Iglesia y castillo de Sos, sobre Peña Feliciana |
NOTA
del autor
En
el presente post veremos los primeros asentamientos poblacionales en Sos desde
que se tienen noticias documentadas de la zona, allá por los inicios del siglo
X, por lo que, a priori, puede parecer una réplica de otras entradas de este blog en las que ya se ha expuesto
este tema. Sí, es más de lo mismo, pero con algunos datos añadidos que hasta
ahora no aparecían en la historiografía conocida. Bueno, a decir verdad, sí que
aparecen, pues ahí están, en los viejos cartularios y documentos históricos; lo
que ocurre es que, al parecer, han sido mal interpretados y por eso no se han
incluido en la historiografía oficial de Sos y han ido a parar, al parecer
erróneamente o malinterpretados, a la historia de otro lugar. No se trata de
sentar cátedra y afirmar que lo expuesto corresponde con la realidad histórica,
puede que contenga fallos, o que sea erróneo,… no lo sé, no soy un erudito en
la materia; sólo sé que ahora me “cuadran” muchas más cosas. Por eso, será el
lector quien, tras su lectura, saque sus propias y documentadas conclusiones.
Bien
es cierto que, en muchas ocasiones, los documentos antiguos no se lo ponen
fácil a los que escudriñan entre ellos, pero con paciencia, meticulosidad y
mucho trabajo y estudio, han conseguido que toda esa documentación llegue hasta
nuestros días compilada en extraordinarios estudios y análisis que podemos ver
en todos sus trabajos, exposiciones, conferencias, libros y enciclopedias, que
son muchísimos y, por todo ello y en obligado reconocimiento, hay que darles
las gracias.
Pero
también es verdad que entre tan ingente documentación es muy fácil que, desde
luego involuntariamente, “algo” se pase por alto, bien por errores de
transcripción, de traducción, malas grafías, documentos casi ilegibles, rotos,
desgastados…o, simplemente, por dar la información como obvia o sobreentendida,
y por eso no se ha comprobado, cuando la realidad puede ser otra; o no es lo
que parece o, debido a duplicidades de nombres y términos, hacen muy difícil la
identificación de una persona concreta o un determinado lugar, y más aún si son
coetáneos en el tiempo, creando confusiones o erróneas interpretaciones de prestigiosos
historiadores antiguos cuyas afirmaciones han sido admitidas, continuadas y
dadas como buenas por otros colegas posteriores en el tiempo, haciendo que la
labor de los estudiosos sea muy difícil y creando así, a veces, la confusión o, al menos, la duda, como
luego veremos.
Quien
más o quien menos tiene una idea aproximada de la historia de Sos y de sus orígenes (hasta
donde los historiadores han podido
investigar estudiando la
documentación que nos ha llegado). El texto que a continuación se expone es la
forma en que se fue poblando Sos: cuándo, cómo, dónde y de qué manera. Mucho
cuerpo del texto de los “orígenes del asentamiento poblacional en Sos”, con
que titulo este post, corresponde a la historia de la Villa que todos
conocemos, pero comprobaréis que hay datos nuevos, matices e información que no
hemos oído nunca y que me han ayudado a comprender y “completar” algo más la
historia de Sos, y que no hubiera sido posible acometer sin el valiosísimo
estudio realizado por el investigador sangüesino Rogelio Taboada.
Por
eso, la nueva información que se incluye en este post, dejando aparte la
historiografía oficial conocida que contiene y que el lector sabrá diferenciar
perfectamente, no es fruto de un estudio o trabajo personal, sino el resultado
de las profusas investigaciones estudiadas por Taboada que, a falta de otras
que lo contradigan, son la única fuente que he encontrado, y de la que me he
servido, para rellenar mis “lagunas” y escribir este post, además de usar las fuentes
clásicas conocidas y “tradicionales”. Y como siempre hago en mis redacciones,
lo expongo,.. y nada más,… sin entrar en juicios ni valoraciones; el
razonamiento y las deducciones van implícitas en los propios textos de los
documentos, sólo hay que compararlos con otros escritos y, entonces, entender
ambos y poner cada uno en el sitio que le corresponde, labor que Taboada, probablemente, ha
sabido realizar con acertado éxito.
Es
por esto que, personalmente, ni ratifico ni desmiento o desapruebo el trabajo
de Taboada porque, al igual que le sucede a Rogelio y denuncia en alguno de sus
libros, parece ser que los que no tenemos estudios académicos estamos
estigmatizados y nos vemos condenados a un obscuro ostracismo y animadversión
por parte algunos “iletrados” (por usar un calificativo fino) que pretenden demostrar
no se sabe el qué, por qué y para qué, que lo único que consiguen es hacer el
más absoluto de los ridículos (menos mal que son sólo muy pocos)( Ah, y
cobardes, pues, además, no dan la cara).
Pero sí he de reconocer que los trabajos de
Taboada me han ayudado mucho a entender, comprender y completar esas pequeñas “lagunas”
que tenía hasta ahora en el tema que nos ocupa y que no conseguía encontrar
respuesta en ningún otro libro (por no hablar de otros estudios del
investigador sangüesino que hacen revolucionar algunos aspectos de la historia
conocida). Pero, como antes he dicho, no seré yo quien le juzgue. Sí que diré
en su favor algo que resulta evidente y que se ve a simple vista en sus
trabajos: toda la información reseñada en los mismos está profunda y
profusamente documentada y contrastada. Muestra lo que hay, lo que existe, lo
que está escrito desde hace siglos; no hay nada inventado; de la misma forma
que el presente artículo. Lo difícil es buscar, entender, ordenar, estudiar,
comparar, comprobar y explicar todos los datos encontrados, labor que Taboada,
como antes he dicho, ha sabido llevar a buen término.[1]
Empezamos.
