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Sillería del coro. Iglesia de San Esteban (Sos del Rey Católico) |
Nota del autor
Quienes conocéis mi trabajo
sabéis que casi todos los artículos que escribo, bien sea en este blog, en la
revista Sopicona o en redes sociales, son trabajos de divulgación, de los que
apenas un 5% son trabajos personales de investigación propia, circunstancia que
siempre advierto y reflejo de antemano en cada artículo, lo mismo que hago con
éste, con el fin de apercibir al lector de que no es un trabajo académico ni
está basado en estudios previos de otros estudiosos o especialistas.
No poseer un título
académico sobre arte no quiere decir que no esté capacitado para realizar un
estudio sobre cualquier tema artístico, como dicen algunos necios.
Probablemente, mis conocimientos sobre arte sean superiores a los de estos necios y a los de cualquier
licenciado novel; la única diferencia es que éste tiene un papel que lo acredita,
y yo no. Por lo tanto, el siguiente trabajo forma parte de ese 5% personal al
que antes he hecho referencia y hay que considerarlo como lo que es: el estudio
de un aficionado, pudiendo contener errores o fallos. No obstante, para este artículo, cuento con
la inestimable supervisión y ayuda de mi hijo Ignacio, licenciado en Historia
del Arte por la Universidad de Zaragoza (para información de esos ridículos
necios, que no sé qué buscan; menos mal que son muy poquitos).
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SILLERÍA DEL CORO DE SAN
ESTEBAN DE SOS DEL REY CATÓLICO
Siempre me han llamado la
atención y desde hace años he querido hacer un estudio sobre las misericordias
del coro de la iglesia de San Esteban de Sos del Rey Católico pero, por
diferentes motivos, el trabajo se fue dilatando en el tiempo, hasta ahora.
El presente trabajo puede que sea el primero que se publica sobre este tema de la iglesia de San Esteban. Aunque pueda parecer extraño, no hay ningún estudio al respecto; al menos, publicado. He hurgado en bibliotecas, archivos, documentos, actas, pequeñas publicaciones, folletos y demás escritos sobre la parroquia de San Esteban y, aunque sí que existe información sobre el coro renacentista, no aparecen noticias ni referencia alguna a la talla de la sillería y a las misericordias, extremo que D. Máximo, párroco de San Esteban, también me corrobora. De todos modos, tras analizar las misericordias, he comprobado que las tallas no presentan la morfología, motivos y variedad que auguraba en mis expectativas —mucho más profanas y escatológicas—, siendo muchas de ellas iguales, repetitivas y de una temática completamente distinta a la presentida y alejada de la tipología que imaginaba porque, bien es cierto que, los temas de las misericordias suelen ser distintos y variables dependiendo de la época en la que se tallaron, por lo que es comprensible la citada ausencia de estudios, probablemente debido a su escasa diversidad y al poco interés que pueden suscitar estas en comparación con las misericordias de otras sillerías corales del resto de iglesias y catedrales de España, como, por ejemplo, las de la catedral de Burgos, Toledo, León, Zamora o Plasencia (Cáceres).
No obstante, aun así, estamos ante unas pequeñas y
curiosas obras artesanales que vamos a descubrir y, de paso, veremos también, más
en profundidad, la sillería del coro de la iglesia de San Esteban de Sos del
Rey Católico
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El coro
A modo de introducción,
diremos que el coro de la iglesia es el lugar donde el capítulo de
beneficiados, racioneros de la parroquial de San Esteban, con el abad al
frente, alababan al Señor con el rezo y cantaban las horas litúrgicas. La
tribuna coral data del siglo XVI (1528), realizada por mandato de Carlos I y
obra del maestro borboñés Nicolás de Chalons y del cantero vasco Lope de
Belanza, sustituyendo un antiguo coro de madera.
