sábado, 19 de octubre de 2024

MUCHO MÁS QUE UN SIMPLE PLANO DE SOS

 

Plano-croquis de Sos.1835


                         Intercambiando mails con una señora que contactó conmigo para buscar información de un antepasado suyo que vivió en Sos, me mandó una copia de una fotografía de un curioso plano-croquis de Sos que había guardado entre la información recopilada por ella y que se puede ver actualmente en la biblioteca virtual de Defensa. Debe ser de reciente digitalización porque he entrado en varias ocasiones en la citada biblioteca y nunca lo había visto hasta ahora. En él puede leerse, escrito a pluma: "plano de la villa de Sos.1 de julio de 1835", y firmado por un tal Fermín ¿Arteta?

                        A simple vista parece un plano de Sos de ese año y así lo traté, pero conforme más lo estudiaba, más interesante e intrigante se mostraba.

                        En un primer vistazo localizo los siete portales de la muralla que circunda la villa de Sos, perfectamente identificables porque están claramente señalizados y ubicados sobre el plano, cada uno de ellos con su nombre, escrito con letra muy clara. Me llama la atención que al Portal de Levante le llamen “Puerta de la Parra”; al Portal del Mudo, “Puerta de Levante” y al Portal de la Reina, “Puerta del Lavadero”; la denominación de los otros cuatro portales restantes mantienen el mismo nombre que en la actualidad. Los nombres de las puertas “del Lavadero” y “de la Parra” tienen un sencillo y fácil razonamiento, pero no encuentro explicación al  hecho de cambiar el nombre de la orientación de los portales. No lo entiendo, pero seguro que obedece a alguna razón que ahora mismo no alcanzo a imaginar. Lo que está perfectamente claro,  sin ninguna duda, es que en 1835 los portales se llamaban así, si no, no los hubieran escrito en el croquis.

                        Igualmente, figuran señalizados el monte y la ermita de San Cristóbal, el antiguo cementerio frente al portal de Jaca, el campo del Toro (que ya existía entonces en el mismo lugar que el actual), el  “juego de pelota”(así figura en el plano, y que es el frontón), la posada ( no la fonda, pues la fonda es de posterior construcción),en la zona donde actualmente se ubica la farmacia,  y un paseo (que coincide con la carretera actual desde la entrada de la villa en la zona de los jardines hasta el Campo del Toro) y otras construcciones y señalizaciones más (balsa, fuente, caminos….). Las tres anteriores construcciones que he nombrado (frontón, posada y paseo), son de recientísima construcción, pues el  Gobernador de Sos, D. Vicente de Vargas, impulsó apasionadamente, en 1833, la restauración de la villa después de los derrumbes y destrozos sufridos en las casas e infraestructuras  tras el paso de las tropas francesas durante la guerra de la Independencia, según una crónica del 11 de junio de 1833. (ver)

                        Hasta ahora no deja de ser un valioso plano de Sos de 1835 en el que, comparándolo con uno actual, podemos apreciar la evolución, edificación o desaparición de algunas construcciones, resultando, como mínimo, algo más que curioso. Pero lo verdaderamente interesante está en el centro del plano, donde, a modo de leyenda del mismo, aparecen una serie de anotaciones (seis líneas, concretamente) que  me costó leerlas porque no se entiende muy bien la letra. Están enumeradas con letras minúsculas, de la “a” a la “f”, y se corresponden con las mismas seis letras repartidas por el croquis para poder ubicar sobre el mismo las anotaciones del texto expuesto. Me llevó tiempo leer lo que ponía e interpretar lo que quería decir, pero una vez estudiado el tema, es muy fácil interpretarlo y deducir qué es este mapa. Hasta donde yo sé, creo que es la primera vez  (porque no he visto ningún otro)que veo un croquis militar para reforzar la fortificación de Sos añadiendo diversos elementos defensivos típicos de las fortificaciones de los ejércitos de la época durante la Primera Guerra Carlista.  No hay ninguna duda. Entonces, si es así, pongámonos en el contexto histórico de Sos cuando se dibujó el croquis, es decir, 1835.

                        En 1832 el rey Fernando VII promulgó la Pragmática Sanción, derogando la Ley Sálica que impedía reinar a las mujeres, por lo que su hija Isabel podía reinar, en detrimento de su tío Carlos María Isidro (hermano de Fernando), quien encabezó una sublevación contra su sobrina que condujo al país a una guerra civil adormecida y reavivada periódicamente a lo largo del siglo XIX bajo la forma de tres Guerras Carlistas en defensa de los derechos al trono de una segunda rama dinástica de los Borbones.

