domingo, 25 de diciembre de 2022

ENTRE PIEDRAS (HIMNO)

 


                                     El Padre escolapio Liborio Portolés, escribió el pasado siglo este himno,  poema de alabanza a la figura del ilustre benefactor del colegio de Sos, D. Isidoro Gil de Jaz.

 

 

ENTRE PIEDRAS

 

Piedras con sudor de siglos

y pátina de metal

se traban sobre las sierras

agrestes, formando haz

de torres y de fachadas

de blasón y de mural;

y en Sos del Rey, Villa noble,

que es de imperios manantial.

 

Sobre tierras que se abren

se diría un barandal;

sobre fronteras extrañas

 y sierras de negra faz,

centinela es de Aragón

en su puerto montaraz.

 

¡Sos del Rey, versos de piedra,

de un romance en pedernal!

Parecen sus muros flechas

que saltan de su carcaj.

 

 De ahí las prendió Fernando,

de ahí las alzó a volar.

Flechas que de Sos partieron

no pararon hasta dar

sobre senos de América

rasgando brumas de mar.

 

Sos del Rey, calles que huelen

a albahaca y a cantar;

los siglos y las hazañas

salen de noche a rondar,

y las piedras lanzan jotas

bajo la luz estelar.

 

Sos del Rey, cuántas historias

por tus piedras treparán,

lo mismo que pasionarias

que trepan por un tapial.

Sobre tus miliarios pétreos

hoy brota una piedra más;

¿Qué de admirar, que dé rosas

en primavera el rosal?

 

Muchos muros de blasones

porfían en blasonar;

y hoy en Sos, romance en piedra,

se abre una piedra triunfal,

y es lengua que canta un nombre:

¡Isidoro Gil de Jaz!

 

¡Gil de Jaz! Su lengua fue

como áureo borbotar,

cauce por donde corrían

las luces y la verdad,

enmudeció para siempre

en la noche funeral.

 

Abogacías y orlas

se secaron como henar,

pero sus obras aún hablan

y en los siglos hablarán.

Y este Colegio Escolapio

es un recio pedestal

que sustenta un nombre egregio:

“Isidoro Gil de Jaz”.

 

Si enmudeció su voz firme,

ésta no enmudecerá.

La voz de la gratitud,

más fuerte que tempestad,

retumbará por los siglos

sin extinguirse jamás.

 

 Y este Colegio es un canto

zumbido de colmenar,

niños y niñas aprenden

las letras y la piedad,

bajo la égide noble

de Isidoro Gil de Jaz.

 

Sos, rosal florido en piedras,

ha dado una rosa más,

Sos del Rey, madre querida,

de águilas fuerte nidal.

Callejas pinas oliendo

a albahaca y a cantar.

 

Portaladas y blasones,

torreones de mural,

sobre tus piedras de oro

hay una que es tu fanal.

Es tu Colegio Escolapio,

luz y calor, mesa y pan,

miel dulcísima de ciencias

y balsa de la piedad.

 

 Por él Sos en Cinco Villas

brilla con luz estelar,

y tu Colegio Escolapio

hoy te presenta triunfal

una piedra que es un ¡viva!

Isidoro Gil de Jaz.

 

Sí, mientras viviere Sos,

en su mente él vivirá.

Dios en su gloria eternal

hará vivir por sus obras

a Isidoro Gil de Jaz.

martes, 29 de noviembre de 2022

EL FOGAJE DE 1495

 

En 1495 Fernando el Católico mandó realizar un censo con el fin de acordar el impuesto de las sisas ante un posible ataque de invasión de las tropas francesas. En este fogaje, además de los fuegos existentes, a veces también se recogían los oficios y la situación de insolvencia de los vecinos, o sea, los pobres que viven de limosna o están escasos de recursos. Aragón se repartió en 12 sobrecollidas, pertenenciendo Sos a la sobrecollida de Tarazona.
En dicho fogaje, en el que un notario daba fe de los fuegos existentes e incidencias que ocurrieran, aparece Sos con 124 fuegos, siendo el vicario Mossen Pedro de Sada; jurados: Pere Alonso, Loçano Martínez menor, Martín Dampiedes, Martín Duoriel, Johan Ezquerra y Alonso Spanyol; figurando como testigos Maestre Enyego Villanueva, Mege, y Pedro García, todos ellos vecinos de la villa.