De los veinticuatro
elementos que conformaron en un principio la sillería, actualmente sólo quedan dieciocho, pues,
al restaurar la iglesia el pasado siglo, se tuvo que reponer los fustes de las
columnas que bajan de los arcos fajones que se habían quitado en un principio para
encajar la sillería en el espacio coral, de unos 25 m2 de superficie, por lo
que hubo que “sacrificar” seis sillas.
Los seis elementos retirados
no se encuentran en la parroquia actualmente y parece ser, según nos cuentan,
que fueron vendidos a algún anticuario o coleccionista de arte.
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La descentralidad es aparente |
Observamos la misma anomalía de descentrado en los frontones triangulares en que rematan los asientos; estos frontones superiores no guardan su alineación o verticalidad con el resto de la estructura sillar a la que da término, pareciendo ser más grandes que lo que deberían ser, de ahí ese descentrado.
En las paredes laterales, o
alas, se acoplan el resto de sillas hasta completar las 18, sin guardar
uniformidad en cuanto al número: seis en el ala derecha (según se mira de
frente), y cuatro en el ala izquierda, en la que el espacio que debería ocupar dos
sillas se ha habilitado para encajar la puerta de acceso al coro, único lugar
por el que se puede entrar, y al que se sube por la escalera construida en la
restauración-ampliación del siglo XVI.
La unión del frente de la
sillería con las alas no se resuelve en ángulo recto, sino por un panel
haciendo chaflán, sin asientos, por lo que en total hay veinte paneles y
dieciocho asientos, y las cuatro sillas adyacentes a los dos chaflanes son algo
más estrechas que el resto.
Como vemos, la colocación y
asentamiento de los sitiales no debió ser nada fácil, presentando muchos
problemas de encaje, probablemente debido al poco espacio existente para una obra tan grande, pero que los artesanos supieron
resolver de la mejor forma posible.
En el centro del espacio
coral se ubicaba el facistol, actualmente también desaparecido, o vendido a
algún anticuario. El facistol es un atril de madera de grandes dimensiones,
generalmente compuesto por cuatro caras, donde se colocaban los libros de
canto.
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En
general, la temática de la decoración de las sillerías de los coros varía con
el paso de los siglos y de las corrientes artísticas, expresando, además del sentir estético de cada época,
también el de la vida social del momento. Hay que decir que las talladas en el
período tardo-románico presentan un profundo significado simbólico,
representando temas religiosos, bíblicos, históricos, morales, mostrando las
virtudes, el bien y el mal, a modo de enseñanza sobre la fe y la moral
cristiana y, también, representando en las misericordias lo profano, los vicios,
las malas costumbres, el pecado y lo escatológico; en el arte gótico
predominaba la decoración de formas arquitectónicas, sobre todo las del
“frenestrage” flamígero, para pasar progresivamente de una decoración Renacentista
con más ornamentación de figuras a diseños más exuberantes y
ricos en detalles en el Barroco.
Panel de la silla prioral |
En el respaldo correspondiente a la silla
prioral aparece, representado y enmarcado en mediorrelieve, el único rostro, en
todo el conjunto, perteneciente a un personaje bíblico: el apóstol San Pablo,
con una espada simbolizando su martirio, pues fue decapitado.
En el centro, silla prioral |
En casi todos los paneles
ornamentales vemos erotes, angelitos alados, seres híbridos, elementos
vegetales idealizados a base de hojas de acanto, vid, cardo, etc. En este
sentido conviene recordar que muchos artistas de la época solían utilizar en
sus dibujos geométricos “cuadernos de modelos” o dibujos y composiciones ya
confeccionados, a modo de plantillas, que se usaban en la formación de los
aprendices o que se presentaban como ejemplos ante una futura obra o contrato.
