“Los Ángeles Custodios son enviados para el
servicio a los hombres que han de heredar la salvación”(Heb. 1, 14)
Tumbas en el cementerio de Sos de Sos del Rey Católico |
La utilización de esculturas funerarias ha sido una práctica muy
recurrente en la historia de la humanidad. El deseo, bien por parte del difunto,
bien por sus familiares, de tener una última morada digna ha hecho que
frecuentemente se recurra a dotar al fallecido de una apropiada sepultura, a poder
ser con una conveniente estructura arquitectónica y una honorable ornamentación
escultórica.
En la Edad Media y Moderna sólo la realeza y la gran nobleza eran los
grupos sociales dotados con posibilidades económicas para poseer este tipo de
enterramientos.Ya en el siglo XIX, al amparo de corrientes imperantes de la época como
el romanticismo, se popularizó este tipo de prácticas entre los grupos
sociales inferiores.
Lamentablemente, la escultura funeraria es un arte del que muy poco se
sabe porque es un tema que no ha
suscitado demasiado el interés entre la gente; no se sabe si esta abulia viene
determinada por el lugar donde se sitúan las esculturas o por la excesiva
cantidad de trabajos vulgares existentes, pero lo cierto es que el
desconocimiento de este arte funerario es general.
Las esculturas funerarias en los cementerios católicos occidentales
tienen un significado cultural y folklórico basadas en un mismo patrón, siguiendo
una serie de principios simbólicos invariables que se repiten en todos los
cementerios. Las estatuas pueden variar en cuanto al tamaño, diseño y estilo
según la época en que se realizaron, pero el significado y función de las mismas
no varía de un lugar a otro ni de una época a otra.
Además, estas figuras, aunque parezcan que su principal cometido es
puramente ornamental, la realidad es que son representaciones de las distintas
facetas del Espíritu Guardián de los fallecidos y del camposanto.
Desde la Edad Media hasta nuestros días todos los cementerios poseen un
Espíritu Guardián; un alma destinada a proteger, por una parte, el cementerio y sus difuntos de
los espíritus diabólicos y, por otra, evitar que las almas de
los fallecidos regresen para atormentar a los vivos. Para ello, este Espíritu
Guardián se representa a través de estatuas, cada una con sus propias
características, pero cuya principal función es proteger el cementerio y sus
difuntos. Pueden ser estatuas de leones, caballos, águilas, perros, figuras
encapuchadas…pero la más representada y la más común de todas ellas es la
figura de un ángel: el Ángel Guardián.
Angel Custodio. Obra de Celestino Goñi. Sos del Rey Católico |
La figura del Ángel Guardián nunca es representada mirando hacia arriba,
hacia el cielo, sino que su mirada está orientada siempre hacia el frente, para
ver y custodiar sus dominios, o hacia
abajo, para vigilar a quienes tiene que proteger.
En los mitos bíblicos los ángeles son algo más que simple mensajeros: son
intermediarios entre el hombre y Dios, entre la tierra y el cielo, reflejando
así su labor como transportadores de almas. Tras la protección y compañía que
en la vida terrenal el hombre ha tenido de su Ángel de la Guarda, también tras
su fallecimiento, el mismo Ángel lo acompañará a la otra vida; es decir, que
los ángeles custodios tienen como principal misión la salvación del hombre, que
el hombre pase a la vida de unión con Dios, y en esta misión se encuentra la
asistencia que dan a las almas en el momento de presentarse ante Dios.
En el cementerio de Sos podemos encontrar
enterramientos con sencillas y simples cruces de hierro, cruces de
piedra más grandes, lisas, con molduras o con tallas más sofisticadas,
panteones familiares de excelente factura y los típicos nichos modernos
construidos en altura para mayor aprovechamiento del espacio. Sólo un Ángel
Guardián de tamaño considerable resalta entre todas las sepulturas existentes. Un
ángel tallado en piedra, obra de Celestino Goñi, vestido con túnica, dos
grandes alas desplegadas en su espalda, cabellos largos, mirando al frente, con
los brazos hacia adelante y portando un ramo de flores entre sus manos.
A las esculturas de ángeles que llevan una rosa o unas flores en la mano
se les atribuye el significado de proteger el nicho, sea individual o familiar, o sea, a todos los
miembros de la familia enterrados allí.
Dos ángeles custodios tallados en piedra sobre la puerta de un panteón. |
En el camposanto de Sos existen más ángeles custodios formando parte de las estructuras funerarias de los enterramientos, muchos de ellos esculpidos en la piedra o mármol que forman parte de dichas estructuras, pero ninguno en forma de estatua y del tamaño como la tallada por Goñi.
Los ángeles custodios del cementerio de Sos siguirán allí hasta la eternidad, cumpliendo su misión con nuestros seres queridos. Descansad en Paz.
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