Cruz patada en la jamba de la puerta. Calle de Fernando el Católico. Sos del Rey Católico |
Las cruces han sido, desde la antigüedad, signos simbólicos de diferentes pueblos y culturas. Es cierto que su simbolismo varía de unas épocas y culturas a otras, por lo que su significado adopta diferentes y diversas interpretaciones, pero es en el marco cristiano, tras la muerte de Jesucristo, cuando toma un simbolismo totalmente religioso en la cultura occidental, aunque anteriormente al cristianismo ya eran usadas entre algunos pueblos también como símbolo religioso.
Existen varios tipos de
cruz según las diferentes comunidades
cristianas, con significados variados, pero siempre bajo el ámbito religioso:
cruz bizantina, bautismal, de San Pedro, de San Andrés, de Jerusalén, griega,
tau, patriarcal, papal, paté…
Estas cruces se encuentran
presentes, desde siempre, en todos los lugares y en todos los ámbitos de
nuestra cultura: en el campo, en los caminos, en los montes, en la
arquitectura, tanto civil como religiosa, representada en pergaminos o papeles,
en vestimentas, telas, estandartes o banderas, en objetos cotidianos, etc…,
pudiendo adoptar diferentes significados dependiendo de numerosos y diversos
aspectos, por lo que deben ser correctamente analizadas dentro de una exacta y
acertada contextualización para no incurrir en errores de interpretación;
disposición que resulta, a veces, difícil de discernir debido a la escasa información
existente, siendo la tradición oral y la frecuencia con las que las cruces
aparecen en determinados ámbitos y lugares los únicos indicios en los que se
basan los estudiosos e investigadores para determinar su simbolismo.
Uno de
estos aspectos al que hacemos referencia, propio de la religiosidad popular, es
la presencia de cruces en la arquitectura doméstica, adquiriendo, a su vez,
distintos significados según otros y diversos aspectos, siendo el más
predominante el relacionado con una función mágico-protectora. Desde la Edad
Media, y durante siglos, incluso en muchos lugares actualmente, se ha hecho uso de las cruces para, amparados
en su ascética fuerza, proteger uno de los espacios más importantes e
inviolables de una persona: la casa.
Popularmente, una cruz en una
casa actúa como un “detente”, símbolo
mágico-protector contra todos los males externos que puedan entrar en la
vivienda, como brujas, demonios, malmetimientos, maldeojos, enfermedades,
epidemias o cualquier otro fenómeno destructivo de la naturaleza (tormentas,
rayos, granizo, inundaciones, incendios…). Para protegerse de todos estos males
se solían poner las cruces junto a los espacios o lugares de la casa abiertos
al exterior, allí por donde el mal podía "entar" en la casa, como son las puertas, ventanas, balcones o chimeneas, e incluso en lugares
tan pequeños como las cerraduras.
Sin embargo, como antes hemos
dicho, el significado de estas cruces puede variar dependiendo de otros
aspectos, como por ejemplo su localización en el entorno urbano. No tienen el
mismo significado una cruz en el muro de la iglesia que en el muro de una
vivienda judía. Hay investigadores que interpretan las cruces localizadas en
los espacios en los que se levantaban las juderías como símbolos protectores,
pero también como de criptojudaísmo o de conversos[1].
Veamos estos términos.
Un judío converso es aquel que se convierte
del judaísmo al cristianismo. En Sos del Rey Católico, tras el decreto de
expulsión de los Reyes Católicos, unos optaron por la no conversión, viéndose
obligados a huir a Sangüesa (Navarra) y otros optaron por adoptar la doctrina
cristiana; son los llamados judíos conversos o “cristianos nuevos”. En
contraposición a estos “cristianos nuevos” se acuñó el término de “cristianos
viejos” para los judíos descendientes de
cristianos nuevos, es decir, ya cristianizados de una o más generaciones atrás.
Pero tanto unos como otros nunca estuvieron libres de sospecha de ser
judaizantes, o sea, de practicar clandestinamente su religión aparentando ante
la sociedad ser cristianos, fueran nuevos o viejos; son los llamados
criptojudíos (literalmente, judaísmo secreto), popular y vulgarmente conocidos
por “marranos”, lo que no implica que hubiera judíos verdaderamente convertidos
al cristianismo.
En Sos del Rey Católico tenemos varias
cruces en las viviendas de la antigua aljama judía y, aunque haremos referencia
a algunas de ellas, vamos a centrarnos en una que, por sus características,
pudiera haber pertenecido a una vivienda en la que sus moradores, en el momento
de la construcción del edificio, ya eran conversos, ora cristianos nuevos, ora
viejos, o pertenecientes a un verdadero cristianismo que edificaron su casa
sobre una anterior cuyos moradores fueron judíos o conversos,... o no; algo que nunca se
sabrá.