Estas “plantillas” fueron usadas por muchos artistas en la misma época, por lo
que no resulta raro encontrar el mismo dibujo en sillas de otros coros de iglesias o catedrales de España o de Europa[7]. También aparece algún ángel músico, ángeles
sin alas, demonios, caretas, caretones, cabezas de cuya boca salen roleos,
cabezas cornudas, flores, guirnaldas, jarrones, angelitos portando tridentes,
volutas, telas con frutas, un putti sobre el que el artista muestra su
preocupación por los problemas del contrapposto, en el que aparece con una
pierna adelantada ladeando la cabeza y jugando con el juego de hombros, terminaciones
fitomorfas que se curvan hasta formar volutas, gallos, cabezas de caballos, una
figura con las manos metidas en un cepo de castigo, dragones, seres
mitológicos, grifos, calaveras aladas representando un misterio neoplatónico: la ascensión o elevación a lo divino del alma purificada, etc.
En estas pilastras
corintias, estriadas, vemos también varias figuras humanas labradas en
altorrelieve, más puttis y máscaras y más composiciones grutescas, adornos
vegetales, roleos, volutas y figuras decorativas, rematando las pilastras en
capiteles corintios con más angelitos, y sobre estos, en el arquitrabe, más puttis.
Solamente las dos pilastras que enmarcan la silla prioral presentan en su zona
superior, bajo el capitel, dos tallas con figuras humanas, como resalte
decorativo que sirve para realzar y enmarcar, junto a otros elementos
artísticos que ya hemos visto, el asiento principal del conjunto de la bancada.
Las figuras humanas de alguna de las columnas intersillares bien pudieran
representar a alguna sibila y a profetas.
La crestería del conjunto
sillar, la parte superior de los respaldos, termina mediante un gran
entablamento con friso de carácter geométrico decorado a base de nueve
sencillas cartelas con simples rosetas en su centro, a excepción de la
correspondiente a la silla prioral, que contiene doce cartelas, aunque algo más
pequeñas para poder incluirlas en el mismo espacio que el resto, luciendo en sus
bases, en el arquitrabe, cabezas de ángeles, sello de identidad de los talleres
sangüesinos, como bien hemos podido comprobar en todo el conjunto. Este
entablamiento tiene la finalidad, además de ser decorativo u ornamental, de
proteger los estalos del polvo y mejorar la acústica del coro, “envolviendo” el
sonido en el espacio coral para proyectarlo hacia la nave principal.
Remate central, sobre la silla prioral |
Los pomos de las sillas son todos iguales |
Los brazos de las sillas presentan un sencillo remate a la altura de la mano, a modo de pomo, de estructura curvilínea de tipo floral, simulando una hoja. Son todos iguales, a excepción del brazo izquierdo de la silla prioral, en el que aparece una cabeza con forma humana un tanto grotesca, adornada con detalles florales en la zona parietal e inferior de la figura, que bien pudiera ser, simplemente, un adorno decorativo, pues, según Planas Duro, los apoyamanos renacentistas más característicos corresponden a una efigie vegetalizada presentada como un ser híbrido resultante de la fusión de un hombre con las alas de un ave y las extremidades con elementos propios del reino vegetal, respondiendo, muy probablemente, a necesidades plásticas, sin ningún tipo de contenido simbólico. Suele decirse que los artistas empleaban con frecuencia, como fuente de inspiración, la “Metamorfosis” de Ovidio[8].
Pomo de la silla prioral |
Este tipo de decoración en los pomos,
sin simbolismo alguno, no era sino una simple distracción para los ocupantes de
las sillas, que debían pasar muchas horas del día sentados en ellas. Jean Wirth,
al hablar sobre los grotescos de la decoración de los manuscritos góticos,
escribe: ”…las “drôleries” (o grotescos) son un remedio contra el aburrimiento,
y su relación privilegiada con los libros de devoción se debe a la monotonía
del rezo de las Horas […] Muchas de las drôleries no son más que distracciones
inocentes, ocasiones de pensar momentáneamente en otra cosa, respondiendo así a
una necesidad comprensible”[9]. Esto mismo se puede aplicar a los
pomos de las sillas de los coros, donde el prior, o abad, para distraerse, tocaría y
sobaría incesantemente esta cabeza alada pensando y dando rienda suelta a su
imaginación con el fin de abstraerse de la meditación y distraerse un poco del
aburrimiento y cansancio que supone aguantar tantas horas de oración y
cogitación. El resto de los pomos de los estalos de la sillería son iguales y
no tienen forma humana, animal, vegetal o híbrida, sino una simple ondulación u
orla con una determinada forma ergonómica para sobetear con la mano, pero cumplen,
para los racioneros, el mismo fin de abstracción que el de la silla prioral,
fin para el que fueron tallados; sólo hay que ver el grado de pulimiento y
brillantez que presenta la madera de los pomos en comparación con el resto de los
elementos de la sillería, debido, sin duda, al desgaste al que estos pomos han sido
expuestos a lo largo de los siglos.