Fuegos de la Villa de Sos según el fogaje de 1495[1]

Mossen Pedro de Sada, vicario.
Miguel Spierto.
Gil Lopez.
Sancho Despierto.
Spanyol, menor.
Sancho de Sos, pobre.
Spanyol, mayor.
Per Loçano.
Gracia Dolleta, viuda.
Pero Morlans.
Pero Guerrero de Sant Martin.
Martin Royz.
Pero Gil, pobre.
Pero de Sos, pobre.
Martin Alegre.
Garcia Ximenez.
Johan Domínguez.
Johan Carequo.
Martin Martinez.
Johan Darbe, pobre.
Sancho Ruyz.
Johan Brun.
Garcia Martinez.
Garcia del Villar.
Domingo Remiro.
Sancho Darle.
La Viuda de Pero Bueno, pobre.
Maria Dolleta, viuda pobre.
Martin Guerrero.
La Viuda Zaguero.
Pedro de Rua.
Martin de Murillon.
Miguel de Sen.
Pedro Espatulero.
Martin Gorino.
Enyego Remiro.
Maria Don Blasco, viuda.
Johan Bueno.
Johan Remiro.
Don Loçano Martinez, justicia.
Pedro Alonso.
Martin Dampredes.
Martin Durries.
Johan Ezquerra.
Alonso Spanyol.
Miguel de Sada, menor.
Alonso Dartieda.
Miguel de Sada, menor.
Pero Ferrer.
Sancho Baquero.
Johan Trestalz.
Sancho Moreno.
Miguel Dexaurriere.
Johan de Liedana.
Garcia Desparça, pobre.
Johan Nicholau, pobre.
Jeronimo Dolleta.
Diego Monterde.
Thomas de Sos.
Garcia Besaro, pobre.
La Viuda de Johan Durries, pobre.
La Viuda de Pedrera, pobre.
Sancho Daruex.
Miguel Perez.
Domingo de Jar, pobre.
Pedro de Traça, pobre.
Don Johan Moreno.
Lope la Cuey, pobre.
Pedro de Rua.
Johan Desparça.
La Viuda de Sancho Darbe, de por Dios (otro grado de pobreza)
Maria Dandues, viuda pobre.
Johan Enyeguez, pobre.
Martin de la Çagurrea, pobre.
Johan de Luna.
Sancho Martinez.
Johan de Sen.
Mossen Carlos.
Sancho Guerrero.
Pero Nicholau, pobre.
Pero la Casa.
Pero Miguel, hermitanyo.
Martin Guerrero.
Miguel de Rua.
Garcia Nicholau.
Sancho Guardera, pobre.
Johan Bueno.
Pero Lóppez.
Loppe de Pitilla.
Pero Sada.
Miguel de Larraz, pobre.
Johan de Morla.
Jayme Verdun.
Miguel de Rua.
Johan de Guesa.
Garcia La Pieça.
Johan de Morea.
Johan Dordunya, hermano mío.
Miguel Fanyanas.
Johan Guarderas, pobre.
Miguel Corredor.
Johan de las Fillas.
Johan Ximenez.
Don Bertholomeu.
Johan de Sos.
Martin Pintano.
Johan Dolleta.
Pero Carlos.
Pero Garcia.
Domingo Marinea, pobre.
Sancho Lorbes.
Martin Darbe.
Johan Ruyz, pobre.
Miguel Despatulero.
Sancho Desparça.
Pero Guerrero.
Domingo de Sos.
Miguel de Ferrero.
Pedro de Sigues.
Johan Carlos.
Gil Garcia.
Sancho la Pieça.
La Viuda de Miguel Loçano, pobre.
Johan Spatulero.





[1] Transcripción ortográfica literal.







