La
existencia de bandas de música en Aragón es antigua. Muchas de ellas cuentan
con más de un siglo de existencia, si bien hay que distinguir entre las profesionales,
afincadas en ciudades, y aquéllas otras (la mayor parte) surgidas en núcleos
rurales y formadas por aficionados que no tienen en la música su medio
principal de vida, aunque en la mayoría de los casos sus actividades musicales,
realizadas en períodos concretos, les reportasen algún beneficio económico.
Respecto
al segundo grupo, las que podríamos denominar como “ no profesionales”, han
sido mucho más numerosas que las profesionales, siendo la banda de música de
Pedrola la más antigua, existente ya en 1818, con una dinastía de directores,
los Bericat, que se han sucedido durante décadas sin interrupción. Existen
otras bandas con más de cien años de historia y otras con menor edad, pero
todas ellas tienen un denominador común, y es que están integradas, en su
mayoría por agricultores, trabajadores y estudiantes, que cultivan su afición
preferida, la música, en el poco tiempo libre que les dispensa sus obligaciones.
La época
dorada de las bandas de música rurales en Aragón puede situarse aproximadamente
entre los años 1910 y 1960.
El
porcentaje de la población rural aragonesa es muy alto, los medios de diversión
y distracción en los pueblos muy escasos, por lo que la dedicación a la música
suponía una actividad marginal que permitía la satisfacción personal de quien
la cultivaba. Era, a la vez, una ayuda económica, pues todas las bandas, unas
más, otras menos, según su categoría, realizaban desplazamientos, sobre todo
estivales, a diferentes localidades, contratadas por sus respectivos ayuntamientos
para amenizar sus fiestas. Hay que hacer constar que de muchas de estas bandas
surgieron profesionales, integrados posteriormente en plantillas de bandas
militares o civiles.
En la
década de los años 60, en pleno auge desarrollista, la población rural de
Aragón se va haciendo progresivamente urbana e industrial y las plantillas de
las bandas de música comienzan a debilitarse con la emigración a las ciudades.
En algunos casos se mantienen los vínculos entre el antiguo miembro de la banda
y esta, pero lo normal es que se pierdan.
Por otra
parte, las nuevas generaciones, atraídas por otro tipo de actividades y
diversiones que ocupan su ocio, dejan de interesarse por el estudio de la música.
En otros casos es la ausencia de un director competente o de una persona
responsable que asuma las labores de enseñanza lo que posibilita la desaparición
de una banda. También el número de músicos solicitados por los municipios a la
hora de contratar una banda de música es mucho menor que antes, y esto reduce
igualmente las plantillas.
En la provincia de Zaragoza, durante los años de apogeo de las bandas, prácticamente todos los pueblos tenían la suya por pequeña que fuese. Sos del Rey Católico también tenía su banda de música.
En la provincia de Zaragoza, durante los años de apogeo de las bandas, prácticamente todos los pueblos tenían la suya por pequeña que fuese. Sos del Rey Católico también tenía su banda de música.
Al final
de la década de los setenta existían todavía bandas con un reducido número de
componentes, que podían oscilar de diez a veinte en algunas localidades. Algunas
de ellas estaban a punto de desaparecer, pero emprendieron de nuevo su marcha,
mientras que muchas otras, entre ellas la de Sos del Rey Católico,
desaparecieron definitivamente.
Con todo, se vuelve a palpar un interés renovado por la banda de música en los pueblos, considerada sobre todo como actividad cultural y de integración juvenil, dejando un poco al margen las posibles ventajas económicas que su pertenencia a la misma pudiera reportar a los miembros. En este nuevo enfoque dado a la banda de música hay que tener en cuenta la existencia de un mayor nivel de vida económico y cultural en los pueblos
Con todo, se vuelve a palpar un interés renovado por la banda de música en los pueblos, considerada sobre todo como actividad cultural y de integración juvenil, dejando un poco al margen las posibles ventajas económicas que su pertenencia a la misma pudiera reportar a los miembros. En este nuevo enfoque dado a la banda de música hay que tener en cuenta la existencia de un mayor nivel de vida económico y cultural en los pueblos
Actualmente,
y gracias al creciente interés por la música en las tres últimas décadas, han
resurgido bandas en algunas poblaciones que las habían perdido, y se ven
nutridas por un elevado porcentaje de jóvenes ilusionados y satisfechos por
realizar una de sus grandes aficiones, tal es el caso de la banda municipal de
Sos del Rey Católico.