Orígenes
del asentamiento poblacional en Sos
Desde
principios del siglo X, en los territorios del norte de las Cinco Villas (Sos,
Uncastillo, Luesia..) y toda la Valdonsella, se establecieron los primeros
asentamientos cristianos para frenar el avance musulmán, mientras que las zonas
del Sur, el llano y del valle del Ebro, quedaron bajo dominio islámico hasta
principios del siglo XII.
Conforme
los cristianos iban apoderándose de las fortificaciones musulmanas, las fueron
reconstruyendo. En un principio, estas primitivas fortificaciones de las Cinco
Villas eran de madera y consistían en asentamientos militares que tuvieron una
función meramente defensiva y militar; pero, poco a poco, la piedra fue
sustituyendo a la madera, el avance cristiano se aceleraba y se fueron
mejorando y consolidando las fortificaciones hasta poder acoger en su interior
una población permanente a resguardo del castillo. Era el comienzo de los
asentamientos poblacionales en la comarca, y con ellos surgió la consiguiente
organización del espacio, los sistemas de ocupación territorial y la posterior
organización civil, política, social, religiosa, militar, comercial, jurídica, fiscal…de
estos territorios que acabarían por formar el Reino de Aragón.
**************************
Sabemos
que ya en el siglo IX, en los territorios del norte de las Cinco Villas
existían dominios cristianos. Durante el siglo X los cristianos se fueron
consolidando tras una vasta línea de fortificaciones frente a los
musulmanes. Sos, y otros núcleos de la
Valdonsella, serían ocupados por cristianos que se beneficiarían de las
operaciones militares de Sancho Garcés I[2],
y pasarán de ser una zona fronteriza e inestable a estabilizar sus posiciones y permitir un asentamiento estable[3].
Probablemente
el primer castillo de Sos fuera musulmán, lígneo, ubicado en los terrenos del
actual Parador de Turismo. Este castillo fue ampliándose hasta convertirse en
una impresionante fortaleza que abarcaría las dos elevaciones rocosas que
sobresalen del cerro en el que está asentado Sos, pues este emplazamiento,
frontera entre cristianos y musulmanes, más tarde entre aragoneses y navarros,
era un enclave fronterizo privilegiado, y lo que en un principio fue una sencilla,
pero robusta, fortificación de madera, poco a poco, con la sustitución de esta
por la piedra, se convirtió en los siglos siguientes, no en un castellum (castillo) sino, en un castrum en el que, además, se instaló un
puesto de aduanas.
Y
ya que van a aparecer en diversas ocasiones en este escrito, vamos a
diferenciar estos dos conceptos (castrum
y castellum) que tienen la misma raíz
etimológica pero cuyo significado conlleva unos específicos matices que hace
que el concepto sea claramente distinto, y que nos va a servir para entender la
documentación.
Un castrum, o castellone (castellón) es un castillo “a lo grande”, un campamento
miltar fortificado. En palabras de Marcelino Cortés, citando el Diccionario de
Corominas (DCECH), “se refiere a un
barrio o recinto fortificado muy extenso en cuyo interior se agrupan casas y
otros dispositivos anexos, así como a los términos de su jurisdicción”[4], generalmente
ubicado en terreno de difícil acceso y así poder protegerse de ataques
enemigos.
El
castiello, o castillo (del latín castellum, diminutivo de castrum), es el edificio fortificado en
sí, cerrado con murallas y complementado con otras fortificaciones y elementos
defensivos, sobresaliendo entre ellos, como más importante, la torre.
Es
decir, los castrum o castellones venían a ser como “ciudades
fortificadas”, disponiendo de aljibes, graneros, cuadras, casas, horno,
hospital, barracones para los soldados, iglesia, etc…, mientras que los castellum eran edificios fortificados preparados para la
defensa pero con menores elementos anexos que los castrum (de ahí el diminutivo castellum).
Torre del castillo de Sos |
“Castrum Sancti Stephani cum villis suis et terminis”
(1087). (Castellón de San Esteban
con sus villas y términos)[9].
“Castrum quoque Sancti Stephani cum omnibus pertinentiis suis ecclesias de Sos et
de Unocastello et de Lusie” (1100)(Castellón
de San Esteban con todas sus pertenencias, iglesias de Sos, de Uncastillo y
de Luesia)[10].
“Castrum quoque Sancti Stephani cum villis suis,
terris, ortis, vineis, molendinis” (1144). (Castellón de San Esteban con
sus villas, tierras, huertos, viñas y molinos)[11].
Algo
más tarde, en la documentación aparece ya Sos como villa, lo que no quiere decir que hasta entonces no existiera Sos;
de hecho, si vemos los documentos, la primera vez que encontramos citado el
nombre de Sos es en el año 938 y corresponde a la confirmación del rey García
Sánchez I de la donación del obispo Galindo a San Salvador de Leyre de los
diezmos que recibía en: “ Sause (Sos), Uno Castello, Lusia, Bel, Lucentes, Sistricas,
Orrio, Elisu, Tolosana, Castellomanco, Agüero, Murello, Serracastell, cum suo
dominatu, Longares, Lupera, Lusia, Castellone, Miana, Sibirana, Petella, Polovagente, Spanies, et Asin”[12].
