sos debía quedar suficientemente aislado para evitar que los enemigos pudieran fortificarse en él. “Que la esglesia del dito lugar fuesse ensellada e valleyada con el castiello ensemble...con tal provision que de la villa nova a la dita fuerça antiga danyo alguno non pudiessa venir[37]. De esta forma, el núcleo civil quedaba separado del propiamente militar, característica muy común en las ciudades fortificadas. 

Iglesia de Santa Lucía, antes de San Miguel, en mitad
de los Huertos de Landa. (Sos del Rey Católico)

      Durante este período de expansión de principios del siglo XII, en las Cinco Villas existió una generalizada relación entre expansión urbana y creación de nuevas parroquias, que “actuarán como elementos de cohesión de las comunidades humanas”[38]. Así pues, y coincidiendo con este período de expansión en Sos se construye, a finales del siglo XII la iglesia tardorrrománica de San Miguel (actual Santa Lucía), constituyéndose, al parecer, en la Parroquia de Sos: “…de forma, que estaba en medio de esta parte del Pueblo(los Huertos de Landa), la Basilica de San Miguel, que se dice haver sido Parroquia”[39].

Respecto al asentamiento poblacional en los Campos de Landa, Taboada, de una copia de un documento original de 1799,  nos indica que el entonces párroco de Sos, D. Antonio Mariano López de Artieda, remitió un cuestionario de datos sobre la villa de Sos, a petición de D. Tomás López de Vargas y Machuca, geógrafo de Carlos III, para la confección de un nuevo Diccionario Geográfico de España[40]. En el cuestionario, además de información geográfica, histórica, económica y de otros aspectos de la villa de Sos, el párroco le relata la siguiente información al geógrafo, en relación con el tema de nuestro interés:  “…tal vez no fue tan grande antiguamente la población de Sos, ni estuvo fundado en el mismo sitio en que está al presente. Los huertos de la Landa […] pudieron ser el sitio propio de este pueblo, y la iglesia de San Miguel, que está en medio de dicho terreno, su Parroquia, y la de San Esteban fue la Iglesia del Castillo, por hallarse contigua a él. En esta suposición no era necesario que la Iglesia Parroquial fuese muy grande, como en efecto no lo es la de San Miguel…”

El Párroco López de Artieda ubica en los Huertos de Landa el lugar donde el pueblo de Sos estuvo asentado, y comenta que la iglesia de San Miguel fue su Parroquia, desligándola de la de San Esteban, que era la iglesia del Castillo. (De esta opinión es Elena Piedrafita, al plantear la posibilidad que la iglesia de San Esteban podría ser la capilla del castillo)[41].

Posteriormente la iglesia de San Esteban sería parroquia de Sos, y esto debió ocurrir a mediados del siglo XIII, debido al aumento poblacional de la villa y a tenor de los documentos del Archivo Parroquial de Sos, donde tanto las referencias a la abadía como a la iglesia figuran ya con el topónimo Sos, cuando hasta entonces lo hacían sólo como iglesia o abadía de San Esteban: “Xemen Lopez, clavero de l´abadia de Sos”(marzo de 1253); “reçebemos de los clérigos de Sant Estevan de Soss”(abril de 1254); “en la iglesia e l´abadia de Sos”(abril de 1275)[42].

 A continuación López de Artieda, sirviéndose de Zurita, habla del aumento de la población de Sos debido al abandono de los pequeños lugares y poblaciones de la comarca (Isuerre, Verdún, Lobera, Longares de Bagüés, Navardún, Sosito, el Real, Ceñito…),debido a las guerras y cuyos habitantes tuvieron que refugiarse en Sos para defenderse del enemigo, como, por ejemplo, en 1363, cuando Pedro IV ordenó que dicha gente “se desamparasen, y los vecinos con sus armas y viandas se recogiesen en el Castillo de Sos”[43]. A este respecto, el párroco de Sos continúa: “…dilatada pues ya la población, era preciso hacer mayor la Iglesia parroquial, y esto sucedió con la del Castillo: porque se conoce que sobre su plano se levantó la que hoy existe…[44]. (Aquí parece indicar que la iglesia del castillo era ya parroquia de Sos, como antes vimos)

Los dos periodos más intensos del abandono de estos pequeños núcleos de población dispersos fueron los que van de 1347 a 1349 y el comprendido entre 1362 y 1368, si bien, fue durante todo el siglo el progresivo abandono de las poblaciones debido a las constantes luchas con la fronteriza localidad de Sangüesa y a la guerra con Castilla.