BIBLIOGRAFIA



-Serrano Montalvo, Antonio. La población de Aragón según el fogaje de 1495. Vol. II. I.F.C. Zaragoza, 1977.

domingo, 16 de octubre de 2022

LA BANDERA DE SOS DEL REY CATOLICO EN LA BASILICA DEL PILAR DE ZARAGOZA

 

Bandera de Sos del Rey Católico junto a la de Madrigal
de las Altas Torres en la Basílica del Pilar (Zaragoza)

              Todos conocemos las numerosas banderas que se encuentran en la Basílica del Pilar, frente a la Santa Capilla de la Virgen y en los muros del Coreto, aunque existen más, ubicadas en la “Sala de banderas”, ubicada encima del Museo Pilarista.

            Son banderas que se fueron ofreciendo a la Virgen del Pilar en distintas épocas y por diversos motivos desde principios del siglo XIX, pero las más numerosas y llamativas por su variedad cromática son las de los países latinoamericanos que, agrupadas en bloques de cinco, adornan todos los muros existentes frente a la Santa Capilla: Ecuador, Argentina, Venezuela, Colombia, Panamá, Cuba, Paraguay, Chile, Uruguay, Republica Dominicana, Haití, Costa Rica, México, Perú, El Salvador, Bolivia, Guatemala, Nicaragua, Honduras, Puerto Rico, Brasil. También aparece la única bandera del continente asiático: Filipinas; y otra única europea, además de la española, la de Portugal. También la de Estados Unidos y últimamente, concretamente desde el 28 de septiembre de este año, la de Canadá.

            Y si miramos y nos fijamos bien, encontraremos otras dos banderas que no pertenecen a ningún país, sino a dos municipios españoles que nos resultan muy familiares. Madrigal de las Altas Torres y Sos del Rey Católico, incorporadas a mediados del siglo pasado y compartiendo espacio junto a las latinoamericanas.

            Ambas banderas representan los lugares de nacimiento de Isabel y Fernando, los Reyes Católicos, artífices de la unidad de España.

            Porque fueron los Reyes Católicos, aunque más bien fue la reina Isabel, quien tuvo la visión de la Hispanidad, concepto que hoy entendemos como carácter genérico de todos los pueblos de habla y cultura hispánica que recibieron la lengua, costumbres, religión y sangre por herencia española, pueblos que quedan todos ellos representados por las banderas de sus respectivos países en la Basílica de la Virgen del Pilar, patrona de Zaragoza, cuya festividad, el 12 de octubre, coincide con el día de la Hispanidad.

          El 29 de noviembre de 1908 el arzobispo de Zaragoza, Juan Soldevila, en el acto de ofrenda de las banderas, así lo expuso: “…estas banderas traen entre sus pliegues los sentimientos delicadísimos de amor y filial recuerdo que aquellas Repúblicas del Sur de América guardan hacia España, que les dio la lengua, las creencias cristianas...”

           

 

 



 

BIBLIOGRAFÍA

PASAMAR LÁZARO, JOSÉ ENRIQUE; BLANCO LALINDE, LEONARDO. “Las banderas del Pilar”. Emblemata. Revista aragonesa de emblemática, nº 11, pp.429-434. I.F.C. Zaragoza, 2005.

MARTÍNEZ FALERO, JESÚS. “La Hispanidad y la Reina Isabel la Católica”. Anales de la Real Academia de Doctores de España, vol. 8, pp. 25-39. Madrid, 2004.

 

 


domingo, 25 de septiembre de 2022

LA BODA DE ISABEL Y FERNANDO. LOS PROLEGÓMENOS (II)

 

FERNANDO E ISABEL. LOS REYES CATÓLICOS

             El viaje del príncipe Fernando hasta Valladolid para encontrarse con Isabel no iba a resultar sencillo.(ver)

            Enrique IV, y su principal consejero, Juan Pacheco, no estaba dispuesto a que Isabel llevara a buen término sus planes, y es por eso que llenó la frontera de Castilla con Aragón de tropas y espías para interceptar a Fernando por si fuese a encontrarse con Isabel, por lo que los partidarios de la boda tuvieron que ingeniárselas muy bien para ocultar al príncipe y no levantar sospecha alguna.

