domingo, 30 de junio de 2019

BASANOZ Y SU TORREÓN



Restos del torreón de Basanoz utilizados para la construcción del edificio.

                         Basanos, o Basanoz, fue un núcleo urbano ubicado al norte del término municipal de Sos, en los llanos del Onsella, junto al río y muy próximo a la muga con Navarra, poco antes de llegar al canal de Las Bardenas, en la partida municipal conocida como Pepe Remón.
                      Para acceder al lugar hay que tomar la carretera que conduce a Undués de Lerda y nada más cruzar el río Onsella tomamos el segundo camino a nuestra izquierda, que es la continuación del viejo camino que viene de Navardún, y a escasos dos kilómetros, junto al camino, llegaremos al sitio, que viene a coincidir en el lugar donde el río Onsella se aproxima más al camino.

                 El nombre del núcleo poblacional ha sufrido varias deformaciones a lo largo de la historia derivadas de malas transcripciones o grafías en distintas fuentes y documentos: Basanos, Basanoz, Basaboz, Bassanoz, Bajaros, Basajoz, Basabotz, Basabor, Basfabos…

               
Muro Este del torreón, donde se aprecia claramente la fachada de la casa
anexa y la edificación en altura a partir de los cuatro metros.
                         Las primeras noticias que se tienen del lugar, aunque no son muy fidedignas, aparecen en el libro del Becerro de Roncesvalles, en el año 1204. En la escritura nº 321 de dicho libro, Miguel de Lesen y su mujer, doña Teresa, dieron a Nuestra Señora de Roncesvalles la Abadía de Basaboz, con sus diezmos, primicias y heredades (era de 1242), y en la escritura nº 174, fechada en el mes de septiembre de 1209, doña Elvira, mujer de don Pedro Martínez de Leache, da a Roncesvalles después de sus días y de su marido, Basaboz con todas sus pertenencias, casas y heredades, por las quales heredades dichas fuese obligado a pagar al hospital cien maravedíes agenenses, y mandó enterrar su cuerpo y el de su marido en el dicho hospital. [1]
        Noticias ya del todo fiables datan de 1246, año en el que el obispo de Pamplona, Pedro Ximenez de Gazolaz, con el fin de construir su palacio episcopal en Navardún, recuperó su castillo, “que tenía usurpado un caballero llamado García Romero”, y compró varios campos y tierras cercanos a su futura sede,  entre ellas, y para evitar conflictos con el citado caballero, unos campos que éste, “en termino d Basabotz, cercano a Navardun, tenía[2].
                 Basanoz, al estar ubicado en un enclave estratégico en la frontera con Navarra, fue objeto de numerosas incursiones por parte de los navarros a finales del siglo XIII quedando asolado totalmente durante la invasión gala de la Valdonsella en 1283, que destruyó un gran número de núcleos urbanos aislados, teniendo que refugiarse sus habitantes, al igual que los de muchos poblados de la zona que no podían defenderse por sí solos, en el castillo de Sos.   

       
Fachada sur del torreón con un anexo más moderno en el
lado oeste.
                 Basanoz y otros lugares cercanos fueron pequeños enclaves fruto de la expansión económica y demográfica que había experimentado la zona desde el siglo XI, donde se ubicaron el excedente humano de núcleos más consolidados y de mayores posibilidades, como demuestra la toponimia en el caso de Sosito con Sos. También, muchos de estos pequeños núcleos, sufrieron la política de los reyes aragoneses tendente a concentrar a la población en nuevos centros fortificados en detrimento de estos modestos enclaves, por lo cual el  azote de la peste y el retorno de la guerra, fue el desencadenante final para gran parte de estas aldeas que acabaron por abandonarse, refugiándose su población, como se ha dicho, en Sos, que terminó por apoderarse y absorber estos despoblados ( en mayo de 1360, Pedro IV cedió el lugar de Basanoz, que ya se encontraba despoblado desde hace tiempo, a la villa de Sos [3]) integrándolos en sus términos y convirtiéndolos en numerosas ocasiones en zonas de pasto, en una evidente reorganización económica y social del espacio, en el que las entidades eclesiásticas, linajes de la pequeña nobleza y villas cabeceras de la comarca lucharon entre sí por dominar los nuevos despoblados, generalmente para destinarlos a fines ganaderos, como ocurrió con Basanoz, que en 1369 el monarca Pedro IV concedió a perpetuidad para que los sosienses pudieran llevar allí a pacer sus ganados gruesos y menudos[4].
         El lugar de Basanoz debió ser importante, pues en otro documento de 1350, en el que se reflejan las rentas del obispo de Pamplona en el arciprestazgo de la Valdonsella, figura una iglesia en el lugar de Basanoz[5]. Esta iglesia estuvo dedicada a San Miguel, pues en otro documento del 26 de julio de 1501 los vecinos de Sos don Lozano Martínez y Sancha Romero hacen testamento dejando la cantidad de cinco sueldos a varias iglesias del término municipal, entre ellas a la de San Miguel de Basanos[6].
         Otros documentos de siglos posteriores sobre contratos de aparcería y arrendamientos en el lugar de Basanoz nos confirman que este pequeño enclave gozaba de una relevante importancia agropecuaria.   

