sábado, 11 de febrero de 2017

FERNANDO II EL "CATÓLICO". LA UNIFICACIÓN DE ESPAÑA

Fernando II el "Católico"



                        Fernando II de Aragón se casó en 1469 con Isabel de Castilla, lo que provocó una guerra civil en Castilla entre los partidarios de Isabel y los de Juana “La Beltraneja”, hija de su hermano Enrique IV; tras la batalla de Toro, las Cortes de Castilla, reunidas en Madrigal de las Altas Torres, declaran Reina a Isabel I.
Esta boda pronto se revelaría como una acertada operación política que consolidaría el poder de ambos cónyuges. Acabada la contienda en 1479, el rey de Aragón Juan II fallece y Fernando II hereda la Corona de Aragón; de este modo las coronas de Castilla y Aragón quedaban unidas, reinando conjuntamente Isabel y Fernando.
Fernando colaboró de una forma activa con Isabel en todos los asuntos referentes a Castilla, además de los de Aragón y la política exterior.
Isabel I "la Católica"
En 1476 organizaron la Santa Hermandad, institución que tenía su propia milicia, dedicada a proteger a la población rural de los bandoleros y guardar el orden en los despoblados. En 1480 crearon la Inquisición para imponer la unidad religiosa y reprimir cualquier discrepancia. Durante su reinado se restableció la paz en el campo catalán y se promovió el desarrollo de la economía castellana introduciendo los consulados y los gremios.
Fernando apoyó el programa religioso de la reina por medio del espíritu de “cruzada” y el exclusivismo religioso; prueba de ello es la conversión forzosa de los moriscos granadinos y la expulsión de los judíos en 1492 tras la toma de Granada, último reducto musulmán en la Península Ibérica. Finalizada así la Reconquista, dirigieron el empuje conquistador hacia Africa, concluyendo la conquista de las Canarias. Intentaron completar la unificación peninsular mediante una serie de enlaces matrimoniales de sus hijos con príncipes portugueses, todos los cuales fracasaron por fallecimientos prematuros.
En este mismo año los Reyes Católicos ayudaron al navegante Cristóbal Colón en su gran empresa, lo que llevaría al descubrimiento de un Nuevo Mundo que, con su rápida ocupación y explotación económica, los Monarcas iban fortaleciendo la expansión de la Corona española en Europa.
Unificación territorial de España

Mientras tanto en la frontera navarro-aragonesa de la Valdonsella los conflictos continuaban, aunque hubo algún intento para acabar con ellos:
El 14 de noviembre de 1482 el cardenal infante Pedro de Foix, virrey de Navarra y Juan Fernández de Heredia, gobernador de Aragón, llegan a un acuerdo para acabar con las diferencias entre la vecina Sangüesa por los términos del Real[1].
Fernando II intervino de forma activa en la guerra civil de Navarra y en 1512, con la excusa de apoyar al bando beamontés, realizó de forma abierta la conquista de Navarra con las tropas castellanas al mando del Duque de Alba y mediante una carta dictada desde Burgos ese mismo año se apercibía a diferentes localidades del reino para que tuvieran personal preparado para hacer frente en la guerra contra Navarra. Entre estas localidades estaban todas las Cinco Villas, por ser frontera con Navarra. …”Apercibiéronse para tener gente en orden, en lo que se ofreciese en esta guerra, las ciudades de Zaragoza, Tarazona y Borja, y los lugares de aquella ribera: Mallén, Calatayud y su comunidad, Ejea y la Junta, Tauste y Sádaba, Uncastillo, Sos, Jaca y su montaña. Ansó y su barrio, Echo y todo el valle, el Val de Verdún y su canal y el Val de Aínsa.” (Jerónimo Zurita).
El 5 de julio de 1512, el rey, desde Burgos, envía una carta al gobernador de Aragón en la que hace referencia a otra fechada en Sos a 26 de mayo y a otras recibidas de Navarra en la que se le informa de la espera de un emisario navarro para tratar de la mojonación entre Sangüesa y Sos, y a la vez que agradece la información sobre Navarra, anima al Gobernador a que prosiga el armamento de las gentes y de las fortalezas de la frontera; “...que aunque no sea necesario es bien que esté hecho...”[2]
En el mismo año ordena al Gobernador que se traslade a Sos con el fin de supervisar los preparativos en la frontera con Navarra y las obras realizadas en la fortaleza para su defensa, notificándole a su vez que le parecía bien que hubiera dejado a Mosén Carlos de Pomar como espía para que informe sobre los preparativos y noticias de Navarra[3]. Igualmente, el 21 de junio de 1512, el rey agradece a la villa de Sos la buena voluntad de pagar parte del gasto para la defensa, asegurando que en las Cortes del Reino se proveerá de la gente de a caballo y de todo lo que convenga para que la villa esté sin peligro[4]
Pero no fue hasta después de la conquista de Navarra en 1512, cuando Fernando el Católico acabó con las disputas y guerras entre Sangüesa y Sos por los dominios de las tierras de la comarca actuando de juez mediador
Para controlar el reino, y dentro de las medidas diplomáticas, se reunieron las Cortes de Navarra el 23 de marzo de 1513 en una asamblea en la que sólo acudieron beamonteses, para que le dieran su apoyo, que consigió tras prometer respetar todos los derechos del reino. La larga guerra con Navarra había finalizado.
El 15 de septiembre del año 1513 dictó una sentencia por la que se reconocieron los derechos de los Alvarado, aunque se les obligó a traspasarlos a las villas litigantes en lo referente a El Real, conservando los nobles el dominio sobre Undués. Al mismo tiempo se fijó una división de los términos del despoblado señalando como límite la zona conocida como el Secuestro, disfrutando Sos en su porción de la jurisdicción civil y criminal[5]. Con posterioridad, y para poner punto final a las hostilidades, dictó una serie de tres sentencias arbitrales (15 de marzo de 1514, 15 de septiembre de 1514 y 15 de septiembre de 1515) ordenando la división del término de El Real, correspondiéndole a Sos la parte de El Real hasta el Onsella[6], estableciendo además en 32.000 sueldos jaqueses la cantidad que Sangüesa debía entregar a los Alvarado y en 43.000 sueldos la suma a pagar por Sos[7]. La ratificación de esta sentencia por los jurados sosienses motivó una protesta masiva de los vecinos en una asamblea concejil celebrada el 8 de octubre[8], tras lo cual el monarca suspendió a comienzos de noviembre las elecciones y designó directamente a quienes debían ejercer las magistraturas[9], evidencia clara de la insatisfacción que la solución generó en Sos y reflejo de la decisión enérgica del Católico de solventar el pleito para siempre, aunque ello significase sacrificar los intereses de su villa natal y del reino en aras de la consecución de unos objetivos más generales y ambiciosos.[10]
Las discordias continuaron con posterioridad, teniendo que intervenir el Consejo de Hacienda Real al dictar una nueva sentencia en la que se reconocía y otorgaba a Sangüesa el derecho al cultivo y beneficio de las heredades de El Real (1748-1749)[11]