Todos estos elementos que
hemos visto hasta ahora se encuentran a la vista, por lo que el artista
reproduce en ellos los motivos más representados según la moda del momento. En la
sillería de San Esteban, además de las máscaras, proliferan los angelitos
alados que, como ya hemos indicado, aparte de ser una ornamentación típica de
la época renacentista, también son característicos del taller de Sangüesa, al
que pertenecen los autores de la obra. Sin embargo, existen otros elementos que
están algo escondidos y no están a la vista: son las llamadas misericordias.
Empezaremos explicando qué
son las misericordias, esas pequeñas obras de arte, semi escondidas, que vamos
a descubrir en la sillería del coro y que iremos explicando aunque, como hemos
indicado al principio, la variedad de tallas es muy homogénea.
El diccionario de la R.A.E.
dice, entre otras acepciones:
Misericordia: Pieza en los
asientos de los coros de las iglesias para descansar disimuladamente, medio
sentado sobre ella, cuando se debe estar en pie.
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Misericordias(en el centro, asiento abatido) |
Las misericordias del coro
de Sos pertenecen al segundo de los períodos citados, el Renacimiento, y las
escenas de índole sexual o impúdicas no aparecen en ellas, pero sí algunas
máscaras y, sobre todo, angelitos. Concretamente, entre las 18 misericordias,
aparecen doce angelitos individuales (uno por misericordia), cuatro máscaras,
también individuales, tres de ellas aladas y la otra con motivos vegetales, y
dos misericordias más con sólo decoración vegetal. Tres de los mascarones
presentan grandes mostachos y mucho pelo.
En otras partes de la
sillería, como en el primer tercio de las pilastras intersillares o en los
paneles del respaldo, aparece una máscara foliada muy común en los países
anglosajones llamado “The Green Man” (el hombre verde), a la que por su
carácter mágico se le atribuye poderes para atraer el bien o alejar el mal, así
como varias máscaras y algún putti y amorcillo que arrojan dos o tres haces de
caulículos por su boca que se alargan y encurvan cual roleos decorativos
llenando espacios.
Conclusión
En general, podemos resumir
diciendo que la iconografía de la sillería coral de San Esteban, tanto la
religiosa como la profana, que aparece tallada en los distintos elementos que
la componen, parece ser que está sustentada en las teorías neoplatónicas que
llaman a la conciliación entre la religión pagana y cristiana, entre la
tradición clásica y la judeocristiana, intentando advertir, a través de las
imágenes profanas, de los errores y los consecuentes castigos que pueden
sobrevenir en una vida plagada por la corrupción, en la que lo terrenal y lo
espiritual, lo popular y lo eclesiástico, se entremezclaban sin más dilaciones
en una simbólica combinación pecado-redención, una compleja simbología que nos permite asimilar y reconocer una nueva visión del mundo, una nueva sociedad, como fue la transición del teocentrismo de la Edad Media al antropocentrismo del Renacimiento.
(Ver más fotografías de la sillería aquí)
[1] Abbad Ríos, F. Catálogo monumental de
Zaragoza, p. 637. Madrid, 1957.
[2] Acerete Tejero, J.M. “La sillería del
coro de la iglesia de San Martín de Uncastillo”. Suessetania nº 14, pp. 32-49.
