Castillo de Yéquera |
Ubicación.
También conocido
como castillo de Yecra, Iécar o de Hiekara, este castillo se encuentra a 7,5 Km de la
localidad cincovillesa de Luna y a 2 Km de Lacorvilla, sobre una pequeña elevación
en el valle formado por el Barranco de la Ruta, punto estratégico junto al
camino que va de Ejea y Luna a Huesca por ser una importante vía de
comunicación y ruta comercial.
Para acceder a
él, desde la localidad de Luna, hay que tomar la carretera que va hacia El
Frago, y nada más salir del pueblo hay que tomar un desvío a la derecha por una pista asfaltada que tras dos kilómetros nos acercará, primero, hasta el castillo de Obano; a partir de aquí el asfalto desaparece, pero una buena pista nos llevará, tras recorrer 5,200 Km, hasta el castillo de Yéquera.
Este castillo, igual que otros
muchos de la comarca, se edificó en el siglo XI para fortalecer y asegurar el
dominio de los territorios ganados a los musulmanes en la Reconquista, pasando
a formar parte de la franja fronteriza fortificada frente al Islam.
Probablemente en sus orígenes se
tratara de una fortificación musulmana del siglo X. Tras el avance cristiano
hacia el sur en el último cuarto del siglo XI, el rey aragonés Sancho Ramírez
mandó, en agosto de 1093, a su merino Banzo Azones, repoblar la zona y
fortificar el sitio[1] para
asegurar el dominio de las nuevas tierras conquistadas donde, bajo su
protección, no tardaría en surgir un nuevo núcleo poblacional. Probablemente
Sancho Ramírez se refería a la reconstrucción del castillo musulmán que habría
quedado parcialmente destruido tras su conquista por las tropas cristianas[2].
Posteriormente, conforme el avance cristiano se desplazaba hacia el valle del
Ebro, la ruta cayó en desuso y el lugar fue poco a poco deshabitándose, con el
posterior abandono del sitio, hasta que en los siglos XIV-XV se levantó sobre
sus ruinas un nuevo castillo de estilo gótico por parte de sus señores, los Vera, y que posteriormente perteneció a la familia de
los Luna.
De la primera etapa del castillo
del siglo XI no queda resto alguno. El castillo gótico estaba formado por un
recinto amurallado de planta irregular compuesto de dos cuerpos, hoy separados y perfectamente identificables. En uno de sus extremos se encontraba la gran torre gótica que podemos admirar, de
planta rectangular, de unos 9 por 7 metros de lado y unos 15 metros de altura.
Actualmente conserva parte de su remate almenado y las ménsulas que soportaban los garitones
en cada una de sus cuatro esquinas, a los que se accedía a través de dos vanos ubicados en
la cara sur de la torre. El torreón está dividido en cuatro alturas, accediendo
a él a través de una puerta en arco
de medio punto, ligeramente apuntado, ubicada en la zona sur de la planta baja y en cuyo tradós se observa el escudo de la
familia Vera: cuartelado, con los tres contraveros propios de la familia
alternados en cuarteles opuestos con flores de lis. En la segunda planta se
abren estrechos vanos de medio punto con gran derrame interno; grandes vanos
apuntados en la segunda planta y ventanas geminadas en la tercera. En el
interior, arcos apuntados sostenían los suelos de los pisos.
