Que las bicicletas de madera existen no es ningún misterio ni una
novedosa noticia, aunque bien es cierto que no podemos decir que hemos visto
muchas.
Actualmente se fabrican bicicletas cuyo principal material es la
madera. Sin ir más lejos, el zaragozano Javier Sebastián diseñó y fabricó en el
año 2014 una bicicleta en madera que nada tiene que envidiar a las modernas de
fibra de carbono. El cuadro es todo de
madera, al que Sebastián fue añadiendo el resto de componentes, los más innovadores y fabricados con los mejores
materiales existentes en el mercado, hasta completar una bicicleta profesional
de competición. Basta decir que con ella ha participado en varias carreras y en
2017 pudimos verle en Sos del Rey
Católico con su bicicleta de madera corriendo la clásica “Rompepiernas”.
Bicicleta de madera. Sos del Rey Católico |
Esta singular y pintoresca bicicleta podemos verla desde hace tres años
en Sos del Rey Católico y es usada por todo aquel que lo desee para participar
en una peculiar competición que se viene celebrando desde entonces en los días
de la celebración de la feria medieval y últimamente también en las jornadas por
el aniversario del nacimiento del Rey Fernando: se trata de “la bajá en equilibrio”.
La prueba consiste en tomar impulso con la bicicleta hasta una
determinada marca señalada en el suelo que hace de punto de salida y en el que
el participante deberá estar ya montado en el sillín en el momento que la rueda
delantera pise la señal de salida. Los corredores pueden tomar el impulso que
deseen tomando “carrerilla” todos los
metros que consideren oportunos tras la línea de salida, pero corriendo siempre
junto a la bicicleta. Para ello, y para
facilitarles un buen impulso y para que el trayecto recorrido sea el mayor
posible, la Organización ubica el punto de salida en una calle en bajada (si no,
no sería una “bajá”), y cuanto más
desnivel mejor ( …y más dura será la caída)
Participante en pleno descenso haciendo gala de su destreza |
Se me olvidaba: ¡ Y no llevan casco ni chichoneras” (¡ahí tú, valiente,
con un par…!)
No cabe duda que la competición de esta “bajá en equilibrio” es una forma
más de amenizar los diversos actos festivos y conmemorativos relacionados con las
anteriormente mencionadas jornadas festivas, donde participantes y público ríen
juntos pasando un rato alegre, ameno, entretenido, simpático y divertido.
Campeón y subcampeón de la IIª Bajá en equilibrio. Sos del Rey Católico. Año 2016. |
Tras el comentario jocoso anterior nos pondremos algo más serios y veamos
el origen y la procedencia de la bicicleta.
La bicicleta fue construida por los presos de la cárcel de Zuera
(Zaragoza) y fue el resultado de una de las muchas acciones que realizan los
presidiarios para su futura reinserción
en la sociedad, pues su prolongada estancia privados de libertad,
inconscientemente, y poco a poco, les incapacita para tomar decisiones o
iniciativas, ser creativos, planificar el tiempo, relacionarse con la gente,
etc… resultándoles muy difícil adaptarse
a la vida cotidiana una vez en libertad.
Por eso en las cárceles existen una serie de medidas encaminadas a
ayudarles para poder sociabilizarse con el mundo exterior. Una de estas
medidas, entre otras muchas y de diferentes tipos, es la referente a la
inserción socio-laboral, y dentro de ésta existen las relacionadas con la
formación en talleres profesionales capacitándoles, entre otros aspectos, para
poder encontrar una actividad laboral una vez cumplida su condena.
La bicicleta de Sos fue realizada por unos presos del taller de
carpintería del penal de Zuera. La falta total de accesorios metálicos en la
bicicleta viene dada por la expresa prohibición en las cárceles de no poseer
por parte de los presos ningún elemento
metálico susceptible de ser alterado para la fabricación de objetos punzantes o
cortantes. Por otra parte, examinando la bicicleta en cuestión, no podemos
decir que sean unos profesionales de la madera; de hecho no lo son, ni se
pretende que lo sean. En la cárcel no hay una “escuela de carpintería” como tal.
Y a decir verdad, un recluso que haya estado trabajando en la carpintería de la
cárcel, probablemente cuando salga en libertad no se dedique nunca a trabajar
la madera y lo haga en cualquier otra actividad totalmente distinta.
La verdadera intención al ocupar un preso en una actividad, sea cual
fuera ésta, es la de hacer ver al recluso que puede valerse por sí mismo, que
puede tomar decisiones, tener iniciativa, que se puede relacionar con otra
gente; en definitiva, que es capaz y puede adaptarse a la vida en comunidad.
Nosotros, los
sosienses, reconocedores de su esfuerzo, le hemos sabido dar uso a uno de sus
trabajos, posiblemente el único rendimiento que se le pueda sacar a este
artefacto, y seguramente ellos estarán satisfechos y orgullosos de que su esfuerzo ha merecido la pena y ha servido para algo, en este caso para amenizar
las fiestas de un pueblo.
Por eso, el próximo año, cuando de nuevo disfrutemos y nos divirtamos con otra “bajá en equilibrio” recordad que varias
manos privadas de libertad trabajaron en la construcción de esta bicicleta, aún
sin ser especialistas en la materia, y han puesto en ella todo su esfuerzo e
ilusión para que, con su trabajo y actitud, reciban su recompensa: la libertad
y la reintegración social.
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