¿Dónde se
encuentran enterrados los primeros reyes pamploneses Sancho Garcés I y su hijo
García Sánchez I?
El Códice de Roda
es un manuscrito escrito en latín a finales del siglo X con importantes textos
referentes a la historia de los reinos de Asturias, Pamplona y el condado de
Aragón, por lo que, dada su proximidad en el tiempo con los acontecimientos que
nos ocupan, merecen una total y absoluta credibilidad. En dicho Códice, que
comprende el códice Albendense o Vigiliano que en el año 976 finalizó el
escriba Vigila, puede leerse, en referencia
al rey Sancho Garcés I: “Necnon cum castris omne territorium Aragonense
capit….Sepultus est in Sancti Stefani pórtico.
Regnat cum Christo in polo” (Y se apoderó de todas las fortalezas del
territorio Aragonés…fue sepultado en el pórtico de San Esteban, y reina con
Cristo en el cielo)
Conviene recordar que en el siglo X era habitual que a los monarcas se les inhumara en los pórticos de las iglesias. La normativa vigente prohibía que se enterrase dentro de los templos; a partir del siglo XII se permitiría el enterramiento en el interior de los mismos. Por eso el códice Albendense (siglo X) señala que Sancho Garcés está sepultado en el pórtico. Pues bien, en la primitiva iglesia de Sos, la iglesia baja, hoy cripta, puesto que la iglesia superior es de posterior construcción, y justo delante del pórtico, bajo su bóveda, en el suelo, y perfectamente centrada, se halla una sepultura claramente visible. Al menos aquí tenemos un indicio. Alguien está enterrado en el pórtico, lugar reservado en el siglo X para sepultar a los monarcas, pero ¿a quién pertenece este enterramiento?
En la jamba
derecha del ábside mayor de la cripta de San Esteban se encuentran unas marcas
que Taboada identifica con un plano de la primitiva iglesia de Sos que señala
el lugar de enterramiento de una persona. La inscripción está formada por dos
semicírculos continuos, uno de ellos de mayor diámetro que el otro,
representando los dos ábsides, central y derecho, que en un principio tuvo la
primitiva iglesia, ya que el ábside izquierdo es de factura posterior. Ambos semicírculos
están unidos por una línea recta “dejándonos claro que el templo original tenía
esos dos ábsides y cuya anchura era exactamente esa, la que en actualidad
ocupan el ábside mayor y el derecho”. La marca continúa “describirndo la planta
del templo con sus muros laterales y el que los separa por el centro”. A
continuación otra marca recta “ejemplarizando el muro oeste como fin del
templo, tras la que continua una pequeña línea que representa la anchura del
túnel o claustro”[4]. Hay que tener en cuenta que el primer templo también tuvo que solventar la diferencia de altura que actualmente presenta la iglesia.
El perímetro de la sepultura puede apreciarse a simple vista, pero las piedras que la cubren
actualmente nada tienen que ver con la losa original, pues tras la restauración
de la iglesia el pasado siglo ésta fue retirada. Según Taboada, el párroco de
San Esteban le comentó que antes de la reforma la tumba estaba sellada con una
losa donde había dibujado un ilustre personaje y un texto, pero que debido al lógico
deterioro por el paso del tiempo y al desgaste sufrido al estar en una zona de
continuo paso peatonal, resultaban tanto irreconocible el dibujo como ilegible
el texto. Igualmente, el párroco comenta que durante la reforma del templo se
retiraron del lugar varios sarcófagos infantiles datados , con total seguridad, entre el siglo VI y X
como muy tarde, y un buen número de restos óseos de diferentes tamaños.
Pero entonces ¿qué hacen sarcófagos anteriores al siglo X en una iglesia que la historiografía oficial data en el siglo XII?
Documentalmente sabemos que ambos monarcas
fueron sepultados en la misma iglesia, en San Esteban, pero geográficamente, a
día de hoy, no se conoce fidedignamente el lugar de su descanso eterno; sobre
el lugar de enterramiento todo son opiniones, teorías, hipótesis, imprecisiones
e interpretaciones, aunque puede que
haya alguna opinión que tome más fuerza que otras.