Exterior del recinto residencial |
El resto del conjunto está formado por lo que sería una sala alargada de planta trapezoidal irregular, cerrada por un torreón más pequeño que el anterior en su extremo sureste; de la sala se conserva casi la totalidad del muro sur, cuya fachada, que no es recta, sino que presenta cinco ligeros quiebros en ángulo, consta de tres alturas, en la que se conserva su entrada en la planta baja, también en arco de medio punto y varias aspilleras defensivas; en las dos plantas superiores también se abren aspilleras, siendo acompañadas en la última planta por dos ventanas geminadas cuyos parteluces no se han conservado, evidenciando todo ello su condición residencial. Al interior, adosados a esta fachada, quedan restos de una construcción residencial de planta rectangular y dos pisos, con vestigios del arranque de arcos perpiaños que dividirían la estancia inferior en tres tramos y la superior en cuatro. Igualmente, en el interior del patio, quedan apenas una decena de sillares de lo que fuera una torre musulmana, de aparejo de gran tamaño, alternándose las sogas y los tizones según las hiladas; las juntas son muy finas y la talla de la piedra bastante generosa en la utilización del puntero, presentando los sillares externos una talla ligeramente almohadillada[3]
Interior del recinto residencial. |
El torreón que cierra el recinto, en la parte opuesta a la torre señorial, es de planta cuadrada y está integrado en el edificio residencial, compuesto por tres alturas iluminadas por estrechas saeteras apuntadas, ocupando la planta baja una capilla precedida por una antesala rectangular cubierta por una bóveda de cañón apuntado sobre imposta. Al piso superior de la fortificación se accedía por un vano en arco apuntado situado en altura en el lienzo norte.
Interior de la capilla, junto al edificio residencial. |
En las proximidades del castillo se aprecian unos pocos vestigios de la muralla que lo
rodeaba y varias tumbas excavadas en la roca .
Muy próxima al complejo fortificado se encuentran los restos de la iglesia, o ermita de Nuestra Señora de Yéquera; románica, de finales del siglo XII o principios del XIII, en estado de progresiva ruina y que la mano del hombre convirtió y habilitó, el pasado siglo, o el anterior, en vivienda para usos agropecuarios.
La ermita es de construcción sencilla, de una sola nave y ábside circular, con los sillares bien encuadrados y alineados. La cornisa es sustentada por ménsulas decoradas con sencillos adornos. El tejado del ábside conserva el original de losas, mientras que el del resto de la nave es de teja árabe. Al exterior, dos contrafuertes en el lado sur suben en altura hasta la cornisa, mientras que en el lado norte son tres los contrafuertes. Dos ventanas se encuentran en el muro sur, una en el centro del ábside y otra en el hastial de poniente, donde se abrió una ventana para iluminar la estancia habitable del interior. La portada se ubica a los pies del muro sur y consta de tres arquivoltas de aristas lisas la interior y la exterior, apeando en ábaco corrido liso y descargando sobre columnas también lisas. La arquivolta central está decorada con un tosco baquetón, apeando en el citado ábaco liso y descargando sobre dos capiteles sin decoración bajo los que se ubicarían sendos fustes, hoy desaparecidos.
Muy próxima al complejo fortificado se encuentran los restos de la iglesia, o ermita de Nuestra Señora de Yéquera; románica, de finales del siglo XII o principios del XIII, en estado de progresiva ruina y que la mano del hombre convirtió y habilitó, el pasado siglo, o el anterior, en vivienda para usos agropecuarios.
Ermita de Ntra. Sra. de Yequera |
La ermita es de construcción sencilla, de una sola nave y ábside circular, con los sillares bien encuadrados y alineados. La cornisa es sustentada por ménsulas decoradas con sencillos adornos. El tejado del ábside conserva el original de losas, mientras que el del resto de la nave es de teja árabe. Al exterior, dos contrafuertes en el lado sur suben en altura hasta la cornisa, mientras que en el lado norte son tres los contrafuertes. Dos ventanas se encuentran en el muro sur, una en el centro del ábside y otra en el hastial de poniente, donde se abrió una ventana para iluminar la estancia habitable del interior. La portada se ubica a los pies del muro sur y consta de tres arquivoltas de aristas lisas la interior y la exterior, apeando en ábaco corrido liso y descargando sobre columnas también lisas. La arquivolta central está decorada con un tosco baquetón, apeando en el citado ábaco liso y descargando sobre dos capiteles sin decoración bajo los que se ubicarían sendos fustes, hoy desaparecidos.
Portada de la ermita de Yéquera |
Sobre la portada se observa un tejaroz corrido apeado en sencillas ménsulas, donde en su zona central se abrió otra ventana de iluminación de la vivienda superior.
En el muro oeste existe otra entrada, de confección más tardía y mucho más pequeña.