 La política exterior de los Reyes Católicos estuvo marcada por la rivalidad con Francia. Los numerosos hijos que tuvieron los monarcas fueron casados con príncipes de diferentes casas reales con el fin de crear alianzas matrimoniales en Europa, excepto con el país vecino. Mediante estos matrimonios se aliaron con Portugal, Inglaterra y el Imperio Alemán. En el caso de Portugal, el objetivo era una futura anexión (que se consumaría en el s. XVI con Felipe II); con las otras dos potencias se pretendía aislar a Francia. Para frenar la influencia francesa en Italia concertaron la Liga Santa con el Papa, los Habsburgo, Inglaterra, Venecia, Génova y Milán. Bajo el mando de Gonzalo Fernández de Córdoba, “el Gran Capitán”, los ejércitos españoles sostuvieron diversas campañas en Italia entre 1494 y 1504, que otorgaron a Aragón el control de Nápoles.
El resultado de toda esta política fue una efectiva unión dinástica entre los territorios peninsulares, aunque cada reino seguía manteniendo sus propias instituciones. Así se mantendría con Juana I “La Loca”, Carlos V, Felipe II y los Austrias Menores Felipe III, Felipe IV y Carlos II. Esta política duraría hasta el siglo XVIII, cuando la llegada de los Borbones iniciaría un fuerte proceso de centralización, en torno a Madrid y Castilla, que pondría fin a muchas pretensiones localistas.
En cuanto a política interior, los Reyes Católicos fueron los verdaderos artífices de la creación del Estado Moderno de España (La Edad Moderna). Con este concepto se habla de la progresiva desaparición del sistema feudal, propio de la Edad Media, para dar paso a otro en el que el poder fuera efectivamente desarrollado por los monarcas. De esta manera las Cortes fueron perdiendo importancia gracias a la creación de los Consejos, más cercanos a los reyes. En el plano judicial se creó la Real Chancillería, con dos sedes: Granada y Valladolid, donde solía residir la Corte.
Entierro de Felipe "el Hermoso", de Francisco Pradilla.