A continuación se
exponen los datos que disponemos y las interpretaciones de los estudiosos del tema. Después, será el lector quien saque sus propias conclusiones.
Pero vayamos por partes.
La historiografía
moderna
Tradicionalmente
la historiografía oficial reconoce que ambos monarcas fueron sepultados en la localidad
navarra de Villamayor de Monjardín, pero resulta que no existen pruebas
documentales determinantes ni restos arqueológicos de ninguna clase que
certifiquen esta afirmación. Al mismo tiempo, diversos profesores,
historiadores e investigadores, tras examinar y estudiar la documentación que
ha llegado hasta nuestros días, tampoco se ponen de acuerdo, pues hay quien
afirma que sus restos se sepultaron en otra localidad distinta, o incluso en un municipio que no se conoce exactamente su situación y del que actualmente no queda resto alguno.
Por otra parte,
en Leyre existe un mausoleo con un arcón lleno de un amasijo de huesos
encontrados en el monasterio y procedentes de nichos de las paredes de la
iglesia, de sepulturas bajo el suelo y de otros lugares del cenobio, recogidos tras
el abandono del monasterio por la desamortización de Mendizábal. Dichos restos permanecieron
en la iglesia parroquial de Yesa desde
1863 hasta 1875, año en el fueron
trasladados de nuevo a Leyre. Cuando en 1891 se acometieron en el monasterio las
nuevas obras de restauración, nuevamente los restos fueron depositados en Yesa para en 1915 trasladarlos definitivamente a
Leyre.
En el mencionado
arcón dicen estar los restos de los monarcas pamploneses Sancho Garcés, Ximeno
Iñiguez, Iñigo Arista, García II Iñiguez, Fortuño Garcés, Sancho Garcés I, Sancho García II Abarca, García Sánchez III, Ramiro
XIII, García Sánchez IV dos príncipes y siete reinas; ….casi ná. De Sancho Garcés "se dice" que sus restos fueron trasladados desde la localidad navarra de Villamayor de Monjardín, pero no existe documento alguno que certifique este traslado, y tampoco existe la certeza ni acreditación fiable que justifique que su osamenta se encuentre en el citado arcón.
Un poco de
documentación
Códice de Roda |
Y a continuación, sobre su hijo García Sánchez I, dice: “ Item filius eius Garsea rex regnavit ans
XL. Benignus fuit et occisiones multas
egit contra sarrazenos,…Tumulatus est in castro Sancti Stefani” (Su hijo García reinó cuarenta años. Fue bueno
y ganó en muchas ocasiones a los sarracenos. Sepultado está en el castillo de
San Esteban)
Está muy claro:
Ambos monarcas están sepultados en la iglesia de San Esteban, concretando además
que la sepultura de Sancho Garcés I se
encuentra en el pórtico de dicha iglesia. Lo que no nombran los textos es la localidad
donde se ubica la iglesia de San Esteban, y es aquí donde surgen las dudas y
las discrepancias.
Villamayor de
Monjardín
Sobre un altozano
de la localidad navarra de Villamayor de Monjardín (el nombre primitivo era
Deyo), cerca de Estella, se alzan los restos de su castillo, el castillo de
Deyo, que más tarde se conocerá como castillo de Monjardín; y al construirse
una ermita dedicada a San Esteban se llamó San Esteban de Deyo. La fortificación
data del siglo X y fue el monarca navarro Sancho Garcés I quien conquistó este
castillo a la familia musulmana Banu Qasi en el 909, punto estratégico para
abrir el paso hacia el valle del Ebro.
En el año 1600 el
historiador Lope de Guillart exploró la ya abandonada fortaleza de Monjardín
(Deyo) y encontró una piedra con la efigie de un soberano con corona y la
inscripción “dextruxit barbaros” (destructor de bárbaros) y en la cripta de la
iglesia varias lápidas de alabastro con inscripciones elogiando al rey Sancho
Garcés y sus victorias.
