domingo, 29 de diciembre de 2019

"CANTERUDOS" LOS DE TIERMAS

Pueblo de Tiermas (Wikipedia)

                      A los habitantes del despoblado de Tiermas los vecinos de Escó les llaman canterudos, adjetivo gentilicio formado por el sustantivo “cantera” más el sufijo “-udo”.
                Todos sabemos que una cantera es un lugar donde se extrae piedra u otras materias primas para su posterior manufacturación. Pero este no es el caso; en Tiermas no existen canteras.
                     En el léxico altoaragonés, y más concretamente en la toponimia de Escó, se denomina “cantera” a las elevaciones sobre el terreno, o sea, a las colinas (elevaciones naturales del terreno de menor altura que los montes o montañas), y es precisamente por esta razón por la que  el  sustantivo  del pseudogentilicio de los habitantes de Tiermas deriva de esta especial y curiosa ubicación orográfica; por estar el pueblo edificado sobre una “cantera” (colina).
                        Pero para que un pseudogentilicio de un pueblo sea un pseudogentilicio como mandan los cánones, hay que dotarlo de “algo” vituperable; de lo contrario, no tiene gracia; no nos podríamos reir de los tiermenses, como hacen ellos de nosotros y con los demás pueblos colindantes.
                        Así pues, los de Escó añadieron el sufijo “-udo”: “canterudo”. ¡Ahora sí!
                     El sufijo “-udo” es un sufijo aumentativo que expresa exceso, abundancia, gran tamaño. Es cierto que Tiermas bien podría ser objeto de esta “abundancia” por su gran tamaño y espectacular extensión ocupando prácticamente toda la superficie edificable del alto de la “cantera” o colina. Pero el sufijo “-udo”, que puede ser sustituido por el también sufijo aumentativo “-ón”, generalmente suele tomar un sentido peyorativo. Aunque el significado es el mismo, no adquiere el mismo sentido si llamamos “barrigón” a una persona que tiene mucha barriga que “barrigudo”, mucho más despectivo e hiriente.
                      Es decir, que a los tiermenses, los pueblos colindantes les llaman “canterudos” por la ubicación del pueblo sobre una cantera (colina), pero le añaden el sufijo “-udo, en un contexto despectivo y ofensivo, indicando, o queriendo expresar así,  el desprecio que sienten sobre el mismo o por las personas que lo habitan, dando a entender, por el tradicional “pique” entre pueblos, que el propio pueblo es mucho mejor que el del vecino.

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