domingo, 6 de junio de 2021

¿SE CONSTRUYÓ LA CRIPTA DEL PERDÓN SOBRE UN TEMPLO ANTERIOR? (I) PAGANOS Y CRISTIANOS

 

Portada de la cripta de Santa María del Perdón (Sos del Rey Católico)

 

La historiografía oficial data la construcción de la cripta de Santa María del Perdón de Sos del Rey Católico en el siglo XI, fecha confirmada y aceptada por numerosos investigadores. En uno de sus muros, junto a cruces de consagración, Abbad Ríos leyó una inscripción que constata la fecha: “In Era de M.X.C.III”(año de 1055)[1]. Cuatro años después el presbítero García Garcés iniciaría la redacción de un “cartorarium”, en el año 1059, “quando feci istas casas propter amorem Dei et Sancti Stefani[2], en el que fue anotando diferentes registros de naturaleza jurídica que irían reforzando y consolidando el poder religioso de la incipiente abadía de San Esteban, hecho que refuerza la teoría de que fue para estas fechas cuando concluyeron las obras de construcción de la iglesia baja de Sos.

Para entonces, Sos es ya una frontera segura que permite el asentamiento estable de población y donde el rey Ramiro I acomete la consolidación de su fortaleza para hacerla aún más segura, coincidiendo este período de tiempo con el inicio de las conquistas cristianas hacia el este y el sur. El poder religioso empezaba a tener un rol decisivo en la sociedad, teniendo influencia en todos los órdenes de la vida de la Edad Media, por eso, donde había gente, había una iglesia.

“En el año 1055 la Reina Estefanía, viuda del Rey García de Nájera, promovió la edificación del templo de San Esteban con subvenciones piadosas…” Este texto es el que solemos leer en muchas publicaciones en referencia a la construcción de la iglesia de San Esteban de Sos, más concretamente sobre su iglesia baja o cripta, pero muy pocas nos hablan de lo que allí hubo antes, sin duda debido a la falta de documentación y estudio.

El hecho de que la construcción de la actual cripta de Santa María del Perdón sea del siglo XI no justifica que todo lo que en ella se encuentra sea de este siglo o posterior a su construcción. Existen determinados elementos y detalles cuya datación es bastante anterior a este siglo. Ciertos grabados o inscripciones, sillares, objetos e incluso documentación, nos inducen a pensar que ya antes del siglo XI existieron, al menos, un templo paleocristiano y visigótico en el espacio de lo que actualmente es la cripta de Santa María del Perdón, construidos sobre un primer templo pagano romano.

¿Se construyó, entonces, la actual cripta del Perdón sobre otro templo anterior?

En este sentido disponemos de muy poca información. La falta de documentación y estudios relacionados con el tema que nos ocupa nos sumergen en una gran laguna donde las únicas referencias viables para poder responder esta pregunta las tenemos que buscar entre los restos arqueológicos que pudieran quedar, en sincronización con la documentación histórica que ha llegado hasta nuestros días y de los hechos o acontecimientos históricos probados. Sólo a través de la historia, compaginándola con el estudio de dichos restos, es posible acercarse, aunque sea de una forma vaga, a la verdadera realidad histórica y artística del momento que representan; pero no por falta de documentación física y explícita los resultados obtenidos hay que considerarlos como disparatados o desacertados. Se trata de contextualizar costumbres, hechos conocidos e historia con restos arqueológicos. En este sentido, veamos la información que nos brindan algunos de estos detalles en la que fue, en el siglo XI, la primera iglesia de San Esteban en Sos.

NOTA: Debido a la extensión de este post, y con el fin de no cansar al lector, he decidido dividir el texto en varias entradas, pero completando y finalizando en cada una de ellas el relato dedicado a cada exposición.

                    *****************************************************

1-. PAGANOS Y CRISTIANOS

 La implantación del cristianismo en Hispania fue temprana pero bastante lenta, detectándose las primeras comunidades cristianas en Aragón en el siglo III, apareciendo los primeros mártires oscenses (Orencio, Paciencia, Lorenzo,  Vicente…) y los zaragozanos Santa Engracia y los conocidos como “mártires de Zaragoza” (18 en total) a inicios del siglo IV, víctimas de la persecución de Diocleciano en el 303-304, según cuenta el poeta apologético Aurelio Clemente Prudencio en su obra Peristéfanon.

Con la promulgación por el emperador Constantino del “Edicto de Milán” en el año 313, quedaron suprimidas las persecuciones a los cristianos y se dio libertad de culto al Cristianismo, con lo que su expansión se vio favorecida. A partir de ahora, los cristianos ya no se verían obligados a adorar en hogares privados, en el campo o, para escapar de la persecución, en las catacumbas u otros lugares ocultos; Constantino, los posteriores monarcas y los obispos serían los propulsores de los templos cristianos, comenzando las construcciones de las primeras iglesias en todo el territorio peninsular, siendo a partir del 392, tras el edicto de Teodosio por el que se suprimieron los templos paganos, cuando empezaron a proliferar las iglesias tanto en las grandes urbes como en las zonas rurales.