        
El interior de la planta baja fue usado como cuadra
           En 1610 el geógrafo Juan Bautista Labaña menciona el lugar como  Basfabos, añadiendo que “fue lugar de Sos… y está arruinado

         En la tabla de ventas de montes y dehesas en Sos llevadas a cabo entre 1861 y 1875 con motivo de la desamortización impuesta por Pascual Madoz, y realizada por Encarna Moreno del Rincón, aparecen dos lotes en el lugar de Basaboz que fueron comprados por Manuel Meléndez. Uno de 18.86 hectáreas por valor de 7.650 reales con un remate por valor de 20.001 rs. a razón de 689 rs/Ha y otro de 35,33 Ha por valor de 15.502 rs. con remate de 20.001 rs. a razón de 566 rs/Ha[7]


         Como todo poblado fronterizo con otro reino con el que las  desavenencias, luchas y guerras en la Edad Media eran constantes y estaban al orden del día, Basanoz desarrolló sistemas defensivos para protegerse de los ataques enemigos, aunque estos, en algunos momentos de la historia, fueran insuficientes para proteger a la población, como antes hemos visto.

           Se tiene constancia de que en Basanoz hubo un torreón. Este torreón formaba parte de la línea defensiva de la Valdonsella, entre una primera línea de castillos que corría paralela al río Aragón y una segunda línea que controlaba la Valdonsella y su función era, más bien, la de controlar los caminos y accesos al valle y dar aviso a los núcleos fuertemente fortificados de la presencia de enemigos, de ahí su estratégica ubicación para tener contacto visual con los grandes castillos( desde Basanoz pueden verse perfectamente las torres del castillo de Roita). Torres defensivas de este tipo fueron las de Aguilar, Oyarda, Arbe, Fillera, Buzcalapueyo, el Castillejo de Iso, Ull, El Real o la torre de Adam, en término de Javier.
              
La puerta ha sido tapiada y abierta una ventana en su lugar
               El torreón de Basanoz actualmente forma parte de una casa que se construyó para destinarla a uso agropecuario, formando parte del conocido Corral de Pancho Bruno. Se aprecia su antigua planta, de unos 8 m por 7 m de base y los antiguos sillares que la componían hasta una altura de unos 4 metros. A partir de esta altura, se construyó la nueva vivienda hasta convertirla en un bloque dividido en tres alturas. Puede apreciarse también que la puerta estuvo ubicada en su cara Este, pero fue tapiada en su totalidad dejando un pequeño vano a modo de ventana para iluminar el interior, abriendo también otro vano parecido en la primera planta. Igualmente se aprecia que fueron tapiadas algunas aspilleras en la cara Sur y Este del torreón, que probablemente, y a tenor de su planta, tendría una altura superior a la actual. Interiormente se derribaron parte de los muros Norte y Oeste, abriendo vanos  de puertas para acceder al interior desde el resto de la edificación anexa al torreón, estando la techumbre del anexo de la parte oeste totalmente derruido. 
               