Tiempo después,
el Padre Moret identificó el castillo del Códice de Roda (Sancti Stefani) con la actual
fortificación de Monjardín.
Moret encontró las piedras que localizara
Guillart unos años antes, y justificó la identificación de San Esteban con Deyo
señalando que en su iglesia “se conserva una piedra de mármol bruto, que sirve
de ara en el altar enfrente de la puerta, que parece fue epitafio que se le
puso”. Y en referencia a este epitafio comenta: “…pero por estar quebrada (la
piedra), y falta de un trozo, y con la letra gastadísima por el tiempo, sólo
pudimos sacar, que se ponía a Rey con el título de Pamplona y Deyo…, el nombre
del Rey, año y día de su muerte o faltan en lo quebrado, o se esconden en lo
gastado de la letra[1]”.
O sea, que no nos saca de ninguna duda, no hay nada que demuestre que esta
piedra sea una lápida funeraria, máxime cuando el propio Moret dice, hablando
de Sancho Garcés: “ por la cual le celebra mucho la piedra del castillo de San
Esteban que parece memoria funeral suya, diciendo que todas sus victorias las
atribuía con ánimo religioso a Dios, y las reconocía dadas por su mano”; es
decir, que la piedra no parece ser una lápida funeraria, sino que se hizo en
memoria de Sancho Garcés I, reconociendo ganar las batallas por la Gracia de
Dios. No hay que olvidar que fue este monarca quien conquistó este castillo en
el año 909, por lo que no resultaría nada extraño que alguien epigrafiara una
piedra en su honor y memoria por esta y
otras muchas conquistas realizadas. Además no ubica la piedra en el pórtico de
la iglesia, sino en el altar.
Jose Mª Lacarra, en una nota de sus "textos del Códice de Roda" sobre el castillo de San Esteban,
y haciendo referencia al Padre Moret, aclara que Moret se refiere al castillo de San Esteban de
Deyo, hoy llamado Monjardín, a 8 km de Estella, y que del sepulcro de Sancho
Garcés se conservaba en el siglo VIII el laude sepulcral, aunque mutilado, y
que el sepulcro parece ser que estaba frente a la puerta de la capilla, bajo un
arco de herradura, que fue desecho y convertido en arco de medio punto[2].
Ninguna mención al pórtico.
Y así ha quedado
en la tradición popular hasta nuestros días. Tenemos constancia que se han
realizado excavaciones arqueológicas en el lugar y a fecha de hoy no ha
aparecido ningún resto que confirme la existencia de la real sepultura, y menos
de la de su hijo. Hay cronistas que dicen que los restos de los monarcas fueron
trasladados a Pamplona o a Leyre, pero tampoco existen documentos que acrediten
el traslado de los restos a otro lugar, por lo que en Villamayor de Monjardín y
en la historiografía de España se sigue pensando que los restos de los monarcas fueron allí enterrados…, en algún lugar.
Pero hay un
detalle que no encaja muy bien en todo esto. Se trata de la ermita de San
Esteban, construida con posterioridad al castillo, demasiado posterior para
encajar en las fechas que nos movemos, pues sus restos desvelan que es una
construcción, como muy temprana,del siglo XII.
Resa de Navarra
Por si fuera
poco, y para sembrar más dudas, el historiador aragonés Antonio Ubieto considera que la ubicación que
hace el Pade Moret de San Esteban no es
la correcta. Ubieto comenta que “la suposición de que Sancho Garcés I y García
Sánchez I fueron enterrados en San Esteban de Monjardín (Deyo) está basada en
la creencia de que solo existió un
“castrum Sancti Stephani[3]”
Al parecer, Moret no tenía conocimiento de una segunda fortaleza de San Esteban, por eso centró su localización en el único San Esteban conocido, Monjardín o Deyo.
Es cierto, y hay
documentación del 928, que existía otra fortaleza de San Esteban además de la de Deyo, situada más al sur,
llamada Resa. Además los tenentes de ambos castillos nos lo confirman, pues
entre los años 1061 y 1066 Sancho Fortuñones era el alcaide del castillo de San
Esteban de Deyo y en las mismas fechas Iñigo Sánchez lo era de San Esteban, sin
más.
