El avance
romano por la Penínsulla Ibérica fue rápido y duró hasta el siglo IV. A partir
del siglo I de nuestra Era y tras fundar Cesaraugusta, la provincia Tarraconensis fue dividida administrativamente en siete Conventos Jurídicos, siendo el Cesaraugustano uno de ellos. En este Convento
Jurídico Cesaraugustano se encontraba incluído todo el territorio actual de Aragón y, por lo tanto, las poblaciones
más notables de la comarca cincovillesa: Ejea, Sádaba, Sos y Sofuentes.
Conventos jurídicos en Hispania |
Para
consolidar la penetración romana era imprescindible un elemento esencial: las
calzadas. La conquista y explotación de nuevos territorios
exigen una infraestructura viaria trazada para acceder a todos los lugares
donde estaba presente el interés político y económico. Las Cinco Villas, por su
especial situación estratégica y geográfica, exige un inmediato control por los
romanos para proseguir la conquista hacia el norte y oeste de la Península,
dados los mediocres resultados obtenidos por el ejército frente a cántabros y
astures; y es por esto que la actuación en esta zona se realiza en una fase muy
temprana de la romanización. Con esta vía se aseguraba, en caso de necesidad,
una rápida intervención desde el valle del Ebro.
Así, la
vía romana de Zaragoza a Pompaelo (Pamplona) es trazada por orden del emperador
Augusto entre los años 9 a .C.
y 5 a . C.,
denominada desde entonces Vía Augusta, y cruzaba toda esta región, convirtiéndose
en el principal acceso hacia el norte de la Península. Sobre ésta, Tiberio
construye un ramal hacia Cara (Santacara). Todos estos datos lo corroboran un
grupo de miliarios encontrados y varios tramos empedrados de la vía que todavía
pueden verse por los alrededores de Sos.
Otra
segunda comunicación de importancia que recorrió en esta época la zona fue la
que puso en contacto Cesaraugusta con las Galias a través del Summus Portus
(Somport) prolongándose por el canal de Berdún.
Los
miliarios son unas columnas de piedra, de una sola pieza, de sección circular u
ovalada, con la base cuadrada, que se hundían en la tierra al lado de las vías
(el equivalente a los mojones kilométricos de nuestras carreteras actuales). En
ellos se indicaba habitualmente el nombre del emperador bajo cuyo tiempo se
edificó o se restauró la calzada y medidas en millas romanas (mille pasus) la
distancia existente entre el punto donde se colocaban al lugar de origen o
llegada de la vía: por lo general una ciudad importante. Una milla romana (1478,5 metros
actuales) equivalía a mil pasos, y un paso (1,48 metros ) a cinco
pies. Las primeras noticias de hallazgos de miliarios aparecen en diversos
trabajos realizados a partir de 1921 por el Padre Escalada, afincado en el
Castillo de Javier. Posteriormente otros trabajos, estudios e investigaciones
hallaron más por la zona. En total se han encontrado cinco miliarios en Sos del
Rey Católico y tres en Sofuentes.
La vía, que comunicaba directamente Cesaraugusta con Pompaelo, se establece, como antes dijimos, en época del emperador Augusto. En efecto, los primeros miliarios de la vía se fechan entre el año 9 y4
a .de C. La vía tenía su origen en Cesaraugusta, punto a
partir del cual se contaban las millas y fue construída, al menos en parte, por
las legiones fundadoras de la colonia: la IV Macedónica , la VI Victrix y la X Gemina , que nos han
dejado la constancia de sus nombres en los miliarios que jalonaban la vía en
diversos tramos. Basándonos en los datos de las fuentes escritas, en
los hallazgos arqueológicos y en los restos que quedan presentes, la Vía Augusta , según Mª.