Formación rocosa que rodea el corral de Pancho Bruno y
que podría haber sido utilizado como "muralla" natural.
                      Actualmente el torreón está dividido en tres alturas y todas ellas fueron destinadas a usos agropecuarios, siendo su planta baja destinada a cuadra, a tenor del abrevadero todavía existente. El resto de la edificación anexa al torreón guarda la típica distribución espacial de una casa de campo: planta baja destinada a cuadras; hogar-cocina, habitaciones y graneros en las superiores.
                   El conjunto del corral de Pancho Bruno lo componen otras edificaciones aisladas, derruidas, destinadas a corrales y otras dependencias para uso agrícola y ganadero.
                 El torreón se encuentra edificado en una pequeña elevación del terreno y sobre una base rocosa. Esta elevación no es muy alta, pero lo suficiente para tener contacto visual con otras torres y castillos de la Valdonsella. A escasos cien metros del torreón se encuentra un aljibe campestre que abastecería de agua al núcleo urbano(ver)
              Es probable que Basanoz estuviera protegido por una especie de muralla natural a tenor de la existencia de una formación geológica de grandes bloques de piedra arenisca que, similares a las existentes en la Val de La Cruz, rodean el recinto de lo que actualmente suponen los corrales y restos de las aisladas edificaciones existentes, aunque esta "muralla" no fue suficiente para contrarrestar los ataques enemigos en el siglo XIII.

Vista de Sos desde el torreón de Basanoz


[1] Libro del Becerro de Roncesvalles, doc. 174 y 321.
[2] Sandoval, Prudencio de. Catálogo de los obispos, que ha tenido la Santa Iglesia de Pamplona, p. 93.
[3] A.C.A., Cancillería. Reg. 912, f. 140v.
[4] A.C.A., Cancillería. Reg.912, f. 180r.
[5] A.C.P., IV Episcopi 30, ff. 27-33v. En Abellá Samitier, Juan. Selección de documentos de la villa aragonesa de Sos. Doc. 12, p. 45.
[6] A.H.P.S., Miguel del Sen, p. 458, ff. 50-54. En Cortés Valenciano, Marcelino. Toponimia de Sos del Rey Católico, p. 72, nota 113.
[7] Moreno del Rincón, Encarna. La desamortización de Madoz en la provincia de Zaragoza (1855-1875)







BIBLIOGRAFÍA


 -ABELLÁ SAMITIER, JUAN. Entre Aragón y Navarra; el arciprestazgo de la Valdonsella a finales de la Edad Media. Rev, Príncipe de Viana, nº 243, Pamplona, 2008.
-ABELLÁ SAMITIER, JUAN. “La comarca de la Valdonsella en las relaciones entre Aragón y Navarra a finales de la Edad Media.” Rev. Príncipe de Viana, nº 253, pp. 335-347; mayo-agosto 2011. Gobierno de Navarra. Pamplona, 2011.

-ABELLÁ SAMITIER, JUAN. Selección de documentos de la villa aragonesa de Sos (1202-1533) I.F.C. (C.S.I.C.) Excma. Diputación de Zaragoza. Zaragoza, 2009.

-CORTÉS VALENCIANO, MARCELINO. Toponimia de Sos del Rey Católico. Cuadernos de Aragón, 58. I.F.C. Zatagoza, 2015.
-GARCÍA LARRAGUETA, SANTOS. "El becerro de Roncesvalles". Rev. Príncipe de Viana, año 44. nº 168-170, pp. 111-172. Pamplona, 1983.
-IBARRA, JAVIER. "El becerro de Roncesvalles". Historia de Roncesvalles. Apéndice nº 5. La Acción Social. Pamplona, 1935.
-LABAÑA, JUAN BAUTISTA. Itinerario del Reino de Aragón. Estudio previo de Antonio Paulo Ubieto Artur. Anubar. Zaragoza, 1992.

-MORENO DEL RINCÓN, ENCARNA. La desamortización de Madoz en la provincia de Zaragoza (1855-1875) Tesis doctoral. Dpto. de Hª Moderna y Contemporánea. Facultad de Letras- U.A.B., 1991.

-RIPALDA GABÁS, CARLOS. Los tesoros ocultos de la Valdonsella. Doce Robles. Zaragoza, 2016.

-SANDOVAL, PRUDENCIO DE. Catálogo de los obispos, que ha tenido la Santa Iglesia de Pamplona. Nicolás de Assiayn, impresor del Reino de Navarra, 1614.

-VV.AAActas de las II jornadas de castellología aragonesa: Fortificaciones del siglo IX al XX. A.R.C.A. Zaragoza, 2006

En la web:

-A.R.C.A. Inventario de fortificaciones aragonesas. Torre de Basanoz. castillosenaragon.org.

-Visor de AragónMapa del Instituto Geográfico de Aragón. Gobierno de Aragón. https://idearagon.aragon.es/visor/
-Blog de Manuel Valle. Pedro III. La invasión de la Valdonsella. Post del 11/02/2017.
http://villadesosdelreycatolico.blogspot.com/2015/03/pedro-iiila-invasion-de-la-valdonsella.html  

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