domingo, 5 de julio de 2015

JUEGOS, PASATIEMPOS Y TIEMPO LIBRE DEL AYER



El juego de la rana
La infancia siempre ha sido un contínuo aprender. En Sos del Rey Católico, al igual que en todos los pueblos de España en el siglo pasado, este aprendizaje discurría entre la escuela y la casa, con la familia. Pero el niño, en sus ratos de ocio, encontrará en el juego no sólo el componente lúdico que conlleva, sino también el elemento de aprendizaje. Ante la falta de juguetes tan modernos y sofisticados como con los que hoy juegan nuestros hijos- en primer lugar no se fabricaban, y en segundo lugar muchas veces las posibilidades económicas de los mayores no podían permitirse este gasto-, los mocetes de entonces tenían que usar su imaginación y entretenerse y divertirse con juguetes de “fabricación casera”, a los que algunas veces añadían formulillas, adivinanzas, cuentos, rimas fáciles o canciones para completar la diversión. Todo esto formaba también parte del aprendizaje del niño.
 Así, remendarán objetos viejos, rotos o en desuso que usaban los mayores y elaborarán cerbatanas de caña, tallos de tifa aplastados contra la pared, pelotas o pelotones obtenidos de la vejiga del cerdo o de la lana y estambre de calcetines viejos forrados con cuero de guantes en desuso, “ galdrufas” o peonzas, pitos o bolas, y disfrutarán con infinitos juegos de imitación, de habilidad o fuerza, correr y saltar, u otros referidos a animalillos como los “ coco de luz” o las “tijeretas” con las que se perseguía a otros niños diciéndoles “abróchate la bragueta que llevo cortapicheta”. El marro, rescatau, salta cabrita con muletillas, ladrones y ministros, tú la llevas, tapar la calle y otros juegos se complementaban con los universales de la gallinita ciega; y las niñas, más moderadas, jugaban haciendo corros, saltando a la comba, a la rayuela, con las muñecas “peponas” y cantando en sus juegos muy diversas cancioncillas con soniquetes muy parecidos y pegadizos.
 Las cancioncillas que acompañaban a los juegos infantiles de los niños muestran  la difusión universal de algunas y el carácter local de otras, como las que castigaban con palmadas o coscorrones al niño que “ pagaba” mientras se destapaban los naipes de la baraja, con absurdas retahílas para las cartas que en el “ guiñote” y en otros juegos de los adultos tenían un valor especial: “ tres,trilistoque/ fue a la venta/ por figote/ el ventero tiene una mula/ que tira coces/ el que quiera miel/ que vaya a la era/ que el burro Pintallo tiene caguera” o “sota cachota/ cuando brinca la madre/ brinca la chota/ morros de abellota”, “caballo medallo/cuántas estrellas/ hay en el cielo/ cuéntalas tú/ que yo no las veo”, repitiendo modelos bien conocidos y sin dejar de golpear al pagano. Cuando salía el rey decían: “yo como rey me limpio el culo con un papel”, lo cual no deja de ser congruente con la mentalidad infantil para la que bastaba “una piedrecica” para tales menesteres. Otras formulillas y canciones acompañaban a la designación de los niños para diversos cometidos o simplemente para “pagar”. La explanada de la zona del castillo de Sos es mudo testigo de generaciones de niños practicando dichas actividades.
Los mayores tenían en los juegos de naipes su máxima expresión: el guiñote, la brisca, el subastao, el tute, el julepe, la brisca, el copo, la escoba…Esta costumre tan arraigada de jugar a las cartas todavía puede verse en los bares de Sos. ¿Quién no ha escuchado alguna vez al entrar en un bar de la Villa alguna de éstas ancestrales palabras o frases?: “¡mata!, ¡arrastra!,¡las cuarenta!, ¡veinte en copas!, ¡qué potra tienes, cabrón!,¡roba!, ¡tú das!, ¡copo!, ¡cuenta!, ¡el resto!, ¡corta!, ¡quítate daí trás, gafe, que me traes mala suerte!, ¡carta en la mesa pesa!, ¡servido!, ¡me llevo las diez de últimas!, ¡voy!,¡paso!, ¡a renuncio!,¡me estás viendo las cartas de bislai!…
Otros de los juegos de tradición aragonesa que se jugaba en la calle y, sobre todo en los bares, era el juego de “la rana” y el de “los hoyetes”, ambos de puntería y precisión, y que hasta hace muy poco tiempo todavía podía jugarse en el bar Las Cazuelas de Sos. Fernando, gerente del bar Las Coronas, de Sos, propietario también del bar Las Cazuelas, tuvo el acierto de conservar estos tradicionales juegos para muestra y recordatorio del divertimiento de los sosienses en sus ratos de ocio durante el siglo pasado.
Juego de la rana.
A los "hoyetes" se jugaba con tejos, fichas o chapas de hierro de 90 gr. de peso 



Muchos de estos juegos y costumbres que hemos visto han desaparecido hoy en día de las calles de Sos, aunque la mayor parte estaban vigentes no hace más de medio siglo y permanecen en nuestra memoria, y otros pocos todavía se siguen conservando, sobre todo, como antes hemos visto, los juegos de cartas en las tardes de cualquier época del año en los bares de la villa.





BIBLIOGRAFÍA


-IRIBARREN, JOSÉ Mª. Historias y costumbres. Diputación Foral de Navarra. I.P.V. Pamplona, 1949.

AGRADECIMIENTO a Fernando Almárcegui, gerente del bar "Las Coronas" y "Las Cazuelas" de Sos del Rey Católico.

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