A. Magallón, tenía el siguiente recorrido:
La vía, que comunicaba directamente Cesaraugusta con Pompaelo, se establece, como antes dijimos, en época del emperador Augusto. En efecto, los primeros miliarios de la vía se fechan entre el año 9 y
Partiendo
desde Caesaraugusta, y cruzando el Ebro, alcanzaba los límites de Castejón de
Valdejasa para dirigirse por el castillo de Sora a Segua/ Sekia (Ejea), lugar
donde tomaba el curso del Arba hasta la cercanía de Los Bañales, pasando junto
al mausoleo de Los Atilios y la Sinagoga. Desde aquí pasaba por el Corral de
Iturralde y Puy Almanar hacia el Corral de la Pardina y El Espartal,
donde se encontró el miliario de Tiberio y que marca la milla 65[1]. Al
llegar a este punto se bifurca: un ramal se dirigía rumbo norte a Sos y otro a
Cara (Santacara) en dirección oeste, según consta en el miliario de Tiberio,
con doble inscripción, para converger ambas vías en Pompaelo.
El tramo norte, denominado Vía de las Cinco Villas, discurre por el camino del Espartal, donde se encontró el miliario de Augusto, erigido por la legión IV Macedónica y que marca la milla 68, continúa hacia el “Corral de Pilatos”, donde se encontaron los miliarios de Caracalla y de Treboniano Gallo y Volusiano; continúa por “Malpial” a la “ermita de San Román”, donde se encontró un miliario de la época de Augusto levantado por la legión VI Victrix, y ya en término de Sos, por Valtriguera, Tamborín, la finca deLa Gobernadora y Val de la Liebre , donde se localiza
un miliario de Adriano que marca la milla 72, hasta el pie de Peña Orán, donde
encontramos una gran necrópolis en Cabezo Ladrero, en Sofuentes, donde dicha
necrópolis se emplazaría a ambos lados de la vía; en “Peña Orán” se encontró un
miliario de Constantino II, y muy próximo, en “Los Bayos”, otro de época de
Constantino. De Sofuentes, la vía continúa por la Mora Baja y La Mora Alta hasta un
camino antiguo que pasa por la ermita de Serún, en Mamillas, donde el P.
Escalada localizó un miliario perteneciente a Adriano, y de aquí se dirigía
hasta Sos por el collado de Valmediana, por donde la vía superaba el alto antes
de bajar a Sos posiblemente por la misma zona que actualmente ocupa la
carretera, pues en el proyecto de construcción de la carretera en el siglo XIX
se ve reflejado un camino antiguo que discurre por lugares próximos a ella, pasando
junto a la Venta
de los Mudos. Sin embargo no queda resto alguno de la vía porque el terreno de este
tramo de vía ha sufrido grandes transformaciones debido a la repoblación
forestal del siglo XX, además de que la orografía y naturaleza geológica de este
terreno no hubiera permitido a través de los siglos la conservación de vestigio
viario alguno. Con todo, si actualmente tuviéramos que trazar un camino entre
Sofuentes y Sos, lo haríamos por el camino viejo que por Mamillas sube hasta
Valmediana y desde aquí baja a Sos, ya que este es el de mejor trazado, como el
actual, por lo que probablemente el viejo trazado romano no se alejaría mucho
del actual, además, fue precisamente a un kilómetro del collado donde se
encontró, al pie de este camino viejo, el yacimiento romano de los Churinos,
cuya existencia sólo se justifica por el paso de la vía.
Muy cerca de la carretera de nuevo la vía entraba en Sos atravesando el actual casco urbano y, descendiendo por el barranco de Arbe en busca dela Valdonsella ,
se dirigía, por el lado opuesto al camino Viejo de Sangüesa, y coincidiendo casi
con la carretera actual, hasta cruzar Campo Real y el río Onsella por el lugar
del Regadío, en cuya margen izquierda existen restos del gran yacimiento del
lugar, aunque la mayoría de los restos se encuentran en el margen derecho; el
camino cruza el pequeño collado del Corral de Saturnino y continúa por la
actual Cañada Real hasta el Corral de Ongaiz: Desde aquí, por el Camino de
Javier llega a esta localidad, y tras pasar Bigarzo, atraviesa el cauce del río
Aragón por Vadoluengo hasta Pamplona, pasando por Rocaforte, Liédena, Lumbier y
Monreal.