            El 5 de octubre, el Príncipe Fernando, disfrazado de arriero, acompañado de sólo seis personas más, salió de Zaragoza. Alonso de Palencia narra así el viaje desde Zaragoza hacia tierras castellanas: “…dispúsose la marcha de modo que aquél (el Príncipe), acompañado de sus criados y con el más profundo sigilo, se encaminaron hacia Castilla, fingiendo antes que acudía al llamamiento de su padre, para prestar oportuno socorro a sus aliados y a las guarniciones, temerosas del poder de los enemigos.[…] A los nueve días de nuestra primera visita al Príncipe, salimos con Pedro Vaca en dirección a Calatayud, cuyo camino debíamos seguir, el enviado del Almirante don Fadrique, Tristán de Villarruel, hombre íntegro y conocedor del secreto, y yo; al paso que Gutierre de Cárdenas debía torcer su marcha desde aquella ciudad hacia Verdejo, lugar fronterizo de Castilla y confinante con Gomara, donde por secreto acuerdo se aguardaba al Príncipe Don Fernando, procedente de Zaragoza.”

            Así pues, desde Calatayud, Gutierre fue a Verdejo a esperar la llegada del Príncipe, mientras los demás se dirigieron al Burgo de Osma por Ariza y Monteagudo.

            Reunidos en Verdejo el Príncipe y Gutierre, salieron hasta una pequeña aldea entre Gomara y El Burgo de Osma, donde pararon a descansar, y para no levantar sospecha alguna “y según previo acuerdo, el Príncipe, fingiéndose criado de mercaderes, estuvo cuidando a las mulas y sirviendo la cena”.

            Cuando Fernando y su escolta llegaron el día 7 por la noche al Burgo de Osma, población casi fronteriza entre Castilla y Aragón, llamaron a las puertas del castillo y los del interior, confundiéndolos por bandidos, les arrojaron una lluvia de piedras que alcanzaron la oreja de Fernando. Al parecer, llegaron un día antes de lo previsto y Palencia no había advertido a los centinelas de ronda de su llegada. Con el jaleo que se armó, Palencia se despertó y reprendió a los guardias, diciéndoles que dejaran pasar a los recién llegados, pues eran gente de bien. El Príncipe Fernando, al oir la voz de Palencia, le dijo: “¿Os sería posible, querido Alfonso, acogernos en la villa?, porque si bien en nada estimo mi cansancio, impórtame mucho la vida de los que me acompañan, y los veo rendidos de frío y de sueño…

            Con su disfraz de arriero y sorteando la vigilancia del rey, el Príncipe Fernando llegó a Dueñas el día 9, siendo recibido con grandes muestras de cariño.

            El día 14 por la noche se encaminó a Valladolid, con tan sólo tres servidores, a las casas de Juan de Vivero para visitar a la Princesa Isabel, donde se conocieron personalmente y hablaron, siempre en presencia del Prelado, durante unas dos horas y, a media noche, regresar a Dueñas.

       Cuatro días después, el 18, en Valladolid, el Arzobispo de Toledo los desposó, en presencia del Almirante don Fadrique, abuelo de don Fernando y de otros nobles allí presentes, previa lectura de la bula apostólica del Pontífice Pío II (ver). Al día siguiente se completó la ceremonia religiosa y se hizo nueva publicación de la dispensa pontificia y de las capitulaciones matrimoniales otorgadas por don Fernando y ratificadas por su padre, don Juan II de Aragón, quedando ultimado el matrimonio.

            La noticia de este matrimonio supuso un duro golpe para la Corte de don Enrique, que vio frustrados los deseos de Villena y del Rey.

 

 

 

BIBLIOGRAFIA

 

-PALENCIA, ALONSO DE. Crónica de Enrique IV. Traducida por P.A. Paz y Melia. Lit. “Revista de Archivos”. Madrid, 1904.

-PULGAR, HERNANDO DEL. Crónica de los Señores Reyes Católicos Don Fernando y Doña Isabel de Castilla y de Aragón. Imp. Benito Monfort. Valencia, 1780.

-SILIO CORTÉS, CÉSAR. Isabel La Católica, fundadora de España. Grandes biografías. Espasa-Calpe S.A. Madrid, 1967.