Resa, la localidad a la que hace referencia Ubieto, fue una ciudad que no se sabe cuándo se fundó pero hay constancia que ya existía durante la dominación musulmana; a finales del siglo XIV se abandonó y actualmente no queda ningún vestigio físico y no se sabe el lugar exacto de su ubicación, pero según los textos que se conservan estuvo, al parecer, entre las localidades navarras de Sartaguda y San Adrián, frente a Murillo de Calahorra (La Rioja), a orillas del Ebro.
Resa, la localidad a la que hace referencia Ubieto, fue una ciudad que no se sabe cuándo se fundó pero hay constancia que ya existía durante la dominación musulmana; a finales del siglo XIV se abandonó y actualmente no queda ningún vestigio físico y no se sabe el lugar exacto de su ubicación, pero según los textos que se conservan estuvo, al parecer, entre las localidades navarras de Sartaguda y San Adrián, frente a Murillo de Calahorra (La Rioja), a orillas del Ebro.
El castrum de
Sancti Stefani de Resa, al igual que el de Deyo, fue conquistado por Sancho Garcés I
entre 907 y 908 a la familia muladí de los Banu Qasi de Tudela. El monarca
murió en el 925 en los alrededores de Resa tras un accidente con su caballo al caer en
una sima. Este suceso y el hecho que a partir de entonces su hijo García, su
madre Toda, y sus descendientes Sancho Garcés II, García Sánchez II, con sus
familiares, obispos y otros testigos celebrasen todos los años el aniversario
de la muerte de Sancho en la iglesia de San Esteban de Resa, son las razones
que impulsó a Ubieto a sostener con firmeza que el monarca estaba allí
enterrado: “Al documentarse la existencia de dos lugares distintos con el mismo
nombre podemos sospechar firmemente que el monarca no fue enterrado en Deyo,
sino en Resa”
Pero sobre su
sepultura nada de nada. Los documentos nos hablan de las reuniones familiares
para celebrar las misas-aniversario en San Esteban de Resa por el alma del rey
Sancho, pero ni una sola mención sobre su tumba. Además, en este caso no puede
comprobarse nada sobre el terreno porque, como ya se ha dicho, no queda resto
alguno de Resa, ni tan siquiera conocemos su ubicación exacta.
Hay quien apunta
que la decisión de los reyes sucesores y familiares de Sancho Garcés de
celebrar el aniversario de su muerte en el mismo lugar donde murió simplemente
obedece al hecho de acercarse más a su alma, de honrar su memoria y recordarlo
en el mismo lugar del accidente, en vez de hacerlo en una iglesia más alejada del emplazamiento de su muerte, como un acto parecido a la costumbre de dejar un ramo de
flores y rezar una oración en la curva de la carretera donde un desgraciado
accidente se llevó a un ser querido.
Hasta ahora nada
sobre sepulturas en el pórtico de la iglesia, ni en Deyo ni en Resa.
Sos del Rey Católico
Resulta curioso
que ninguno de los investigadores e historiadores citados hasta ahora no hayan
hecho mención alguna a la villa de Sos; luego veremos el motivo. Porque aquí,
como todos sabemos, existió otro castrum Sancti Stefani, y en la época en la
que nos estamos moviendo Sos se encontraba bajo la órbita navarra, con una hermosa
iglesia y donde la familia de Sancho Garcés tuvo un gran arraigo, como más
adelante veremos. Es decir, que no son dos, sino tres San Esteban los
candidatos a albergar los restos de los primeros reyes navarros, y aunque bien
es cierto que en algunas ocasiones Sancti Stefani aparece en los documentos
acompañado del nombre de la ciudad o villa, no es menos cierto que en la mayoría
de las ocasiones figura sólo como San Esteban, sin más, por lo que en muchos
casos resulta muy difícil la identificación exacta del lugar al que hacen
referencia los documentos, confundiendo a los historiadores y dando pie a
diversas y variadas especulaciones e interpretaciones, como hemos visto hasta ahora.
