FERNANDO E ISABEL. LOS REYES CATÓLICOS |
El
viaje del príncipe Fernando hasta Valladolid para encontrarse con Isabel no iba
a resultar sencillo.(ver)
Enrique IV, y su principal
consejero, Juan Pacheco, no estaba dispuesto a que Isabel llevara a buen
término sus planes, y es por eso que llenó la frontera de Castilla con Aragón
de tropas y espías para interceptar a Fernando por si fuese a encontrarse con
Isabel, por lo que los partidarios de la boda tuvieron que ingeniárselas muy
bien para ocultar al príncipe y no levantar sospecha alguna.
El 5 de octubre, el Príncipe
Fernando, disfrazado de arriero, acompañado de sólo seis personas más, salió de
Zaragoza. Alonso de Palencia narra así el viaje desde Zaragoza hacia tierras
castellanas: “…dispúsose la marcha de
modo que aquél (el Príncipe), acompañado de sus criados y con el más profundo
sigilo, se encaminaron hacia Castilla, fingiendo antes que acudía al
llamamiento de su padre, para prestar oportuno socorro a sus aliados y a las
guarniciones, temerosas del poder de los enemigos.[…] A los nueve días de
nuestra primera visita al Príncipe, salimos con Pedro Vaca en dirección a
Calatayud, cuyo camino debíamos seguir, el enviado del Almirante don Fadrique,
Tristán de Villarruel, hombre íntegro y conocedor del secreto, y yo; al paso
que Gutierre de Cárdenas debía torcer su marcha desde aquella ciudad hacia
Verdejo, lugar fronterizo de Castilla y confinante con Gomara, donde por
secreto acuerdo se aguardaba al Príncipe Don Fernando, procedente de Zaragoza.”
Así pues, desde Calatayud, Gutierre
fue a Verdejo a esperar la llegada del Príncipe, mientras los demás se
dirigieron al Burgo de Osma por Ariza y Monteagudo.
Reunidos en Verdejo el Príncipe y
Gutierre, salieron hasta una pequeña aldea entre Gomara y El Burgo de Osma,
donde pararon a descansar, y para no levantar sospecha alguna “y según previo acuerdo, el Príncipe,
fingiéndose criado de mercaderes, estuvo cuidando a las mulas y sirviendo la
cena”.
Cuando Fernando y su escolta llegaron
el día 7 por la noche al Burgo de Osma, población casi fronteriza entre
Castilla y Aragón, llamaron a las puertas del castillo y los del interior,
confundiéndolos por bandidos, les arrojaron una lluvia de piedras que
alcanzaron la oreja de Fernando. Al parecer, llegaron un día antes de lo
previsto y Palencia no había advertido a los centinelas de ronda de su llegada.
Con el jaleo que se armó, Palencia se despertó y reprendió a los guardias, diciéndoles que dejaran pasar a los recién llegados, pues eran gente de bien. El Príncipe
Fernando, al oir la voz de Palencia, le dijo: “¿Os sería posible, querido Alfonso, acogernos en la villa?, porque si
bien en nada estimo mi cansancio, impórtame mucho la vida de los que me
acompañan, y los veo rendidos de frío y de sueño…”
Con su disfraz de arriero y
sorteando la vigilancia del rey, el Príncipe Fernando llegó a Dueñas el día 9,
siendo recibido con grandes muestras de cariño.
El día 14 por la noche se encaminó a
Valladolid, con tan sólo tres servidores, a las casas de Juan de Vivero para
visitar a la Princesa Isabel, donde se conocieron personalmente y hablaron,
siempre en presencia del Prelado, durante unas dos horas y, a media noche, regresar
a Dueñas.
Cuatro días después, el 18, en Valladolid,
el Arzobispo de Toledo los desposó, en presencia del Almirante don Fadrique,
abuelo de don Fernando y de otros nobles allí presentes, previa lectura de la
bula apostólica del Pontífice Pío II (ver). Al día siguiente se completó la
ceremonia religiosa y se hizo nueva publicación de la dispensa pontificia y de
las capitulaciones matrimoniales otorgadas por don Fernando y ratificadas por su
padre, don Juan II de Aragón, quedando ultimado el matrimonio.
La noticia de este matrimonio supuso
un duro golpe para la Corte de don Enrique, que vio frustrados los deseos de
Villena y del Rey.
BIBLIOGRAFIA
-PALENCIA, ALONSO DE. Crónica de Enrique IV. Traducida por
P.A. Paz y Melia. Lit. “Revista de Archivos”. Madrid, 1904.
-PULGAR, HERNANDO DEL. Crónica de los Señores Reyes Católicos Don Fernando y Doña Isabel de Castilla y de Aragón. Imp. Benito Monfort. Valencia, 1780.
-SILIO CORTÉS, CÉSAR. Isabel La Católica, fundadora de España.
Grandes biografías. Espasa-Calpe S.A. Madrid, 1967.
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