Hace cientos de años, en una
noche cerrada y oscura, encontróse don Pedro, un apuesto galán de la villa de
Sos, galanteando a su amada joven a través de la ventana de su casa. Después de
despedirse de ella, dirigióse hacia su morada por las estrechas calles de la
villa y, como si de un fantasma se tratase, salió una persona de un estrecho
callejón, arropada con telas negras y envuelta su cara en ellas para que nadie
le reconociese y, sacando su cuchillo, abalanzóse sobre don Pedro hundiendo
éste en su pecho. Don Pedro, sin apenas poder defenderse de su atacante, cayó
en el húmedo suelo de la villa exhalando su último suspiro mientras el
desconocido personaje emprendía la huída amparado por la oscuridad de la noche.
Los días siguientes la justicia
haría toda clase de averiguaciones para descubrir al asesino de tan infame y
mezquino crimen y poder así ajusticiar al causante de semejante fechoría, pero
no lo encontró.
Pasado un tiempo de este
misterioso crimen, don Ferrán, un joven de Sos, requirió de amores a la joven
que pretendiera el difunto don Pedro, pero ésta lo rechazó. Don Ferrán empezó a
sufrir horrorosas pesadillas nocturnas que no le dejaban dormir, el remordimiento
se adueñó de su alma y estaba sumido en un mundo de visiones donde la sangre y
el rostro de Don Pedro no dejaban de aparecérsele en su recuerdo, sufriendo una
constante y terrible angustia y desesperación. Había conseguido librarse de la
justicia humana, pero no de la divina. En su desesperada lucha por encontrar
alivio a sus sufrimientos buscó refugio y consuelo en las buenas obras y en la
oración, visitando frecuentemente la Iglesia y recibiendo con fervor la Sagrada
Comunión. Varias veces reveló a su confesor su fechoría declarándole el deseo
de entregarse a la justicia, pedir perdón a la madre de don Pedro y cumplir así
con el castigo terrenal que le correspondiera para verse así curado de la
tortura espiritual que estaba padeciendo, a lo que el sacerdote se lo prohibió
diciéndole que sería Dios quien terminaría con sus sufrimientos.
Cristo del Perdón (Foto de Archivo) |
Solía don Ferrán orar frente al
Cristo crucificado de la iglesia de San Esteban y allí en silencio, derramaba
lágrimas de arrepentimiento, lágrimas que iban haciendo desaparecer las
imágenes de la sangre y rostro de don Pedro que tanto le atormentaban.
Poco a poco fue cogiendo fama de hombre caritativo y piadoso. Un día que se encontraba orando frente al Cristo, entró en la iglesia la madre de don Pedro, quien con lágrimas en los ojos le suplicó a don Ferrán: “incluye a mi hijo Pedro en tus oraciones y reza para que su alma descanse en paz, y pide también por mí para que pueda encontrar el consuelo y perdón para el asesino de mi hijo”
Poco a poco fue cogiendo fama de hombre caritativo y piadoso. Un día que se encontraba orando frente al Cristo, entró en la iglesia la madre de don Pedro, quien con lágrimas en los ojos le suplicó a don Ferrán: “incluye a mi hijo Pedro en tus oraciones y reza para que su alma descanse en paz, y pide también por mí para que pueda encontrar el consuelo y perdón para el asesino de mi hijo”
Tal conmoción causó en don Ferrán
estas súplicas que, inundado en lágrimas, cayó abatido al suelo confesando su
crimen y suplicando el perdón de la angustiada madre antes de entregarse a la
justicia. La madre, igualmente cayó al suelo mirando con horror al asesino de
su hijo. En su alma luchaban el deseo de venganza con los sentimientos del
perdón, levantó la cabeza hacia el Cristo buscando una respuesta y vio cómo
éste adquiría vida, levando su cabeza, que hasta entonces tenía inclinada sobre
su hombro, y abriendo sus párpados, adquiriendo sus ojos un brillo que la
contemplaban esperando su decisión. Y mientras don Ferrán seguía suplicando su
perdón, la madre se lo otorgó generosa.
Desde aquel momento la talla del
Cristo muestra la cabeza erguida y expresando su mirada una solemne paz y sobrehumana
bondad, llamándole desde entonces el Santo Cristo del Perdón.
Maravilloso Cristo y maravillosa historia
ResponderEliminarPienzo lo mismo la historia me paresio muy bonita que la temine anotando para presentarla en la escuela :)
EliminarMe complace mucho que te haya gustado y que la divulgues en la escuela. Muchas gracias
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