El almendro (prunus dulcis) es un árbol
típicamente mediterráneo originario de Oriente Medio y Mesopotamia cuyo fruto,
la almendra, de gran valor energético, ha sido consumida desde hace miles de
años. Actualmente, además de para elaborar diversos productos alimentarios
(turrones, dulces, tartas, helados…) también se usa como remedio farmacológico
y dermatológico (laxante, antiinflamatorio, cicatrizante, antiespasmódico,
dermatitis, quemaduras superficiales, pieles secas…)
El almendro es uno de los árboles que mejor se
adapta a la extremada climatología de la comarca de Sos pero. a pesar de ello,
no se ha desarrollado todo lo que cabría esperar y su cultivo es bastante
reducido en la zona.
Su temprana floración, en invierno, antes del comienzo
de la primavera, con sus flores de color blanco-rosáceo, hace que podamos
distinguirlos entre otros diversos árboles de la comarca de Sos, alegrándonos
gratamente la vista y anunciándonos la pronta venida de la estación primaveral.
Es precisamente ésta explosión de frescura y color de sus flores, y su belleza,
lo que ha hecho que muchos artistas, fotógrafos, pintores y poetas se
inspiraran en el almendro y lo reflejaran en sus obras.
Miguel Hernández, Gabriela Mistral, J.L.Borges, Juan
Ramón Jiménez, Rubén Darío…todos ellos ven en el almendro la delicadeza, la
fragilidad y la fugacidad del alma humana. Hemos elegido un poema de Miguel
Hernández por la gran vinculación que este poeta del 36 tuvo con la vida del
campo y la naturaleza, y que eligió el almendro como referencia en varias de
sus obras poéticas por su forma, sus flores, su olor, su frescura,
su color, su floración invernal, su simbología, su misticismo…obras como “Siesta
mayor”; “no me conformo”; “primera lamentación de la carne”;
“Elegía a Ramón Sijé” o el soneto que hemos elegido para esta ocasión: ”Rosa
de almendra”.
ROSA DE ALMENDRA
Propósito de espuma y de ángel eres,
víctima de tu propio terciopelo,
que, sin temor a la impiedad del hielo,
de blanco naces y de verde mueres.
¿A qué pureza eterna te refieres
con tanta obstinación y tanto anhelo?...
¡Ah, sí!: tu flor apunta para el cielo
en donde está la flor de las mujeres.
¡Hay! ¿Porqué has boquiabierto tu inocencia
en esta pecadora geografía,
párpado de la nieve, y tan temprano?
Todo tu alrededor es transparencia,
¡ay pura de una vez cordera fría
víctima de tu propio terciopelo,
que, sin temor a la impiedad del hielo,
de blanco naces y de verde mueres.
¿A qué pureza eterna te refieres
con tanta obstinación y tanto anhelo?...
¡Ah, sí!: tu flor apunta para el cielo
en donde está la flor de las mujeres.
¡Hay! ¿Porqué has boquiabierto tu inocencia
en esta pecadora geografía,
párpado de la nieve, y tan temprano?
Todo tu alrededor es transparencia,
¡ay pura de una vez cordera fría
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