Tomás Machín
Jáuregui, natural de Sos, fue un reconocido y experimentado piloto de aviación con
más de 39.000 horas de vuelo.
Ya de mayor, su
cultura le llevó a identificar este lenguaje de su pueblo como un léxico único
que se hablaba en esta zona, derivado de la fabla aragonesa.
En su afán de recopilar palabras, a Tomás Jáuregui le ayudó su amigo Juan Cruz Pérez Gayarre, quien pacientemente fue clasificando, ordenando y mecanografiando las palabras hasta conformar un diccionario del léxico de Sos que entre los sosienses era conocido como “el diccionario del aviador”.
El borrador de este “diccionario del aviador” consta de 48 folios mecanografiados, con más de mil palabras con sus definiciones, ordenadas alfabéticamente, presentando de vez en cuando anotaciones a mano de palabras intercaladas entre las mecanografiadas, lo que indica la aportación de nuevas definiciones sobre un escrito ya realizado con anterioridad, en una auténtico cuaderno de campo sobre el que Tomás iba añadiendo todas aquellas nuevas palabras que escuchaba en Sos. Además, los huecos que quedan en blanco, al margen del folio y entre líneas, son aprovechados para incluir 51 dibujos ilustrativos realizados a mano, algunos de ellos tan perfeccionistas que incluyen los nombres de todas las partes constitutivas del objeto a describir.
El destino quiso que Tomás Machín perdiera la vida en un desgraciado accidente de aviación cerca de Pamplona en el año 1979, y el “diccionario” quedó en un estado de aletargamiento hasta que después de una década el filólogo y profesor Antón Chusé Gil, que vino a dar clase a la villa de Sos, tuvo conocimiento del mismo y, habiéndosele informado de la existencia de este diccionario, no paró hasta encontrarlo. Una vez localizado el diccionario, y convenientemente corregido gramaticalmente, revisado, y concienzudamente trabajado, lo sacó a la luz en 1999 en un libro titulado “Léxico aragonés de Sos del Rey Católico”, de la editorial Crica d´edizions.
Cuando su trabajo se
lo permitía no dejaba de venir a Sos, donde residían sus amigos y familiares y,
tal y como la tradición popular manda, no pudo evitar que entre los vecinos y
amigos lo “bautizaran” con el cariñoso mote de “el aviador”.
De pequeño, estando
en Sos, su lenguaje era muy parecido al de sus paisanos, pues constantemente oía a sus vecinos palabras, frases, expresiones y giros gramaticales que él mismo no dudaba
en utilizar, ante el desconocimiento de que lo que estaba hablando era una mezcla entre el castellano y un léxico navarro-aragonés.
Borrador del "Diccionario del aviador" |
Su inquieta curiosidad le
llevó a ir anotando en un cuaderno todas esas palabras, muy enraizadas en la
comarca, generalmente asociadas al trabajo diario de sus gentes, y que tienen
mucho que ver con términos agrícolas y ganaderos, verbos y sustantivos del
léxico de Sos. A la vez que anotaba su significado y definición, en algunos
casos los ilustraba con expresivos dibujos para una mejor interpretación y
conocimiento del utensilio u objeto a describir, todo ello bajo el epígrafe de “palabras comúnmente utilizadas en el
lenguaje popular sosiense” (ver léxico de Sos).
En su afán de recopilar palabras, a Tomás Jáuregui le ayudó su amigo Juan Cruz Pérez Gayarre, quien pacientemente fue clasificando, ordenando y mecanografiando las palabras hasta conformar un diccionario del léxico de Sos que entre los sosienses era conocido como “el diccionario del aviador”.
El borrador de este “diccionario del aviador” consta de 48 folios mecanografiados, con más de mil palabras con sus definiciones, ordenadas alfabéticamente, presentando de vez en cuando anotaciones a mano de palabras intercaladas entre las mecanografiadas, lo que indica la aportación de nuevas definiciones sobre un escrito ya realizado con anterioridad, en una auténtico cuaderno de campo sobre el que Tomás iba añadiendo todas aquellas nuevas palabras que escuchaba en Sos. Además, los huecos que quedan en blanco, al margen del folio y entre líneas, son aprovechados para incluir 51 dibujos ilustrativos realizados a mano, algunos de ellos tan perfeccionistas que incluyen los nombres de todas las partes constitutivas del objeto a describir.
Perfectos e ilustrativos dibujos complementan el Diccionario |
El destino quiso que Tomás Machín perdiera la vida en un desgraciado accidente de aviación cerca de Pamplona en el año 1979, y el “diccionario” quedó en un estado de aletargamiento hasta que después de una década el filólogo y profesor Antón Chusé Gil, que vino a dar clase a la villa de Sos, tuvo conocimiento del mismo y, habiéndosele informado de la existencia de este diccionario, no paró hasta encontrarlo. Una vez localizado el diccionario, y convenientemente corregido gramaticalmente, revisado, y concienzudamente trabajado, lo sacó a la luz en 1999 en un libro titulado “Léxico aragonés de Sos del Rey Católico”, de la editorial Crica d´edizions.
Los 51 dibujos del
“diccionario del aviador” antes mencionados y sus definiciones nos ilustran herramientas, útiles de labranza,utillaje de uso agrícola y ganadero,
accesorios, instrumentos, aparatos y objetos cotidianos del pasado siglo que
han quedado en el olvido y que gracias a este “diccionario del aviador” podemos
recuperar, si no en su uso, pues son instrumentos y objetos que han quedado
obsoletos o en desuso, sí en el recuerdo de un tiempo no muy lejano,
constituyendo un legado antropológico de gran valor, independientemente de la
raíz gramatical, del localismo o su inclusión en el denominado léxico de Sos.
Estos 51 dibujos
corresponden a las siguientes palabras, cuyas definiciones encontraremos en el citado
“léxico aragonés de Sos del Rey Católico”:
Acial, Albardón,
Aldaba, Argadillo, Arna, Arrendadero, Arado, Bañera, Barrón, Barzón, Bayarte,
Bodoque, Camiz, Carruncho, Comporta, Comportillo, Costero, Cuairon, Cuenco,
Cuezo, Esportizo, Ganchos, Garruncha, Guardalomo, Guembre, Harpa, Hondón, Jada,
Jadico, Juela, Laya, Mallo, Molón, Morico, Mosquero, Pía, Pica, Pugones, Pozal,
Queleta, Rastrón, Replegadera, Retabillo, Silleta, Tango, Tangea, Teja,
Terrizo, Tuero, Vetapobre y Zoque.
BIBLIOGRAFÍA
-Chusé Gil, Antón. Léxico aragonés de
Sos del Rey Católico. Crica d´edizions. Zaragoza, 1999.
-Machín Jáuregui, Tomás. Inédito. Palabras comúnmente
utilizadas en el lenguaje popular sosiense. (Borrador de “el diccionario
del aviador”)
Agradecimientos:
-A los hermanos Margarita y Leandro Machín, por facilitarme el acceso al cuaderno de campo de su padre Tomás Machín Jáuregui,
q.e.p.d.
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