Este siglo corresponde, efectivamente, con la ampliación de la iglesia alta de San Esteban, como así se recoge en las órdenes dadas por Pedro IV en 1341, por la que “se destinará parte de la primicia a la fábrica de la iglesia y, si sobrase algo, a los muros y a otros negocios de la villa” [45], y la dada poco después por Juan I en la que también destina la primicia “a la fábrica de la iglesia parroquial y para el culto[46]. Aquí ya se constata la iglesia de San Esteban como iglesia Parroquial de Sos.

Además, este núcleo urbano en los Huertos de Landa estaba protegido, como ya hemos visto, por una extensa muralla: “dichas murallas corrían desde la Hermita de San Bartholomé incluyendo todo el terreno despoblado que entendemos con nombre de Huertos de Landa, hasta que se encuentra el camino que va a la Fuente del Puente…”[47].

            De nuevo, la misma información que diera el Párroco de Sos, pero en este caso nos dice que “todo el terreno” (los huertos de Landa), estaba ya despoblado. Y continúa:

             …fabricadas   las  que  hoy  existen(las murallas),  que  son  bien singulares,  y  apenas   competidas   de  otras,  que   no  sean   de  fábrica,   y   fortificación   moderna,  se  mandaron  allanar  las  que  antiguamente  circunvalaban   el  dilatado  recinto   del   Pueblo,   que   era   más   numeroso,   y   de   mayor   extensión”. A   esto   miró   la   orden   dada   por   D.   Gil   Rodrigo   de   Lihori,   Governador   de   Aragon, estando  en  esta  Villa,  de  que  sus  vecinos  acabasen  de  destruir   y  deshacer   las   murallas   viejas   que  estaban   fuera   de   ella,   en   el  término   de  veinte   años,   y   baxo   de  cierta  pena  pecuniaria,   el  que  prorrogó   el  señor   Rey  don  Martin   el   año  de   1402,  por  ocho  años  más.[48].

 Está claro que en los Huertos de Landa se asentó una importante población de Sos, que tenían en su centro urbano la Parroquia, la iglesia de San Miguel, y al quedarse esta pequeña para abarcar a toda la población se traspasó a la de San Esteban; que dicho asentamiento estuvo protegido por una segunda muralla, que muy grande tenía que ser, por cuanto se les concedió a los sosienses un plazo de 28 años para derribarla, y que sus habitantes abandonaron el lugar a finales del siglo XIV al quedar desprotegidos, instalándose en el interior del primer recinto amurallado de Sos.

En una centuria (1360 y 1460), y a pesar de la peste que invadía la Península, Sos vio aumentada su población en más del doble de habitantes; pero ya no se asientan en los Huertos de Landa porque, como hemos visto, es en estas fechas cuando se derriban las murallas exteriores de Sos, edificando pues, sus casas, en el interior del recinto amurallado de la villa (el actual) y ocupando terrenos vacíos y edificables aprovechando al máximo los espacios hasta unir los primitivos enclaves de San Esteban y Barrio Alto, configurando de este modo una estructuración urbana aproximada a la que vemos actualmente. Fué la época de mayor edificación de viviendas en el interior del recinto amurallado de Sos, precisamente para dar cabida a la población saliente de los Huertos de Landa.

En resumen, Sos, en sus inicios, estuvo formado por dos pequeños núcleos habitados, ubicados en sus dos enclaves rocosos, con dos iglesias (Santa María del Perdón y San Martín), una en cada núcleo o barrio, que posteriormente se ampliarán con la construcción de otras dos iglesias(una en el castillo (S. Esteban) y otra en el burgo (San Miguel) y protegidos y rodeados por una impresionante fortificación amurallada. Todo el conjunto formaba el CASTRUM de San Esteban, que ya en el 975 debió ser de una considerable dimensión y capacidad, pues Ramiro Garcés de Viguera, experto capitán del ejército vascón, al que atribuyen el papel de comandante en jefe de la Frontera de los Arbas, la Onsella y el Gállego, antes de la batalla de Estercuel, salió de Sos al frente de, nada menos que ¡500 jinetes!, enviando por delante a unos 200 más para patrullar la zona [49]. (Hace falta espacio e instalaciones para albergar a tanta gente y caballerías!), y fue en 1122, según Taboada, con la llegada de pobladores venidos de Sangüesa, cuando empezó a poblarse el burgo de Sos y titulase ya como villa, fundándose oficialmente con el Fuero de 1171.

 Probablemente este sería el período en el que ambos complejos, burgo y castillo, dejaron de ser independientes, pues serán las entidades eclesiásticas las que asumirán a partir de entonces un importante protagonismo en la tarea repobladora, de ahí que la iglesia y abadía de San Esteban pasaran, en la documentación, a intitularse iglesia y abadía de Sos, constituida ya en su parroquia.

