Esta leyenda data del siglo XIX, y más concretamente a
principios de éste, en el período en el que la villa de Sos del Rey Católico
estaba bajo dominio de las tropas napoleónicas.
Sos estaba totalmente amurallado y los únicos accesos para
entrar o salir del recinto eran las siete puertas de las murallas.
Cuenta la leyenda que en aquellos tiempos un joven
labrador de la villa, Esteban, salió una noche del pueblo. El motivo no está
muy claro y unos cuentan que salía a ver a su novia a escondidas fuera de la
muralla, otros que era un pastor y salió a ver a sus ovejas, y otros que se
trataba de un espía. Sea como fuere el caso es que los franceses lo vieron y lo
apresaron creyendo que era un espía y le torturaron cruelmente intentando hacerle
confesar lo que él, probablemente, desconocía.
Esteban, atormentado por las contínuas torturas y
viendo que no podría soportar más sufrimiento, decidió morderse la lengua con
los dientes, arrancándosela y escupiéndola a los pies del oficial que le interrogaba.
El oficial francés, conmovido por su heroica muestra de valor y patriotismo,
decidió perdonarle la vida y lo liberó; pero al entrar al pueblo por el portal
de Poniente, cayó al suelo y murió a causa de la gran pérdida de sangre que
sufrió.(leyenda popular)
Portalico del Mudo. Sos del Rey Católico |
Desde entonces, y en memoria del valiente Esteban, éste
portal es conocido como Portalico del Mudo, así como el callejón de acceso a él
se llama igualmente calle del Mudo. En esta calle, una leyenda , actualmente desaparecida,rezaba: “Viajero que vienes a Sos, no pases
despistado por esta calle. Guarda silencio y piensa en el valor de un joven
sosiense”.
Calle de acceso al portal del Mudo |
Don Pedro Campaña Arrese dedica un poema al portal del
Mudo. Reproducimos aquí las tres últimas estrofas del mismo:
...Delante del halcón
mayor el mozo se aferraba
a no mostrar ni gesto
ni palabra
y, al fin, no pudo más,
encabritada el alma,
puso en blanco la
mirada,
sacó la lengua y
cortósela con honda dentellada,
y la arrojó a la cara
del halcón mayor, y
mientras rebotaba
la lengua iba dejando
rosas ensangrentadas.
Perdió el hilo el
halcón. Quedóse como en babia,
nunca entre sus
halcones viérase tanta hazaña;
Púsolo en libertad. A
la alborada
Por el portal el héroe
casi muriendo entraba
y su mirada en otra
mirada se iluminaba.
Cayó en redondo el mozo
y entregó el ánima.
Desde entonces el
portal se llama
portalico del mudo…y
dicen que habla.
BIBLIOGRAFÍA
-CAMPAÑA ARRESE, PEDRO. Por el
ojo del puente. I.F.C., C.E.C.V. 1993.
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