La generalizada
práctica de nepotismo entre los clérigos de Sos en la Baja Edad Media(ver) originó, entre otros, un problema añadido a los parroquianos de San
Esteban: el absentismo.
Nombrar como clérigo sucesor a un pariente
acarreaba muchas veces la falta de preparación de los clérigos para ejercer su
oficio, pues muchos de ellos no sentían la vocación religiosa, sino que
asociaban el ser clérigo con entrar a formar parte de la élite de la sociedad,
con el consiguiente prestigio social, la obtención de unas rentas fijas y otras
ventajas jurídicas y fiscales que ello conllevaba; además muchos de ellos no
eran nacidos ni residentes en Sos, por lo que en muchas ocasiones dejaban
desatendidas las labores pastorales, y si nombraban sustitutos para suplir sus
obligaciones, éstos eran igual que ellos: personas no aptas ni preparadas para
el ejercicio de los oficios religiosos, e incluso llegaron a nombrar niños como
sustitutos, por lo que el grado de absentismo llegó a ser tan alto que provocaba
el lógico enfado y malestar entre los parroquianos, teniendo que intervenir, en
algunas ocasiones, las autoridades municipales para poner orden y que los
parroquianos pudieran ser atendidos, como sucedió a finales del siglo XV con el
vicario Pedro de Esparza, que fueron tan reiterativas sus ausencias que el
Justicia y los jurados de Sos , ante esta dejadez de los servicios
eclesiásticos por parte del vicario, lograron que éste les diese poder durante
un año para buscar un capellán que se hiciera cargo de la vicaría, asignándole
las rentas de la misma y una ración anexa, según un documento con fecha 8
de mayo de 1496[1]. Pero no fue fácil encontrar un
sustituto, puesto que los capellanes locales rehusaron hacerse cargo de la
vicaría alegando que, al haber aumentado considerablemente la población de la
villa, tenían muchas misas a su cargo y sin la ayuda de un coadjuntor no podían
desempeñar tal labor, puesto que el trabajo era mucho y la renta ofrecida
escasa[2]. La solución fue traer a un franciscano
de fuera, fray Gonzalbo de Rebolledo, quien, al menos entre 1497 y 1502,
cumplió las funciones que había dejado desatendidas mosén Pedro de Esparza.
Con anterioridad, mosén Alfonso Lucientes(1483-1496),
a pesar de tener lazos familiares con la localidad (era hijo de María Gil,
habitante de Sos), apenas desempeñó sus funciones eclesiásticas en la villa, pues
vivió la mayor parte de su vida en Zaragoza, siendo racionero de La Seo,
llegando a contratar sustitutos para que lo hicieran en su nombre. Así, los
ejecutores testamentarios de Lucientes pagaron 60 sueldos en el año 1496 al
capellán Gil Ezquerra por haber servido la vicaría cuatro meses[3].
Sin embargo, no todos los religiosos de Sos
dieron problemas de absentismo; también hubo quien se dedicó en cuerpo y alma a
cumplir con sus obligaciones pastorales, como Don Pedro de Sada, que realizó la
mayor parte de su carrera eclesiástica en Sos, donde fue capellán y también
rector de Arbe desde el año 1468. Su estancia en Sos le permitió desempeñar
numerosos cargos y tareas, como la asunción de la lugartenencia de la vicaría
en 1482 y en 1506; fruto de todo ello y como culminación a su largo recorrido
en bien de los parroquianos se le otorgó la vicaría de la iglesia de San
Esteban en el año 1509[4].
Aunque los problemas con los clérigos de
Sos fueron disminuyendo con el transcurso del tiempo, siempre había algun religioso que
no cumplía con sus obligaciones pastorales; un documento de 1651 nos muestra el
pleito que el Ayuntamiento de la villa tuvo con el vicario de la villa sobre la
obligación de celebrar misa diaria para sus parroquianos[5].
[3]
A.H.P.S., Miguel del Sen, p. 455, ff.1-1v.
[4]
Abellá Samitier, J. Sos en la Baja Edad Media, p. 97.
[5]
Ayuntamiento de Sos. José Plano. Por la Villa de Sos. En el pleito con el
vicario de su parrochial. Sobre la obligación de decir cada día missa por sus
feligreses.
BIBLIOGRAFÍA
-ABELLÁ SAMITIER, JUAN. Sos en la Baja Edad Media. Una villa
aragonesa de frontera. I.F I.F.C. (C.S.I.C.)
Zaragoza, 2012.
-ABELLÁ SAMITIER, JUAN. “Entre
Aragón y Navarra: el arciprestazgo de la Valdonsella a finales de la Edad
Media”. Revista Príncipe de Viana, año LXIX, nº 243. Pamplona, 2008.
-JOSÉ PLANO. Ayto. de SOS. Por la villa de Sos. En el pleito con el
vicario de su parrochial. Sobre la obligación de dezir cada día missa por sus
feligreses. Año 1651- Fondo Antiguo digitalizado. Universidad de Sevilla.
-MARTÍN MARTÍN, J.L. "Alfabetización y poder del clero secular de la Península Ibérica en la Edad Media". VV.AA. Educación y transmisión de conocimientos en la Historia. XIII Jornadas de Estudios Históricos. Coord. Angel Vaca Lorenzo, pp. 95-133. Ed. Universidad de Salamanca. Salamanca, 2002.
-MARTÍN MARTÍN, J.L. "Alfabetización y poder del clero secular de la Península Ibérica en la Edad Media". VV.AA. Educación y transmisión de conocimientos en la Historia. XIII Jornadas de Estudios Históricos. Coord. Angel Vaca Lorenzo, pp. 95-133. Ed. Universidad de Salamanca. Salamanca, 2002.
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