viernes, 11 de enero de 2019

"SOCARRACRISTOS" Y "CHAPUCEROS" LOS DE ASÍN



             Estos dos seudogentilicios con los que se conoce a los habitantes de Asín proceden, según cuenta la tradición oral, de un mismo suceso ocurrido hace tiempo.
            Cuenta la tradición que los vecinos de Asín llevaron un día a Ejea de los Caballeros el Cristo de la iglesia para que lo repintaran, pues estaba muy estropeado. Cuando pasaron a recogerlo unos días más tarde todavía no se había secado bien la pintura y barnices de la restauración, pero los asineros que fueron a buscarlo, teniendo prisa en recoger el Cristo y llevarlo de nuevo a su iglesia, lo taparon  con unas mantas, lo cargaron en las mulas y regresaron con la sagrada imagen a su pueblo. Al retirar las mantas observaron que las pelusas y “filarchos” de las mismas habían quedado adheridas a la todavía fresca pintura del Cristo y no se les ocurrió otra cosa para quitárselas que chamuscarlas con fuego. Os podéis imaginar el resultado. Esta  “chapuza” es la que hizo que los pueblos vecinos se rieran de ellos y “bautizaran” a los asineros con los apodos de “chapuceros” y “socarracristos”.
           También llaman “socarracristos” a los habitantes de Bierge (Huesca) y cuentan exactamente la misma historia, excepto que el Cristo es llevado a un taller de restauración de Huesca en vez de a Ejea.
               Igualmente llaman “socarracristos” a los habitantes de San Pedro de Torelló (Barcelona) si bien, en este caso, la leyenda varía un poco.

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