[3] Ornamento de aspecto vegetal,
normalmente laurel, que, con forma circular, a modo de tondo, u oblonga, rodea
un detalle con el fin de enmarcarlo y resaltarlo.
[4] Motivo decorativo compuesto a base de
seres fantásticos, vegetación y animales.
[5] Angelitos alados, o “amorcillos”, muy
comunes en el arte renacentista y barroco, y que son representados como
espíritus angelicales, mensajeros del amor o, sencillamente, como elementos
decorativos.
[6] Típica ornamentación vegetal
renacentista, nacida en Italia, a base de hojas de acanto, ovas, zarcillos,
cintas, flores, roleos de curvas y contracurvas, generalmente cubriendo
espacios o plafones rectangulares con una copa o candelabro en el centro o en
la base del espacio, cuyo eje se simetría suele ser central, haciendo que la
decoración en los lados sea simétrica (grutescos dispuestos en franjas
verticales).
[7] El más conocido de este tipo de
cuadernos es el de Villard de Honn.
[8] Planas
Duro, Luis. “Sillerías de coro (XIII)”. esculturacastellana.blogspot.com/2015/12/sillerías-de-coro-xiii.html
[9] Planas
Duro, Luis. ”Sillerías de coro (X)”.
esculturacastellana.blogspot.com/2019/02/sillerías-de-coro-x_15.html
[10] Luis Planas Duro.
Sillerías de coro (X) https://esculturacastellana.blogspot.com/2018/11/sillerias-de-coro-x.html
[11] Luis Planas Duro. “Sillerías de coro
(VI)” https://esculturacastellana.blogspot.com/2013/02/sillerias-de-coro-vi_16.html
[12] Según Filóstrato de Lemnos, “el Viejo”, en “Imágines”, los putti jugaban en el jardín de Venus y recogían manzanas para ofrendárselas a la diosa del amor.
BIBLIOGRAFÍA
-ABBAD RÍOS, FRANCISCO. Catálogo Monumental de Zaragoza. Madrid, 1957.
-ACERETE TEJERO, J.M. “La sillería del coro de la iglesia de San Martín de Tours de Uncastillo”. Suessetania nº 14, pp. 32-49. C.E.C.V. Ejea de los Caballeros (Zaragoza), 1994-1995.
-ECHEVERRÍA GOÑI, PEDRO; FERNÁNDEZ GRACIA, RICARDO. “Precisiones sobre el Primer Renacimiento escultórico en Navarra”. Rev. Príncipe de Viana nº 168-170, año nº 44, pp. 29-62. Pamplona, 1983.
-GARCÍA ÁLVAREZ, CÉSAR. El simbolismo del grutesco renacentista. Universidad de León. León, 2001.
-MATEO GÓMEZ, ISABEL. Temas profanos de la escultura gótica española: las sillerías de coro. Instituto Diego Fernández, C.S.I.C. Madrid, 1979.
-TEIJEIRA PABLOS Mª DOLORES. Las sillerías de coro en la escultura tardogótica española. Universidad de León. León, 1999.
-Revista Suessetania nº 14. Acerete Tejero, J.M. “La sillería del coro de la iglesia de San Martín de Uncastillo”, pp. 32-49. I.F.C. Zaragoza, 1995.
En la web:
-Blog de Manuel Valle Molero. “Interior de la Iglesia de San Esteban”. https://villadesosdelreycatolico.blogspot.com/2016/01/iglesia-de-san-estebaninterior-del.html
-Blog de Luis Planas Duro:
-“Sillerías de coro (VI)”
https://esculturacastellana.blogspot.com/2013/02/sillerias-de-coro-vi.16.html
-“Sillerías de coro (XIII)”
https://esculturacastellana.blogspot.com/2015/12/sillerias-de-coro-xiii.html
-“Sillerías del coro (X)”
https://esculturacastellana.blogspot.com/2019/02/sillerias-de-coro-x_15.html
https://escultullana.blogspot.com/2018/11/sillerias-de-coro-x.html
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