Lo
que sucede es que se usaba el término “Sos” para referirse al núcleo
poblacional del castrum, al burgo; mientras que el adyacente
preposicional de Sancti Stephani era
usado para identificar el castrum. O
sea, que diferenciaban el núcleo urbano, o burgo de Sos ( Sause, Sose, Sausse…),
por un lado, y por otro el castrum de
Sancti Stephani porque, según Taboada, el Castrum
y Sos tributaban diezmos de forma
independiente[13], tal como deduce
del documento anterior en el que, entre todos los lugares mencionados, aparecen
Sause y Castellone, identificando este Castellone
(castellón, o castrum) con la fortaleza de Sos[14]. Por lo tanto, si
entre las propiedades de García Sánchez I, y en el mismo documento, aparecen
estos dos lugares por separado es que tributaban de forma independiente.
En referencia a estos dos nombres (Sause y Castellone) no hay duda alguna que este “Sause” que se nombra en el mencionado documento es Sos, por lo que
habría que comprobar que el “Castellone”
que aparece en el mismo documento es realmente el castillo de Sos, pues no hace
referencia alguna a San Esteban. En este sentido no he encontrado ningún
documento que lo confirme; y es aquí donde Taboada nos sorprende con una
revelación inédita hasta ahora. Estudiando la documentación existente, concluye
que los términos que aparecen en los documentos de la época con las grafías de Castellón, Castellone, Castillon, el puyo
o puy de Casteillon, Casteyllon, y …¡atención!...Castillo sobre
Sancossa (sí, castillo sobre
Sangüesa) o castillo de Sancossa[15], se refieren al Castellón o Castrum de Sos.
Si esto es cierto, habría que repasar la
historia.
Pero,
a lo que vamos,… luego hablaremos del Castellón.¿Dónde se concentraban los
habitantes y los primeros moradores de este
castrum?
Las
primeras casas que conformaban el primitivo
castrum de Sos, en la zona del Parador y Peña Feliciana, se levantaron en
torno al actual castillo, bajo su protección, igual que ocurría en los demás
lugares de la Valdonsella conforme se iban ganando territorios a los
musulmanes. Nacía el que más tarde se llamaría barrio de San Esteban, alrededor
y bajo la fortaleza de su castillo, con su iglesia (hoy cripta de Santa María
del Perdón), edificada durante el reinado de Ramiro I[16], aunque muy
probablemente, señala Taboada, levantada sobre un templo visigodo anterior[17].
Estos lugares estarían ocupados en un
principio por militares, incipientes nobles, familiares de los nobles,
clérigos, criados y sirvientes. Los pobladores vendrían después.
Palacio de Sada, edificado sobre las ruinas del primitivo castillo. |
Ventana prerrománica del siglo XI, atribuible a la primera construcción de la iglesia de San Martín. |
En
estos primeros núcleos de población que se iban asentando en la zona norte de
las Cinco Villas predominaba la ocupación del espacio por presura y se intentaba fijar a los habitantes en una fortificación
alrededor de una iglesia, de ahí que cada uno de estos dos núcleos tuviera su
iglesia.
Tras
las razzias de Almanzor, a finales del
siglo X, muchos enclaves de la Valdonsella fueron destruidos, pero parece ser
que Sos resistió los ataques musulmanes[21],
siendo a partir de comienzos del siglo XI, con Sancho III “el Mayor” cuando se
aseguran los territorios del norte fortificando la línea defensiva de castillos
que ya iniciara su abuelo Sancho, línea
que jamás volverían a traspasar los musulmanes, comenzando la paulatina
expansión territorial por tierras meridionales que irá configurando el
territorio de Aragón. Prueba de que Sos estaba ya firmemente consolidado la
tenemos en 1088, cuando el rey Sancho Ramírez autoriza al señor de Sos, Galindo
Sánchez, a levantar el castillo de Liscarre (Castiliscar)[22], que sería poblado
con gentes de Sos.
Afianzado
y asegurado definitivamente el territorio de Sos, era necesario implantar un
sistema de gobierno para organizar social, política y administrativamente el
mismo, surgiendo la tenencia. El
primer tenente documentado en Sos es Ximeno Garcés, en el 1006.
Seguidamente,
se hace necesaria la repoblación de los lugares y la explotación de las
tierras, pues la debilidad demográfica era notoria. Para ello, los monarcas
otorgaron una serie de privilegios, franquicias y exenciones a quienes poblaran
los territorios, a cambio de la protección señorial representada por el
castillo, por medio de Cartas Puebla o Cartas de Población. Surgirá el nuevo
núcleo urbano que se desarrollará ordenadamente según lo especificado en dichas
cartas puebla.
La población civil de Sausse, Sause, Sose, Sos…, se instaló en los terrenos hoy conocidos
como Huertos de Landa, donde edificarían sus casas, trabajarían sus tierras y
levantarían su iglesia (San Miguel). Una minoritaria población judía empezaría
también a asentarse junto a los muros de la fortaleza del barrio Alto, sin duda
atraídos por las favorables condiciones económicas ofrecidas por los monarcas.
