Curiosamente
fueron los padres escolapios las primeras personas interesadas en el estudio
profundo y metódico de esta ciencia física de los fenómenos
atmosféricos, siendo los pioneros desde 1879, y hasta no hace
mucho, en facilitar la información recogida tanto a la prensa escrita como a
otros medios de comunicación. En este sentido hay que resaltar la figura del
ilustre escolapio hijarano Blas Aínsa Domeneque (1841-1889), quien en 1879, y
desde un torreón edificado a tal efecto en la azotea del colegio Escuelas Pías
de Zaragoza, recogía puntualmente todos los días a las tres de la madrugada los datos de su estación meteorológica, que eran enviados metódicamente a los
diversos periódicos de la ciudad para su publicación. Alfonso XIII, en
reconocimiento a su encomiable labor, el 23 de marzo de 1889 lo nombró
Comendador de la Real Orden de Isabel la Católica. Las microfotografías tomadas
por el padre Blas también fueron premiadas con Medalla de Oro en las
Exposiciones Universales de Barcelona 1888 y de Valencia en 1910.
El observatorio meteorológico que poseía el
padre Aínsa estaba dotado con los más modernos y sofisticados aparatos de
medición del momento (veleta, pluviómetro, barómetro, heliógrafo, anemómetro,
termómetro, higrómetro, evaporímetro,psicómetros, actinómetro de Arago...y hasta un cañoncito que, al paso del sol por el meridiano, producía una detonación, e incluía también instrumentos de astronomía,
prestando un servicio, según la Confederación del Ebro, “muy superior al
dirigido desde el Observatorio Astronómico de Madrid”.
P. Blas Ainsa Domeneque |
El
padre Aínsa amplió sus observatorios a otras zonas de la Comunidad Autónoma para que los
datos de medición fueran más precisos y abarcar más territorio a estudiar,
abriendo nuevas estaciones meteorológicas en los colegios escolapios aragoneses
de Barbastro (1881) Jaca (1882), Sos del
Rey Católico (1882) y Daroca (1890),
manteniendo un estrecho contacto con los observatorios de Madrid y París.
En
1889 falleció el padre Blas, pero había cumplido su sueño de crear una red de
observatorios meteorológicos en diferentes colegios de las Escuelas Pías, y no sólo en Aragón, pues en su afán de expansión también creó observatorios en colegios de Navarra, Andalucía y Madrid.
Tras
su muerte, los escolapios continuaron facilitando a los medios de comunicación
los datos de sus respectivas estaciones meteorológicas hasta que la Agencia
Estatal de Meteorología, en colaboración con la Diputación General de Aragón,
empezó a instalar nuevas estaciones meteorológicas y bioclimáticas distribuidas
en diversos municipios de nuestra Comunidad, entre ellos Sos del Rey Católico, con lo que la labor iniciada por los escolapios del colegio Isidoro Gil de Jaz en 1882 no se ha visto interrumpida desde entonces, aunque ahora la información se recoja, con el fin de ahorrar labor humana, a través de una EMA(Estación Meteorológica Automática)
Niebla de irradiación en Sos del Rey Católico |
BIBLIOGRAFÍA
-CUEVA GONZÁLEZ, DIONISIO. Las Escuelas Pías de Aragón (1767-1901) D.G.A. Zaragoza, 1999.
-CUEVA GONZÁLEZ, DIONISIO. "Presencia de los
escolapios en Aragón" Rev. Analecta Calasanctia nº99, año 2008,
pp.117-128. Instituto Calasanz de Ciencias de la Educación. Madrid, 2008.
-NEGRO MARCO, LUIS. "Los escolapios aragoneses, pioneros en el estudio de la Meteorología".El Periódico de Aragón: 27/03/2015.
Edición digital. Pág. 14.
-WikiPia. Diccionario Enciclopédico Escolapio (DENES) en red. "Blas Aínsa
Domeneque."
-A.E.M.E.T. Agencia Estatal de Meteorología. Centro Meteorológico Territorial
en Aragón, La Rioja y Navarra. Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio
Ambiente.
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