Carlos II “el Hechizado” no pudo tener hijos debido a
su esterilidad y enfermedad, por lo que testó a favor de su sobrino nieto José Fernando de
Baviera, hijo del duque-elector Maximiliano II Manuel de Baviera y de la archiduquesa María Antonia de Austria, hija del emperador Leopoldo I y de la infanta Margarita Teresa de Austria, por lo tanto era bisnieto del rey Felipe IV de España y de su segunda mujer Mariana de Austria, y Carlos II lo nombró príncipe de Asturias en 1698. Pero al año siguiente José
Fernando murió con apenas seis años de edad. Tras esta muerte, Francia,
Austria, Gran Bretaña y los Países Bajos trataron de llegar a un acuerdo en
1700 por el cual Felipe de Anjou, hijo de Luis, Delfín de Francia y heredero al
trono francés, y de María Victoria de Baviera, (nieto de Luis XIV de Francia y María
Teresa de Austria - hermana de Carlos II de España-, por lo que Felipe de Anjou
era bisnieto de Felipe IV de España) recibiría el gobierno de Nápoles, Sicilia
y Milán, y el archiduque Carlos de Austria sería coronado rey del resto de los
dominios españoles. Sin embargo el acuerdo se rompió cuando Carlos II hizo un
nuevo testamento en el que dejaba todos sus títulos y territorios a Felipe.
Como era de esperar, Austria no reconoció el testamento y declaró la guerra a
Francia, iniciándose así la guerra de Sucesión al trono de España, que duró
hasta 1715.
Esta guerra de Sucesión fue un conflicto internacional
entre las grandes potencias europeas, pero en España resultó ser una guerra
civil entre los partidarios del borbón Felipe y los del archiduque Carlos.
Felipe V "el Animoso", de Louis Michel van Loo |
Felipe de Anjou, que reinó con el nombre de Felipe V, aceptó la Corona el 15 de noviembre de 1700. El 18 de febrero de 1701 llega a Madrid, después de pasar un tiempo en Irún esperando que la esposa del difunto Carlos II, la reina Mariana de Baviera Neoburgo, abandonase la Corte. Con él se inició así la dinastía borbónica en España, siendo su reinado el más largo de un monarca español, al tener que prolongarse veinte años más debido al fallecimiento de su hijo Luis I, en quien había abdicado en 1724, a los ocho meses de acceder al trono
El Reino y Corona de Aragón se mostró, mayoritariamente,
a favor del archiduque Carlos, mientras que la Corona de Castilla y el Reino de
Navarra apoyaron a Felipe. La zona de las Cinco Villas se mostró igualmente
dividida; así, mientras que Ejea apoyaba a los Austrias, las villas de Tauste,
Sádaba, Uncastillo y Sos lo hacían a favor del borbón Felipe, tal vez por su
proximidad con la borbónica Navarra.
En 1702 los recursos de la corona española eran muy
limitados. Se decía que la caballería e infantería de España escaseaba en
personal, armas y municiones, por lo que fue Francia quien tuvo que suministrar
armamento al ejército español. En 1706 el número de soldados de Felipe V en
Castilla era sólo de 17.242 hombres.[1]
Antes de iniciarse
la lucha, el concejo de Sos avisó a los vecinos para proveerse de municiones y
se reedificaran las murallas. Las
condiciones de los enfrentamientos debieron de ser duras, pues así se desprende
de una orden de Felipe V, de 27 de noviembre de 1706, en la que ordenaba a los
virreyes de Navarra y Aragón socorrer con armas y municiones a la villa de Sos
y a su castillo, y que su Ayuntamiento administrase las rentas de los censales
para emplearlas en la defensa del castillo y en la reedificación de las
murallas, pues estaban muy arruinadas.
Sos fue tomada por las tropas de don Carlos de Austria
pero, la valentía y el arrojo con el que lucharon los sosienses hicieron que
las tropas invasoras retrocedieran abandonando la población.