En
algunos casos, sobre todo en zonas fronterizas, como es el caso de Sos, estas cartas puebla llegaron a ser verdaderos
fueros, concediendo derechos y situaciones más ventajosas para estos
pobladores que los concedidos en otras
zonas francas.
A la presencia en Sos de nobles, clérigos,
militares, agricultores y ganaderos se sumaron, al mismo tiempo, artesanos y
mercaderes. El conjunto de todos ellos es lo que define el carácter urbano de
un asentamiento. Sos era ya una villa.
Taboada
comenta que este segundo núcleo de Sos se empezó a poblar en 1122, según un
extracto documental muy escueto fechado en 1132, pero atribuible al 1122,
merced a una carta puebla de ese año en la que se invita a los Francos del burgo viejo de
Sangüesa a poblar “illo campo plano de iusso illo castello
Sangossa” [el campo plano que hay bajo el castillo de Sangüesa)(Bajo el
Castellón de Sos)]; documento que la historiografía atribuye a la fundación del
burgo nuevo de Sangüesa, pero que Taboada desaprueba por contener inconsistencias
e incoherencias[23], atribuyendo dicho
documento, como antes se ha dicho, a la creación del nuevo burgo en el otro
altozano de Sos, bajo el Castellón; y fue a partir de entonces, con este Fuero
y estos nuevos pobladores venidos de Sangüesa, cuando Sos empezaría a titularse
“villa”[24].
José
Mª Lacarra, haciendo referencia a este “burgo viejo” de Sangüesa de la carta
puebla comenta: “no nos declara (el
documento) cuál sea éste (el burgo
viejo) “[25]. “Algo” no le
cuadraba a Lacarra.
Taboada
se pregunta que, si este Fuero del 22 es para la fundación de la nueva Sangüesa
¿cuál es el burgo viejo de Sangüesa? ¿Rocaforte? Si es así, Rocaforte sería el castello Sangossa(porque el construido
sobre el Arangoiz es del 1171). Entonces, ¿dónde ubicar ese burgo viejo que
está bajo Rocaforte, o bajo el castello
Sangossa?[26]. ¿Un burgo viejo
bajo otro burgo viejo?
Taboada sostiene que este segundo
enclave en el Barrio Alto, con sus nuevos pobladores, es el que dio origen
a la villa de Sos como tal, indicando, además, que estos primitivos asentamientos
fueron, en un principio, completamente independientes jurídicamente uno del
otro, como antes se ha dicho: de una parte, el burgo de Sos con su iglesia y
por otro lado, el Castillo y su guarnición con la suya, que seguirá “siendo un ente autónomo hasta ser absorbido por el conjunto”[27].
Pero hay más. El Castellón de Sangüesa recibe
en 1171 el Fuero de Jaca, que la historiografía oficial señala que se refiere a
la fundación del castillo de Sangüesa, mandado construir por Sancho IV “el
Sabio”, rey de Navarra, en el alto de Arangoiz para proteger la Nueva Sangüesa.
Pero Taboada atribuye y asocia la donación de este Fuero con la fundación
“oficial” del Castellón de Sos[28].
Si
el Castellón de Sangüesa se funda en 1171, como indica la historia, ¿A qué
Castellón se estaban refiriendo todos los documentos que hemos visto hasta
ahora; por ejemplo el del Fuero del 22, o el primer documento de García Sánchez
I del 938?
En
este Fuero del 71, Taboada hace un minucioso análisis del contenido
comparándolo con la historiografía oficial y con la documentación histórica y,
al parecer, no le encaja ninguno de los puntos expresados en él con lo que
realmente cuenta la historia, llegando a la conclusión de que el Castillo de
Sangüesa al que se refiere este Fuero es el de Sos [29].
No
voy a citar todos los detalles que expone Taboada porque son muchos, pero voy a
mostrar alguno que nos va a hacer pensar[30].
En esta carta puebla se lee:”…et otorgo a mios populatores que fago
poblar en el puyo de Casteillon al fuero de Jaca que an los del burgo de
Sangüessa. Et dolis todos aquellos fueros et aqueillas franquezas que an los
francos del burgo de Sanguessa. Et que ayan todos tiempos aqueill seynnor et
aqueill alcalde et aqueill admirat que an los del burgo de Sanguessa,[31]
(“…y otorgo a mis pobladores que hago poblar en el puyo de Castellón, el fuero
de Jaca que tienen los del burgo de Sangüesa. Y les doy todos aquellos fueros y
aquellas franquicias que tienen los Francos del burgo de Sangüesa. Y que tengan
siempre aquel señor y aquel almirante que tienen los del burgo de Sangüesa”). A
continuación nombra a los primeros pobladores del Castellón (entre ellos un tal
Lope de Casteillon)y los términos que les dona, de lo que se deduce que para
estas fechas el Castellón ya estaba poblado, pues estos fueros se los da a “,,,mis poblatores que hago poblar”, o sea,
a los que ya pueblan, y no a los que “han de venir a poblar”, como más adelante
expresa: “… Et todos estos deuant dictos
logares sabudament do por términos a mios pobladores que poblaran en el puyo de
Castillon” (.”,,,y todos estos lugares antes mencionados, a sabiendas doy
por término a mis pobladores que pueblen el Puy de Castellón”)[32]. Ahora sí que es
una carta puebla como mandan los cánones.