Pero aquí, en
Sos, nos encontramos con algo que hasta ahora no hemos descubierto ni en Deyo
ni en Resa.
Portada de la cripta de San Esteban. |
Conviene recordar que en el siglo X era habitual que a los monarcas se les inhumara en los pórticos de las iglesias. La normativa vigente prohibía que se enterrase dentro de los templos; a partir del siglo XII se permitiría el enterramiento en el interior de los mismos. Por eso el códice Albendense (siglo X) señala que Sancho Garcés está sepultado en el pórtico. Pues bien, en la primitiva iglesia de Sos, la iglesia baja, hoy cripta, puesto que la iglesia superior es de posterior construcción, y justo delante del pórtico, bajo su bóveda, en el suelo, y perfectamente centrada, se halla una sepultura claramente visible. Al menos aquí tenemos un indicio. Alguien está enterrado en el pórtico, lugar reservado en el siglo X para sepultar a los monarcas, pero ¿a quién pertenece este enterramiento?
Veamos la
relación que tenían con Sos los monarcas navarros de la dinastía Jimena.
La dinastía
navarra Iñigo-Arista terminó con Fortún Garcés, quien abdicó y se retiró al
monasterio de Leyre, siendo sustituida por la dinastía Jimena, que comenzó con
Sancho Garcés I de Pamplona (905-925)y continuó con su hijo García Sánchez
I(925-970), desarrollando ambos una gran labor de repoblación en los nuevos
territorios conquistados.
A la muerte de
Sancho Garcés en el 925, su hijo García, menor de edad, fue tutelado por su tío
Jimeno Garcés, hermano del monarca y esposo de una hermana de Toda, la reina
viuda, hasta que en el 934 fue declarado mayor de edad.
Recordemos que en
estos tiempos Sos estaba bajo la órbita de Pamplona y fue Sancho Garcés I quien
restauró Sos tras haberse despoblado la zona por ser escenario de frecuentes
conflictos armados, siendo alcalde de la villa. Su hijo García Sánchez inició
el sistema de la línea defensiva de castillos en la llamada frontera de los
Arbas, y el hijo de éste, Sancho Garcés II Abarca ordenó en el año 970 la
construcción de un fuerte-castillo en Sos en su afán de consolidar esta
defensiva frontera. En el 975 Sos era residencia real al albergar a otro hijo
de García Sánchez I, el rey Ramiro Garcés de Viguera, hermano, por tanto, de
Sancho Garcés II Abarca.El hijo de Sancho Garcés II,García Sánchez II, a
finales del siglo X heredó el reino de Pamplona y el condado de Aragón, y con
su hijo y sucesor Sancho III serán los encargados de levantar y organizar los
territorios que habían sido asolados tras los enfrentamientos con Almanzor. El
hijo de Sancho III, Ramiro I, será quien en 1035 incorpore Sos a Aragón, que
hasta entonces había estado bajo la órbita de Pamplona, pero en su infancia,
siendo régulo, su padre Sancho III nombró como ayo y consejero del mismo a
Jimeno Garcés, hombre de total confianza del monarca, pues fue, además, el
tenente del castillo de Sos entre 1014 y 1030, donde también poseía una casa y
tierras. Al morir Ramiro I le sucede su primogénito Sancho Ramírez, quien tras
nombrar Jaca como capital del reino pone como primer obispo de Jaca a su
hermano García, quien pidió ser enterrado en San Esteban de Sos por ser éste el
lugar de enterramiento de su familia. Una inscripción en el interior de la cripta nos indica la
sepultura de un presbítero llamado García, posiblemente correspondiente a
García Garcés, el presbítero que, según el Cartoral de Sos (1059-1120), edificó
la iglesia, y probablemente con algún lazo familiar con el obispo. Otra
inscrpción junto a una cruz de enterramiento en el túnel o claustro nos desvela
el lugar de sepultura de la reina Estefanía de Navarra, esposa de García
Sanchez III de Navarra y madre del rey Sancho, el de Peñalén. La reina
Estefanía fue una de las mayores patrocinadoras de la construcción de la
iglesia de San Esteban, y es por este motivo que tanto ella como el obispo
infante García, hermano de Sancho Ramírez, se ganaron el reconocimiento del artista
de la iglesia inmortalizándolos en sendas estatuas-columna del pórtico.
