Hojas de acantos. Portada de San Esteban (Sos del Rey Católico) |
Apenas
nos fijamos en ellas, pero un sinfín de hojas de acanto decoran la portada de
la iglesia de San Esteban en Sos del Rey Católico. Posiblemente, la razón por la que casi pasan desapercibidas, en contraposición a la escultura iconográfica, más visible e interpretable, sea la poca importancia que muchos estudiosos otorgan a la flora esculpida medieval por considerarla como un elemento meramente decorativo y carente de simbología, relegándola a un segundo orden. Por contra, otros investigadores no son de la misma opinión.
Acanto (acanthus mollis) |
Hojas de acanto en los capiteles "corintios" de las estatuas- columna. Portada de San Esteban (Sos del Rey Católico) |
En la iglesia de Sos podemos ver
hojas de acanto en los capiteles “corintios” de las estatuas-columna del pórtico.
Igualmente, aparece también el acanto en toda la superficie de las tres arquivoltas
vegetales que, alternándose con las iconográficas, completan el conjunto de
arquivoltas de la portada.
Pero, las hojas de acanto ¿tienen
algún simbolismo de carácter religioso, o simplemente cumplen una función
decorativa derivada de sus bellas hojas? Lamentablemente no podemos aclarar
esta disyuntiva. Algunos estudiosos e investigadores afirman que tienen un
simbolismo funerario porque los griegos empleaban las hojas de acanto en la
decoración de estelas funerarias en tumbas y mausoleos, y este simbolismo
estaría ligado a la inmortalidad, que el
espíritu del hombre griego supo plasmar admirablemente de forma metafórica en
la leyenda de la creación del capitel corintio[1],
antes citada; por el contrario, otros sostienen la total ausencia simbólica,
siendo su finalidad meramente decorativa[2], pues el temido horror vacui (miedo al vacío) generaba
en los artistas el compulsivo “relleno” de superficies vacías con repetitivos
dibujos y formas, bien sean vegetales o geométricas, en forma de extensas
cenefas que hacen dudar de cualquier representación simbólica que pudieran
llevar implícitas.
Sin embargo, resulta extraño que en
el mundo románico, donde el simbolismo aflora sistemáticamente en cualquiera de
sus creaciones artísticas, los motivos vegetales o geométricos carezcan de significado.
Por eso, otros autores niegan esta falta de simbolismo.
Las
hojas de acanto, al nacer, presentan unas pequeñas espinas dúctiles y blandas que apenas
pinchan si se tocan pero, conforme la planta va creciendo, estas espinas se van
endureciendo, convirtiéndose en fuertes púas hiriendo profundamente a quien las
coge sin precaución.
Para el monje benedictino, y
escritor, Ramiro de Pinedo, las carnosas hojas del acanto son la carne de pecado que con nosotros llevamos, de la que
indefectiblemente nacen los vicios (espinas), débiles al principio, y fuertes después. Este simbolismo nos enseña,
según Ramiro, cómo debemos desarraigar
estas espinas al principio para luego, al hacerse más fuertes y agudas, no nos
acucien, haciéndose más difícil el desarraigarlas, y atormenten el alma con sus
fuertes púas[3].
Es decir, las hojas de acanto nos
están predicando las consecuencias del pecado, incitándonos a huir de él y a
redimirnos desde un principio para no ofender al Señor antes de que sea
demasiado tarde y nos pinchemos con las púas del pecado, siguiendo el consejo, como dice Ramiro, del Salmo 57: "Antes que vuestras espinas, es decir, vuestros vicios, formen una cambronera, debéis desecharlos, pues si no, sólo quedará la ira de Dios que caiga sobre vosotros y os absorba"
En las tres arquivoltas florales de
la portada de San Esteban de Sos vemos reflejadas, con diferentes trazos
esculpidos, las tres fases de la vida del acanto. De dentro a fuera: nacimiento
(tras la primera arquivolta figurada),
crecimiento y desarrollo (a continuación de la segunda) y madurez (tras la
tercera y última, cerrando el arco de la portada).
Primera arquivolta de acantos |
Segunda arquivolta |
Tercera arquivolta (exterior) |
Aunque posiblemente nunca lleguemos
a saber el significado de este adorno floral, las hojas de acanto de la iglesia
de Sos, empleadas con tanta profusión en la portada, merecen ser observadas desde
una perspectiva espiritual que permita considerar el simbolismo que pudieran
tener y que pudo haber influido en su incorporación al esculpido floral en el
arte Románico, ya que, como antes se ha dicho, nunca llegaremos a saber con
seguridad cuál fue la intencionalidad del artista al tallar estos elementos
vegetales en la maravillosa portada de San Esteban, pero que el monje Pinedo supo encontrar un simbolismo que bien podría aplicarse en este caso.
[1] Quiñones Costa, Ana Mª. La decoración vegetal en el Arte Español de la Alta Edad Media: su simbolismo, pp.78-79.
[2] Ibidem. (nombrando otros autores)
[3] Ramiro de Pinedo. El simbolismo en la escultura medieval española, pp- 23-24.
[4] Ibidem.
BIBLIOGRAFÍA
-DE PINEDO MONASTERIO, RAMIRO.
El simbolismo en la escultura medieval española. Espasa-Calpe.
Madrid,1930.
En la web:
-QUIÑONES COSTA, ANA MARÍA. La decoración vegetal en el Arte Español de
la Alta Edad Media: su simbolismo. Tesis doctoral. U.C.M. Madrid, 1992. https://eprints.ucm.es/id/eprint/2389/1/T18298.pdf
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