En zonas bosquosas de los montes de Sos, húmedas, hasta los 1000m de
altura y normalmente en contacto con hayas, encontramos el roble común (Qercus robur), formando híbridos con otros
robledales de la misma familia (quercus
petreae, quercus pyrenaica...)
Este longevo árbol, de recias y torcidas ramas, siempre ha sido reconocido
como símbolo de robustez y fortaleza tanto física como moral
Antonio Machado
resalta la robustez y firmeza del roble en su poema “Las encinas” de esta
forma:
El
roble es la guerra, el roble
dice
el valor y el coraje,
rabia
innoble
en
su torcido ramaje:
y es
más rudo que la encina, más nervudo,
más
altivo y más señor.
El
alto roble parece
que
recalca y enmudece
su
robustez como atleta
que,
erguido, afinca el suelo.
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