domingo, 17 de noviembre de 2019

SAN ESTEBAN PROTOMARTIR


Lapidación de San Esteban, de Annibale Carracci (1604-1605)
Miseo del Louvre (París)

            La iglesia románica de Sos del Rey Católico está consagrada a San Esteban Protomártir, pero ¿quién fue San Esteban?
         Esteban es un nombre propio griego [Στέφανος (Stéfanos)], que en griego antiguo significa “victorioso”, “laureado”.  A este santo se le llama “protomártir” [del griego πρῶτος (protos) = primero] por ser uno de los primeros mártires de la historia católica, aunque muchos hagiógrafos, teólogos e historiadores lo consideran el primer mártir del cristianismo.
            Esteban era de origen judío, aunque desconocemos cuándo se convirtió al cristianismo. La Biblia habla de él por primera vez en los Hechos de los Apóstoles, cuando narra que en Jerusalén hubo una protesta de las viudas helenistas porque en el reparto de la caridad y comida diaria se les daba más preferencia a los que eran de Israel que a ellas, que eran extranjeras(Hch. 6,1.)
            Dado que Esteban gozaba de muy buena reputación y estaba lleno de fe, de Espíritu Santo y de sabiduría, los judíos helénicos lo eligieron, junto con otros seis hombres buenos, para organizar una distribución mucho más justa de los recursos de la comunidad entre las citadas viudas. Estos seis hombres buenos fueron nombrados diáconos por los Apóstoles de Jesús y el séptimo, Esteban, por estar lleno de gracia y poder, fue proclamado archidiácono, y dicen que realizó algunos prodigios y milagros frente al pueblo. Sus discursos gozaban de gran aceptación entre las gentes y las conversiones al cristianismo se multiplicaban en Jerusalén.
             Judíos de Cilicia, Cirene, Alejandría y Asia que se encontraban reunidos en la sinagoga llamada “de los libertos”, debatieron con Esteban y finalmente discutieron con él al no poder rebatir sus argumentos debido a la sabiduría y el espíritu con que hablaba, por lo que sobornaron a unos hombres para que dijeran que habían oído a Esteban blasfemar contra Moisés y contra Dios (Hch, 6, 11). “De este modo, amotinaron al pueblo, a los ancianos y a los maestros de la ley. Luego salieron a su encuentro, lo apresaron y lo llevaron al sanedrín y presentaron testigos falsos que decían:
-Este hombre no cesa de hablar contra el templo y contra la ley. Le hemos oído decir que ese Jesús Nazareno destruirá este lugar santo y cambiará las costumbres que nos transmitió Moisés” (Hch. 6, 12-14)
          Ya en el sanedrín, Esteban se explayó, larga y contundentemente, con un discurso en el que remarcaba la desobediencia del pueblo de Israel hacia Dios, terminando con estas palabras: “…Vosotros, hombres testarudos, obstinados y sordos, siempre os habéis resistido al Espíritu Santo. Eso hicieron vuestros antepasados, y lo mismo hacéis vosotros. ¿A qué profeta no persiguieron vuestros antepasados? Ellos mataron a los que predijeron la venida del Justo, a quien vosotros acabáis de traicionar y asesinar. Vosotros recibisteis la ley por mediación de los ángeles, pero no la habéis cumplido” (Hch. 7, 51-53)
            Estas palabras provocaron la ira de los sanedristas y Esteban,”…lleno de Espíritu Santo, mirando fijamente al cielo, vio la gloria de Dios y a Jesús de pie a la derecha de Dios y exclamó:
            -Veo los cielos abiertos, y al Hijo del hombre de pie a la derecha de Dios”(Hch 7, 54-56)
            Esta fue la gota que colmó el vaso. Los judíos no podían permitir una blasfemia tan grande, así que “…se arrojaron sobre él, lo condujeron fuera de la ciudad y se pusieron a apedrearlo”(Hch. 7, 57-58). Mientras lo apedreaban, Esteban rezaba: “Señor Jesús, recibe mi espíritu”. Y con voz fuerte decía: “Señor, no les tomes en cuenta este pecado”. Y dicho esto, expiró. (Hch. 7, 59-60)
            Según los textos bíblicos, parece ser que la muerte de San Esteban se produjo en el año 34 d. C., cuatro años después de la pasión y muerte de Jesús.
            Entre los que estaban presentes en su lapidación, consintiendo su muerte, se encontraba Saulo de Tarso, el futuro apóstol Pablo, el Apóstol de los Gentiles, que más tarde se convertiría al cristianismo y difundiría la palabra de Dios por todos los rincones.
        Respecto a su lugar de enterramiento no dice nada el Libro de los Hechos de los Apóstoles; únicamente refleja que “a Esteban lo enterraron unos hombres piadosos, e hicieron gran duelo por él” (Hch.8, 2)

