domingo, 2 de mayo de 2021

LA IMPORTANCIA DEL GESTO EN LAS MANIFESTACIONES ARTÍSTICAS.

 

Pintura del ábside de la iglesia de Santa Lucía(lado del Evangelio) Sos del Rey Católico.

          La mano y los dedos son utilizados habitualmente como complemento del discurso oral para expresar sentimientos, emociones o actitudes. Si no existe discurso oral, dedos y manos se convierten, junto con el rostro, en una de las partes del cuerpo de mayor capacidad y carga expresiva del lenguaje no verbal.

En una sociedad medieval, donde la comunicación escrita estaba reducida a un pequeño porcentaje de la población (clero y clases altas), el lenguaje oral y los gestos se convirtieron en la principal vía de expresión y comunicación en todo tipo de relaciones humanas. Pero esta comunicación se hizo más difícil todavía conforme nuevos comerciantes y gentes venidas de otras partes del continente europeo intentaban comunicarse con los hispano-hablantes para vender sus mercancías, comprar o intercambiar algún producto o realizar cualquier otra transacción del tipo que fuera. Y es aquí donde los gestos toman un total protagonismo en el lenguaje, convirtiéndose en una “lingua franca” o vehicular; tanto, que incluso  la civilización medieval ha sido definida en diversas ocasiones como “la civilización de los gestos”[1].

El pensador, orador y educador Marco Fabio Quintiliano(s. I d.C.) decía que la gesticulación con las manos consigue casi la misma plenitud que tienen las palabras porque “hablan por sí mismas”, y sus cuantiosos movimientos “casi exceden al número de las palabras”[2].

Del mismo modo, la gesticulación también pasó a formar parte en todo tipo de representaciones artísticas del Medioevo, convirtiéndose en un valioso recurso visual para una mayor comprensión, identificación y reconocimiento de lo representado ante el observador, mostrando posturas, actitudes y gestos muy parecidos a los usados cotidianamente en la vida real. Y es así cómo representaciones escultóricas, pictóricas, dibujos miniados y cualquier otro tipo de expresión artística adquieren un significado cuya interpretación está al alcance de la masiva e iletrada plebe medieval.

Estas gesticulaciones con las manos podemos verlas en Sos del Rey Católico en prácticamente todas las manifestaciones plásticas de su riquísimo patrimonio artístico; por ejemplo, el Cristo en majestad que preside el tímpano de la portada de la iglesia se encuentra con la mano levantada en actitud de bendecir, con la palma hacia afuera y los dedos índice y corazón juntos y levantados; orantes con las manos juntas en actitud de rezo podemos verlos también en la portada románica o en diversas escenas de las pinturas murales conservadas en las demás iglesias de la villa, etc…

Como dice Quintiliano, son muchos los gestos que pueden realizarse con la mano, pero en este post nos vamos a centrar tan sólo en una escena de las pinturas murales de la iglesia de Santa Lucía(ver ermita), concretamente en la que se encuentra en la zona central del ábside, que lo recorre de izquierda a derecha entre las dos ventanas laterales y separada por la ventana central en dos zonas iguales, representando el pasaje de “la Victoria” de La leyenda dorada descrita por Jacobo de la Vorágine, en la que los cristianos sipontinos y beneventinos vencen a los ejércitos paganos napolitanos gracias a la intervención del Arcángel San Miguel, según el texto latino de la Aparitio Sancti Michaelis in Monte Gargano (s. VI)[3].

En la parte del lado de la Epístola se encuentra el ejército napolitano y en el del lado del Evangelio, cuyas pinturas se encuentran mejor conservadas, los cristianos. Es en este lado donde vamos a centrar la atención.

Dejando a un lado la calidad artística del dibujo y la pintura, propia del estilo lineal dentro de la tradición gótica europea, vamos a centrarnos en el tema que nos ocupa, los gestos, y fijarnos únicamente en éstos, observando cómo un pequeño y único gesto en esta pintura da vida, comunicación y explicación a una escena que ocupa una superficie de 1.96m de ancho por 0.63m de alto[4], en un claro ejemplo de lenguaje a través de la comunicación gestual pintada.