O sea, que este Puy de Casteillon ya estaba poblado antes de su fundación “oficial”, pues estas concesiones las otorga a los pobladores que ya habitan en él. Se está refiriendo, dice Taboada, al segundo foco fundacional de Sos, al Barrio Alto, que, como sabemos, ya tiene pobladores, por lo menos, desde 1122, y habitantes desde mucho antes. Y luego sí que añade las mercedes que concederá a los que vayan a poblar este Puy. Además, recordemos que entre los nombres de los primeros pobladores de este Puy, figura un tal Lope de Casteillon, que como dice Taboada: “es imposible que una nueva población, algo que pretende crearse(el Castellón de Sangüesa), identifique a un poblador que aún no se ha instalado en ella. Si a este Lope se le identifica como de Castellón, es por ser nacido en el Castellón”[33]. O sea, que para entonces, antes del Fuero de 1171, este Lope ya llevaba unos años viviendo en el Castellón (en el de Sos, porque el de Sangüesa aún no se había fundado).
"...y que tengan siempre aquel señor y aquel almirante que tienen los del burgo de Sangüesa". Sólo hay que ver la relación de señores que tuvieron Sos y Sangüesa y comprobar este punto.
Todo un rosario de datos (porque hay más) que,
si los analizamos detenidamente y los comparamos con la historiografía oficial,
como he comentado al principio, habría que revisar la historia. Como ejemplo,
el que relata Taboada sobre el documento de 1063 en el que Sancho de Peñalén
dona a su tío, Ramiro I de Aragón, el tan nombrado castillo de Sangüesa con las
villas de Lerda y Undués. Dono “… castellum
quod dicitur Sancuessa, cum omnibus terminis suis, et villa quod dicitur Lerda
et Ondues…”[34] (Dono el Castellón
al que llamamos Sangüesa con todos sus términos y la villa que llamamos Lerda y
Undués)
Según
Taboada, no se puede entender, o no resulta lógico, que Sancho le diera a
Ramiro I: Sangüesa, Undués y Lerda; y dejara Sos, sólo, aislado, para Navarra.
No tiene sentido. Lo que realmente le
donó fue Undués, Lerda y Sos (El castellum
quod dicitur Sancuessa), tres villas contiguas en plena frontera entre Navarra
y Aragón[35].
A
este respecto, Antonio Ubieto concluye que con Sangüesa, Lerda y Undués, toda
la Valdonsella se ponía en manos de Ramiro I, adelantando sus fronteras en el
Oeste hasta el río Aragón[36].
Pero algo no le convencía a Ubieto cuando a continuación dice: “Pero la documentación no es lo
suficientemente explícita, pues se produjeron posiblemente otras entregas, que
debían contenerse en la fórmula vaga de “los términos de Sangüesa”. Ubieto
no sabía bien el qué, pero tampoco le cuadraba “algo”, de ahí el que hiciera
ese comentario, amparándose en que la
documentación no es lo suficientemente explícita, dejando entrever que hubo otras entregas bajo esos "términos de Sangüesa"(Más que “no ser explícita”,
si admitimos el estudio de Taboada, sería “enredosa”, debido a las duplicidades
de términos de los que hablábamos al principio de este post, creando una confusión y unas inexactitudes e incongruencias que Taboada nos esclarece ofreciéndonos una interpretación distinta, pero documentada, respecto a la historia conocida).
Pero
sigamos con la población de Sos.
Aquel
Barrio Alto que se creó con el Fuero del 22 y “oficialmente” con el del
71, fue extendiéndose hacia, hasta y por
los Campos de Landa, (“illo campo plano
de iusso illo castello Sangossa” (el campo plano que hay bajo el castellón
de Sangüesa, en este caso bajo el castellón de Sos). Núcleo urbano que cercó su perímetro con una gran muralla. El
caserío de Sos debía quedar suficientemente aislado para evitar que los
enemigos pudieran fortificarse en él. “Que
la esglesia del dito lugar fuesse ensellada e valleyada con el castiello
ensemble...con tal provision que de la villa nova a la dita fuerça antiga danyo
alguno non pudiessa venir”[37]. De
esta forma, el núcleo civil quedaba separado del propiamente militar,
característica muy común en las ciudades fortificadas.
Iglesia de Santa Lucía, antes de San Miguel, en mitad de los Huertos de Landa. (Sos del Rey Católico) |
Respecto
al asentamiento poblacional en los Campos de Landa, Taboada, de una copia de un
documento original de 1799, nos indica
que el entonces párroco de Sos, D. Antonio Mariano López de Artieda, remitió un
cuestionario de datos sobre la villa de Sos, a petición de D. Tomás López de
Vargas y Machuca, geógrafo de Carlos III, para la confección de un nuevo
Diccionario Geográfico de España[40].
En el cuestionario, además de información geográfica, histórica, económica y de
otros aspectos de la villa de Sos, el párroco le relata la siguiente
información al geógrafo, en relación con el tema de nuestro interés: “…tal
vez no fue tan grande antiguamente la población de Sos, ni estuvo fundado en el
mismo sitio en que está al presente. Los huertos de la Landa […] pudieron ser
el sitio propio de este pueblo, y la iglesia de San Miguel, que está en medio
de dicho terreno, su Parroquia, y la
de San Esteban fue la Iglesia del Castillo, por hallarse contigua a él. En esta
suposición no era necesario que la Iglesia Parroquial fuese muy grande, como en
efecto no lo es la de San Miguel…”
El
Párroco López de Artieda ubica en los Huertos de Landa el lugar donde el pueblo
de Sos estuvo asentado, y comenta que la
iglesia de San Miguel fue su Parroquia, desligándola de la de San Esteban, que era la iglesia del Castillo. (De
esta opinión es Elena Piedrafita, al plantear la posibilidad que la iglesia de
San Esteban podría ser la capilla del castillo)[41].
