En la plaza de la Villa, adosada al Colegio escolapio de D. Isidoro Gil de Jaz (ver colegio), se encuentra la Iglesia de San José de Calasanz,
que es la iglesia del colegio. Al igual que éste, data del siglo XVIII.
Puerta de entrada a la iglesia de San José de Calasanz, junto al colegio
escolapio Isidoro Gil de Jaz. Sos del Rey Católico
|
Historia
La iglesia comenzó a construirse el 14 de octubre de 1761, tras finalizar las obras de construcción del colegio, poniendo la primera piedra D. Martín de Lorbés, vicario parroquial de Sos y delegado del obispo. Durante la edificación del templo falleció su fundador y mecenas D. Isidoro Gil (ver biografía), y su construcción se vio resentida ante la falta de ingresos, por lo que se subastaron en almoneda los bienes que pertenecían a los escolapios y el importe de lo recaudado se entregó para continuar las obras. Aún con todo, no llegaba para acometer el final, por lo que la duquesa de Villahermosa entregó 15.000 reales para poder terminar la construcción.
El nuevo templo se inauguró el 29 de diciembre de 1793, trasladando hasta allí el Santísimo en solemne procesión desde la iglesia de San Martín del palacio de Sada, donde estaba ubicado.
El 31 de enero de 1796, de acuerdo con la última
voluntad de D. Isidoro, sus restos mortales se trasladaron desde Madrid a la
nueva iglesia de Sos, donde actualmente reposan.
En 1804 la parroquia fue incorporada a la diócesis de
Jaca.
En 1828 y 1953 la iglesia sufrió sendas restauraciones para mantener y reformar el edificio.
En 1828 y 1953 la iglesia sufrió sendas restauraciones para mantener y reformar el edificio.
Arte
La iglesia es una construcción de sillería, con la
portada en arco de medio punto y sus dovelas en perfecto estado, bien labradas,
y portando el escudo de las Escuelas Pías en la parte superior.
El interior es de planta rectangular, de una sola nave, con cabecera poligonal y un par de profundas capillas, entre los contrafuertes, a cada lado de la nave, cubriéndose con una bóveda de cañón con lunetos en la nave, de medio cañón en las capillas laterales y de paño con nervaduras en la cabecera. El resultado es una equilibrada construcción, como equilibrado es el espacio interior, en el que destacan una serie de sofisticaciones muy precisas concebidas en función de su uso y acceso: la galería de tribunas situada sobre las capillas laterales por un lado y, sobre todo, por otra parte, el falso contraábside, en la medida que no se acusa en planta pero que sirve para aislar visualmente la iglesia y aislar igualmente la entrada del templo. Hay que tener en cuenta que el acceso del edificio a la iglesia sería demasiado abrupto de no existir esta inteligente solución.
El interior es de planta rectangular, de una sola nave, con cabecera poligonal y un par de profundas capillas, entre los contrafuertes, a cada lado de la nave, cubriéndose con una bóveda de cañón con lunetos en la nave, de medio cañón en las capillas laterales y de paño con nervaduras en la cabecera. El resultado es una equilibrada construcción, como equilibrado es el espacio interior, en el que destacan una serie de sofisticaciones muy precisas concebidas en función de su uso y acceso: la galería de tribunas situada sobre las capillas laterales por un lado y, sobre todo, por otra parte, el falso contraábside, en la medida que no se acusa en planta pero que sirve para aislar visualmente la iglesia y aislar igualmente la entrada del templo. Hay que tener en cuenta que el acceso del edificio a la iglesia sería demasiado abrupto de no existir esta inteligente solución.
Sencillo mausoleo donde reposan los restos de D. Isidoro Gil de Jaz |
Preside la iglesia un retablo neoclásico compuesto de banco, cuerpo y remate. Contiene un lienzo de grandes dimensiones de San José de Calasanz en la calle central del cuerpo, flanqueado en las calles laterales por las imágenes de Santa Teresa de Jesús y Santo Tomás de Aquino, ambas imágenes de bulto redondo, talladas en madera policromada y, en el remate, un mediorelieve de la Sagrada Familia. El sagrario para la iglesia se encargó al vecino de la villa Pejón.
Existe una leyenda, que parece ser bastante cierta,
que dice que este cuadro que preside la iglesia es el mismo que se lució en la
Basílica de San Pedro el dia de la beatificación de San José de Calasanz y que
Dn. Isidoro pensó en él y confió el encargo al P. Juan Francisco: “Puede dar orden para el cuadro del Santo
Patriarca, que es el que ha de colocarse en el altar principal”[1]
Al fondo de la iglesia, en el lado de la Epístola, hay
un gran mármol donde se encuentran los restos mortales de D. Isidoro Gil de
Jaz, y que lleva grabadas y pintada en oro la siguiente inscripción:
D.O.M.
Ill Adm. D. Isidorus Gil et Yar
notabilitate generis integritate morum, iuris
utriusque scientia
clarissimus
in regali Navarræ consilio indeλ
ovetensis curiæ Præses
a consilliis regis in Supremo Castellæ senatu minister
integirrama iustitiæ administratione
incredibili in expediendiis negotiis deλteritate
singulari in regnum iuribus sartis tectis conservandis
constantia
ussus omnim
Ferdinando IV et Carolus III principibus
Carisimus
Huius sosiensis Sch. Piarum Collegii
In patriæ et inventutis utilitatem maximam
Autor Parens Fundator
Munificentíssimus
Matriti die ZZII Aprílis
MDCCXV vita functus
Eiusque cineribus suo iussu
inde translatis
Et communis omnium plausu
In hoc amplissimo monumento die I februarii MDCCXCVI
conditis
Supremum hic spectat diem.
En el exterior se alza majestuosa la torre de la iglesia. Es de planta cuadrada, construida en sillarejo y reforzada en sus cuatro ángulos por grandes sillares de mejor talla y perfectamente asentados para trabar el resto de mampostería y así resistir los eventuales empujes horizontales. En la parte alta se abren cuatro ventanales en arco de medio punto, uno a cada lado de la torre, donde se ubica el campanario. Remata con un tejado a cuatro aguas de muy poca altura soportado por un alero y canes de madera.
[1]
Garcés Abadía, M. Don Isidoro Gil de Jaz. Zaragoza, 1994, p. 107.
BIBLIOGRAFÍA
-BANDRÉS REY, LUIS Mª.(Coord). DENES
(Diccionario
Enciclopédico Escolapio) T. 1. I.C.C.E. Ediciones Calasancias. Madrid, 1990.
-GARCÉS ABADÍA, MÁXIMO. Don Isidoro Gil de Jaz. Fundación Gil de Jaz.
Zaragoza, 1994.
-LECEA, JOAQUÍN. Las Escuelas Pías en
Aragón en el siglo XVIII. I.C.C.E. Madrid, 1972.
-MARTÍNEZ BEL, AMADO. Don Isidoro Gil de Jaz.
Apuntes para una biografía. C.E.C.V., I.F.C. Ejea de los Caballeros
(Zaragoza) 2000.
No hay comentarios:
Publicar un comentario