Uno de los pseudogentilicios
con el que se conoce a los vecinos de Luna es el de albardero.
Albarda |
Un
albardero es la persona que fabrica, repara o vende albardas, guarnición que se
ponía a las caballerías consistente en una “almohada” de cuero o tela basta
rellena de paja o lana sobre la que se ponían los serones, espuertas, escalas,
y otros arreos y complementos para poder cargar los animales con más facilidad.
Las albardas se adaptaban a los dos lados de los lomos del animal y se
sujetaban al vientre con una cincha
dejando un hueco para que la carga no lo lastimase.
Si
el mote de albarderos de los habitantes de Luna procediera de la abundancia de
vecinos dedicados a la fabricación o venta de estos aparejos para las
caballerías no tendría el significado despectivo con el que los habitantes de los pueblos cercanos suelen reirse de los demás pueblos vecinos.
Por
eso, el significado peyorativo de albardero
con el que se conoce a los habitantes de Luna hay que buscarlo en el
diccionario aragonés de las comarcas de la Alta Zaragoza, que define “albardero”
como la “persona que gusta de llevar
adornos”, “excesivamente adornado o
lleno de complementos, joyas y adornos”, haciendo un símil a la guarnición,
adornos, pertrechos y conjunto de correajes que se agregan a las albardas de las caballerías
para transportar la carga o tirar de un carruaje.
También
se les llama albarderos a los habitantes del pueblo de Millana (Guadalajara),
aunque el motivo es muy distinto. Al parecer, unos vecinos confundieron unas
albardas que bajaban flotando por el río con la imagen de una Vírgen.
El otro mote por el que se conoce a
los luneros es el de “batuecos”, que tradicional y coloquialmente tiene el
significado de hombre tonto, rústico, torpe, de modales poco finos, de poco
alcance, poco inteligente…, y es en este sentido por el que los vecinos de los
pueblos cercanos llaman “batuecos” a los habitantes de Luna, en un afán de
ridiculizarlos; porque etimológicamente parece ser que este vocablo puede tener
otras acepciones, aunque ninguna de ellas tiene connotaciones positivas;
prácticamente todas son despectivas, probablemente por tener bastante relación
entre ellas, aunque ni la DRAE ni los lingüistas se ponen de acuerdo. Lo vamos
a ver a continuación. De todos modos, en 1607, “batueco” ya aparece con el significado
de “grosero, rústico”
Pareja de baturros, o batuecos, en "Nobleza baturra"· |
Actualmente no tiene nada que ver
este significado etimológico con la acepción, connotación y sentido popular con el que se usan ambas palabras, sobre todo “baturro” (hombre de campo de Aragón,
aragonés.), aunque el origen etimológico y significado “es el que es”.
No obstante, el entendimiento del sesgo negativo que puede tener una palabra formada
a través de un sufijo peyorativo dependerá
también de las competencias interpretativas del hablante, quien
deberá tener en cuenta también el contexto lingüístico en donde se da la
comunicación, la connotación que una palabra tiene en la cultura en donde se
comunica, e incluso la intención de su interlocutor[1].
“BATUECO”. Ya hemos dicho antes que
los estudiosos no se ponen de acuerdo. Para el prestigioso filólogo,
lexicógrafo y etimólogo catalán Joan Corominas “batueco”(adj.) no deriva de
“bato”(sust.), sino al contrario, el vocablo “bato”(adj.) procede de “batueco”(sust.),
palabra aragonesa, al parecer procedente del romance francés, cuyo significado
es el de “huevo huero”
Un huevo huero, según la DRAE, es el
que no produce cría por no estar fecundado por el macho, por enfriamiento o por
otra causa y se pierde durante la incubación; o sea, un aborto natural.
“Batueco” parece venir de “batir”( del latín “battuere”, golpear, batir), a cuya raíz, “batt” se le añade el
sufijo despectivo “-eco” dando a entender que el huevo se ha “echado a perder”
porque en su interior la clara y la yema se han mezclado (“batido”). Hay quien
es más siniestro y dice que este “batir” es por el ruido que hace el pollo
muerto dentro del huevo al sacudir (“batir”) el huevo.