El tramo norte, denominado Vía de las Cinco Villas, discurre por el camino del Espartal, donde se encontró el miliario de Augusto, erigido por la legión IV Macedónica y que marca la milla 68, continúa hacia el “Corral de Pilatos”, donde se encontaron los miliarios de Caracalla y de Treboniano Gallo y Volusiano; continúa por “Malpial” a la “ermita de San Román”, donde se encontró un miliario de la época de Augusto levantado por la legión VI Victrix, y ya en término de Sos, por Valtriguera, Tamborín, la finca de
Muy cerca de la carretera de nuevo la vía entraba en Sos atravesando el actual casco urbano y, descendiendo por el barranco de Arbe en busca de
Cabe
señalar que en la ladera occidental de Sos hay un camino viejo que desciende
hacia la carretera nacional, e igualmente encontramos otro, enfrente del Parador
de Turismo que desciende al convento de Valentuñana, pero la infraestructura
caminera, las características constructivas y el estado de conservación de
ambos indican que se tratan de caminos de época moderna, probablemente de hace
dos o tres siglos.
El otro
ramal que desde “El Espartal” se dirigía a Pamplona se denomina Vía del Ravenate.
Además de
esta vía principal que hemos visto, existían una serie de rutas secundarias, al
servicio de la administración romana, que permitía la organización y explotación
de la comarca. Entre estas podemos nombrar la que empalmaba la otra vía romana
que unía Cesaraugusta con las Galias por el Summun Port; pasaba por Jaca, Artieda,
Ruesta, Undués de Lerda y Javier para dirigirse por Liédena a Pamplona, a la
que se unían una tupida red de vías terciarias o de caminos articulados en torno a las principales
ciudades, que partiendo de las grandes rutas, comunican las villae y núcleos de pequeña entidad
distribuidos por la zona en relación con las distintas explotaciones agrarias
existentes.
Entramado viario romano en la zona de Sos |
El
principal núcleo de la
Valdonsella bajo dominio romano fue Campo Real, donde debió
haber una gran villa señorial, dominio de alguna importante familia romana, a
tenor del gran número de restos arqueológicos encontrados, como diversos
capiteles, cipos de piedra o una interesante estela sepulcral con una
inscripción en la que se especifica la ciudad del difunto, Eturissa, localidad
que según Ptolomeo estaría dentro del ámbito vascón. Algunas piezas de estos
restos arqueológicos podemos verlas en casas particulares de Sos.
Además de
esta gran villa de Campo Real, también hubo una serie de villas rústicas de
menor tamaño en otros puntos de la Valdonsella , como se atestigua en la cantera de
Toribio (cementerio de Gordués) con restos de ánforas, concretamente una olla
de cuerpo ovoideo, base de fondo plano y borde vuelto al exterior con labio
plano horizontal o levemente inclinado tanto hacia arriba como hacia abajo,
fabricado entre los ss. I-IV, o en Gordún, donde se han descubierto importantes
hallazgos de cerámica, entre las cuales se encuentra otra olla de cuerpo
ovoideo, base de fondo plano y borde vuelto al exterior con labio plano
horizontal, engrosado por su parte externa dando lugar a una sección triangular
del borde[3],
encontrándose también una lápida funeraria dedicada por una mujer a su marido,
un tal Yunto, a su hijo y a ella misma, y una estatuilla de bronce que
representa al dios Mercurio. Igualmente, se han encontrado restos de olla de
idéntica factura que la anterior en Campo Real (Sos del Rey Católico)
Según
David Pradales, a tenor de los restos de cerámica encontrados en los distintos
yacimientos, esta zona formaría parte de una serie de núcleos alfareros orientados
a la comercialización de sus productos a gran escala. La distribución de la
producción de estos talleres se haría a través de la amplia infraestructura
viaria que los romanos trazaron en la comarca, consiguiendo un desarrollo de
una actividad comercial de gran importancia en el conjunto de la economía de la
antigüedad romana en esta región[4].
También en
Cabezo Ladrero (Sofuentes) se han descubierto numerosos restos arqueológicos
romanos y varios e interesantes testimonios epigráficos de carácter funerario,
lo que indica la existencia de una necrópolis cercana muy importante; también
se han hallado restos de una prensa de líquidos, y en Sofuentes hay restos de
un mausoleo romano de tipo torre, datados entre los siglos II y III d. C.,columnas romanas encontradas en las fajas de la Noguera , el miliario de Constantino en Peña Orán, sillares, capiteles, una urna para depositar cenizas, un sarcófago liso, y otros restos indeterminados en El Olivar de los Frailes, Sasico de los Frailes, era de Gayarre, Los Bayos y El Mesolío.
