Disponemos
de muy poca o casi nula información de los orígenes de Sos. Sin embargo, la
existencia en la zona de cavernas y los descubrimientos de varios objetos
pertenecientes a la era paleolítica y neolítica, como hachas pulimentadas,
hacen suponer que muy probablemente, hace ya milenios, estos habitantes de la
prehistoria anduvieran por la comarca. En el museo de la Institución Príncipe
de Viana de Pamplona pueden verse estas hachas neolíticas que se hallaron en el
término de Sos, donadas al mencionado museo por su propietaria, doña Eugenia
Bueno, viuda de don Emiliano Ladrero, gran amante de la historia y el arte de
Sos. (Además donó al museo una estela romana y dos piedras con representaciones
de toros, vestigios del antiguo culto tributado a este animal).
También, y
de época post-paleolítica, encontramos en unas rocas del Corral de Lafita, también en
el término de Sos, unos grabados rupestres representando unas barras
horizontales y verticales de muy difícil interpretación.
Igualmente
se ha encontrado un dolmen, todavía sin documentar, a unos dos kilómetros aproximadamente
de la Villa , en
el camino que conduce a la Torre
de Añués.
Un dólmen
es una cámara funeraria formada por varias lajas verticales de gran tamaño que
sostienen el “techo”, constituido por una o varias losas que descansan en
posición horizontal sobre las verticales. Generalmente eran rellenados con
piedra y tierra, quedando así la cámara cerrada. Los dólmenes son
característicos de la época Neolítica y primera Edad de los Metales, entre el
IV y III milenio a.C.
Este
dolmen de Sos está ubicado en un estrecho montículo, por lo que su construcción
debió de ser muy dificultosa debido al peso de las piedras, el escaso espacio y
la pronunciada pendiente. Es de pequeñas proporciones en comparación con otros
localizados en el Pirineo y según Mariano Zarzuelo nunca ha estado cubierto, o
relleno con piedra y tierra. Está compuesto por siete piedras: seis verticales,
una de ellas de pequeño tamaño, sobre las que descansaba la horizontal, que
ahora se encuentra caída.
Dolmen en el camino a Añués |
Dolmen en el camino a Añués |
Las medidas de las piedras, según Zarzuelo en un estudio que hizo “in situ”, son las siguientes, de derecha a izquierda y tomando la altura hasta el nivel del suelo, sin contar la parte enterrada en el mismo, y el grosor en la parte superior de los bloques:[1]
Nº de Piedra
|
Posición
|
Alto
|
Ancho
|
Grosor
|
1ª Piedra
|
Vertical
|
60 cm.
|
25-35 cm.
| |
2ª Piedra
|
Vertical
|
94 cm.
|
12 cm.
| |
3ª Piedra
|
Vertical
|
18 cm.
| ||
4ª Piedra
|
Vertical
|
90 cm.
|
20-30 cm.
| |
5ª Piedra
|
Vertical
|
80 cm.
|
90 cm.
|
17-25 cm.
|
6ª Piedra
|
Vertical
|
23 cm.
|
16 cm.
|
17-25 cm.
|
7ª Piedra
|
Horizontal (caída)
|
30 cm.
|
Todos estos hallazgos demuestran la presencia humana en la comarca desde tiempos muy remotos, pero habrá que esperar hasta el siglo IV a. de C. para tener noticias de la primera presencia documentada de un pueblo de origen franco-belga en la zona de las Cinco Villas: los suessetanos(Continuación)
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