Soldado levantando el dedo índice. Iglesia de Santa Lucía
(Sos del Rey Católico)

          Lo primero que vemos al contemplar la escena son doce soldados montados en sus cabalgaduras, armados y pertrechados con armaduras y escudos. La deficiente perspectiva y sensación de profundidad de los mismos nos hace verlos en un mismo plano lineal, pero rápidamente se adivina que hay uno que el artista quiso poner al frente de todos ellos en actitud de jefe, porque “algo”, en el centro de la escena, hace que la vista se desvíe hacia allí, es inevitable. Un soldado, con la cabeza vuelta y el brazo en alto muestra su dedo índice levantado, ligeramente flexionado hacia él. Alrededor del dedo índice no existe trazo alguno del resto de líneas o dibujos que conforman la escena, en una clara intención por parte del artista de centrar la atención en ese soldado y, sobre todo, en el dedo de su mano que muestra levantado, la clave explicatoria de todo el conjunto pictórico que, además, coincide con el eje de simetría central de toda la escena; es decir, no está ahí por casualidad, sino pintado allí a conciencia para atraer la mirada del observador.

Los gestos y posturas de las manos en las manifestaciones artísticas nos transfieren la información que el artista quiere transmitir sobre su obra, donde los dedos cobran un especial protagonismo. Y entre los numerosos gestos que pueden realizarse con los dedos, el del dedo índice levantado es uno de los más elocuentes[5].

El uso del dedo índice es un gesto que surgió en el campo de la retórica y la oratoria en la Edad Antigua, muy usado por maestros y oradores en sus discursos. Posteriormente fue codificado y transformado en postura en el campo artístico[6].

 Con el dedo índice extendido se hacen indicaciones de lugar, se señalan objetos o cosas, se enfatiza o rebate una idea, se acusa, se manda,…con las innumerables combinaciones en cuanto a su postura, flexionado o extendido, orientación y combinado con el resto de los dedos de la mano, su campo de interpretación es amplísimo[7].

Escena en la que el Arcángel San
Miguel indica el momento de atacar.

          En el caso de la pintura de la ermita de Santa Lucía, el soldado central levanta el dedo, ligeramente flexionado hacia el interior, en una actitud de querer decirnos que es el momento del ataque a las tropas enemigas. Su dedo indica autoridad, orden, atención, un gesto que, como caudillo y líder de la tropa que manda, traduce la voluntad de un poder que ordena; es la señal, el momento de entrar en batalla porque así lo ha indicado el Arcángel San Miguel que, con su ayuda, los llevará hacia la victoria. (La escena del Arcángel San Miguel indicando el momento en el que deben atacar a los napolitanos la encontramos en el extremo izquierdo del friso. En ella se aparece el Arcángel al obispo de los sipontinos, que habían estado rogando por que acudiera en su auxilio)[8].

Imaginemos por un momento que este soldado estuviera pintado igual que los once restantes, sin el brazo levantado. No nos sugeriría nada; simplemente estaríamos ante doce guerreros montados a caballo; ¿De paseo, quizás?. Sin embargo, con un sólo dedo levantado, el autor escenifica, explica y da sentido a todo el conjunto.

Este lenguaje gestual, en sus diferentes expresiones, es el que usaron los artistas de la Edad Media en todas sus obras artísticas para explicarse y poder transmitir e interpretar mejor sus mensajes. Un lenguaje de gestos idéntico y copiado al usado en la vida real.

El interés por la gesticulación continuó en el Renacimiento debido a la importancia que se le daba tanto en el ámbito de la retórica como en el arte. El gran Leonardo da Vinci decía: “Si las figuras no son expresión de la vida que el autor quiere imprimir en ellas, aparecerán doblemente muertas: carentes de vida y de acción”[9].