Se trata de una cruz patada ubicada en la
jamba de la puerta de la casa del nº22 de la calle Fernando el Católico (la
casa siguiente al actual Hotel “El Peirón”)
Cruz sobre la hendidura de la mezuzah en la calle Mentidero nº 3. Sos del Rey Católico. |
Pero las nuevas construcciones, normalmente posteriores al siglo XIV,
edificadas por cristianos nuevos o viejos, carecen de receptáculo para alojar
la mezuzah; sin embargo, y sobre todo en localidades pequeñas, como Sos, toda
la población sabe que los habitantes de esa casa han sido o descienden de
judíos conversos, o sea, que son “cristianos nuevos” o “ viejos”, por lo que
para indicar públicamente su fe
cristiana, el maestro de obra graba ya premeditadamente, en el momento de
edificar la casa, una cruz, generalmente en la jamba de la puerta, a la misma
altura donde debería ir colocada la mezuzah, aunque en ocasiones también aparecen cruces sobre
el dintel de la puerta. De esta opinión es Fonseca Moretón: “Cuando nos encontramos ante una casa de los
siglos XIV, XV, XVI e incluso posteriores con estas características, muy
probablemente estemos ante una vivienda de conversos o familias de cristianos
nuevos” [3]
Cruz en calle Juana Enríquez. Sos del Rey Católico.
|
Si observamos la referida cruz
del nº22 de la calle Fernando el Católico, vemos que en ningún momento ha sido
“añadida” a la fachada, ni se ha grabado con la tosquedad que reflejan las de
las calles Mentidero o Juana Enríquez, sino que se esculpió conjuntamente con
todas las dovelas que forman el arco de entrada. Además no es una sencilla y
simple cruz latina como las otras, sino una gran cruz patada tallada a
conciencia, indicando a la gente que esa vivienda está habitada por judíos ya conversos (nuevos, en el momento de su construcción, o probablemente viejos, de
tercera o cuarta generación), teniendo en cuenta la datación del edificio (S.
XV-XVII).
La cruz paté, o patada, es
aquella cuyos brazos se estrechan conforme se aproximan al centro y se
ensanchan en los extremos y se suele asociar a la Orden del Temple. Pudiera ser
este el motivo por el que los habitantes conversos de esta casa eligieron una
cruz patada, pues los templarios siempre fueron considerados como acérrimos defensores
de la fe cristiana.
De todos modos, no todas las cruces grabadas en las jambas,
dinteles o muros de viviendas judías se han de interpretar como cruces de conversos. No hay que
olvidar que podría tratarse de una vivienda habitada por verdaderos cristianos,
pues desde época bajomedieval era muy frecuente la representación de cruces con
objeto de purificar y cristianizar espacios que se asientan sobre
construcciones hebreas, por lo que deberían considerarse como cruces de sacralización
o cristianización, pero no parece que sea este el caso, pues la vivienda se sitúa fuera del recinto de la aljama, aunque sí en su límite, pues ahí mismo se ubicaría la verja o puerta que cerraba la aljama para separarla del resto de
la población. Además, si fuera una vivienda de verdaderos cristianos no tendría sentido el grabar una cruz en la
jamba de la puerta si no fuera por motivos protectores para alejar el mal o
porque los moradores de la anterior edificación fueron conversos, en cuyo caso la cruz actuaría
como sacralizadora.
¿Cruz protectora, de
sacralización, de judíos nuevos, viejos, criptojudíos? Como antes se ha dicho
hay que analizar correctamente su contextualización para interpretar su
significado exacto, y ante la falta de datos e información todo son opiniones y
conjeturas aunque, aparentemente toma más fuerza la hipótesis de que podría tratarse de una
vivienda de “cristianos viejos” que construyeron su casa en este lugar. Otra
cosa distinta es saber si practicaban criptojudaísmo.
[1] Fonseca
Moretón, Emilio. “Viviendas de judíos y conversos en Galicia y el Norte de
Portugal” Anuario Brigantino nº 27, pp.431-466. Gitlitz, David, M. Secreto y engaño. La religión de los
criptojudíos
[2]
Balesteros y Saravia, 2007: 17; citado en Pedro Javier Cruz Sánchez. Análisis y significado de la cruz en la
cultura popular del occidente salmantino: el Abadengo, p. 317. Tesis
Doctoral.
[3] Fonseca
Moretón, Emilio. “Viviendas de judíos y conversos en Galicia y Norte de
Portugal”, en Anuario Brigantino nº 27, p.434.
Otras cruces en jambas y muros de Sos del Rey Católico. Conversas, de cristianización y protectoras. |
BIBLIOGRAFÍA
-BIARGE, FERNANDO Y ANA. Líbranos del mal. Ed: El patrimonio natural altoaragonés. Zaragoza, 2000.
-CRUZ SÁNCHEZ, PEDRO JAVIER. Análisis y significado de la cruz en la cultura popular del occidente salmantino: El Abadengo. Tesis Doctoral. Facultad de Filosofía y Letras. Universidad de Valladolid. 2014.
-CRUZ SÁNCHEZ, PEDRO JAVIER. "Presencia de la cruz en la arquitectura popular. Apuntes Arribeños". Revista Estudios del Patrimonio Cultural nº 5, pp.5-17. Diciembre/2010. Revista digital. www.Sercam.es
-FONSECA MORETÓN, EMILIO. “Viviendas de
judíos y conversos en Galicia y el Norte de Portugal”. Anuario Brigantino nº
27, pp. 431-466. Excmo. Concejo de Betanzos. La Coruña, 2004.
-GITLITZ, DAVID.M. Secreto y engaño. La religión de los criptojudíos. Salamanca, Junta
de Castilla y León, 2003.
En la web:
-Wikipedia. Cruz patada
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