Igualmente, la villa de Sos también sufrió los
problemas de alojamiento y provisión de los contingentes militares durante la
contienda, manteniendo su guarnición hasta, al menos, el año 1720.
El Archiduque Carlos de Austria, conforme consolidaba
su dominio en Cataluña, Aragón y Valencia establece en cada uno de estos
territorios unas Juntas de Secuestros y Confiscaciones para confiscar los
bienes y rentas pertenecientes tanto a eclesiásticos como a seculares que
fueron rebeldes a la causa austríaca o por encontrarse vacantes por cualquier
motivo, adjudicándoselos a la Real Hacienda.
El 25 de abril de 1707 las tropas de Felipe de Anjou derrotaron a las del archiduque Carlos en la batalla de Almansa. Era el principio del fin para el archiduque.
El 25 de abril de 1707 las tropas de Felipe de Anjou derrotaron a las del archiduque Carlos en la batalla de Almansa. Era el principio del fin para el archiduque.
En 1713 el Archiduque Carlos fue elegido emperador de
Alemania. Las potencias europeas, ante el temor del gran poder de los
Habsburgo, retiraron sus tropas y firmaron ese mismo año el tratado de Utrecht.
Tras la victoria del Borbón, Felipe V dio numerosos
privilegios a Sos por su apoyo en la lucha, mientras que castigaba al resto de
los aragoneses por haber apoyado a Carlos.
La fidelidad y los ejemplares y extraordinarios servicios que Sos prestó a los Borbones en ésta guerra constan en una carta que el príncipe Serciás de Tilly, virrey de Navarra, escribió a Felipe V el día 5 de diciembre de 1707. Este, agradecido, firmó el 29 de octubre de 1708 varios reales despachos en los que se ordenaba que se tratase a Sos benignamente, la defendiesen de enemigos, colmasen de mercedes, eximiesen de contribuciones (aún en las mayores necesidades de dinero) y que fuera cabecera del Corregimiento de las Cinco Villas, debiendo residir en ella el corregidor que desde entonces administraba toda la zona de las Cinco Villas, con derecho a Metropólico, Superior y Preheminencial sobre el resto de las villas.
La fidelidad y los ejemplares y extraordinarios servicios que Sos prestó a los Borbones en ésta guerra constan en una carta que el príncipe Serciás de Tilly, virrey de Navarra, escribió a Felipe V el día 5 de diciembre de 1707. Este, agradecido, firmó el 29 de octubre de 1708 varios reales despachos en los que se ordenaba que se tratase a Sos benignamente, la defendiesen de enemigos, colmasen de mercedes, eximiesen de contribuciones (aún en las mayores necesidades de dinero) y que fuera cabecera del Corregimiento de las Cinco Villas, debiendo residir en ella el corregidor que desde entonces administraba toda la zona de las Cinco Villas, con derecho a Metropólico, Superior y Preheminencial sobre el resto de las villas.
La Batalla de Almansa. Ricardo Balaca (1862) |
En referencia a los perdedores del conflicto, los
austracistas, muchos tuvieron que huir del país y emigrar fuera de nuestras
fronteras, otros fueron encarcelados, confiscados sus bienes, rentas y
haciendas o suspendidos de sus empleos y salarios.
Se tienen muy pocas noticias sobre austracistas en
Sos, pero Sergio Sánchez, en “noticias
sobre austracistas aragoneses y el secuestro de sus bienes”, realiza un
estudio al respecto basado en información localizada en el archivo notarial de
Zaragoza sobre los actos testificados por el notario Roque Antonio Núñez,(sólo
ejerció desde 1707 hasta 1716, o sólo se han conservado los de estos años)
muchos de los cuales, aunque no todos, están relacionados con la administración
de bienes secuestrados a los austracistas en territorio aragonés.