Posteriormente
la iglesia de San Esteban sería parroquia de Sos, y esto debió ocurrir a
mediados del siglo XIII, debido al aumento poblacional de la villa y a tenor de
los documentos del Archivo Parroquial de Sos, donde tanto las referencias a la
abadía como a la iglesia figuran ya con el topónimo Sos, cuando hasta entonces
lo hacían sólo como iglesia o abadía de
San Esteban: “Xemen Lopez, clavero de
l´abadia de Sos”(marzo de 1253); “reçebemos
de los clérigos de Sant Estevan de Soss”(abril de 1254); “en la iglesia e l´abadia de Sos”(abril de
1275)[42].
A continuación López de Artieda, sirviéndose
de Zurita, habla del aumento de la población de Sos debido al abandono de los
pequeños lugares y poblaciones de la comarca (Isuerre, Verdún, Lobera, Longares
de Bagüés, Navardún, Sosito, el Real, Ceñito…),debido a las guerras y cuyos
habitantes tuvieron que refugiarse en Sos para defenderse del enemigo, como,
por ejemplo, en 1363, cuando Pedro IV ordenó que dicha gente “se desamparasen, y los vecinos con sus
armas y viandas se recogiesen en el Castillo de Sos”[43].
A este respecto, el párroco de Sos continúa: “…dilatada pues ya la población, era preciso hacer mayor la Iglesia
parroquial, y esto sucedió con la del Castillo: porque se conoce que sobre su
plano se levantó la que hoy existe…”[44].
(Aquí parece indicar que la iglesia del castillo era ya parroquia de Sos, como
antes vimos)
Los
dos periodos más intensos del abandono de estos pequeños núcleos de población dispersos
fueron los que van de 1347 a 1349 y el comprendido entre 1362 y 1368, si bien,
fue durante todo el siglo el progresivo abandono de las poblaciones debido a
las constantes luchas con la fronteriza localidad de Sangüesa y a la guerra con
Castilla.
Este
siglo corresponde, efectivamente, con la ampliación de la iglesia alta de San
Esteban, como así se recoge en las órdenes dadas por Pedro IV en 1341, por la
que “se destinará parte de la primicia a
la fábrica de la iglesia y, si sobrase algo, a los muros y a otros negocios de
la villa” [45], y la dada poco
después por Juan I en la que también destina la primicia “a la fábrica de la iglesia parroquial y para el culto”[46]. Aquí ya se constata
la iglesia de San Esteban como iglesia Parroquial de Sos.
Además,
este núcleo urbano en los Huertos de Landa estaba protegido, como ya hemos
visto, por una extensa muralla: “dichas
murallas corrían desde la Hermita de San Bartholomé incluyendo todo el terreno
despoblado que entendemos con nombre de Huertos de Landa, hasta que se
encuentra el camino que va a la Fuente del Puente…”[47].
De nuevo, la misma
información que diera el Párroco de Sos, pero en este caso nos dice que “todo
el terreno” (los huertos de Landa), estaba ya despoblado. Y continúa:
“…fabricadas las
que hoy existen(las murallas),
que son bien singulares, y
apenas competidas de
otras, que no
sean de fábrica,
y fortificación moderna,
se mandaron allanar
las que antiguamente
circunvalaban el dilatado
recinto del Pueblo,
que era más
numeroso, y de
mayor extensión”. A esto
miró la orden
dada por D.
Gil Rodrigo de
Lihori, Governador de
Aragon, estando en esta
Villa, de que
sus vecinos acabasen
de destruir y
deshacer las murallas
viejas que estaban
fuera de ella, en
el término de
veinte años, y
baxo de cierta
pena pecuniaria, el
que prorrogó el
señor Rey don
Martin el año
de 1402, por
ocho años más.”[48].
Está claro que en los Huertos de Landa se
asentó una importante población de Sos, que tenían en su centro urbano la
Parroquia, la iglesia de San Miguel, y al quedarse esta pequeña para abarcar a toda la población se traspasó a la de San Esteban; que dicho asentamiento estuvo protegido
por una segunda muralla, que muy grande tenía que ser, por cuanto se les
concedió a los sosienses un plazo de 28 años para derribarla, y que sus
habitantes abandonaron el lugar a finales del siglo XIV al quedar desprotegidos,
instalándose en el interior del primer recinto amurallado de Sos.
En
una centuria (1360 y 1460), y a pesar de la peste que invadía la Península, Sos
vio aumentada su población en más del doble de habitantes; pero ya no se
asientan en los Huertos de Landa porque, como hemos visto, es en estas fechas
cuando se derriban las murallas exteriores de Sos, edificando pues, sus casas,
en el interior del recinto amurallado de la villa (el actual) y ocupando
terrenos vacíos y edificables aprovechando al máximo los espacios hasta unir
los primitivos enclaves de San Esteban y Barrio Alto, configurando de este modo
una estructuración urbana aproximada a la que vemos actualmente. Fué la época
de mayor edificación de viviendas en el interior del recinto amurallado de Sos,
precisamente para dar cabida a la población saliente de los Huertos de Landa.