                         Las principales operaciones militares de la primera guerra carlista tienen lugar en el País Vasco, Navarra, Cataluña y en el Maestrazgo. El trasvase de tropas entre el norte y Cataluña hace que existan partidas, o cuerpos militares, de paso por el territorio aragonés y por Sos, que en cualquier momento pueden ocasionar enfrentamientos con los liberales o la conquista de núcleos de población, obligando a sus habitantes a rechazar la nueva Constitución.

                        La población de Sos, al igual que la mayoría de las poblaciones de las Cinco Villas, se inclinó a favor de Isabel. A principios del año 1834 se celebra en Sos “con la mayor pompa, la proclamación de nuestra augusta Reina Doña Isabel II como Soberana de las Españas[1]. Es por esto por lo que la villa sufrió varias incursiones de partidas carlistas de la vecina y foralista Navarra, saqueando las tropas de don Carlos las casas de la Villa, quemando archivos, documentos, destrozando las fortificaciones, robando, asesinando y cometiendo toda clase de fechorías. Con este panorama era necesario  reforzar la zona de efectivos contra los rebeldes.

                        Así, el 22 de enero de 1834, ante el temor de que dos batallones de los rebeldes navarros llegaran a Sos, procedentes de Sangüesa, se reforzó al brigadier D. Vicente de Vargas, Gobernador de Sos, con 100 infantes del 12 de línea y 20 caballos de Borbón, que unidos a las fuerzas que tenía el Gobernador, 60 tiradores y 25 caballos de flanqueadores de Navarra, pusieron a Sos libre de todo ataque por parte de los rebeldes. Pero fueron muchísimas más columnas de combatientes, batallones y tropas de refuerzo las que entraron y salieron de Sos constantemente durante cinco largos años.

                        Con todo este movimiento de tropas isabelinas en Sos, y dada su posición fronteriza con Navarra, no es de extrañar que también se utilizaran las instalaciones de la villa como centro de intendencia para los ejércitos combatientes. Así, en el mes de marzo de 1835, un batallón del general Aldana se quedará en Sos a la espera de otros tres batallones más, preparando los víveres y el equipo necesarios para los mismos con vistas a perseguir e ir tras los facciosos que se habían desplegado y refugiado hacia los Pirineos[2]. El 25 de mayo de 1835 llegó a Sos una columna de 3.000 hombres que iban a incorporarse al ejército. Formaban parte de nuevos movimientos para hacer más crítica la posición de los enemigos[3].

                        Los ejércitos se movían sin cesar por Sos pero, claro, también había que proteger a las tropas y a la población de los ataques enemigos, guarnecer bien las municiones, los víveres, etc…, y para ello Sos tenía que estar bien fortificado para ofrecer una sólida resistencia y poder repeler sin problemas cualquier intento de asalto y evitar que se repitieran los hechos acaecidos en 1834.

                         La villa ya contaba entonces con su monumental muralla, recientemente restaurada tras los destrozos ocasionados durante la guerra de la Independencia, pero al ejército le pareció insuficiente, reforzándolo en dos puntos clave, que luego veremos. En resumen, había que fortificar bien la plaza. Para ello existían unas fortificaciones muy comunes, generalmente provisionales, denominadas “de campaña”, con parapetos, trincheras y otras edificaciones menores muy  típicas y utilizadas por los ejércitos de la I Guerra Carlista en las zonas de Navarra y País Vasco que no requería de grandes inversiones económicas, constituyendo un sistema defensivo abaluartado muy eficaz. En ellas, el parapeto siempre va precedido por un foso, cuya tierra excavada se aprovechaba para construir el parapeto, de forma, muchas veces, irregular, adaptándose a la orografía del terreno y apoyándose o haciendo uso de otras construcciones existentes. En el interior, otros edificios formaban parte del recinto, como la residencia de oficiales, el acuartelamiento de la tropa, polvorín, almacén, etc…  y un puente de madera, generalmente levadizo, que permitía el acceso a la fortificación salvando el foso. En los ángulos del bastión ubicaban la barbeta (trozo de parapeto destinado para disparar la artillería a descubierto), con capacidad para varias piezas de artillería. (El parapeto de las barbetas no tiene troneras ni merlones ni cubre a los artilleros y cuando las piezas de artillería se colocan sobre este género de fortificación, ya sea en las plazas, ya en campaña, se dice que está colocada "a barbeta").

