sábado, 25 de abril de 2015

LEYENDA DEL PORTALICO DEL MUDO

Esta leyenda data del siglo XIX, y más concretamente a principios de éste, en el período en el que la villa de Sos del Rey Católico estaba bajo dominio de las tropas napoleónicas.
Sos estaba totalmente amurallado y los únicos accesos para entrar o salir del recinto eran las siete puertas de las murallas.
Cuenta la leyenda que en aquellos tiempos un joven labrador de la villa, Esteban, salió una noche del pueblo. El motivo no está muy claro y unos cuentan que salía a ver a su novia a escondidas fuera de la muralla, otros que era un pastor y salió a ver a sus ovejas, y otros que se trataba de un espía. Sea como fuere el caso es que los franceses lo vieron y lo apresaron creyendo que era un espía y le torturaron cruelmente intentando hacerle confesar lo que él, probablemente, desconocía.
Esteban, atormentado por las contínuas torturas y viendo que no podría soportar más sufrimiento, decidió morderse la lengua con los dientes, arrancándosela y escupiéndola a los pies del oficial que le interrogaba. El oficial francés, conmovido por su heroica muestra de valor y patriotismo, decidió perdonarle la vida y lo liberó; pero al entrar al pueblo por el portal de Poniente, cayó al suelo y murió a causa de la gran pérdida de sangre que sufrió.(leyenda popular)
Portalico del Mudo. Sos del Rey Católico

                            Desde entonces, y en memoria del valiente Esteban, éste portal es conocido como Portalico del Mudo, así como el callejón de acceso a él se llama igualmente calle del Mudo. En esta calle, una leyenda , actualmente desaparecida,rezaba: “Viajero que vienes a Sos, no pases despistado por esta calle. Guarda silencio y piensa en el valor de un joven sosiense”.



Calle de acceso al portal del Mudo



Don Pedro Campaña Arrese dedica un poema al portal del Mudo. Reproducimos aquí las tres últimas estrofas del mismo:

...Delante del halcón mayor el mozo se aferraba
a no mostrar ni gesto ni palabra
y, al fin, no pudo más, encabritada el alma,
puso en blanco la mirada,
sacó la lengua y cortósela con honda dentellada,
y la arrojó a la cara
del halcón mayor, y mientras rebotaba
la lengua iba dejando rosas ensangrentadas.

Perdió el hilo el halcón. Quedóse como en babia,
nunca entre sus halcones viérase tanta hazaña;
Púsolo en libertad. A la alborada
Por el portal el héroe casi muriendo entraba
y su mirada en otra mirada se iluminaba.

Cayó en redondo el mozo y entregó el ánima.
Desde entonces el portal se llama
portalico del mudo…y dicen que habla.




BIBLIOGRAFÍA

-CAMPAÑA ARRESE, PEDRO. Por el ojo del puente. I.F.C., C.E.C.V. 1993.

 



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