Al ser Sos del Rey
Católico una zona donde tradicionalmente se ha venido elaborando el pacharán,
se ofrece a continuación una receta para elaborar el mismo aunque, como en toda
elaboración artesanal,”cada maestrillo tiene su librillo”.
El pacharán es un
licor anisado de entre un 25 y 30 % en volumen de alcohol, con un color y aroma
característico que se obtiene tras la maceración del fruto del endrino en el
propio licor.
Las endrinas,
también llamadas arañones, son los frutos del endrino [prunus spinosa
(ciruelo espinoso)], un ciruelo silvestre de la familia de las rosáceas con
espinas en las ramas (de ahí el nombre de arañón, por la facilidad de arañarse
las manos en el momento de la recolección) Estas pequeñas “ciruelas”, del
tamaño de una uva pequeña, son de forma redonda, de color negro azulado y sabor
áspero.
El hábitat natural del endrino es muy variable
y crece prácticamente en toda la Península Ibérica, aunque con menos intensidad
en el sur. Prefiere suelos calizos, por lo que su máxima presencia corresponde
en el área norte, concretamente en la zona vasco-navarra.
Endrinas en la mata |
Las endrinas se usan
en la elaboración de mermeladas, jaleas, colorantes, licor y pacharán, siendo
éste último el proceso de elaboración más usado en la zona del País Vasco y
Navarra. ¡Ojo! no confundir el licor de endrinas con el pacharán; el primero es
muy probable que no lleve endrinas, sino acidulantes, aromas, colorantes..., el
segundo, el pacharán, tiene que llevar endrinas, o arañones.
En el mercado
existen diferentes marcas de pacharán, más o menos buenos, más o menos caros,
pero ninguno es comparable con el pacharán casero, hecho por nosotros mismos, y
que a continuación detallamos el proceso de su elaboración, desde la
recolección hasta su embotellamiento y posterior consumo.
La principal
ventaja de hacer el pacharán casero es que podemos elaborarlo según nuestro
gusto particular: con más o menos grados de alcohol, más o menos dulce, denso,
aromático, o con más o menos intensidad de color, todo dependerá del tipo de
licor que usemos y de la maduración, cantidad y calidad de endrinas que le
añadamos.
Las recomendaciones y pasos de elaboración que
a continuación se exponen son para realizar un auténtico pacharán casero tipo
stándar, de gran aroma y justa graduación, cuyos únicos ingredientes son dos:
anís y arañones, nada más; ni granos de café, canela, vainilla...u otros
ingredientes que nada tienen que ver con el auténtico pacharán.
Endrino entre otros arbustos |
Lo primero que
tenemos que hacer es recoger arañones, sin ellos no hay pacharán. Para ello tendremos
que tener localizados de años anteriores algunas matas en los alrededores de
Sos, cuya ubicación guardaremos con extremado celo, cuidando escrupulosamente
no desvelar su situación a ningún vecino o amigo, pues aunque hay muchas matas
en la comarca, más son aún los interesados en recoger sus frutos, por lo que
con la divulgación de las ubicaciones de los matorrales muy probablemente se
nos adelantarán y perderíamos la
recolección, teniendo que buscar nuevas matas, que muy probablemente ya hayan
sido visitadas y expoliadas por otras personas, por lo que hay años que la
recogida de arañones puede resultar desastrosa o nula.
Las matas de
endrinas las encontraremos en las lindes de caminos y zonas sin cultivar,
lindes de pastos de ganado y en pequeñas zonas arbustivas dispersas por la
comarca de Sos.
La fecha ideal para
recoger las endrinas es a finales de septiembre, pero todo dependerá de las
lluvias y el clima que haya reinado durante el verano.
Hay gente que para
evitar que otras personas se lleven las endrinas antes que ellos, comienzan a
recogerlas desde mediados de agosto, casi verdes todavía; se puede hacer
pacharán con estas endrinas, pero nos darán como resultado un pacharán muy
ácido y poco digestivo. Lo mejor es esperar a finales de septiembre o primeros
de octubre, cuando el arañón está ya maduro pero sin llegar a una maduración
extrema.
Endrinas o arañones |
En referencia al
tamaño del arañón son preferibles los pequeños a los grandes. La razón la
encontramos en que el característico color rojo del pacharán lo aporta en su
totalidad la piel de la endrina, al igual que también la mayor parte de los
aromas, y como por cada litro de licor hay que añadir cierta cantidad de gramos
de arañones, si introducimos arañones pequeños habrá más cantidad de piel que
si éstos fueran grandes, por lo tanto obtendremos un pacharán con más color y
más aromático; de lo contrario, con los frutos grandes, al tener más pulpa y
menos piel, tendremos un pacharán con menos color, menos aromático, más ácido y
con menor grado alcohólico.
Recogidos los
arañones nos dispondremos a limpiarlos y lavarlos, extendiéndolos sobre un paño
blanco y del que, uno a uno, iremos cogiéndolos, quitándoles cualquier
partícula extraña o impureza que pudieran tener (trocitos de hojas secas,
ramitas...), desecharemos las agujereadas, agusanadas o arrugadas, a la vez que
les quitaremos el pedúnculo o rabillo por el que cuelga de la rama, pues
amargaría nuestro licor. Los vamos pasando a un recipiente con agua para
terminar de limpiarlos y posteriormente los dejamos secar antes de
introducirlos en la botella. A poder ser, el agua del lavado es mejor que sea
mineral, sin cloro que pueda alterar aromas y sabores.
El pacharán se embotella en vidrio |
Ya tenemos la
botella y los arañones lavados, sólo nos falta el anís. De la elección del anís
para hacer nuestro pacharán dependerá mucho el resultado final.
