En los
primeros tiempos de la Edad
Media la economía tuvo un carácter casi exclusivamente
agrícola. A partir del siglo XI empezaron a renacer en la Península los mercados,
los centros urbanos y el mercado internacional.
Con el
desarrollo de la ciudad y de la población urbana apareció un elemento nuevo en
la sociedad: el burgués (habitante de la ciudad o burgo)
El
burgués, a diferencia del noble, estaba interesado en el comercio y el trabajo
y no en la guerra. Los vecinos eran hombres libres que se sentían orgullosos de
sus derechos, de su riqueza y de su poder.
El nombre
de burgueses era una derivación de la palabra alemana buró (castillo), ya que
las ciudades eran fortificadas y se formaban alrededor de un alcázar,
protegidas por murallas, fosos y puentes levadizos. En el centro de la ciudad
había una plaza donde se celebraba el mercado semanal; muy cerca de éste, la
iglesia, el palacio del ayuntamiento y las casas de los principales gremios y
de los patricios. Como el recinto urbano era reducido, las calles eran
estrechas y las casas angostas, de dos o tres alturas.
Los
mercados nacen en Europa en la
Edad Media como fenómeno unido a diversos factores:
1- La
creación de nuevos oficios, distintos a los de labrador (arrieros, comerciantes,
artesanos, guerreros, etc.…) que obligaban a estas gentes, no productoras de
alimentos, a comprar los elementos necesarios para cubrir sus necesidades.
2-La
fundación de nuevas villas y la mejora de los caminos, que fomentó el comercio
y abarataron los productos.
3-La
superación del autoabastecimiento y la producción de excedentes, que creó la
necesidad de obtener un rendimiento con su comercialización.
En el
mercado se instalan toda clase de comerciantes y artesanos para vender sus
variados productos: carnes, todo tipo de
aves( palomas, pavos reales, cigüeñas, cisnes, pollos…), verduras, huevos,
arroz, ajos, azúcar, fruta de la más variada, pescados, leche, legumbres,
frutos secos, miel, etc.… y especias, en concreto pimienta, azafrán, canela,
jengibre, cardamomo, nuez moscada, flor de macís, clavos, y
hierbas, tales como la ajedrea, cilantro, espica, hinojo, laurel,
mejorana, orégano, menta, mostaza, perejil, ruda, salvia y tomillo, …entre
otras.
En la era
medieval se utilizaban muchas especias. El entusiasmo que la Edad Media experimenta
por las especias se explica fácilmente por la carga simbólica que comportan
tales productos. Llegadas de un Oriente cercano al Paraíso terrenal, se consideraban
a las especias transmisoras de las virtudes (inmortalidad, longevidad) inherentes
a semejante lugar de origen. Así, aun en el siglo XIII se seguía creyendo que
el nido del ave Fénix estaba hecho con corteza de canela.
Arcadas de la Plaza de Sos bajo las que tenía lugar el mercado en la Edad Media |
Bajo los
arcos de la plaza del Ayuntamiento de Sos tenía lugar el mercado en la
Edad Media.(ver plaza del mercado en Sos)
BIBLIOGRAFÍA
-CANELLAS, LÓPEZ, ANGEL. Perfiles de la economía medieval aragonesa, en "Cuadernos de Historia Jerónimo Zurita, 25-26", pp. 37-54. I.F.C., Ejea de los Caballeros, 1975.
-HISTORIA DE ARAGÓN (coleccionable). Heraldo de Aragón. Zaragoza, 1991.
-LEDESMA RUBIO, MARÍA LUISA. La ocupación del espacio y las transformaciones económicas en los siglos XII y XIII. Historia de Aragón II: Economía y sociedad. I.F.C., 1996
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