domingo, 14 de abril de 2019

BÓVEDAS ESTRELLADAS, PURO GÓTICO


Bóveda estrellada en el atrio del pórtico de la iglesia de San Esteban. Sos del Rey Católico


                    Las bóvedas estrelladas son elementos constructivos característicos del arte gótico.
                El arte gótico en los reinos cristianos nació en plena época románica a finales del siglo XII (aunque de forma puntual apareció en algunos lugares en fechas más tempranas) de manos de los monjes cistercienses a través de abadías filiales de los grandes cenobios franceses, que fueron introduciendo los nuevos modelos de iglesias de cabecera de ábsides rectangulares y los numerosos y diversos avances y nuevas soluciones arquitectónicas.
                 En la Corona de Aragón el primer edificio que puede considerarse con elementos constructivos de estilo gótico es el Real Monasterio de Santa María de Veruela, que empieza a construirse sobre 1146 en estilo románico, pero al tardarse en construir el monasterio más de 250 años, los monjes fueron utilizando en su construcción las nuevas tendencias arquitectónicas góticas.
                En el reino de Navarra la arquitectura gótica se manifestó, en pleno siglo XIII, en la hospedería de Roncesvalles, fundada por el rey Sancho. Desgraciadamente la obra ha sufrido irreparables transformaciones posteriores y en la actualidad apenas puede apreciarse la planta original de tres naves y cabecera poligonal, planta que tiene que ver con modelos franceses, y en particular con la de la iglesia de Sant Denis.
                   Las relaciones que a lo largo de la Edad Media tuvo Navarra con el mediodía francés, en especial con el Langedoc, se ponen de manifiesto a través de la presencia en sus tierras de algunas tipologías habituales en la región de Touluse, como la de las iglesias de nave única cuya cubierta descansa en rectos contrafuertes exteriores, tal como ocurre en San Saturnino del Cerco de Artajona, en San Saturnino de Pamplona y en la fortificada iglesia románica de Santa María de Ujué, en la que tardíamente, entre 1350 y 1387 se añaden tres tramos con bóveda de crucería. Pero no hay que olvidar que junto a estas manifestaciones del inicio del gótico, el arte, tanto en Navarra como en Aragón, todavía arrastra la tradición de lo románico.

            La bóveda de crucería, o bóveda nervada, es una de las más genuinas soluciones estructurales aportada por la arquitectura gótica. Formada por la intersección de dos bóvedas de cañón apuntado se refuerza mediante nervios que, partiendo de los puntos de apoyo, se cruzan en el centro de la bóveda, clave o punto superior de la misma. De esta forma se aligeraba peso y se podía elevar más la cubierta.
                A medida que avanza la arquitectura gótica, estas bóvedas alcanzan cada vez más complejidad. Así, en el siglo XIV, y dependiendo del tamaño de la iglesia o catedral, se añade otro nervio transversal central uniendo las claves de los distintos tramos, dividiendo la bóveda en seis paños, incorporando también nervios transversales rectos que acaban en los puntos medios de aquéllos y que no tienen una función estructural en la construcción, sino meramente decorativa, y que además no llegan a la clave central, creando y convergiendo en otras claves secundarias, dando una imagen de bóveda estrellada pero que en realidad, y en arquitectura, recibe el nombre de bóveda de terceletes.
                A lo largo de los siglos XV y XVI empieza a quedar patente el lento pero progresivo cambio de los gustos. A nuestras tierras aragonesas y navarras llegan maestros foráneos que aportan un nuevo sentido del gótico, en el que la línea, elemento fundamental del primer gótico, abandona su pureza y en cierta medida su abstracción y empieza a reflejar formas de la naturaleza que cada vez adquieren mayor complejidad formal. Es en este gótico tardío, flamígero o isabelino (ss. XV y XVI) cuando tienen lugar, sobre todo para cubrir espacios más amplios, las bóvedas estrelladas, con un número mayor de nervios entrelazados entre sí donde aparecen nervaduras de trazado curvo formando ondas y lazos que se generan a partir de los terceletes. Son verdaderas obras de diseño de la arquitectura, adquiriendo bellas y complejas formas geométricas, que tal como ejemplifica el itinerante maestro de obras  Villard de Honnecourt (s. XIII) en su Livre de portraiture, en el mundo gótico, la geometría es un arte útil, pero también un instrumento de conocimiento. Los principios de la geometría, sean el de la simetría o el de la armonía, no sólo miden, sino que construyen.
              