Aunque los terrenos de los Huertos de Landa quedaron prácticamente deshabitados a principios del siglo XV, el concejo de Sos les dio posteriormente otra utilidad alojando en esta parte del pueblo un colectivo minoritario de personas marginadas que  se vieron injustamente excluidas por la sociedad: los agotes; colectivo de los que se tiene constancia documentada a partir de la mitad del siglo XV. Este grupo marginal, completamente segregado del resto de la población, prácticamente vivía y moría en esta parte del pueblo pues, según la documentación, habitaban muy próximos a la ermita de San Miguel (Santa Lucía), y era tal la exclusión que sufrían que hicieron de esta iglesia su lugar de enterramiento. Fueron apartados del resto de la población tanto en vida como en la muerte(ver).

Antigua vivienda en el Barrio Alto (Sos del Rey Católico)

       Con el tiempo, los primitivos barrios de San Esteban y Barrio Alto fueron ampliándose hasta unirse y convertirse en una estructura urbana contigua y compacta, como bien expresa Jose Luis Corral: “Ambos barrios confluyen en una vaguada cuyo centro, al que van a parar las calles más importantes de la población, está ocupado por una plaza que articula las dos elevaciones, dos cimas en suma, de la colina en que se asienta Sos[50].

         Dando la razón a lo expuesto, claramente se observa que sendos barrios son las dos zonas que conservan las estructuras arquitectónicas más antiguas de la villa, mientras que podemos ver que el resto de edificaciones del pueblo son de factura posterior, llegando al gótico[51].

A partir del siglo XV ya no hubo movimientos grupales en masa de pobladores. La Villa de Sos concentró sus habitantes siempre dentro de su recinto amurallado, que acometería la construcción de casas y edificios segun las nuevas corrientes arquitectónicas de las distintas épocas, moderna y contemporánea, acoplándose al espacio de intramuros.

            Entrado ya el siglo XX se producirá el progresivo éxodo de población a las grandes ciudades por las circunstancias que todos conocemos. Pero eso es ya otra historia.






[1] Taboada Plano, Rogelio. Entre el 2014 y 2016 editó cuatro interesantísimos libros sobre la historia de Sangüesa que, inevitablemente, por razones históricas, conlleva parte de la historia de Sos del Rey Católico. Bajo el título genérico de “Sangüesa Siempre” los numera por orden de edición: I,II,III y IV( Para este trabajo, especialmente el volumen III.) Cuatro volúmenes muy recomendables que nos harán entender y comprender mejor la historia del Reino de Aragón y Navarra con datos inéditos hasta ahora.

[2] Piedrafita Pérez, Elena. Citando a Mª Viguera Molins y A. Durán Gudiol. Cit. 22 en Las Cinco Villas en la Edad Media (siglos XI-XIII), p. 29.

[3] Piedrafita Pérez, Elena. Las Cinco Villas…op.cit. p.29.

[4] Cortés Valenciano, Marcelino.”Una peculiar serie toponímica sobre Caste᷃llum, Castrum en el nordeste peninsular”. Rev. Alazet, 26.

[5] Ubieto Arteta, Antonio. Historia de Aragón. La formación territorial,  p. 36.

[6] Briz Martínez. Historia de S. Juan de la Peña.Lib.2, cap.9, f.312.

[7] Galtier Martí, F.” Las primeras iglesias de piedra de la frontera de los Arbas, el Onsella y el Gállego”. Rev. Artigrama nº 1, p.13.

[8] Abbad Ríos. El Románico en Cinco Villas, p. 17.

[9] A.C.P., Libro Redondo, f.57vº

[10] A.C.P.,Libro Redondo, f. 157vº.

[11] A.C.P. Libro Redondo, f.22vº

[12] Martín Duque, Ángel. Documentación medieval de Leire (siglos IX al XII), doc.7.

[13] Taboada, Rogelio. Sangüesa Siempre III, p.147.

[14] Taboada, Rogelio. Sangüesa Siempre III. “El Castellón”, pp.137-160.

[15] Taboada, en su estudio sobre Sangüesa y el Castellón, deja muy claro por qué el “Castillo sobre Sangüesa” no puede ser ni se refiere ni a Rocaforte ni al castillo de Sangüesa, exponiendo esta diferenciación aportando documentación y razonamientos que, de no ser así, estaríamos ante unos documentos llenos de incongruencias, inconsistencias, confusiones, burgos inexistentes, sin ubicación o dualidades.

[16] 1050 es el año al que se atribuye la consagración de la primera iglesia de Sos, la actual cripta de Santa María del Perdón.