La gestión de bienes de un ausente era encargada
generalmente a un vecino de la localidad. Para asegurar la correcta gestión
se tomaron diferentes precauciones. En primer lugar los encargados de
administrar debían otorgar fianzas ante la Junta de Secuestros que respondieran
de la gestión de dicho trabajo. En segundo lugar, cuando estos administradores
arrendaban bienes exigían, a los que se hacían cargo, fianzas por el pago de
las cantidades señaladas. A la hora de autorizar pagos de los que tuvieran que
responder los bienes de secuestrados, además de revisar los documentos que los
justificaran por parte de los acreedores, la Junta de Secuestros o sus
administradores exigían «fianzas de acreedores de mejor derecho», es decir, que
alguien respondiera de la devolución de las cantidades si se demostraba que
otro deudor tenía mejores derechos al cobro.
Además se elaboraba la lógica carta de pago que servía
como recibí. La mayoría de las mismas se expidieron por la percepción de
pensiones de censales, ya estuvieran cargados sobre casas nobles o sobre bienes
de otros particulares.
En el
archivo de protocolos de Núñez donde se presenta una relación de las personas
con bienes secuestrados y noticias sobre la gestión de los mismos, sólo aparece
el nombre de un sosiense como austracista a quien le secuestraron los bienes: Juan de Aínsa. Referente a la gestión de los mismos señala que el día 13 de
febrero de 1708, Juan de la Ortiga se obligó a pagar en marzo 175 libras que
los pupilos del ausente debían a S.M. por el secuestro de bienes, por lo que
eran apremiados por el Justicia de la villa (caja 5557, f. 57)[3]
Felipe V
destacó por ser un monarca absoluto que emprendió la reorganización de sus
dominios desde una voluntad unificadora y centralizadora. El 29 de junio de 1707 promulga el Decreto de Nueva
Planta, derogando los Fueros de Aragón y en el que declara: "...quedan abolidos y derogados todos los referidos
fueros, privilegios, práctica y costumbre hasta aquí observados en el Reino de
Aragón y Valencia, siendo mi voluntad que éstos se reduzcan a las leyes de
Castilla, y al uso, práctica y forma de gobierno que se tiene y ha tenido en
ella, y en sus tribunales sin diferencia alguna en nada"[4], instaurando los Corregimientos, con la
necesaria presencia de castellanos en los puestos clave de la administración
aragonesa.
En referencia a la capitalidad del corregimiento, Sos, cabe reseñar que fue causa de problemas a lo largo del siglo XVIII, pues muchos corregidores no querían permanecer en la villa, excusándose por problemas de salud. El corregidor Antonio Ruiz Sabeli había tratado de trasladar su residencia a Tauste por problemas de salud, al igual que José del Corral logró licencia en 1754 para residir en Zaragoza, permaneciendo el alcalde mayor en Sos, y con la obligación de presentarse en la villa al menos una vez al año.
En referencia a la capitalidad del corregimiento, Sos, cabe reseñar que fue causa de problemas a lo largo del siglo XVIII, pues muchos corregidores no querían permanecer en la villa, excusándose por problemas de salud. El corregidor Antonio Ruiz Sabeli había tratado de trasladar su residencia a Tauste por problemas de salud, al igual que José del Corral logró licencia en 1754 para residir en Zaragoza, permaneciendo el alcalde mayor en Sos, y con la obligación de presentarse en la villa al menos una vez al año.
El 5 de abril de 1779, el coronel Francisco Javier
Jacome, recien designado corregidor, solicitó residir en Ejea y se instaló en
aquella villa, lo que provocó la inmediata protesta de Sos, pues “además de haber transpasado los Reales
Privilegios, se ha tomado la mano en la alteración de residencia sin esperar la
Real Cédula decisiva”[5] .