Todo este
recordatorio histórico expresa la
estrecha relación que los monarcas pamploneses y aragoneses de la dinastía Jimena
y sus parientes tenían con Sos, llegando algunos incluso a fijar su residencia
en la villa, poseer tierras, casas, o a pedir expresamente ser enterrados allí, donde tanto rezaron, junto a los suyos. Entonces ¿Podría ser que la tumba del pórtico de la cripta sea la
de Sancho Garcés I, el primer rey pamplonés? Lamentablemente no existen documentos que lo acrediten, pero para el investigador sangüesino
Rogelio Taboada no hay ninguna duda. Además de todo lo expuesto con anterioridad, Taboada lo confirma
con un sorprendente descubrimiento.
La cosa se pone
interesante ¿verdad?
Este
historiador-investigador es cantero de profesión, descendiente de una familia
de canteros, por lo que no hay que negarle sus amplios conocimientos en todo
aquello que esté relacionado con las piedras, incluidas las inscripciones y
marcas de cantero que los artífices constructores de la Edad Media dejaban en
sus construcciones. Marcas de cantero con diversos significados, entre los que
se encuentran incluso planos de determinadas secciones del edificio en
construcción que indicaban el lugar exacto donde tenía que ir determinada
piedra, o planos-mapa señalando el lugar de enterramiento de cierta persona.
Inscripción en el ábside de la cripta |
Y siguiendo con
la inscripción, aquí, en este claustro, aparece una marca en forma de omega
representando la bóveda del pórtico, en cuyo interior aparece la letra “S”. Es
decir, que en este lugar, bajo la bóveda del pórtico, se encuentra sepultado
alguien cuya inicial es la letra “S”, y al ser este el lugar reservado para
sepulturas reales………Sí….¿Sancho?
Sepultura en el pórtico de la cripta |
Pero entonces ¿qué hacen sarcófagos anteriores al siglo X en una iglesia que la historiografía oficial data en el siglo XII?
El doctor medievalista Ángel San Vicente aún retrotrae un siglo la construcción de la cripta, argumentando ciertos indicios que permiten aceptar la datación de la misma en la segunda mitad del siglo XI, como la alusión a la reina Estefanía o la presencia en Sos del Maestro Esteban, ambos coetáneos del siglo XI o las similitudes en Sos con algunos elementos y soluciones arquitectónicas usadas en Loarre o Leyre, levantadas ambas construcciones también en el siglo XI, si bien del monasterio de Leyre encontramos noticias documentadas ya en el siglo IX.
Y aquí encontramos la respuesta por la que los historiadores y estudiosos antes mencionados no han tenido en cuenta San Esteban de Sos a la hora de identificar el Sancti Stefani del códice de Roda. Al considerarse oficial y popularmente la datación de la cripta de Sos de mediados del siglo XI ó XII no es posible que fueran enterrados allí unos monarcas fallecidos en el siglo X.
Pero Taboada apunta más lejos que San Vicente y nos indica e insinúa, y no está muy equivocado, que la cripta de Santa María del Perdón, la primera iglesia "oficial" de Sos, podría albergar a su vez, bajo su suelo, una cripta, o estar edificada sobre una iglesia anterior, probablemente visigoda, como muy tardía, y razones no le faltan a tenor de los descubrimientos realizados y del estudio de las pruebas visibles en la edificación(recordar los sarcófagos infantiles datados entre los siglos VI y X, o la pila bautismal de origen árabe, del siglo VIII, que se ubica actualmente en la iglesia superior), en el subsuelo y el entorno de la cripta; pero de esto nos ocuparemos en otra ocasión.
Y aquí encontramos la respuesta por la que los historiadores y estudiosos antes mencionados no han tenido en cuenta San Esteban de Sos a la hora de identificar el Sancti Stefani del códice de Roda. Al considerarse oficial y popularmente la datación de la cripta de Sos de mediados del siglo XI ó XII no es posible que fueran enterrados allí unos monarcas fallecidos en el siglo X.
