Pardina de Castillo Barués |
Castillo Barués es una pardina de Sos del
Rey Católico, un caserío despoblado situado al sureste del municipio, muy cerca
de la pardina de Novellaco, en dirección a Castiliscar. Se ubica junto al
barranco de Vandunchil y al amparo del Castellazo, una pequeña elevación del
terreno (690 m) junto a la carretera A-127.
A una distancia de dos kilómetros y medio
se encuentra el caserío de Barués (ver), de donde toma su nombre, pues según la
documentación existente Barués ya aparece en el año 1084, mientras que Castillo
de Barués no empieza a figurar hasta el siglo XVI, cuando en septiembre del año 1515 el concejo de Sos prohibe pastar a los ganados en el término de Castillo Barués, entre otros lugares(1)
La vegetación del lugar está formada por
carrascas aisladas y el característico sotobosque de clima mediterráneo de las
sierras prepirenaicas a base de matorrales de coscojas, boj, enebros, romero,
aliagas…y la típica vegetación de ribera a ambos márgenes del barranco.
En Castillo Barués no quedan habitantes censados |
En 1940, la pardina de Castillo Barués
contaba con 51 habitantes censados[2]. No había escuela,
por lo que los niños tenían que desplazarse diariamente a la escuela del
cercano caserío de Barués. Tampoco tenían iglesia, por lo que todos los
domingos y días de fiesta los vecinos se trasladaban hasta la iglesia de la
pardina de Barués.
La pardina de Castillo Barués llegó a
estar formada hasta por 30 casas, todas ellas con sus edificios auxiliares
anexos (pajares, cuadras, corrales, graneros...) Sin el más mínimo detalle
urbanístico y sin calles, las casas se ubicaban de forma totalmente arbitraria,
sin orden alguno, diseminadas, con distintas orientaciones, edificadas tanto en
zonas llanas como en terreno desnivelado, sin allanar el suelo, ofreciendo la
pardina una fisonomía urbana totalmente anárquica.
Castillo Barués. Casa Mínguez |
Entre todas las
edificaciones destaca, tanto por su tamaño como por su mejor conservación, casa
Mínguez. Una gran casona de mampostería con tres alturas y portal
adintelado, amplios vanos en el segundo piso, con los marcos de puertas y
ventanas encalados y diversas construcciones auxiliares anexas. Cerca de
casa Mínguez otra vivienda se mantiene en pie, algo más pequeña, y en la
que a veces, segun la temporada, puede verse a alguien en ella y cultivando sus
tierras de labor en la zona.El resto de las edificaciones se encuentran
derruidas o en proceso de ruina progresiva. En un edificio, ya en ruinas,
pueden verse los restos de lo que en su día fue un horno.
Dedicados íntegramente a las labores
agropecuarias, las condiciones de trabajo en Castillo Barués eran muy duras. La
principal cultivo era el trigo, pero también cosechaban cebada, centeno, avena,
maíz, judías ,habas, lentejas, patatas, aceite, vino, frutas y otras verduras.
No tenían molino, por lo que para moler el grano tenían que desplazarse hasta
la cercana localidad de Castiliscar; cercana pero todavía distante seis
kilómetros.
Aunque el lugar está deshabitado, se siguen labrando sus tierras.
Cabaña en medio de un campo de cebada. Castillo Barués
|
Las gentes del lugar se autoabastecían con
sus cosechas y su propio ganado, complementando su dieta con otros animales de
granja como gallinas, conejos, cerdos…Además, el monte les proporcionaba
perdices, codornices, liebres, conejos, venados, zorros, lobos…
A partir de la década de los cincuenta,
por las circunstancias que todos conocemos, comenzó la emigración de sus gentes
a otros pueblos mayores y a las capitales de provincia. El éxodo fue progresivo
hasta 1980, fecha en la que ya no quedó ningún habitante en Castillo Barués,
siendo los moradores de casa Ripalda la última familia en desalojar la
pardina.
Animales domésticos como perros, gallinas,
ovejas y caballos todavía pueden verse ocupando algún viejo gallinero, cuadra y
corral, utilizados por agricultores y pastores de la zona con tierras en el
término, recordándonos la intensa actividad agrícola-ganadera que siempre tuvo
la pardina y que parece no querer extinguirse en Castillo Barués.
En la pardina todavía pueden verse animales domésticos ocupando viejas cuadras y corrales |
El hecho de ser nombrado el caserío como
“Castillo”indica, sin duda alguna, que poseía un castellum, que en
latín es el diminutivo de castrum (fortificación, fortaleza,
campamento militar fortificado), por lo cual es de suponer que tendría un
recinto defensivo, no muy grande, probablemente con una estructura básica, pero
suficiente para dar cobijo y proteger a la pequeña población existente en la
Edad Media.
Hay quien sostiene que en el lugar nunca hubo fortificación alguna.Es cierto
que en la memoria de las gentes de la comarca no existe constancia alguna que
allí se alzara algun tipo de fortificación, pero existen varios indicios que
corroboran su existencia, empezando por su propia toponimia: Castillo Barués.
Este topónimo está muy claro: En el lugar de Barués existió un castillo.
Siguiendo con la toponimia, vemos que el cerro sobre el cual se supone se
alzaba la fortificación recibe el nombre de Castellazo. Y desde
su cima puede verse claramente la localidad de Castiliscar y su castillo,
condición indispensable entre las fortificaciones de la Edad Media para poder
comunicarse mediante señales entre ellas.
Tumbas en el Castellazo de Castillo Barués |
Nos referimos a los restos que se encuentran en “el Castellazo”. En la ladera
sureste del monte, a pocos metros de iniciar su ascenso, y frente al poblado,
se encuentran dos tumbas rectangulares excavadas en una gran roca (ver). Por la
distancia que las separan de la cima del Castellazo no parece ser que
pertenezcan a la población del castillo, además, parecen ser anteriores a la
construcción de éste, probablemente de época romana o prerromana, y destinadas a albergar los cuerpos de dos personas.Son muy parecidas a las ubicadas en el Corral del Moncho, en Farasdués.
Pero cerca de la cima, sillares esparcidos por el suelo y semiocultos por la
vegetación nos delatan la anterior existencia de construcciones pétreas
en el lugar, probablemente de los primeros habitantes del torreón allí ubicado,
y en la cima restos arqueológicos que, si bien no tienen una estructura
definida, sí nos indican que allí hubo alguna construcción de piedra, con un
perfecto enlace visual con el castillo de Castiliscar que no resulta fácil de
conseguir si su emplazamiento no está buscado a conciencia, pues los diversos cerros existentes
entre Castillo Barués y Castiliscar impiden la visión directa de su castillo,
excepto desde la cima del Castellazo (ver)
Castillo Barués. Casas en ruinas |
Horno en una casa derruida de Castillo Barués. |
BIBLIOGRAFÍA
-ABELLÁ SAMITIER, JUAN. Selección de documentos de la villa aragonesa de Sos (1202-1533). Fuentes Históricas Aragonesas, 48. I.F.C. (C.S.I.C.) Zaragoza, 2009.
-CORTÉS VALENCIANO, MARCELINO. Toponimia de Sos del Rey Católico.Cuadernos de Aragón, 58. I.F.C. Zaragoza, 2015.
-CORTÉS VALENCIANO, MARCELINO. Toponimia de Sos del Rey Católico.Cuadernos de Aragón, 58. I.F.C. Zaragoza, 2015.
En la web:
www.castillosenaragon.es. Castillo de Barués
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