Hacer un pacharán
con una marca de anís de 35º o más nos dará como resultado símplemente un anís
de color rojo, pues los aceites esenciales del anís se apoderarían del afrutado
sabor de los arañones.
Aunque cada uno
puede usar el anís que quiera, lo mejor es comprar un anisado preparado,
especial para hacer pacharán, y que se comercializa en garrafas, pero sólo si
encontramos en el mercado garrafas de anisado de 30º o más, porque lo más
normal es que encontremos preparados de 24º, ya que los productores rebajan el
grado del anisado para pagar menos impuestos de bebidas alcohólicas y así poder
vender más barato; en este caso desecharemos este preparado de 24º, pues
sabemos que al añadir las endrinas estamos rebajando el grado alcohólico en el
mismo porcentaje en que las usamos. Es decir, que si añadimos un 30% de
endrinas por litro, obtendremos un pacharán de 16,8º de alcohol, graduación
insuficiente para la conservación del pacharán, apareciendo partículas blancas
y enturbiándose el anís.
Sólo si encontramos
preparados de al menos 30º compraremos la garrafa, pero recordad, es anís
preparado y comercializado, no es el auténtico pacharán casero; tan sólo hemos
comprado un preparado para pacharán y lo único que hemos aportado son los
arañones para su maceración.
Si queremos un auténtico
“pacharán casero”, elaborado en su totalidad por nosotros mismos, tenemos que
saber que el preparado anisado para el mismo requiere únicamente tres
productos: aceites esenciales, alcohol y azúcar. Los aceites esenciales los
tenemos en cualquier marca de anís dulce (El Mono, La Castellana...) y son de
muy buena calidad. El alcohol, neutro, sin aroma, lo tenemos en el vodka (nos
servirá uno de los más económicos, pues no requiere una doble o triple
destilación, de unos 37-38 grados)
Para preparar 6 litros
de anisado para pacharán verteremos en un recipiente 5 litros de vodka y 1 kilo
de azúcar, removiendo bien hasta disolver el azúcar, y después añadir medio
litro de anís. Tras añadir las endrinas obtendremos un anisado de 26º
aproximadamente, suave, aromático, de un color rojo intenso, sin enturbaciones
ni posos. A partir de aquí depende del gusto de cada uno la elaboración de un
pacharán más seco mezclando anís seco o semiseco en vez de dulce, o más anisado
añadiendo más anís a la mezcla, más o menos dulce añadiendo más o menos azúcar
al vodka...
Ahora ya tenemos el
licor preparado por nosotros mismos, las endrinas y las botellas de vidrio.
Llega el momento de embotellar.
En cada botella de
litro introducimos una a una 200 gr, de arañones, por lo que cabrán
posteriormente 800 ml. de anisado. Si una vez llenada la botella observamos que
alguna endrina flota en el anisado es conveniente retirarla, pues lo más seguro
es que esté deshidratada o agusanada, que aunque no afecte apenas al sabor,
queremos elaborar un pacharán sólo con endrinas sanas, pues no queremos que se
estropee un pacharán que con tanto esmero, cuidado y cariño hemos elaborado. La
cantidad de endrinas a usar no debe ser excesiva; la cantidad antes expuesta, 200gr/litro (aproximadamente 1/5 de la botella) sería la normal, pues un exceso de ellas
provocaría que el pacharán resultara poco dulce y muy ácido. Tapamos la botella
con un corcho y...¡a esperar!
El pacharán estará
listo para su consumo, además de en su mejor momento, a los tres meses de su
maceración. Hasta entonces lo tendremos en un lugar fresco y oscuro, sin
variaciones bruscas de temperatura, y girando las botellas con relativa
frecuencia (dos o tres veces por semana) para favorecer el mezclado y
homogeneización de todo el anisado.
Pasados estos tres
meses hay que retirar las endrinas de las botellas para que la maceración no
llegue al hueso, pues la cianhidrina, sustancia que contiene el hueso,
estropearía el pacharán dándole un sabor amargo nada agradable, además de
deshacerce las endrinas, lo que generaría gran cantidad de posos; por eso, tras
retirar las endrinas, hay que filtrar el pacharán para eliminar cualquier resto
de impurezas que hayan podido quedar en suspensión con el anís (posos,
pieles...) obteniendo un pacharán limpio, de un color rojo intenso, suave,
aromático y digestivo, para deleite de nuestra familia y amigos.
Este pacharán casero
es conveniente consumirlo pronto, no pensemos que es como un vino, que contra
más viejo, mejor. Al ser un producto natural, sin colorantes ni antioxidantes
artificiales, tras dos o tres años, dependiendo de la temperatura de
conservación, tiende a oxidarse, cambiando progresivamente su brillante color
rojizo a anaranjado, rosa..., hasta tomar una tonalidad marrón rosácea, por lo que
es recomendable consumirlo en el año. No obstante, si lo guardamos en el
frigorífico retrasaremos bastante su oxidación.
Con todo esto os
animo a elaborar vuestro pacharán casero, que como véis no es nada difícil, y
así podréis disfrutar de este afrutado y aromático licor rico en vitamina C,
astringente, vasodilatador y fortificante del estómago, cualidades que ya
conocían nuestros antepasados en la Edad Media, y que si habéis pasado por mi
casa durante las fiestas patronales de Sos habréis podido degustar.
Para más información sobre el pacharán recomiendo visitar la página elblogdelpacharan.blogspot.com
Para más información sobre el pacharán recomiendo visitar la página elblogdelpacharan.blogspot.com
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