La banda de música de Sos
Se tiene constancia de que en 1880 ya existía banda municipal en Sos,
aunque posteriormente, por las circunstancias antes citadas, se disolvió.
La actual Banda Municipal
de Sos del Rey Católico se fundó en noviembre del año 2002, a iniciativa de la
Asociación de Padres de Alumnos de la Escuela Hogar “Manuela Pérez de Biel” en
colaboración con el Ayuntamiento de la localidad. Desde su creación, ha estado
gestionada de manera municipal, usando, en un principio, las instalaciones del
colegio y del ayuntamiento para los ensayos; actualmente estos ensayos se
realizan en el Palacio Español de Niño.
La banda municipal de Sos ofreciendo un concierto en el patio del Ayuntamiento de Sos. |
Concierto ofrecido por un quinteto de la banda municipal de Sos en el Palacio Español de Niño |
A los seis
meses de su fundación la banda ofreció su primer concierto en el Palacio
Español de Niño. La agrupación realiza actualmente unos siete conciertos anuales
en Sos. En el año 2003, recuperó, orquestó y adaptó el Himno de Valentuñana, compuesto
en 1900 y abandonado pocos años después.
La banda ha ido recuperando tradiciones musicales de la Villa, como la actuación en el quiosco del parque y los pasacalles de fiestas tanto para mayores como pequeños. Por otro lado, ha participado en el programa “Bandas en marcha” en distintos pueblos de la comarca, así como ha intervenido en otros conciertos a nivel provincial y regional.
La banda ha ido recuperando tradiciones musicales de la Villa, como la actuación en el quiosco del parque y los pasacalles de fiestas tanto para mayores como pequeños. Por otro lado, ha participado en el programa “Bandas en marcha” en distintos pueblos de la comarca, así como ha intervenido en otros conciertos a nivel provincial y regional.
Kiosquo de la música en Sos donde, tras varios años de inactividad, hoy vuelven a salir de él las armoniosas notas de la banda municipal de música |
Con todo esto, es de suponer que la banda no vuelva a desaparecer, como ocurriera en la década de los sesenta, pues el interés y amor a la música de sus miembros, la situación personal, académica y laboral de los mismos, su enraizamiento en la Villa, la distribución del resto de sus obligaciones personales, la incorporación gradual de jóvenes y niños a la banda y otros muchos factores, no son los mismos que hace 50 ó 60 años, lo que hace que miremos el futuro de la banda con optimismo, asegurando de esta forma su continuidad y deseándoles dar muchos conciertos y cosechar grandes éxitos.
Himno a la Virgen de Valentuñana.
CORO
A la Virgen de Valentuñana
entonemos un himno de amor,
que es la Reina de nuestros hogares
y nos brinda su amparo y favor.
ESTROFAS
A tus plantas tus hijos postrados
hoy te ofrecen su fiel corazón.
No deseches, oh Madre, su oferta.
No desoigas su ardiente oración.
Animados por santos deseos,
nuestras almas respiran fervor.
Hoy queremos, oh Madre, tus hijos,
coronarte con oro y amor.
BIBLIOGRAFIA
-"Escuela de música". Programa oficial de fiestas mayores. Sos 2012.
AGRADECIMIENTO:
- A Javier Blanco. Director de la banda de música de Sos del Rey Católico
-"Escuela de música". Programa oficial de fiestas mayores. Sos 2012.
AGRADECIMIENTO:
- A Javier Blanco. Director de la banda de música de Sos del Rey Católico
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