Jacome se excusaba argumentando su deficiente estado de salud, pues padecía una
perlesía, y lo intransitrable que era el camino a Sos-sólo accesible con
caballerías-y por lo frío del clima, lo que aconsejaba su residencia en Ejea, “como lo han practicado algunos de mis
antecesores”[6]
. La Audiencia de Aragón informó el 2 de septiembre que Sos tenía el privilegio
de la capitalidad del corregimiento, no teniendo noticias de que los titulares
del corregimiento hubieran residido en otras villas, a excepción del marqués de
Covaseliche, que durante el trienio 1720-1723 residió en Ejea con licencia para
ello. No obstante, el Capitán General marqués de Villasantoro intervino a favor
del coronel Jacome, reiterando una idea muy extendida entre los militares,
quienes consideraban los corregimientos como un retiro honorífico que premiaba
una vida de servicios a la monarquía. El alcalde mayor de Sos volvió a quejarse
y de nuevo su petición fue desestimada.
Pero este tipo de solicitudes por parte de los
corregidores, generadoras de suspicacias y problemas no acabaron aquí. En 1791,
el coronel José Joaquín Traggia pidió que se le permitiera vivir en cualquiera
de las otra cuatro villas menos en la de Sos, poniendo como excusa problemas de
salud achacables “al frío y a la calidad
de las aguas, cortedad de vista y accidente de piedra, que en dicha villa lo ha
puesto alguna vez a punto de la muerte”[7]
El médico de Sos, José Joaquín Palacios, en un
documento del 15 de enero de 1791 describe con realismo los cólicos nefríticos
que sufre José Joaquín Tragia, recomendando su traslado.
“Como cirujano titular que soy de esta
capital: certifico, juro y declaro que desde el año de ochenta y ocho hasta el
presente he asistido y visitado varias veces al Caballero Corregidor de esta
villa y su partido D. José Joaquín Tragia, comprendido del penoso accidente de
retención de orina, acompañado de grandes dolores y cólicos nefríticos
calculosos, y a sus resultas ha echado muchas arenas y pequeños cálculos petrificados;
cuando estos cálculos o piedras han sido pequeñas y su superficie lisa han
salido con facilidad ayudados por el empuje de la orina, pero otras veces han
sido de magnitud y angulares que han excedido al canal por donde habían de
salir, y en estos y por diferentes veces ha sido atacado dicho caballero de
síntomas y accidentes tan funestos que han dado el mayor cuidado, y aunque
cuidado de los prontos y poderosos medios y socorros del arte ha sido aliviado
las más veces de los peligros en que amenazaba, no obstante de esto el 14 de
junio de año próximo pasado después de cinco o seis días continuos de dolor
nefrítico acompañado de síntomas inflamatorios y otros que no daban menos
cuidados, ayudado de grandes y repetidas sangrías, baños domésticos,
diuréticos, etc. expelió una piedra de tal magnitud y configuración tan áspera,
desigual y esquinada que sin embargo de los esfuerzos de la naturaleza y empuje
grande de orina no pudo salir esta porque excedía en su magnitud al canal de la
uretra, y quedó travesada o cruzada en la misma fosa navicular situada al lado
del frenillo, tanto por su grandor como por su figura áspera y desigual, y
principalmente por la parte que esta ocupaba amenazó síntomas tan graves y
peligrosos que entiendo que si tarda la extracción que se hizo con mucho dolor
hubiera terminado en una gangrena y muerte pronta; para la extracción de dicha
piedra fue preciso, ayudado del valor grande del paciente, romperla en pequeñas
porciones dentro de la misma fosa o conducto de la uretra, y después sacarla
toda ella con la cucharilla, estilete y pinzas. Ninguno que oiga esta operación
puede dudar al peligro y riesgo que se expuso el paciente, y principalmente si
tan pronto no es asistido por los medios del arte. Debe mirarse como habitual
esta enfermedad en el referido Caballero, y también por causa próxima debe
mirarse lo destemplado y frío de este país, con sus gruesas y pesadas aguas, lo
que (…) según entiendo hacen tan frecuentes, repetida y expuesta esta
enfermedad, y por ello entiendo le sería conducente hacer elección de país más
templado para aquellas estaciones más frías y húmedas del año, pues se ha visto
que la estación (…)”
Sos,
a 15 de enero de 1791.
José
Joaquín Palacios.