El 26 de noviembre de 1504 muere la reina Isabel. En su testamento dejó escrito que su esposo Fernando se hiciese cargo del gobierno de Castilla, habida cuenta de los problemas de salud de su heredera, Juana, lo que daría lugar a un conflicto entre el rey de Aragón y su yerno Felipe “El Hermoso”, ya que Juana había reclamado la Corona de Castilla. Pero la salud de Juana se resintió por las tensiones y por el fallecimiento de su esposo en 1506, por lo que desde 1509 quedó encerrada en un convento de Tordesillas.
El 27 de julio de 1510 Fernando el Católico concedió un privilegio a la villa de Sos por el que se le otorga la jurisdicción civil y criminal sobre el lugar de Navardún[12].
El 23 de enero de 1516 muere en Madrigalejo (Cáceres) el rey Fernando el Católico, y será Carlos, hijo de Juana y nieto de los Reyes Católicos, quien heredaría todo el patrimonio territorial de sus abuelos, instaurando una nueva dinastía en España: los Austrias.(Continuación)





[1] (A.G.N. Leire, leg. 17, nº 347, f. 120v-124r).
[2] A.C.A. Cancillería, Reg. 3676, f. 214 rº.
[3] A.C.A. Cancillería. Reg. 3676, f. 26 vº.
[4] A.C.A. Cancillería. Reg. 3676, f. 227 rº.
[5] Juanto Jiménez, Consuelo.” Cuestiones fronterizas de Sos del Rey Católico con Sangüesa: “Pleito del real”. (Siglos XIV-XVI)”. Actas del XV Congreso de Historia de la Corona de Aragón.T.2. Relaciones de la Corona de Aragón con los estados cristianos peninsulares (Siglos XII-XV),  pp. 354-358.
[6] Juanto Jiménez, Consuelo. Cuestiones...op. cit. pp.351-361.A.C.A. Cancillería real. Reg. 3584, ff. 205,211,212,227,228,229,230,245,246,303 vº.
[7] Ibidem., pp. 358-360.
[8] A.H.P.S., Gil García de Urriés, p. 507 B, pp. 72-72v.
[9] A.H.P.S., Gil García de Urriés, p. 507, ff. 78v-81v.
[10] Abella Samitier,J. “La comarca de la Valdonsella en las relaciones entre Aragón y Navarra a finales de la Edad Media”. Revista Príncipe de Viana, mayo-agosto 2011.VII Congreso General de Historia de Navarra. Vol. I.Gobierno de Navarra.
[11] Jimeno Jurio, José Mª. Ermitas de Sangüesa. Temas de Cultura Popular, 193, pag. 8. Pamplona, 1974.
[12] A.H.P.S. Miguel de Sen, pag. 965, ff 65-66.



BIBLIOGRAFÍA

-ABELLÁ SAMITIER, JUAN. “La comarca de la Valdonsella en las relaciones entre Aragón y Navarra a finales de la Edad Media”. Revista Príncipe de Viana, mayo-agosto 2011. Año LXXII, nº 253. VII Congreso General de Historia de Navarra. Vol. I. Gobierno de Navarra
-HERNANDO DE PULGAR. Crónica de los Señores Reyes Católicos Fernando y Isabel de Castilla y de Aragón. Ed. Imp. De Benito Monfort. Valencia, 1780.
-JIMENO JURIO, JOSÉ Mª. Ermitas de Sangüesa. Temas de Cultura Popular, 193. Pamplona, 1974.
-JUANTO JIMÉNEZ, CONSUELO. “Cuestiones fronterizas de Sos del Rey Católico con Sangüesa; “Pleito del Real” (Siglos XIV-XVI)”. Actas del XV Congreso de Historia de la Corona de Aragón. T.2. Relaciones de la Corona de Aragón con los estados cristianos peninsulares (Siglos XII-XV) Gobierno de Aragón. Zaragoza, 1997.
-PAVÓN BENITO, JULIA. Fronteras Navarro-castellanas y navarro-Aragonesas (Siglo XIII). Reajustes posteriores. Revista de Facultad de Letras. Historia., nº 15, pp. 707-728. Universidad de Navarra, 1998.
-SUÁREZ FERNÁNDEZ, L. Fernando el Católico y Navarra: el proceso de incorporación del Reino a la Corona de España. Rialp.Madrid, 1985.
-VICENS VIVES, JAIME. Historia crítica de la vida y reinado de Fernando II de Aragón. Edición de Miquel A. Marín Gelabert. I.F.C. Zaragoza, 2006.
-ZURITA, JERÓNIMO. Anales de la Corona de Aragón. Ed. A. Canellas. I.F.C. Zaragoza, 1989-1996.
-Nueva Enciclopedia Larousse. T. 4- Fernando II de Aragón. Planeta, 1984.
-Reyes y Reinas de Aragón. Coleccionable Heraldo de Aragón.

En la web:
-mcnbiografías.com. Fernando II. Rey de Aragón y V de Castilla (1452-1516) Oscar Perea Rodríguez.

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