[17] Taboada, Rogelio.”Capitel de Santa María del Perdón”. Sangüesa Siempre: apéndices históricos, pp. 15-32.

[18] Cabañero Subiza, B. y Galtier Martí, F. “Los primeros castillos de la frontera de los Arbas y el Onsella”, pp.59-85. Ambos autores plantean casi con seguridad la existencia de esta fortaleza en el promontorio del Palacio de Sada.

[19] Ríos Balaguer, Teodoro. El palacio de Sada en Sos del Rey Católico.

[20] Galtier Martí, Fernando. “Las primeras iglesias de piedra de la frontera de los Arbas, el Onsella y el Gállego”. Rev. Artigrama nº 1, pp.11-46.

[21] Ubieto Arteta, A. Historia de Aragón- La formación territorial, p. 36.

[22]et donamus tibi castello Liscare quod facias cum castellum…” Canellas López, A. Colección diplomática de Sancho Ramírez, doc.102.

[23] Taboada Plano. Sangüesa Siempre II. Hay quien sostiene que el castillo de Sangüesa(antes del “oficial” de 1171) está en Rocaforte; entonces, ¿dónde ubicar este burgo viejo al que invita a repoblar el llano debajo del castillo de Rocaforte? pp.27-28

[24] Taboada Plano. Sangüesa Siempre III, p. 148.

[25] Lacarra de Miguel, José Mª.“Notas para la formación de las familias de Fueros Navarros”. Anuario de Historia del Derecho Español, T. X, p.216.

[26] Taboada Plano, Rogelio. Sangüesa Siempe II, pp. 25-33.

[27] Ibidem, pp.157-158

[28] Taboada, Rogelio. Sangüesa Siempre III, pp. 139-160.

[29] Taboada indica la posibilidad que pueda referirse a Sangüesa la Nueva, o la Vieja, o a Racaforte, pero en todo momento desmonta esta probabilidad tras el minucioso estudio de los documentos consultados (Sangüesa Siempre II y III)

[30] Taboada, Rogelio. Sangüesa Siempre III, pp.139-160

[31] Ibidem, p.139. (A.G.N. Cartulario I, pp.165-166.)

[32] Taboada, Rogelio, Ibidem, pp.139-144.

[33] Ibidem, p. 140.

[34] ACA.,Liber Feudorum Maior, f. 1, copia s.XII (B)

[35] Taboada, Rogelio. Sangüesa Siempre III, pp.154-155

[36] Ubieto Arteta, Antonio.  Historia de Aragón. La formación territorial, p. 46

[37] A.C.A., Can, reg.1149, ff.31-31v.

[38] Piedrafita, Elena. Las Cinco Villas…op.cit, p. 96.

[39] Cabezudo Astrain, José. “Noticias históricas de Sos”. C.H.J.Z. 3, p. 171.

[40] Taboada Rogelio.”Documento manuscrito de Sos”. Sangüesa Siempre. Archivos históricos, pp, 69-94.

[41] Piedrafita, Elena. Las Cinco Villas en la Edad Media (siglos XI-XIII), p. 147.

[42] Archivo Parroquial de Sos, custodiado en el Archivo Diocesano de Jaca. Documentos citados en: Marcelino Cortes. El Cartoral de Sos del Rey Católico (1059-1130), p.47.

[43] Zurita, Jerónimo. Anales. T.2, lib.9, cap..43, f.316.

[44] Posiblemente esta ampliación pudiera corresponder con la construcción del ábside izquierdo de San Esteban, pues sabemos que en un principio la iglesia sólo tuvo dos ábsides.

[45] A.C.P. Arca Episcopi VI, doc.41, nº 233.

[46] A.C.P. Arca Episcopi VI, doc. 41, nº 335.

[47] Cabezudo Astrain, José. “Noticias históricas de Sos”. C.H.J.Z. 3, p. 171.

[48] Archivo de la Villa de Sos. Nota 39 en: Cabezudo Astrain José, cit, “Noticias…” C.H.J.Z. 3, p.171.

[49] ´Isa ibn al-Rátz. Anales palatinos del Califa de Córdoba al-Hakam II (360-364 H; 971-975 J.C.) Traducción de un ms. árabe de la Real Academia de la Historia y traducido por Emilio García Gómez. Sociedad de Estudios y Publicaciones. Madrid, 1967.

[50] José Luis Corral Lafuente.  “El desarrollo urbano en las Cinco Villas en la Altas Edad Media”. Actas II Jornadas de Estudios de las Cinco Villas. Historia Medieval, p. 102.

[51] Taboada Plano, Rogelio. Sangüesa Siempre III, “El Castellón”, pp. 147-151.





BIBLIOGRAFÍA

 

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