Más restos
indeterminados se han localizado en los caseríos de Vico, La
Mora Alta , La
Mora Baja y Villavetre, restos de un dique
romano del s. II. d. de C. en El Salado, un miliario y otros restos en Sos, y
más restos a falta de prospecciones en Ceñito y Barués.
Restos romanos en el torreón de Sofuentes
En los
desmontes que se practicaron en el año 1934 para la construcción de la
carretera Sangüesa-Sos, se encontraron más de 200 esqueletos pertenecientes al
siglo II[5]. Y en el resto de la comarca de las Cinco Villas, muy
bien comunicadas por las vías romanas, como antes dijimos, existen, cerca de la
población de Layana, en el término municipal de Uncastillo, el yacimiento de
“los Bañales”, datado entre los siglos I y IV, con restos de un edificio termal
y de un acueducto que llevaba las aguas hasta el mismo y del que quedan una
treintena de pilares formados por grandes piedras que van disminuyendo en
altura y sin argamasa que los una. En Sádaba también se hallan numerosos
restos, destacando un edificio romano del siglo IV conocido con el nombre de “La Sinagoga ”, y a su lado
cimientos romanos.
Igualmente en Sádaba encontramos un suntuoso mausoleo,
datado en el siglo II dedicado a la familia de los Atilios conocido como el
“Mausoleo de los Atlilios” o, vulgarmente llamado, “Altar de los Moros” en el
que más o menos podemos traducir de sus escritos grabados lo siguiente.” Atilia
Festa estando viva, hizo este monumento para sí, su padre Lucio Atilio Festo y
para su abuelo Cayo Atilio Genial de la tribu Quirina”, posibles dueños de la
cercana villa romana. De este mausoleo se conseva la fachada principal de 9,2 m de longitud por 7,2 m de altura.
Edificio de "la Sinagoga", en Sádaba |
Mausoleo de los Atilios |
La
monumentalidad de estos restos nos dan a entender el gran poder de estas
familias que formaban la oligarquía cerealista de las Cinco Villas, y sus grandes
obras hidráulicas, como el acueducto de los Bañales antes descrito, junto a
diques de contención en el Riguel y Arba, nos hacen pensar en el
aprovechamiento de las aguas de riego dando lugar a una importante producción
hortofrutícola, que junto al cereal, la vid, el olivo y el pastoreo de animales
como el caballo, el cerdo, la oveja, el buey y la cabra, serían la base de la
economía del poder de los grandes propietarios de los latifundios de la
comarca.
Acueducto de los Bañales, en Uncastillo |
Además de
todos estos restos que hemos visto, se han encontrado más en el los términos de
Navardún, Gordués, Gordún...lo que nos da una idea de la importante presencia
romana en la zona.
La
dominación romana trajo consigo la penetración del cristianismo, aprovechando
las grandes vías y el trasiego de las legiones romanas. Prueba de ello es el
sarcófago paleocristiano del siglo IV que se conserva en la iglesia parroquial
de Castiliscar, siendo su primitiva ubicación el mausoleo de Sofuentes.
Más restos
romanos en Biota, Castliscar, Ejea y otras entidades menores en la comarca nos
merecen una acertada opinión de la importancia, grandeza, e intensidad de la
zona en la época imperial romana, que como muchas otras regiones del Imperio
romano sufrieron la crisis del siglo III. En efecto, el yacimiento de Campo Real,
que tuvo su inicio en el siglo I d. C., desapareció a finales del siglo II,
coincidiendo este hecho con el hallazgo en Sangüesa de un tesoro compuesto por
unas dos mil monedas que se han datado entre el año 238 y 268 d. C. La
desaparición del poblado y la ocultación de este ingente número de monedas
denota que ya en el siglo III d. C. las poblaciones romanas ubicadas en la Valdonsella comenzaron
a sufrir la inseguridad propia de la crisis general del Imperio romano,
llegando a desaparecer algunos de estos núcleos de población. A este debilitamiento imperial romano hay que añadir la penetración en la Península Ibérica de nuevos pueblos, y en este entorno aparecerá en
las explotaciones agrícolas la nueva figura del colono, desplazando al esclavo.