                        Pero volvamos al plano. Conociendo este tipo de fortificaciones utilizadas en la Primera Guerra Carlista, leemos las seis líneas numeradas alfabéticamente que ocupan el centro del plano:

a)    Parapeto de sierra con foso y puente levadizo.

b)    Barbetas.

c)    Parapeto que cierra la entrada a la plaza de toros.

d)    Id.(parapeto) para asegurar la comunicación de la posada con la plaza (actual Plaza del Mesón)

e)    trinchera de comunicación

f)     luneta en que ha de convertirse el tambor que hay

 

Zona del Portal de Jaca sólidamente fortificado
              No hay ninguna duda. Es el plano con los refuerzos a construir en Sos para defender la villa de los ataques carlistas y que complementan la fortificación ya existente de castillo y muralla. Vemos en el croquis los parapetos que se construirán en el campo del toro para que quede totalmente cerrado, llegando hasta el actual portal de Levante (Puerta de la Parra) (letra c), precedido, como suele ser habitual en este tipo de construcciones, por un foso y un puente levadizo para cruzar el foso (letra a). En la esquina, una barbeta (señalado con la letra b) y otra ubicada encima del frontón (aproximadamente en la esquina de lo que actualmente es Casa de María Mola) para proteger la entrada desde Zaragoza.. Otras edificaciones quedan en el interior del recinto, posiblemente cuadras para los caballos, acuartelamiento para la tropa, intendencia, polvorín, etc…, además del cuartel (probablemente para los mandos) que se encuentra junto a la torre del homenaje, en la zona del castillo. Igualmente, se levantan más parapetos a la entrada del pueblo, cerrando el espacio desde la posada hasta el frontón(letra d) y de esta manera tener totalmente cerrado todo el recinto para evitar ataques e incursiones carlistas. Y el tambor que hay en la zona oeste de la muralla(letra f), junto al portal de Sangüesa, hay que derribarlo y convertirlo en una luneta (construcción defensiva, saliente de la muralla con forma de media luna, generalmente de dos caras, formando un ángulo prominente para mejor defensa).

                  En el croquis se observa que las dos zonas más reforzadas son el portal de Jaca y el de Zaragoza, pero no porque estos portales estén más desprotegidos que el resto, sino porque son de acceso mucho más fácil viniendo desde Zaragoza o desde Sangüesa, con un camino y un terreno mucho menos abrupto y dificultoso que el acceso por el resto de portales (prácticamente por la misma razón que hace casi cuatro siglos atrás, cuando la reina Juana Enríquez vino a dar a luz a la villa y que, según algunos, entró por este portal, extremo que todavía no ha sido probado, pero que contiene una aplastante lógica)(ver) Eran los dos puntos más débiles de la imponente fortaleza de Sos (hay que recordar que también Espoz y Mina bombardeó repetidamente esta zona del portal de Jaca para entrar en Sos cuando las tropas francesas tomaron la villa).

Zona extramuros del Portal de Zaragoza. Segunda zona
fuertemente fortificada.

                    Desconocemos si llegó a construirse este complejo defensivo, pero es muy probable y factible que, dada la imperante necesidad de defender el elevado número de tropas asentadas en la villa y con los antecedentes de la incursión carlista de 1834, se construyera para intimidar y amedrentar a los facciosos. Además, como antes se ha dicho, requería de poca inversión económica y eran defensas “de campaña”, fáciles y rápidas de construir.

                  Al estar construidas con materiales efímeros, no han quedado restos de estas construcciones defensivas, pero afortunadamente sabemos, gracias a este plano, que en Sos, si no llegó a construirse, al menos hubo un intento firme de hacerlo.

                            Independientemente de todo ello, hay que resaltar el gran valor de este croquis, dibujo o plano, por los interesantes e importantes datos que nos aporta sobre las fortificaciones en la villa en tiempo de guerra de un período de la historia de Sos del que poco se conoce por la falta de documentación. Como ya dije cuando lo vi por primera vez: ¡una joyica!




[1] Parte recibido en la Secretaría de Estado y del Despacho de la Guerra. “La Revista Española”, nº 147, p.3; 21/01/1834.

[2] Eco del Comercio, nº 320, p.3, 16/03/1835.

[3] La Revista Española, nº 97, p. 3, 5/06/1835






BIBLIOTECA


Hemeroteca:

- La Revista Española, nº 97. 5/06/1835.

- La Revista Española, nº 147. 21/01/1834.

- Eco del Comercio, nº 320. 16/03/1835.


En la web:

-http://bertan.gipuzkoakultura.net/es/18/es/13.php Saez García, Juan Antonio. "Las fortificaciones de la primera guerra carlista".





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