Los juglares fueron
unos singulares personajes de la Edad Media, generalmente jóvenes, que tuvieron
una importante función en la difusión de la cultura a través de la tradición
oral. Ataviados con ropas de colores muy llamativos para llamar su atención, iban
de villa en villa visitando los mercados, plazas o palacios de toda la
geografía peninsular y, a través de sus canciones y actuaciones, traían
historias de otras fronteras, relatos épicos o de puro entretenimiento.
Su función social se
encontraba entre las más extravagantes de la Edad Media. Sabían tocar varios
instrumentos musicales, eran diestros malabaristas, agudos poetas, hábiles
prestidigitadores, charlatanes y muy hábiles en el lenguaje, disponiendo de una
gran improvisación. Muchas veces alternaban estas actividades con los hurtos en
los mercados y en las tabernas. Pero, ante todo, fueron los primeros
“periodistas” orales de la historia.
Miniatura de juglar (Alabarda blog) |
Al grito de “¡Prestad
atención a lo que quiero deciros!” las gentes acudían en masa a su
alrededor para escuchar al joven juglar, que lo hacía para divertir a un
público, analfabeto, que al igual que ocurre actualmente, estaba deseando
escuchar "cotilleos" y acciones heroicas que se salieran de la monotonía
cotidiana. Los versos que recitaban con tanto arte con toda seguridad los
habían escuchado antes en boca de otro colega, porque en esto de la juglaría lo
que funciona es la tradición oral y no hay documento escrito que valga…, aunque
en ocasiones solían adaptar las versiones de las aventuras de los personajes de
turno al gusto del consumidor y adornarlas para que resultaran más atractivas.
Esta especie de
reporteros medievales se convirtieron en personajes admirados que levantaban
pasiones allá donde iban, excepto en el clero, que en un principio los
consideraron gente de baja estofa dedicados a espectáculos indecentes
llamándolos mimi o histriones.
Trovadores tocando el tarab
vocablo árabe que dio origen a la palabra trovador.,
|
Pero tras los
juglares se encontraban otros personajes mucho más cultos que ellos, procedentes, por lo general, de una condición social elevada; eran los
trovadores, los verdaderos autores de los relatos épicos, que contaban por
escrito las hazañas de los héroes, naciendo así los Cantares de Gesta. Es
decir, los trovadores eran los artistas populares que creaban y componían los
Cantares de Gesta que posteriormente los juglares recitaban a los cuatro
vientos, formando ambos un perfecto binomio.
En una tosca comparativa trasladada a nuestros tiempos vendrían a ser como los tunos (juglares) y cantautores (trovadores)
El Cantar del Mío
Cid es el primer cantar de gesta que se conoce en España.
BIBLIOGRAFÍA
En la web:
-Wikipedia: Juglares y
trovadores
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