En
resumen, Sos, en sus inicios, estuvo formado por dos pequeños núcleos
habitados, ubicados en sus dos enclaves rocosos, con dos iglesias (Santa María
del Perdón y San Martín), una en cada núcleo o barrio, que posteriormente se
ampliarán con la construcción de otras dos iglesias(una en el castillo (S.
Esteban) y otra en el burgo (San Miguel) y protegidos y rodeados por una
impresionante fortificación amurallada. Todo el conjunto formaba el CASTRUM de San Esteban, que ya en el
975 debió ser de una considerable dimensión y capacidad, pues Ramiro Garcés de
Viguera, experto capitán del ejército vascón, al que atribuyen el papel de
comandante en jefe de la Frontera de los Arbas, la Onsella y el Gállego, antes
de la batalla de Estercuel, salió de Sos al frente de, nada menos que ¡500
jinetes!, enviando por delante a unos 200 más para patrullar la zona [49]. (Hace falta
espacio e instalaciones para albergar a tanta gente y caballerías!), y fue en
1122, según Taboada, con la llegada de pobladores venidos de Sangüesa, cuando
empezó a poblarse el burgo de Sos y titulase ya como villa, fundándose oficialmente
con el Fuero de 1171.
Probablemente este sería el período en el que
ambos complejos, burgo y castillo, dejaron de ser independientes, pues serán
las entidades eclesiásticas las que asumirán a partir de entonces un importante
protagonismo en la tarea repobladora, de ahí que la iglesia y abadía de San
Esteban pasaran, en la documentación, a intitularse iglesia y abadía de Sos, constituida ya en su parroquia.
Aunque
los terrenos de los Huertos de Landa quedaron prácticamente deshabitados a
principios del siglo XV, el concejo de Sos les dio posteriormente otra utilidad
alojando en esta parte del pueblo un colectivo minoritario de personas
marginadas que se vieron injustamente
excluidas por la sociedad: los agotes; colectivo de los que se tiene constancia
documentada a partir de la mitad del siglo XV. Este grupo marginal,
completamente segregado del resto de la población, prácticamente vivía y moría
en esta parte del pueblo pues, según la documentación, habitaban muy próximos a
la ermita de San Miguel (Santa Lucía), y era tal la exclusión que sufrían que
hicieron de esta iglesia su lugar de enterramiento. Fueron apartados del resto
de la población tanto en vida como en la muerte(ver).
Antigua vivienda en el Barrio Alto (Sos del Rey Católico) |
Dando la razón a lo expuesto,
claramente se observa que sendos barrios son las dos zonas que conservan las
estructuras arquitectónicas más antiguas de la villa, mientras que podemos ver
que el resto de edificaciones del pueblo son de factura posterior, llegando al
gótico[51].
A
partir del siglo XV ya no hubo movimientos grupales en masa de pobladores. La
Villa de Sos concentró sus habitantes siempre dentro de su recinto amurallado,
que acometería la construcción de casas y edificios segun las nuevas corrientes
arquitectónicas de las distintas épocas, moderna y contemporánea, acoplándose
al espacio de intramuros.
Entrado ya el siglo XX se producirá
el progresivo éxodo de población a las grandes ciudades por las circunstancias
que todos conocemos. Pero eso es ya otra historia.
[1] Taboada Plano, Rogelio. Entre el 2014 y 2016 editó cuatro interesantísimos libros sobre la historia de Sangüesa que, inevitablemente, por razones históricas, conlleva parte de la historia de Sos del Rey Católico. Bajo el título genérico de “Sangüesa Siempre” los numera por orden de edición: I,II,III y IV( Para este trabajo, especialmente el volumen III.) Cuatro volúmenes muy recomendables que nos harán entender y comprender mejor la historia del Reino de Aragón y Navarra con datos inéditos hasta ahora.
[2] Piedrafita Pérez, Elena. Citando a Mª Viguera Molins y A. Durán Gudiol. Cit. 22 en Las Cinco Villas en la Edad Media (siglos XI-XIII), p. 29.
[3] Piedrafita Pérez, Elena. Las Cinco Villas…op.cit. p.29.
[4] Cortés Valenciano, Marcelino.”Una peculiar serie toponímica sobre Caste᷃llum, Castrum en el nordeste peninsular”. Rev. Alazet, 26.
[5] Ubieto Arteta, Antonio. Historia de Aragón. La formación territorial, p. 36.
[6] Briz Martínez. Historia de S. Juan de la Peña.Lib.2, cap.9, f.312.
[7] Galtier Martí, F.” Las primeras iglesias de piedra de la frontera de los Arbas, el Onsella y el Gállego”. Rev. Artigrama nº 1, p.13.
[8] Abbad Ríos. El Románico en Cinco Villas, p. 17.
[9] A.C.P., Libro Redondo, f.57vº
[10] A.C.P.,Libro Redondo, f. 157vº.
[11] A.C.P. Libro Redondo, f.22vº
[12] Martín Duque, Ángel. Documentación medieval de Leire (siglos IX al XII), doc.7.
[13] Taboada, Rogelio. Sangüesa Siempre III, p.147.