Pero Taboada apunta más lejos que San Vicente y nos indica e insinúa, y no está muy equivocado, que la cripta de Santa María del Perdón, la primera iglesia "oficial" de Sos, podría albergar a su vez, bajo su suelo, una cripta, o estar edificada sobre una iglesia anterior, probablemente visigoda, como muy tardía, y razones no le faltan a tenor de los descubrimientos realizados y del estudio de las pruebas visibles en la edificación(recordar los sarcófagos infantiles datados entre los siglos VI y X, o la pila bautismal de origen árabe, del siglo VIII, que se ubica actualmente en la iglesia superior), en el subsuelo y el entorno de la cripta; pero de esto nos ocuparemos en otra ocasión.
Por otro lado, sabemos que existen noticias documentadas del castrum de Sancti Stefani de Sos desde principios del siglo X, por lo tanto, no es muy descabellado pensar que bien pudiera ser que para entonces el castillo tuviera ya una iglesia o capilla, mucho antes de las dataciones que la historia oficial señala sobre la construcción de la cripta.
A tenor de todos
los datos expuestos ¿estamos pues ante un panteón de la familia García-Garcés y
la sepultura del pórtico de la cripta de Santa María del Perdón corresponde a la del primer rey pamplonés Sancho
Garcés I? ¿O seguimos aceptando la tradición popular de que está enterrado en
Deyo (Monjardín), en la ilocalizable ciudad de Resa o entre la enmarañada osamenta del
arcón de Leyre?
Sobre la sepultura de su hijo García Sanchez I hablaremos en otra ocasión.
Sobre la sepultura de su hijo García Sanchez I hablaremos en otra ocasión.
BIBLIOGRAFÍA
-LACARRA, JOSÉ Mª. “Textos navarros del
Códice de Roda”. Estudios de Edad Media
de la Corona de Aragón, vol.1, pp. 193-284. C.S.I.C. Escuela de Estudios
Medievales. Zaragoza, 1945.
-LAPEÑA, ANA ISABEL. Sancho Ramírez, rey de Aragón (¿1064-1094)
y rey de Navarra /1076-1094) Trea, Gijón, 2004.
-MORET, JOSÉ. Anales del Reino de Navarra. T.I. Casa editorial de Eusebio López.
Tolosa (Navarra), 1890
-SAN VICENTE PINO, ÁNGEL. "Iglesia de San Esteban", en VV.AA. Arte religioso en Sos del Rey Católico. I.F.C. Zaragoza, 1978.
-TABOADA PLANO, ROGELIO. Sangüesa siempre IV. 2ª ed. Ediciones
RT.2016
-UBIETO ARTETA, ANTONIO. “¿Dónde estuvo
el panteón de los primeros reyes pamploneses?” Rev, Príncipe de Viana, nº
72-73. Año nº 19.pp.267-278. Gobierno de Navarra. Pamplona, 1958
-LEYRE. Boletín de la Abadía de Leyre
nº 163. Septiembre de 2015. “Los reyes de Navarra volvieron a Leyre”, pp. 1-3.
En la web:
-http://humanidades.cchs.csic.es/ih/paginas/fmh/albeldensia.htm.
Crónica albendense
-https://sites.google.com. Resa de Navarra
Hola, en lo que referiré a la localización de Resa, parece que ya el año pasado estuvieron de Aranzadi buscando restos y encontraron un lagar así como múltiples tumbas. Este año tienen previsto pasar un georradar y seguir con las excavaciones.
ResponderEliminarMuchas gracias por tu puntualización. Buscaré información al respecto y estaré pendiente de los nuevos hallazgos e investigaciones sobre el lugar.
EliminarResa...Roita?
ResponderEliminarCastillo cercano a Sos, con varias tumbas antropomorfas.
Pertenece a las Petillas que nunca fueron abandonadas por los reyes de Pamplona.
Hoy son territorio navarro.