Como se acerca el sorteo de la lotería de Navidad aquí os dejo una curiosidad.
El periódico "El
Pueblo Vasco" en su edición del 24 de diciembre de 1913 recoge la siguiente noticia:
En Sofuentes, en la línea de Aragón y de Navarra, vive
un lagartijero, que es además, cazador de ranas, estrellero y medio brujo. Un
buen día este hombre encontró una lagartija de dos colas. En seguida la metió
en un tarro transparente con un poco de arenilla gris en el fondo.
El lagarto, al mover las colas, dejaba dibujos en la
arena (rectas, curvas, ángulos, trazos y signos interpretables). Una tarde las
colas trazaron algo así como números. El lagartijero relacionó esto con los números
de la lotería de Navidad, que iba a celebrarse en fechas próximas.
Observando con atención, fue apuntando los números que
iba dejando la lagartija con sus colas, y anotó: 1,8,0, un garabato que no supo
leer bien, y un 3. Ese garabato ¿era un 6?... ¿un 7? Esto es lo que discutieron
largamente el párroco del pueblo, el maestro y el lagartijero. El lagartijero
opinaba que era un 7, mientras que el cura veía un 6. Prevaleció la opinión del
párroco, y se convino en que el número era un 6.
El lagartijero fue a Madrid y en la Puerta del Sol compró el
billete 18063, regresando a Sofuentes y repartiendo participaciones al vecindario.
El “Gordo” de 1913 fue el número 18073.
El pueblo, al conocer la noticia, armado de estacas y
palos se dirigió a casa del párroco, apaleándolo brutalmente por haberles hecho
perder “el Gordo”.
El párroco, efecto de la brutal agresión quedó
moribundo.
El lagartijero está desesperado[1]
[1] "El
Pueblo Vasco".24 de diciembre de 1913, p. 3. Se hicieron eco de esta noticia “El
Heraldo Militar” en su edición del día 29 de diciembre de 1913 y el periódico
“El Globo” en su diario del dia 27 de diciembre del mismo año.
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