El colono, un hombre libre con derecho a la explotación del suelo colonado y a transmitirlo en herencia a cambio del pago de una parte del fruto y de servicios personales en la tierra del señor, fijándose al trabajador a la tierra según “Constitutio” de Constantino en el 332. Es la aparición del futuro Siervo dela Gleba ,
antecedente inmediato del sistema feudal de producción.
El colono, un hombre libre con derecho a la explotación del suelo colonado y a transmitirlo en herencia a cambio del pago de una parte del fruto y de servicios personales en la tierra del señor, fijándose al trabajador a la tierra según “Constitutio” de Constantino en el 332. Es la aparición del futuro Siervo de
En el
siglo V, tras la caída del Imperio romano y de las invasiones de los pueblos
germánicos, pasaron a dominar la mayor parte de la Península Ibérica los visigodos.(continuación)
[1]
Hallado en el año 1920 al roturar una finca.
[2]
Moreno Gallo, I. La carretera romana de
Zaragoza al Bearn. C.E.C.V., I.F.C., D.G.A., Ejea, 2009, pp. 92-95;
[3] VV.AA.Producciones de cerámica común no torneada
en el País Vasco peninsular y Aquitania meridional: grupos de producción,
tipología y difusión, Instituto de Prehistoria y Arqueología “Sautuola”.
Santander, 2008.
[5] Periódico "La Vanguardia", 6/02/1934, p.29.
BIBLIOGRAFIA
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Real/Fillera(Sos del Rey Católico-Sangüesa) A.E.A. 2008,81. pp. 75-100.
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poblamiento romano en la comarca de las Cinco Villas". VV.AA. Los caminos en
la historia de las Cinco Villas.VI Jornadas de Estudios sobre las Cinco Villas. C.E.C.V.
Ejea de los Caballeros, 1990.
-Magallón Botaya, Mª Angeles. Cronología de la red viaria del convento Cesaraugustano, según los
miliarios, en
VV.AA.: Estudios en homenaje al Dr. Antonio Beltrán Martínez. Zaragoza,
1986, pp. 621-631.
-Moreno Gallo, Isaac. Item a Caesarea Augusta Beneharno. La carretera romana de Zaragoza
al Bearn. C.E.C.V.,
I.F.C. Diputación de Zaragoza. Ejea, 2009.
-Pradales Ciprés, David. Dpto. de Hª Antigua, Colegio
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cerámico de época romana en la zona de Aragón, nuevas aportaciones". Revista
Turiaso, X. T.1. II encuentro nacional de estudios sobre el Moncayo. Ciencias
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Tarazona, 1992.
-Zarzuelo Revilla,Mariano. Calzadas romanas en las Altas
Cinco Villas. Revista
"El nuevo miliario" nº 8. Fundación Juanelo Turriano. Madrid, 2009.
-Zarzuelo Revilla, Mariano. Calzadas romanas en las Altas Cinco Villas II. Revista "El nueno
miliario" nº 9. Fundación Juanelo Turriano. Madrid, 2009
-VV.AA. Producciones de cerámica común
no torneada en el País Vasco peninsular y Aquitania meridional: grupos de
producción, tipología y difusión. Instituto de Prehistoria y Arqueología
"Santuola". Santander, 2008.
En la web:
-Andreu Pintado, Javier y Jordán Lorenzo, Angel A. Epigrafía, organización del
territorio y doblamiento en territorio de Vascones: los Bañales (Uncastillo,
Zaragoza) Espacio,
Tiempo y Forma, Serie I, Prehistoria y Arqueología, t. 16-17, pp. 419-461.
U.N.E.D., 2003-2004.
-Andreu Pintado, Javier. De qvinque civitatibvs romana aetate. Oppidaimperiiromani,glogspot.com.es
-Aragón romano. Blog
de la web Aragonromano. Patrimonio romano de Aragón.
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