Estas primeras iglesias cristianas se levantaron, en muchas ocasiones, sobre los restos de un templo pagano anterior, romano, aprovechando los buenos materiales con que se construían estos templos, de ahí que actualmente queden muy pocos ejemplares de templos romanos bien conservados. Los templos romanos podían ser públicos o privados. Los públicos solían levantarse en zonas muy pobladas; eran inviolables e inalienables, y su destrucción dependía de la expresa autorización del emperador, mientras que  en las villae romanas solían edificarse templos o altares privados, más pequeños y administrados por la curia o por los ciudadanos, sin necesidad de ser construidos previa autorización imperial, además de poder ser legalmente demolidos y “desacralizados” sin la intervención de las autoridades[3].

Para los cristianos de los siglos IV y V, la destrucción de uno de estos templos significaba la privación de las creencias de los paganos del lugar y su posterior cristianización, además, como antes se ha dicho, del aprovechamiento del lugar para levantar el templo cristiano y también de los lotes de tierras que servían para su mantenimiento, a los que posteriormente se irían sumando las donaciones privadas, aumentando y acelerando de este modo la acumulación de tierras y, por lo tanto, el patrimonio de las primeras iglesias locales.

A tenor de los numerosos restos arqueológicos encontrados en la comarca[4], sabemos que la romanización en la zona de las Altas Cinco Villas fue bastante intensa, impulsada por una de las grandes vías de comunicación que atravesaba la Península y que conducía a Pompaelo (Pamplona), existiendo un ramal que, proveniente de Sofuentes, llegaba a Sos para, atravesando Campo Real, dirigirse a Sangüesa y Pamplona.

De lo que no cabe duda, según los restos estudiados y de la toponimia del lugar, es de que hubo población romana en Sos. Es evidente que esta población romana no estuvo organizada mediante estructuras arquitectónicas poblacionales semejantes a las grandes civitas de su entorno, como Campo-Real/Fillera, Cabeza Ladrero o Los Bañales, pero eso no significa que no hubiera población y tuvieran un lugar debidamente acondicionado para celebrar sus actividades rituales. No resultaría extraño, pues, que en los primeros siglos de nuestra Era  los romanos levantaran un templo o altar en el alto de la peña bajo la que se asentaría su población, como así lo ratifica un estudio osteoarqueológico elaborado por la doctora Mª Paz De Miguel Ibáñez de unos restos humanos incinerados procedentes de un enterramiento romano recuperado en Sos del Rey Católico.[5] 

Según Rogelio Taboada este templo estaría ubicado en el lugar que actualmente ocupa la cripta de Santa María del Perdón, destruido prontamente y reconvertido al cristianismo bajo la advocación de San Feliciano, uno de los primeros mártires cristianos, de quien tomaría el nombre la elevación rocosa sobre la que estaba asentado, Peña Feliciana[6], dando nombre, a su vez, al asentamiento poblacional allí ubicado, pues sabemos que ya en el siglo IX había población en Sos o, para ser más exactos, en Feliçana.

En un documento de 880 García Iñiguez, rey de Pamplona, dona a San Salvador de Leire las villas de Lerda y Añués, apareciendo como testigo el firmante  Blasco Dacones de Feliçana[7]. En la relación de “índice de lugares” de los “Documentos para el estudio de la Reconquista y repoblación del Valle del Ebro”, de José María Lacarra, se refiere a Feliçana como un “despoblado cerca de Sos[8], lo que nos hace pensar que este poblado llamado Feliçana no debía estar muy lejos del actual Sos, si no fue un poblado asentado en la misma Peña Feliciana, ya antes del año 880. Y como núcleo poblacional, por pequeño que fuera, debía tener un lugar donde sus gentes fueran a rezar.

Marcelino Cortés atribuye Feliciana a un topónimo de origen latino, cuyo origen es el cognomen Felicius, en referencia al propietario o poseedor del lugar (villa Feliciana o Peña Feliciana)[9], de ahí el pensar que el poblado (Feliçana) estuviera, muy probablemente, en la misma peña[10]

Aquí surge la disyuntiva en saber si fue el romano Felicius o sanctus Felicius quien diera nombre a la peña: el poseedor del terreno o la advocación del santo de la iglesia del lugar. No vamos a entrar en un asunto de muy difícil aclaración, puesto que no existe documentación alguna al respecto pero, independientemente que fuera uno u otro, ambos nos remiten a la misma raíz: Felicius (Feliciano). Si fuera San Felicius…¿Podría ser este templo de S. Feliciano, en el alto de la Peña de su mismo nombre, el lugar donde actualmente se encuentra la cripta, y edificado sobre un altar pagano derribado por el creciente empuje del cristianismo y la proliferación de construcción de nuevas iglesias?


Con la crisis económica general del siglo III y la fuerte implantación del cristianismo legalizado por Constantino, la romanidad empieza a decaer progresivamente, terminando la cultura y tradición romanas con las invasiones bárbaras del siglo V.