La Audiencia señaló en marzo de 1791 que el Ayuntamiento de Sos no ponía inconveniente alguno a lo solicitado por el corregidor, siempre que quedara en Sos todo el despacho de los asuntos del Corregimiento, siendo positivo el dictamen de la Audiencia[8]
A Felipe V le sucedieron en el trono otros dos de sus hijos: Fernando VI ( 1746-1759), nacido, como Luis, del matrimonio de Felipe con Maria Luisa de Saboya, y Carlos III (1759-1788), fruto de sus posteriores nupcias con Isabel de Farnesio. (Continuación)
A Felipe V le sucedieron en el trono otros dos de sus hijos: Fernando VI ( 1746-1759), nacido, como Luis, del matrimonio de Felipe con Maria Luisa de Saboya, y Carlos III (1759-1788), fruto de sus posteriores nupcias con Isabel de Farnesio. (Continuación)
[1] Henry Kamen. La
guerra de Sucesión en España (1700-1715), p. 74. Grijalbo. Barcelona, 1974.
[2] Archivo de la Villa de Sos. Año 1708.
[3] Sánchez García, Sergio. “Noticias sobre austracistas aragoneses y el secuestro de sus bienes”
Revista de Historia Moderna nº 25, pp.257-301. 2007
[4] Elliott, John H. “Una Europa de monarquías
compuestas”. España, Europa y el mundo de
ultramar (1500-1800), pp. 48-49. Taurus. Madrid, 2009.
[5] A.H.N. Consejos, leg. 18.014. Memorial de la Villa de Sos, 4 de diciembre de 1779.
[6] A.H.N. Consejos, leg. 18.014. Solicitud del
corregidor de las Cinco Villas D. Francisco Javier Jacome, 5 de abril de 1779.
[7] A.H.N. Consejps, leg. 18.014. Memorial de José
Traggia Tauste, 1 de enero de 1791.
[8] A.H.N. Consejos, leg. 18.014. Dictamen de la Audiencia
de Aragón. Zaragoza, 29 de marzo de 1791.
BIBLIOGRAFÍA
-ELLIOTT,
JOHN H. “Una Europa de monarquías
compuestas”. España, Europa y el mundo de
ultramar (1500-1800). Taurus. Madrid, 2009.
-GIMÉNEZ LÓPEZ, ENRIQUE. “Los corregimientos de capa y espada como
retiro de militares. El ejemplo de las Cinco Villas de Aragón en el siglo XVIII”.
R.H.J.Z. 63-64, pp. 171-189.Año 1991. I.F.C.
-KAMEN,
HENRY. La guerra de Sucesión en España (1700-1715). Ed. Grijalbo.
Barcelona, 1974.
-PALLARÉS
JIMÉNEZ, MIGUEL ÁNGEL. “La edad
Moderna en las Cinco Villas”. Nuria Asín García (Coord.) Comarca de las Cinco Villas, pp. 113-134. Col. Territorio, 25.
D.G.A., 2007.
-SAAVEDRA
ZAPATER, JUAN C. “Entre el castigo y el perdón. Felipe V y
los austracistas de la Corona de Castilla, 1706-1715”. Revista Espacio,
Tiempo y Forma. T 13, pp. 469-503.UNED. Madrid, 2000
-SÁNCHEZ
GARCÍA, SERGIO. “Noticias sobre austracistas y el secuestro de sus
bienes”. Revista de Historia
Moderna, nº 25, pp. 257-302. Universidad de Alicante. Dpto. de Historia
Medieval, Moderna y Ciencias y Técnicas Historiográficas. Alicante, 2007.
-Reyes y
reinas de Aragón. Coleccionable Heraldo de Aragón.
En la web:
-www.aetasrationis.com. Aragón,
escenario de la guerra de Sucesión española. Daniel Aquillué Domínguez.
-www.ihistoriarte.com. La guerra de
Sucesión española (1700-1715): Un conflicto nacional e internacional. Antonio
Viller Pintado.
-www.wikipedia. Felipe V de
España.
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