domingo, 21 de abril de 2019

LA DERRUÍDA ERMITA DE SANTA CRUZ

       
Ruinas de la ermita de Santa Cruz. Sos del Rey Católico


            Historia

Entre las iglesias derruidas del término de Sos del Rey Católico se encuentra la ermita de  Santa Cruz. Muy poco sabemos sobre ella: tan sólo, las escasas menciones que hacen sobre su existencia y advocación algunos escritos y documentos en diferentes momentos de la historia de Sos.
La primera mención a esta ermita aparece en el Libro de Mandatos de Sos del año  1628, donde el obispo de Jaca, en una visita que hace a la iglesia de Sos el 9 de agosto de dicho año, hace el siguiente mandato: “Habiéndonos informado hallamos que hay en esta Villa trece ermitas, conviene a saber: la de San Miguel, San Bartolomé Santa Lucía, Ntra. Sra.de Valentuñana, San Cristóbal, Santa Cruz, Ntra Sra. de Serún, Ntra. Sra. de Barués, San Martín, San Vicente, San Julián, Ntra. Sra. de Arbe y San Adrián.

Y que todas están cerradas con llave y con decencia para decir misa.
Mandamos que no lo estando no se diga misa ni se vaya en procesión”[1]
 Dos siglos después también la menciona Mateo Suman en sus “apuntes  para el Diccionario Geográfico del Reino de Aragón” de 1802[2]. Con posterioridad también aparece en otro documento de 1810 y en el “Diccionario Geográfico Estadístico Histórico” de 1848 de Pascual Madoz. A partir de esta fecha ya no hay referencia alguna sobre la ermita, lo que hace pensar que su abandono y destrucción se produjo después de mediados del siglo XIX.
Actualmente, los restos de la ermita de Santa Cruz se encuentran en un estado de total de ruina y abandono, donde la vegetación crece en estado salvaje tanto en lo que fue el interior del templo como en el exterior, mimetizándose con el terreno y permaneciendo semioculta entre la espesura de la maleza.
Vista hacia el Norte, con Sos y la Valdonsella
Ubicación y acceso al lugar

La ermita, o más bien lo que queda de ella, está ubicada en un alto en las estribaciones de la sierra de Peña, entre las localidades de Sos y Sofuentes y muy cerca de la muga con Peña (Navarra), al comienzo del barranco de Valdeoscura, y a unos 800 m de altitud. Desde ella se divisa, mirando hacia el noreste, una espléndida panorámica del valle del Onsella, con los Pirineos al fondo y Sos en primer plano, desde donde vendrían, antaño, sus gentes en romería para rezar; y mirando hacia el suroeste se divisa otra amplísima panorámica con Sofuentes en primer plano y la sierra del Moncayo al fondo.
              
Vista hacia el sur, con Sofuentes.
               
Para acceder al lugar andando, desde Sos, puede tomarse el sendero PR  Z-112 en dirección Peña-Sofuentes. En coche podemos llegar hasta la misma ermita tomando la carretera en dirección a Castiliscar; poco antes de coronar el alto de Sos debemos tomar el desvío a la derecha hacia Sofuentes; en la confluencia de la vieja carretera con el nuevo trazado de la vía veremos una pista forestal a nuestra derecha que nos llevará hasta los aerogeneradores que encumbran la cima de la sierra. Estos aerogeneradores están agrupados en tres grandes bloques: un primer bloque formado por un conjunto de cuatro aparatos, otro segundo bloque con nueve elementos y un tercero que agrupa hasta once aerogeneradores. La ermita de Santa Cruz se encuentra entre el segundo y el tercer bloque de aerogeneradores, donde la zona cimera forma una pequeña hondonada entre las dos zonas más elevadas de estos dos últimos grupos de aerogeneradores, terreno que resulta algo menos elevado y que es aprovechado por el sendero que viene de Sos para cruzar la Sierra y dirigirse hacia Sofuentes.
La ermita se encuentra en el lado izquierdo de la pista forestal siguiendo el sentido de nuestra marcha, a unos veinte metros del camino subiendo por la ladera del monte.
                                                                                                                                      La ermita
Ruinas de la ermita de Santa Cruz. 

Aunque la ermita está totalmente derruida, quedan las suficientes partes de muro como para ver, a simple vista, que el templo era de planta rectangular, de unos diez metros de largo por cinco de anchura y orientada, con la cabecera mirando al Este. La parte mejor conservada son los muros sur, norte y este, donde prácticamente puede apreciarse toda su longitud en la base y en las diez o doce primeras hiladas de piedra. A partir de la décima hilada las piedras están caídas y desparramadas tanto en el interior del templo como en el exterior del mismo. El muro oeste, donde se encontraba la entrada, está totalmente derruido.
Cabecera de la ermita. Las dos primeras hiladas de piedra presentan grandes
bloques de sillares
En su construcción puede verse, sobre todo en la base de la cabecera, que las dos primeras hiladas han sido levantadas con  grandes bloques de piedra, algunos de ellos sillares labrados, para continuar con un tosco paramento de sillarejos.
Llama la atención que alguna de sus piedras presentan marcas y relieves que podrían atribuirse a época romana, probablemente provenientes de la cercana villa romana de Cabeza Ladrero o de cualquier otra edificación romana de las muchas que jalonaban sus vías, pues no hay que olvidar que la vía Caesaraugusta-Pompaelo pasaba muy próxima al lugar donde nos encontramos.
Sillar labrado en el muro este.
Muro norte de la ermita
Sillar caído. Probablemente hacía de piedra esquinera entre el muro norte y este.
Ver más fotos de la ermita aquí




[1] Libro de Mandatos II, f. 7. Sos
[2] Mateo Suman. Apuntes para el Diccionario Geográfico del Reino de Aragón. Partido de Cinco Villas. Edición de Josefina Salvo y Álvaro Capalvo, p. 497.




BIBLIOGRAFÍA

-MADOZ, PASCUAL. Diccionario Geográfico Estadístico Histórico. 1845-1850. Edición facsímil. D.G.A. Valladolid, 1985.

-MATEO SUMAN. Apuntes para el Diccionario Geográfico del Reino de Aragón. Partido de Cinco Villas. Según el ms. 9-5723 de la R.A.H. de 1802. Edición de Josefina Salvo y Álvaro Capalvo. I.F.C., D.P.Z. Zaragoza, 2015.


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