           En el año 415 d. C. un sacerdote llamado Luciano tuvo un sueño en el que se le reveló que los restos de Esteban estaban en Beit Jimai, (Jerusalén). Unas reliquias allí encontradas fueron reconocidas como los restos de San Esteban y se trasladaron en procesión hasta la abadía de Hagia María el día 26 de diciembre del 415. Este día pasó a ser, desde entonces, la festividad de san Esteban.
             Tras varios traslados de sus restos y numerosas reliquias de su cuerpo repartidas por varios países, actualmente se reconoce la Basílica de San Lorenzo Extramuros, en Roma, como el lugar donde reposan los restos de San Esteban, además de las reliquias que se veneran en  diversas iglesias, monasterios y abadías repartidas por el mundo: Palestina, Ucrania, Roma, Venecia, Grecia, Egipto, Austria, Bélgica, Croacia, Polonia, Holanda….e incluso en España (Menorca, Sos del Rey Católico…) y otros muchos lugares. En fin, tantos trocitos de osamenta que podrían reconstruirse varios esqueletos de San Esteban.
            Pero un gran descubrimiento hace tan sólo cinco años parece que nos va a desvelar el verdadero y actual lugar de enterramiento de San Esteban.
Talla gótica de San Esteban protomártir (s. XVI)
Sos del Rey Católico

               En la ciudad de Cafargamala, en Cisjordania, un grupo de arqueólogos israelíes y palestinos, dirigidos por el doctor Salah al Hudeliyya, encontraron, en noviembre de 2014, las ruinas de un templo y de un monasterio bizantinos; y dentro de una de las iglesias hallaron una inscripción de ocho líneas escritas en griego, indicando que esta iglesia fue construida en honor a San Esteban y que dicho santo se enterró allí el año 35[1]. El mencionado doctor, todavía está estudiando la excavación arqueológica y muy pronto hará públicos los resultados de sus investigaciones.
            San Esteban es patrono de Roma, de los caballos, los mozos de cuadra, cocheros, canteros, escultores, picapedreros, albañiles, carpinteros, tejedores, sastres, cerveceros, enólogos, toneleros y diáconos, y protector contra la obsesión, las piedras y cálculos de riñón, la pleuresía, los dolores de cabeza y para pedir una buena muerte. Iconográficamente se le suele representar con unas piedras, portando la palma del martirio o con ambos objetos, como la talla gótica de dos metros de altura que preside el ábside central en la iglesia de Sos del Rey Católico.




[1] Fundación Tierra Santa. “Dos incógnitas sobre San Esteban siguen abiertas: su tumba y el papel de Gamaliel en su vida”. fundaciontierrasanta.es (26 de junio de 2015)





BIBLIOGRAFÍA

-La Biblia. Edición popular. 3ª edición. La casa de la Biblia. Madrid, 1998.
-LORENZO VILLANUEVA, JOAQUÍN. Año Christiano de España. T.VIII."El hallazgo del cuerpo de San Esteban" pp.33-37. Imprenta Real. Madrid, 1793.
En la web:
-fundaciontierrasanta.es. “Dos incógnitas sobre San Esteban siguen abiertas: su tumba y el papel de Gamaliel en su Vida” (26/06/2015)
-wikipedia. San Esteban (mártir)
-www.corazones.org. Santos...y vidas ejemplares. San Esteban, Protomártir.

No hay comentarios:

Publicar un comentario