En los muros de la ermita pueden apreciarse muchas marcas de cantero, así como varios relojes radiales de sol tallados en los sillares del muro sur, a ambos lados de la puerta (al menos, nueve relojes).
El interior, a simple vista, no parece una iglesia, pues como se ha dicho, el lugar fue habilitado como
vivienda agropecuaria, estando dividida la estancia en dos alturas. En la zona baja,todo el muro norte, hasta el pilar fajón que marca el inicio del presbiterio, es recorrido por un abrevadero de piedra, siendo el resto de la superficie del templo utilizado como cuadra, establo, pajar y almacén. A los pies de la ermita, unas
modernas pilastras sustentan el piso de madera del espacio habitable superior, hoy derruido en parte, al que se accede por unas escaleras de piedra ubicadas junto al muro oeste.
Interior de la ermita, convertida en vivienda de campo. |
La nave cubre con tejado de madera a dos aguas apoyado en arcos de diafragma apuntado que apean en sencillos capiteles adornados con motivos geométricos muy simples. El ábside está cubierto con bóveda de cuarto de esfera apuntada. Una imposta simple recorre ábside y nave a la altura de los ábacos de los capiteles.
En la ermita se veneraba a la Vírgen de Yecra, cuya imagen se encuentra en la iglesia parroquial de la cercana localidad de Lacorvilla.
El castillo de Yecra se encuentra bajo la
protección de la Declaración Genérica del Decreto de 22 de abril de 1949 y la
ley 16/1985 sobre el Patrimonio Histórico Español e incluido en la relación de
castillos considerados Bienes de Interés Cultural en virtud de lo dispuesto en
la disposición adicional segunda de la Ley 3/1999, de 10 de marzo, del
Patrimonio Cultural Aragonés, publicado en el B.O.A. del día 22 de mayo de
2006.
Castillo de Yéquera visto desde la ermita |
[1] Durán
Gudiol, Antonio. Colección diplomática de
la catedral de Huesca, T.I, doc. 57, pp. 81-82.
[2] Cabañero
Subiza, Bernabé. Los orígenes de la
arquitectura medieval de las Cinco Villas (891-1105): entre la tradición y la
renovación. Cuadernos de las Cinco Villas, 3, p.35.
[3] Ibidem,
p. 35.
Tres contrafuertes en el lado norte de la ermita |
Los muros de la ermita contienen muchas marcas de cantero. |
Pequeña puerta de la ermita en su lado oeste. |
Ventana en el lado oeste de la ermita, sobre la puerta pequeña. |
Tres arquivoltas lisas apean en ábacos lisos |
Numerosos relojes canónicos de Sol, radiales, aparecen en los sillares del muro susr de la ermita |
Un tejaroz recorre la portada,de la ermita, con una ventana abierta en su centro. |
El tejado del ábside de la ermita conserva el original de losas. |
Puerta de entrada al recinto residencial del castillo. |
Ventana geminada del recinto residencial |
Torreón del castillo |
Puerta de acceso al conjunto residencial del castillo. |
Lechuzas y otras aves se han apropiado del torreón del castillo. |
Vano apuntado en el segundo piso del torreón en su cara Este. |
Ventanas geminadas en el piso superior de la zona residencial del castillo |
Vista general del castillo desde el camino de acceso al mismo |
BIBLIOGRAFÍA
-CABAÑERO SUBIZA, BERNABÉ. Los orígenes de la arquitectura medieval de las Cinco Villas (891-1105): entre la tradición y la renovación. Cuadernos de las Cinco Villas, 3. C.E.C.V.
-DURÁN GUDIOL, ANTONIO. Colección diplomática de la catedral de Huesca. T. I. Escuela de Estudios Medievales, Instituto de Estudios Pirenaicos. Zaragoza, 1965.
-GUITART APARICIO, CRISTÓBAL. Castillos de Aragón, II, pp. 87-88. Librería General. Zaragoza, 1986.
En la web:
-www.castillosnet.org . Castillo de Yéquera
-www.luna.es. Castillo y ermita de Yecra
-www.romanicoaragones.com. A. García Omedes. Lacorvilla. Ermita de Yecra
-www.sipca.es. Castillo de Yéquera
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