Con la llegada de los visigodos en el siglo V, y tras la conversión del arriano rey Recaredo al cristianismo en el 586, se inició un proceso de consolidación de la Iglesia que alcanzará gran importancia y protagonismo a partir del III Concilio de Toledo, en el 589, ratificando la unidad religiosa y política del reino;  y con ellos, también vendrían unas construcciones con caracteres propios e identificativos del breve período arquitectónico visigodo.(continuación)



[1] Abbad Ríos. El románico en Cinco Villas. I.F.C., D.P.Z. Zaragoza, 1979.

[2] Cortés Valenciano, Marcelino. El cartoral de Sos del Rey Católico, p. 47, recordando la exposición realizada por Galindo Romeo en 1924 sobre el citado chartularium, o cartoral.

[3] López Quiroga, Jorge y Nartínez Tejera, Artemio M. “ El destino de los templos paganos en Hispania durante la antigüedad tardía, p. 129.” AEspA, vol. 79, pp.125-153. C.S.I.C. Madrid, 2006.

[4] Sobre estos restos ver el estudio de Javier Andreu Pintado, Angel A. Jordán Lorenzo y Javier Armendáriz Lartija: "Nuevas aportaciones a la epigrafía de Campo Real/Fillera (Sos del Rey Católico-Sangüesa)". Revista Zaphyrus nº LXV, pp.179-198.

[5] De Miguel Ibáñez, Mª Paz. "Estudio osteoarqueológico de la cremación romana de Sos del Rey Católico (Zaragoza)". Revista Zaphyrus nº LXV, pp.205-210.

[6]Taboada, Rogelio. Sangüesa siempre. Apéndices históricos, p.15.

[7] Martín Duque, Ángel. Documentación medieval de Leire (siglos IX al XII), doc. 30.

[8] En: Cortés Valenciano, Marcelino. Toponimia de Sos del Rey Católico, nota 201, voz: Feliciana, p. 104.

[9] Ibidem, pp.104-105. 

[10] Carlos Laliena lo ubica, "probablemente", en el Barranco de las Fuentes, a unos pocos metros de la fortificación. Laliena Corbera, Carlos. "Siervos medievales de Aragón y Navarra en los siglos XI-XIII, p. 386, nota 18.




BIBLIOGRAFÍA

 

-ABBAD RÍOS. El románico en Cinco Villas. I.F.C., D.P.Z., Zaragoza, 1979.

-ANDREU PINTADO, JAVIER; JORDÁN LORENZO, ÁNGEL A.; ARMENDÁRIZ MARTIJA, JAVIER. "Nuevas aportaciones a la epigrafía de Campo Real/Fillera (Sos del Rey Católico-Sangüesa)". Revista Zephyrus nº LXV, pp. 179-198. Universidad de Salamanca. Salamanca, 2010.

-AURELIO PRUDENCIO CLEMENTEPeristephanon. Hernando. Madrid, 1943.

-BELTRÁN LLORIS, FRANCISCO. Los primeros cristianos en Aragón. CAI100. Zaragoza, 2020.

-BRIZ MARTÍNEZ, JUAN. Historia de San Juan de la Peña. Imp. Iván de Lanaja y Quartanet. Zaragoza, 1620.

-BUENACASA PÉREZ, CARLES. “La decadencia y cristianización de los templos paganos a lo largo de la antigüedad tardía (313-423)” Polis: Revista de ideas y formas políticas de la Antigüedad Clasica, nº 9, pp.25-50. Alcalá de Henares (Madrid), 1997.

-CORTES VALENCIANO, MARCELINO. Cartoral de Sos del Rey Católico. I.F.C. Zaragoza, 2020.

-CORTÉS VALENCIANO, MARCELINO. Toponimia de Sos del Rey Católico. I.F.C. Zaragoza, 2015.

-DE MIGUEL IBÁÑEZ, Mª PAZ. "Estudio osteoarqueológico de la cremación romana de Sos del Rey Católico (Zaragoza).” Revista Zephyrus nº LXV, pp. 205-210. Universidad de Salamanca. Salamanca, 2010.

-GALINDO ROMEO, PASCUAL. Sos en los siglos XI y XII. Revista Universidad. Año I. Zaragoza, 1924.

-LALIENA CORBERA, CARLOS. Siervos medievales de Aragón y Navarra en los siglos XI-XIII. Prensas Universitarias. Zaragoza, 2012.

-LÓPEZ QUIROGA, JORGE y MARTÍNEZ TEJERA, ARTEMIO M. “El destino de los templos paganos en Hispania durante la antigüedad tardía”. AEspA, vol. 79, pp.125-153. C.S.I.C. Madrid, 2006.

-MARTÍN DUQUE, ÁNGEL. Documentación medieval de Leire (siglos IX al XII). I.P.V. Diputación Foral de Navarra. Pamplona, 1983.

-TABOADA, ROGELIO. “Capitel de Santa María del Perdón” Sangüesa siempre. Apéndices históricos, pp-15-32. . Ediciones RT. Sangüesa (Navarra), 2016.

En la web:

-GEA (Gran Enciclopedia Aragonesa) Hagiografía

-Valle Molero, Manuel. “Orígenes del asentamiento poblacional en Sos”. https://villadesosdelreycatolico.blogspot.com/2020/12/origenes-del-asentamiento-poblacional.html

 


No hay comentarios:

Publicar un comentario