[14] Taboada, Rogelio. Sangüesa Siempre III. “El Castellón”, pp.137-160.
[15] Taboada, en su estudio sobre Sangüesa y el Castellón, deja muy claro por qué el “Castillo sobre Sangüesa” no puede ser ni se refiere ni a Rocaforte ni al castillo de Sangüesa, exponiendo esta diferenciación aportando documentación y razonamientos que, de no ser así, estaríamos ante unos documentos llenos de incongruencias, inconsistencias, confusiones, burgos inexistentes, sin ubicación o dualidades.
[16] 1050 es el año al que se atribuye la consagración de la primera iglesia de Sos, la actual cripta de Santa María del Perdón.
[17] Taboada, Rogelio.”Capitel de Santa María del Perdón”. Sangüesa Siempre: apéndices históricos, pp. 15-32.
[18] Cabañero Subiza, B. y Galtier Martí, F. “Los primeros castillos de la frontera de los Arbas y el Onsella”, pp.59-85. Ambos autores plantean casi con seguridad la existencia de esta fortaleza en el promontorio del Palacio de Sada.
[19] Ríos Balaguer, Teodoro. El palacio de Sada en Sos del Rey Católico.
[20] Galtier Martí, Fernando. “Las primeras iglesias de piedra de la frontera de los Arbas, el Onsella y el Gállego”. Rev. Artigrama nº 1, pp.11-46.
[21] Ubieto Arteta, A. Historia de Aragón- La formación territorial, p. 36.
[22] “et donamus tibi castello Liscare quod facias cum castellum…” Canellas López, A. Colección diplomática de Sancho Ramírez, doc.102.
[23] Taboada Plano. Sangüesa Siempre II. Hay quien sostiene que el castillo de Sangüesa(antes del “oficial” de 1171) está en Rocaforte; entonces, ¿dónde ubicar este burgo viejo al que invita a repoblar el llano debajo del castillo de Rocaforte? pp.27-28
[24] Taboada Plano. Sangüesa Siempre III, p. 148.
[25] Lacarra de Miguel, José Mª.“Notas para la formación de las familias de Fueros Navarros”. Anuario de Historia del Derecho Español, T. X, p.216.
[26] Taboada Plano, Rogelio. Sangüesa Siempe II, pp. 25-33.
[27] Ibidem, pp.157-158
[28] Taboada, Rogelio. Sangüesa Siempre III, pp. 139-160.
[29] Taboada indica la posibilidad que pueda referirse a Sangüesa la Nueva, o la Vieja, o a Racaforte, pero en todo momento desmonta esta probabilidad tras el minucioso estudio de los documentos consultados (Sangüesa Siempre II y III)
[30] Taboada, Rogelio. Sangüesa Siempre III, pp.139-160
[31] Ibidem, p.139. (A.G.N. Cartulario I, pp.165-166.)
[32] Taboada, Rogelio, Ibidem, pp.139-144.
[33] Ibidem, p. 140.
[34] ACA.,Liber Feudorum Maior, f. 1, copia s.XII (B)
[35] Taboada, Rogelio. Sangüesa Siempre III, pp.154-155
[36] Ubieto Arteta, Antonio. Historia de Aragón. La formación territorial, p. 46
[37] A.C.A., Can, reg.1149, ff.31-31v.
[38] Piedrafita, Elena. Las Cinco Villas…op.cit, p. 96.
[39] Cabezudo Astrain, José. “Noticias históricas de Sos”. C.H.J.Z. 3, p. 171.
[40] Taboada Rogelio.”Documento manuscrito de Sos”. Sangüesa Siempre. Archivos históricos, pp, 69-94.
[41] Piedrafita, Elena. Las Cinco Villas en la Edad Media (siglos XI-XIII), p. 147.
[42] Archivo Parroquial de Sos, custodiado en el Archivo Diocesano de Jaca. Documentos citados en: Marcelino Cortes. El Cartoral de Sos del Rey Católico (1059-1130), p.47.
[43] Zurita, Jerónimo. Anales. T.2, lib.9, cap..43, f.316.
[44] Posiblemente esta ampliación
pudiera corresponder con la construcción del ábside izquierdo de San Esteban,
pues sabemos que en un principio la iglesia sólo tuvo dos ábsides.
[45] A.C.P. Arca Episcopi VI, doc.41, nº 233.
[46] A.C.P. Arca Episcopi VI, doc. 41, nº 335.
[47] Cabezudo Astrain, José. “Noticias históricas de Sos”. C.H.J.Z. 3, p. 171.
[48] Archivo de la Villa de Sos. Nota 39 en: Cabezudo Astrain José, cit, “Noticias…” C.H.J.Z. 3, p.171.
[49] ´Isa ibn al-Rátz. Anales palatinos del Califa de Córdoba al-Hakam II (360-364 H; 971-975 J.C.) Traducción de un ms. árabe de la Real Academia de la Historia y traducido por Emilio García Gómez. Sociedad de Estudios y Publicaciones. Madrid, 1967.
[50]
José Luis Corral Lafuente. “El
desarrollo urbano en las Cinco Villas en la Altas Edad Media”. Actas II Jornadas de Estudios de las Cinco
Villas. Historia Medieval, p. 102.
[51] Taboada Plano, Rogelio. Sangüesa Siempre III, “El Castellón”, pp. 147-151.
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