Por
otra parte, otros sostienen que “batueco” proviene del gentilicio con que se
conoce a los habitantes de Las Batuecas, que es batuecos.
Parque natural de Las Batuecas ( foto: turismosierradefrancia.es) |
Las
Batuecas es un precioso valle de la provincia de Salamanca y siempre ha estado
muy aislado de la capital y de otros núcleos urbanos. Además de estar apartado,
en el siglo pasado la comarca de las Batuecas no disponía de carreteras y la
única forma de acceder a alguna casa habitada era cruzando caminos de herradura (a veces, ni eso) a través de frondosos bosques y montes (esto recuerda a algún pueblo de las
Altas Cinco Villas en el pasado siglo)
Tal
era el desconocimiento de estas tierras y el aislamiento que vivía su gente
respecto al resto de España que Lope de Vega, a finales del siglo XVI, escribió
una comedia titulada “Las Batuecas del Duque de Alba” en la que una pareja de
enamorados, huyendo de la ira del Duque, y no sintiéndose seguros en España, se
adentraron en Las Batuecas, región de la que, posteriormente, el Maestro Alonso
Sánchez escribiría, en 1634, en su libro de Rebus Hispaniae Anacephalaeosis “…que
por su aspereza no avían sido penetradas de ninguno de sus vecinos que dellos.
[…] avían descubierto un valle, y en él
unos hombres sin culto, ni ornato del cuerpo, y de lenguaje no conocido, sino
es algunos términos semejantes a lo de los tiempos de los Godos, idólatras,
como los Indios…” y que se sustentaban
de castañas y bellotas…[2]
A
raíz de la comedia del insigne dramaturgo español, donde Lope de Vega describe
a los habitantes de Las Batuecas como desconocedores del mundo exterior por no
tener contacto con el mismo, así como su total ignorancia de los
acontecimientos que sucedían en España, como que no sabían que España era un
reino y que teníamos un rey, empezó a extenderse el dicho de “estar en las
Batuecas” para designar a alguien que está en la inopia, despistado, sin
cultura y sin conocimientos de cuanto le hablan, a la vez que usaban el término “batueco” para designar un “tonto, analfabeto, torpe e inculto”
Así
que, tanto si es bato como batueco, huevo huero, por “estar en la batuecas” o albardero, parece ser que los luneros no
escapan de un pseudogentilicio despectivo (como casi todos los pueblos)
A los layanenses (habitantes de la localidad cincovillesa de Layana) también se les llama batuecos.
A los layanenses (habitantes de la localidad cincovillesa de Layana) también se les llama batuecos.
[1] https://educacion.elpensante.com.
“Sufijos peyorativos o despreciativos” El pensante, 25/noviembre/2017.
[2] Maestro
Alonso Sánchez. De Rebus Hispaniae
Anacephalaeosis. Lib. 7, cap. 5 (de Batvecis), ff.368-370.
BIBLIOGRAFÍA
-D.R.A.E. “Bato”, “Batueco”, “Huevo huero”, “Las
Batuecas”
-ROMANOS HERNANDO, FERNANDO. Diccionario aragonés de las comarcas
de la Alta Zaragoza.
-SÁNCHEZ, ALONSO. De Rebus Hispaniae Anacephalaeosis, Lib.
7. Typis Antonii Dvplastre, 1634.
-Cuadernos de etnología de Guadalajara, nº
32-33. Institucion provincial de cultura “Marqués de Santillana”. Mª del Pilar
Cruz Herrera. Diccionario de gentilicios
y seudogentilicios de la provincia de Guadalajara. Excma. Diputación de
Guadalajara, 2001.
En
la web:
-etimologias.dechile.net. Diccionario
etimológico. Voz: “Bato”
-https://educacion.elpensante.com. “Sufijos peyorativos o despreciativos” El
pensante, 25/noviembre/2017
-http://365palabras.blogspot.com/2012/11/batueco-ca.html. La llave del mundo. Voz: “Batueco/ca”
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