La chimenea ha sido durante siglos el exclusivo
sistema que había en las casas para cocinar los alimentos, además de ser
también el único modo de calentar la vivienda para combatir el duro frío
invernal, por lo que alrededor del fogaril se hacía la vida hogareña, reuniéndose
junto al fuego todos los miembros de la unidad familiar una vez terminada la
jornada laboral, siendo estas reuniones familiares de vital importancia para las relaciones familiares y para el
aprendizaje y la educación de los hijos.
Esta imperiosa necesidad de cocinar y calentarse hizo que las dimensiones
de las chimeneas de los hogares antiguos fueran enormes en proporción con la
estructura general del edificio, sobretodo en las construcciones del Alto Aragón.
Chimeneas con dos tipos diferentes de construcción y salida de humos. Sos del Rey Católico |
Por lo general, antiguamente las chimeneas se
construían de piedra toba o tosca que, por su especial porosidad es extremadamente
ligera a la vez que aislante. Las más modernas son de mampuesto o ladrillo. La
chimenea consta de una gran campana, que no se ve desde el exterior, troncocónica en
el hogar central y troncopiramidal en el lateral; un conducto de humos de
forma, altura y sección variables; agujeros o ventanillas para la salida de
humos y un remate superior conformando un tejadillo o cúpula.
Dependiendo de la estructura de la casa las chimeneas
podían ser de tres tipos:
Corresponden a campanas de hogar
central que se hallan bajo el tejado. Estas chimeneas
se elevan considerablemente
en altura sobre el tejado
al mismo tiempo que se estrecha progresivamente el tiro conforme se aproxima a la salida de humos.
Son las más generalizadas. Muy parecida a la troncocónica, pero
de menor tamaño. Para asegurar el tiro debe sobresalir siempre sobre la
cumbrera. Debido al efecto Venturi, la altura de la chimenea debe sobrepasar la
del cernillón en unos 50 cm. como mínimo, aunque normalmente
se elevan más debido a su
ubicación en sentido contrario al viento dominante, ya que la cocina se orientaba
hacia el sur o al este. Generalmente
la construcción era de mampuesto o empedrado, unas veces a piedra vista y
otras, revocado. La piedra se traba mediante mortero
de barro o cal y se reviste del mismo
material.
Son características de los hogares laterales y su sección
suele ser cuadrada o rectangular. El esquema estructural y constructivo es
similar a las cilíndricas o troncocónicas, pero se diferencian de
estas por ser junto al muro el lugar desde donde se alzan hasta el tejado, al borde del alero y a media
pendiente. Por esta razón su
altura es menor que las otras chimeneas, pues no es necesario elevarla tanto para que sobresalga de la cumbrera.
Salida de humos de un solo piso. Sos del Rey Católico |
La
salida de humos
Hay diversas variantes. Generalmente los huecos se disponen
en unos o dos pisos, excepcionalmente en tres. Se construyen ya sea a partir de
piedras o losas colocadas verticalmente sobre el perímetro del conducto, lo que da lugar a ventanas triangulares generalmente colocadas en zig-zag, muy típicas en la zona pirenaica. Pueden estar integrados
en el cuerpo de la chimenea
o constituir un bloque añadido al mismo, que es lo habitual. En algunos
casos el lado orientado al viento se deja ciego para facilitar el tiro.
Chimenea con tejadillo como remate. Sos del Rey Católico |
Remates
con tejadillo
Las chimeneas de sección circular se rematan bien con una
robusta losa sujeta por una piedra pesada o lastra, o bien por un tejadillo de
losas, superpuestas en hiladas concéntricas que también se asegura colocando
una lastra sobre la losa cimera; más modernamente con la misma teja del tejado construyendo un pequeño tejadillo. Las chimeneas
prismáticas también pueden rematarse con una losa plana y su correspondiente
lastra o bien con un tejadillo de dos a cuatro aguas, cubierto con el mismo material
que el tejado.
Otra forma de remate, más generalizada, es en forma de cúpula o cónica, donde generalmente se colocaban los espantabrujas para alejar el maleficio, malmetimiento o mal de ojo del hogar o para evitar que las brujas entraran en la casa a través de la chimenea.
Actualmente, debido a la incorporación al hogar de nuevos y
sofisticados aparatos de calefacción y de cocinas, la mayoría de estas
chimeneas han sido inutilizadas y derruídas, bien por su falta de uso, bien
para ganar espacio en la vivienda, y las que quedan
en pie han sido reformadas y conservadas como elemento más bien decorativo y
testimonial del punto de reunión familiar que fue durante siglos, aunque aún queda algún hogar en Sos que conserva la tradición de calentar la casa con el fuego de la chimenea, si bien lo que sí ya ha desaparecido totalmente es su uso para cocinar alimentos.
BIBLIOGRAFIA
-BIARGE, FERNANDO Y ANA. Casa por casa. Detalles de la arquitectura tradicional pirenaica. Arpirelieve. Huesca, 2001.
BIBLIOGRAFIA
-BIARGE, FERNANDO Y ANA. Casa por casa. Detalles de la arquitectura tradicional pirenaica. Arpirelieve. Huesca, 2001.
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