Bóveda de la tribuna coral. Iglesia de San Esteban.
Sos del Rey Católico
 
En la simbología medieval las bóvedas tenían un significado celestial. Del mismo modo que los escalones de acceso al altar representan las virtudes mediante las cuales se llega a Cristo, o las columnas que sostienen el templo son “los obispos, los cuales por su rectitud de vida elevan hacia las alturas la máquina de la iglesia”, las bóvedas y cúpulas son su culminación, símbolo de la caridad que cubre la multitud de los pecados de los hombres, de la perfección e inviolabilidad con que se debe predicar la fe católica, imágenes del espacio absoluto del cielo.
              
Bóveda de la sacristía. Sos del Rey Católico
 
En Sos del Rey Católico existen varios ejemplos de bóvedas estrelladas en los tramos de ampliación  que se realizaron en la iglesia de San Esteban en el siglo XVI: capilla de San Juan Bautista y San José, Virgen del Rosario, capilla Bautismal, Virgen del Pilar, Sacristía, Pórtico de entrada y  bajo la tribuna coral. Bóvedas cuyos nervios principales y terceletes se entrelazan creando claves secundarias, algunas de ellas, como las de la tribuna coral, de gran tamaño y profusamente decoradas  con motivos florales geométricos; otras , como la bóveda del atrio de la iglesia o la de la sacristía, de complejos entrelazados formados, además de por los arcos cruceros, por terceletes (nervios que unen las claves secundarias con los apoyos), ligaduras (nervios que unen dos claves marcando el espinazo de la bóveda) y combados (nervios de trazado curvo). Una majestuosa obra artística del “cielo” del templo, del cielo de Dios, del cosmos.

                La arquitectura gótica en Sos del Rey Católico también se dejó notar en las construcciones civiles de los siglos XV y XVI debido al auge que adquiere el poder ciudadano, manifestándose sobre todo en el esplendor de las mansiones de la burguesía y de la nobleza, que poco a poco van abandonando su carácter de fortaleza y se convierten en verdaderos palacetes. El mejor ejemplo lo tenemos en la conocida Casa Fuertes, en la calle Isidoro Gil de Jaz, con una gran portada ojival formada por grandes dovelas, un gran escudo heráldico en su clave del siglo XV y ventanales ojivales con ajimez en los vanos del primer y segundo piso, tan característicos del gótico, amén de otros ejemplos repartidos por el casco urbano de la villa.

                 Poco a poco, el arte gótico en España fue dejando paso a las nuevas corrientes renacentistas, produciéndose una dicotomía estilística por la que en los principales edificios de la época surgen los nuevos estilemas "del romano".



Casa Fuertes. Edificio gótico en la calle Isidoro Gil de Jaz. Sos del Rey Católico





BIBLIOGRAFÍA

-ESTEBAN LORENTE, JUAN FRANCISCO. Tratado de iconografía. Istmo. Madrid, 2002.
-Historia del Arte Español. Tomo V. La época de las catedrales. El esplendor del gótico. Planeta, 1995.

En la web:
-Blog de Chity del amo. Baúl del arte. “Bóvedas y cúpulas” (10 de febrero de 2017) baulitoadelrte.blogspot.com
-VILLARD DE HONNECOURT. Le livre de portraiture. Libros en red. Scribd. https://es.scribd.com/archive/plans?doc=230538283
-Wikipedia. Bóveda de crucería





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