[1] Miguélez Cavero, Alicia. “El poder Gestual de la mano en la sociedad medieval y su reflejo en la iconografía de los siglos del románico en la Península Ibérica.” Revista medievalismo, 20, p. 126. Citando a Jacques Le Goff (nota 1): La civilisation de l´Occident médiévale. Gallimard, París, 1990, p.14.

[2] Quintiliano, Marco Fabio. Instituciones oratorias. Libro XI, cap.III. Traducción de los padres escolapios Ignacio Rodríguez y Pedro Sandier. Tomo II, p.271.

[3] Sobre la leyenda y las pinturas ver: Mª Carmen Lacarra Ducay. Pinturas murales góticas en las iglesias de Sos del Rey Católico. I.F.C. Zaragoza ,2016.

[4] Lacarra Ducay, Mª Carmen. “Pinturas murales en las iglesias de Sos”, p. 39. Angel San Vicente, Mª Carmen Lacarra, Ángel Azpeitia. Arte religioso en Sos del Rey Católico. I.F.C. Zaragoza. 1978.

[5] López de Guereño Sanz, Mª Teresa. “El dedo índice como atributo regio de poder en la iconografía románica de la Península ibérica”. Imágenes del poder en la Edad Media. T.II, p.327.

[6] Ibidem, p.327-328.

[7] En este sentido ver: Alicia Miguélez Cavero. Gesto y gestualidad en el arte románico de los reynos hispanos: lectura y valoración iconográfica. Tesis doctoral. Círculo Románico. Madrid, 2009; André Chastel. El gesto en el arte. Siruela. Madrid, 2004.

[8] Ver: Lacarra Ducay, Mª Carmen. Pinturas murales góticas en las iglesias de Sos del Rey Católico, p.32.

[9] Da Vinci, Leonardo. Cuaderno de notas. Planeta DeAgostini, p. 77.




BIBLIOGRAFÍA

-CHASTEL, ANDRÉ. El gesto en el arte. Siruela. Madrid, 2004.

-DA VINCI, LEONARDO. Cuaderno de notas. Colección Obras Maestras del Milenio. Planeta DeAgostini. Barcelona, 1995.

-LACARRA DUCAY. Mª. CARMEN. Pinturas murales góticas en las iglesias de Sos del Rey Católico. I.F.C. Zaragoza, 2016.

-LÓPEZ DE GUEREÑO SANZ, Mª. TERESA. “El dedo índice como atributo de poder de la monarquía Hispana en la iconografía románica”. Imágenes del poder en la Edad Media. Estudios in Memoriam del Prof. Dr. Fernando Galván Freile. T.II, pp. 325-340. Universidad de León. Instituto de Estudios Medievales. León, 2011.

-MIGUÉLEZ CAVERO, ALICIA. “El poder gestual de la mano en la sociedad medieval y su reflejo en la iconografía de los siglos del románico en la Península Ibérica”.  Rev. Medievalismo nº 20, pp.125-147. Sociedad Española de Estudios Medievales. Universidad de Murcia, 2010. Recuperado a partir de https://revistas.um.es/medievalismo/article/view/141441

-MIGUÉLEZ CAVERO, ALICIA. Gesto y gestualidad en el arte románico de los reynos hispanos: lectura y valoración iconográfica. Tesis doctoral. Círculo Románico.Madrid, 2009.

-QUINTILIANO, MARCO FABIO. Instituciones oratorias. Traducción directa del latín por los padres de las Escuelas Pías Ignacio Rodríguez y Pedro Sandier. Tomo II. Imp. De Perlado Páez y Compañía. Madrid, 1916.

-SAN VICENTE, ÁNGEL; LACARRA, Mª CARMEN; AZPEITIA. ANGEL. Arte religioso en Sos del Rey Católico. I.F.C. Zaragoza, 1979.

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