 

               

domingo, 21 de agosto de 2022

CORRALES


Independientemente de las pardinas, hay que considerar también los corrales o fincas dispersas por toda la comarca de Sos en los que en los días señalados, épocas y meses que lo requerían, se hacía la vida normal igual que en el municipio de residencia el resto de la temporada. Eran unas construcciones totalmente aisladas del resto, junto a sus campos de cultivo, donde se guardaban todos los materiales y efectos destinados para la realización de las labores agrícolas y ganaderas.
Ruinas del corral del Zoco


Corral de La Mora

El término de Sos está “sembrado” de estos corrales. La mayoría de ellos ya desparecidos, otros semiderruídos y abandonados, pero algunos continúan en pie en su afán de no perder la tradición agrícola y ganadera de la zona. Todos ellos contribuyeron en su día, y contribuyen, los que aún perduran, al sostenimiento económico de la comarca, por ello merecen este nostálgico recuerdo, como testimonio de lo que fue en su momento el máximo esplendor de la actividad agrícola-ganadera de Sos.

CORRALES DE SOS


Barraca de la Pancha

Barraca del Zapatero

Barraca el Pancho

Barraca Lacuey

Barrera Los Frailes

Casa Cirilo

Casa de Añués

Casa de Cenera

Casa de las Monjas

Casa de Mínguez

Casa de Roita

Casa de Sabino

Casa de Santiago

Casa de Velilla

Casa del Boticario

Casa del Medio

Casa Donato

Casa Vieja

Casa Zoco

Casas de Oyarda

Casas de Valtriguera

Caserío Macarro

Corral Alto

Corral de Antonio Jorge

Corral de Atalanes

Corral de Balana

Corral de Cándido o Los Nueve Pilares

Corral de Carreo

Corral de Casado

Corral de Ceñito

Corral de Contín

Corral de Cordero

Corral de Culo Pandero

Corral de Custodio

Corral de Don Miguel

Corral de Doña Clara

Corral de Eloy

Corral de Espatolero

Corral de Falcón

Corral de Galbarra

Corral de Garrero

Corral de Gayarre

Corral de Ibarra

Corral de Isabelico

Corral de José

Corral de Juanito

Corral de la Collada

Corral de la Corona

Corral de la Gobernadora

Corral de La Mora

Corral de la Roya

Corral de Lacuey

Corral de Lafita

Corral de Las Losas

Corral de Las Navas

Corral de Legarre

Corral de López

Corral de los Artos

Corral de los Curas

Corral de Macarro

Corral de María Mola

Corral de Mechoz

Corral de Miguelena

Corral de Milagros Olleta

Corral de Mínguez

Corral de Momonjuan

Corral de Morchón

Corral de Navarro

Corral de Orduna

Corral de Panchaza

Corral de Pancho Bruno

Corral de Pejón

Corral de Pejón(otro)

Corral de Pichi

Corral de Raboso

Corral de Restojo

Corral de Rinaldo

Corral de Salvo

Corral de Sánchez

Corral de Santico

Corral de Sixto

Corral de Soteras

Corral de Tamborín o de Las Monjas

Corral de Trisica

Corral de Villagala

Corral de Virigay

Corral de Zagurria

Corral de Zoco

Corral del Administrador

Corral del Aguas

Corral del Cazuelo

Corral del Chato

Corral del Curandero

Corral del Echador

Corral del Esquilador

Corral del Goyo

Corral del Salado

Corral del Santo

Corral del Sasillo

Corral del Zagal

Corral del Zaragozano

Corral el Corralico

Corral Grande

Corral Panchaza

Corraletes

Granero de Marco

Granja de Marco

La Casilla

Casas de Mora

Venta de Zapato

Venta del Majo

Venta Los Mudos


Corral en Ceñito (Sos del Rey Católico)
                                                                     



BIBLIOGRAFIA    
                                    
                    
-CORTÉS VALENCIANO. Toponimia de Sos del Rey Católico. Cuadernos de Aragón, 58. I.F.C. Zaragoza, 2015.
-Mapa cartográfico de Sos del Rey Católico.Año 1928. Gobierno de Aragón.
-Mapa geológico de España. E. 1:50.000. Hoja nº 207, división: 26.10 (Sos del Rey Católico)I.G.M.E., Ideal. Madrid, 1977.
- Toponimia de Sos del Rey Católico. Gobierno de Aragón.