Próximo al
portal de Levante se encuentra el portal de Uncastillo, ambos muy simples en su
construcción, en arco de medio punto y muy parecidos en cuanto a tamaño y
forma. Al Portal de Uncastillo, denominado de esta forma por su orientación hacia dicha
localidad cincovillesa, también se le conoce vulgarmente como el “portal de los
cuernos”.
En contraposición a lo que algunos piensan, que es llamado así por los
posibles escarceos amorosos de personas casadas que se daban cita bajo el
portal, existe una explicación mucho más simple y tradicional. Hasta no hace
mucho tiempo, e incluso en la actualidad, existía la tradición de proteger las
casas contra las maldiciones y los seres malignos del exterior, colocando en
las puertas de las casas objetos y amuletos protectores de distinta naturaleza
para salvaguardar a sus moradores (patas de cabra, de conejo, pieles de
serpientes, cardinchas, patas de oso, de jabalí, cuernos de cabra, etc…)
Portal de Uncastillo o "de los cuernos" |
La calle que sale al Portal de Uncastillo es
bastante inclinada, y antes de su actual restauración, el estado de su
pavimentación era inexistente y totalmente lamentable; si a esto le añadimos
las nevadas de la estación invernal, o las lluvias, podemos imaginarnos que su
tránsito era muy peligroso por los posibles patinazos y caídas. Así que los
moradores de las casas que compartían esta calle decidieron poner como amuletos
en las puertas de sus casas cuernos de animales para, de esta manera, poder
aferrarse a los mismos en caso de resbalones.La abundancia de amuletos cornúpetas en esta calle hizo que los vecinos bautizaran a este portal como "Portal de los cuernos"
¡Qué curioso! ¿Se sabe en qué momento se colocaron esos elementos en las casas? ¿Primera mitad del siglo XX? ¿Siglo XIX?
ResponderEliminarSí, en el siglo XIX y principios del XX. Ya sabes que antes estaba muy arraigada la costumbre de proteger las casas contra maldiciones y otros elementos extraños nocivos, mucho más que ahora. Y tras la restauración de la calle el pasado siglo sumado al progresivo abandono de estas supersticiones, la costumbre de proteger las casas prácticamente ha ido desapareciendo. En este caso fue un vecino de esta calle quien me contó que su abuelo lo comentaba constantemente y concretamente ellos tenían en su puerta los cuernos de una cabra de su propiedad que murió por "mascadera".
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